DOMINGO DE RAMOS
Antonio Padial Bailón
Antecedentes
No existen antecedentes históricos de una hermandad de la Santa o Sagrada Cena en Granada más allá del siglo XX. Sí, los hay, antes de que se fundara la hermandad de Penitencia que hoy conocemos.
Estos antecedentes estuvieron en una congregación que se fundó en la iglesia del convento de Santa Cruz la Real (Santo Domingo) a principios del siglo XX, en la Cuaresma de 1915, es decir, se cumple este año los cien de su fundación. Esta Congregación será el germen de la hermandad de penitencia.
Sin embargo, ese año fue el de la formalización canónica de la asociación, que ya venía celebrando los ejercicios desde 1905 y en 1915 fue autorizada también por el Centro Mundial de los Jueves Eucarísticos, con sede en Zaragoza.
Se fundó esta congregación por el Padre Garrido (en otras fuentes viene Garnica) (1) para conmemorar lo acontecido el primer Jueves Santo de la historia en Jerusalén, en que el Redentor instituyó la Eucaristía.
Constaba de dos celebraciones; en una, que se celebraba por la mañana de los jueves, se formaban mesas de doce personas, llamados coros, presididos por un celador, en la que se realizaban ejercicios de espiritualidad y se comulgaba; otra, que se celebraba por la tarde, llamada Hora Santa, que se hacía para conmemorar la Santa Cena y reparación de ofensas a Jesús Redentor.
A esta asociación no pagaban los hermanos cuota alguna, solamente la limosna que cada uno pudiera ofrecer en una bacinilla que se pasaba durante la celebración de la Hora Santa y costearse el precio de la insignia o medalla.
Al año siguiente (1916) se instauró la costumbre de dar el Jueves Santo una comida a doce pobres de la ciudad en cada mesa de las formadas, en total 208 pobres, mesas o coros que tenían nombres como el de Virgen del Rosario, Virgen del Tránsito, Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino...etc. El primer presidente de la congregación fue don Manuel Robles y cada mesa la presidía un miembro de la corporación. Ya estaba en esa época organizando los actos el padre don José Alonso López, el cura Pepito, que tanto contribuiría a la fundación de las hermandades de penitencia de Santo Domingo.
No cabe duda, que esta congregación prestaba cierto auxilio a la pobreza en una época en que ésta era extrema en algunas capas de la población, pues aparte de las citadas cenas, que se celebraban en el Teatro Isabel la Católica (entonces estaba en la Plaza de los Campos) cedido por su propietario, el Conde de Guadiana y a partir de 1926 se celebraron en el teatro Cervantes, que se ubicaba en la Plaza de Mariana Pineda. Ese día, además, se repartía pan a centenares de pobres.
Antecedentes
No existen antecedentes históricos de una hermandad de la Santa o Sagrada Cena en Granada más allá del siglo XX. Sí, los hay, antes de que se fundara la hermandad de Penitencia que hoy conocemos.
Estos antecedentes estuvieron en una congregación que se fundó en la iglesia del convento de Santa Cruz la Real (Santo Domingo) a principios del siglo XX, en la Cuaresma de 1915, es decir, se cumple este año los cien de su fundación. Esta Congregación será el germen de la hermandad de penitencia.
Sin embargo, ese año fue el de la formalización canónica de la asociación, que ya venía celebrando los ejercicios desde 1905 y en 1915 fue autorizada también por el Centro Mundial de los Jueves Eucarísticos, con sede en Zaragoza.
Se fundó esta congregación por el Padre Garrido (en otras fuentes viene Garnica) (1) para conmemorar lo acontecido el primer Jueves Santo de la historia en Jerusalén, en que el Redentor instituyó la Eucaristía.
Constaba de dos celebraciones; en una, que se celebraba por la mañana de los jueves, se formaban mesas de doce personas, llamados coros, presididos por un celador, en la que se realizaban ejercicios de espiritualidad y se comulgaba; otra, que se celebraba por la tarde, llamada Hora Santa, que se hacía para conmemorar la Santa Cena y reparación de ofensas a Jesús Redentor.
A esta asociación no pagaban los hermanos cuota alguna, solamente la limosna que cada uno pudiera ofrecer en una bacinilla que se pasaba durante la celebración de la Hora Santa y costearse el precio de la insignia o medalla.
Al año siguiente (1916) se instauró la costumbre de dar el Jueves Santo una comida a doce pobres de la ciudad en cada mesa de las formadas, en total 208 pobres, mesas o coros que tenían nombres como el de Virgen del Rosario, Virgen del Tránsito, Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino...etc. El primer presidente de la congregación fue don Manuel Robles y cada mesa la presidía un miembro de la corporación. Ya estaba en esa época organizando los actos el padre don José Alonso López, el cura Pepito, que tanto contribuiría a la fundación de las hermandades de penitencia de Santo Domingo.
No cabe duda, que esta congregación prestaba cierto auxilio a la pobreza en una época en que ésta era extrema en algunas capas de la población, pues aparte de las citadas cenas, que se celebraban en el Teatro Isabel la Católica (entonces estaba en la Plaza de los Campos) cedido por su propietario, el Conde de Guadiana y a partir de 1926 se celebraron en el teatro Cervantes, que se ubicaba en la Plaza de Mariana Pineda. Ese día, además, se repartía pan a centenares de pobres.
Teatro Cervantes en Plaza Mariana Pineda |
Teatro Cervantes, esquina Ganivet, Plaza Campillo y Plaza Mariana |
Por último, diremos que la congregación tenía por norma asistir con su bandera a visitar el Beaterio del Santísimo, el día en que se conmemoraba el suceso de la profanación de las Sagradas Formas, que fueron arrojadas en el lugar de dicho beaterio (2).
Poco después, en 1918, ya se extendía la asociación por varios templos parroquiales de la ciudad, constituyéndose en archicofradía la citada congregación a la que el arzobispo concedió 100 días de indulgencia a sus hermanos (3).
La fundación de la cofradía de penitencia
Esta archicofradía de los Jueves Eucarísticos y varios de sus directivos, dirigido por don José Alonso López (el cura Pepito) serían el germen de la hermandad de penitencia. Este sacerdote era terciario dominico y, entonces, presidente de dicha archicofradía, tuvieron el compromiso de llevar la idea de los Jueves Eucarísticos a plasmarla plásticamente en un paso de Semana Santa.
Ello constituía el colofón más visible externamente de la idea de dar culto a Jesús en el momento de la institución de la Eucaristía, fundando una hermandad de Semana Santa, con el título de la "Santa Cena de Nuestro Señor Jesucristo". Eso ocurrió en una reunión celebrada en el camarín de Ntra. Sra. del Rosario el día 23 de mayo de 1926 con los directivos de aquellas hermandades de la ciudad que constituían la citada archicofradía. No cabe duda que la decisión que tomaron entre aquel importante número de personas representó un hito de notable relevancia en la Semana Santa de Granada.
La presidencia efectiva de la nueva hermandad la ostentó D. José Alonso López, presidente de la Archicofradía, siendo director espiritual el párroco de Santa Escolástica, D. Francisco Rodríguez Tapia; vice-presidente, el Marqués de Cardeñosa, eligiéndose como primer hermano mayor a D. Miguel García Batlle; de tesorero a D. José Mendez Rodriguez-Acosta; de vice-tesorero, a don José Ribot Quiles; de secretario, a D. José Roldán Zaquero; de vicesecretario, a D. José Gómez Sánchez- Reina; de consiliario, a D. Luis Morrell Terry, siendo vocales: el Presidente de la Sección de Adoradores, a D. Luis López Zayas; a D. Antero Enciso, por la Real Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario; a D. Antonio Guiaza Casanova, por la Asociación del Sagrado Corazón; el presidente de la Asociación de la Comunión Diaria, D. Manuel Pérez García; a D. Manuel Grisolia, por la Cofradía de la Humildad; y el Prefecto de la Congregación de San Luis Gonzaga, D. Fernando de la Puerta y de la Cruz.
Poco después, en 1918, ya se extendía la asociación por varios templos parroquiales de la ciudad, constituyéndose en archicofradía la citada congregación a la que el arzobispo concedió 100 días de indulgencia a sus hermanos (3).
Cena a los pobres por los Jueves Eucarísticos en Teatro Cervantes. Granada Gráfica, abril de 1926 |
La fundación de la cofradía de penitencia
Esta archicofradía de los Jueves Eucarísticos y varios de sus directivos, dirigido por don José Alonso López (el cura Pepito) serían el germen de la hermandad de penitencia. Este sacerdote era terciario dominico y, entonces, presidente de dicha archicofradía, tuvieron el compromiso de llevar la idea de los Jueves Eucarísticos a plasmarla plásticamente en un paso de Semana Santa.
Ello constituía el colofón más visible externamente de la idea de dar culto a Jesús en el momento de la institución de la Eucaristía, fundando una hermandad de Semana Santa, con el título de la "Santa Cena de Nuestro Señor Jesucristo". Eso ocurrió en una reunión celebrada en el camarín de Ntra. Sra. del Rosario el día 23 de mayo de 1926 con los directivos de aquellas hermandades de la ciudad que constituían la citada archicofradía. No cabe duda que la decisión que tomaron entre aquel importante número de personas representó un hito de notable relevancia en la Semana Santa de Granada.
La presidencia efectiva de la nueva hermandad la ostentó D. José Alonso López, presidente de la Archicofradía, siendo director espiritual el párroco de Santa Escolástica, D. Francisco Rodríguez Tapia; vice-presidente, el Marqués de Cardeñosa, eligiéndose como primer hermano mayor a D. Miguel García Batlle; de tesorero a D. José Mendez Rodriguez-Acosta; de vice-tesorero, a don José Ribot Quiles; de secretario, a D. José Roldán Zaquero; de vicesecretario, a D. José Gómez Sánchez- Reina; de consiliario, a D. Luis Morrell Terry, siendo vocales: el Presidente de la Sección de Adoradores, a D. Luis López Zayas; a D. Antero Enciso, por la Real Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario; a D. Antonio Guiaza Casanova, por la Asociación del Sagrado Corazón; el presidente de la Asociación de la Comunión Diaria, D. Manuel Pérez García; a D. Manuel Grisolia, por la Cofradía de la Humildad; y el Prefecto de la Congregación de San Luis Gonzaga, D. Fernando de la Puerta y de la Cruz.
Eran los componentes de dicha junta una muestra de personas eminentes de la sociedad de la Granada de entonces. No cabe duda, de que en ello estuvo la razón de conseguir de forma inminente la ejecución del paso de la Santa Cena con trece imágenes totalmente talladas por uno de los escultores granadinos más preeminentes de aquellos años, D. Eduardo Espinosa Cuadros, con el que se firmó el contrato el día 20 de noviembre de 1926.
El coste del paso fue de 22.500.- Ptas., cifra que para dicha época resultaba bastante elevada y probablemente inasequible para cofrades sin un poder económico apreciable. Gracias a esta circunstancia, Granada contaba con el único misterio tallado en su totalidad de Andalucía en aquella época.
Los estatutos fueron aprobados por el cardenal Casanova el día 4 de octubre de 1926 y por la autoridad civil unos días después, el día 15 de octubre de ese año.
La nueva hermandad le urgía realizar su estación de penitencia cuanto antes y después de la Semana Santa de 1926 contaba con un proyecto-boceto elegido, que el escultor había presentado en esas fechas a la junta con las figuras componentes del paso, que se expuso en la sacristía de la iglesia de Santo Domingo. La prensa decía que la juventud aristocrática granadina acogía con entusiasmo la organización de la cofradía (4).
Después, en 20 de noviembre de 1926, una vez aprobadas la reglas, quizás el hermano mayor D. Miguel García Batlle quiso rodearse de personas de su confianza y eligió nueva junta, la primera después de su aprobación canónica, en la que se nombraron como hermanos mayores honorarios al Duque de San Pedro de Galatino y al Marqués de Cardeñosa. Como vice-hermano mayor, a D. Fernando de la Puerta y de la Cruz; tesorero a D. José Méndez Rodríguez-Acosta; vice-tesorero, D. José Ribot Quiles; secretario, D. Antonio Barragan Fernández; vice-secretario, D. José Gómez Sánchez-Reina y los vocales: Conde de Calatrava, D. Indalecio Romero de la Cruz, D. Manuel Pérez García, D. Felipe Núñez de Prado, D. Manuel Fernández de Prado, Marqués de las Torres de Orán, y D. Fernando Martel Viniegra (5).
Entre las condiciones del contrato con el escultor se pactó que éste labraría un boceto a tamaño natural de una de las imágenes que compondrían el Misterio, para que la junta lo examinara y comprobar que aquél se iba a realizar a su entera satisfacción. También se pactaba la terminación de la obra y su entrega 30 días antes del Domingo de Ramos de 1928 y que el grupo escultórico lo entregaría sobre una plataforma de 3,75 m. de largo por 2 m. de ancho.
Preparación de la primera salida procesional
A primeros de marzo de 1927 se celebra una asamblea general en la sacristía de la iglesia para decidir el modelo de hábito, que sería de raso blanco con capillo rojo y capa de lana blanca para los cargos con escudo, guantes y calcetines blancos y zapatos negros de charol; también se aprueba el estandarte y el escudo de la cofradía. Se decide no salir en la Semana Santa de 1927, al no contar aún con paso, pero sí formar parte de la procesión de la Cofradía del Señor de la Humildad, ubicada en la misma sede canónica.
Para aquella salida procesional, dentro del cortejo de la Cofradía de la Humildad, se realizó el estandarte que aún mantiene la hermandad, que fue realizados por las monjas dominicas del convento de la Piedad bordado en sedas e hilo de oro, según diseño realizado por el escultor Eduardo Espinosa Cuadros, que, asimismo, había realizado el del escudo de la cofradía y que en esos momentos aún no había finalizado el grupo escultórico de la Santa Cena.
Finalizado el estandarte se bendijo por el presbítero, D. José Gutiérrez Tienda, por delegación del arzobispo, y se hizo en una solemne ceremonia en la iglesia de Santa Cruz la Real. Fue el domingo, día 3 de abril de 1927, junto con el estandarte de la cofradía de la Humildad y de la de Dulce Nombre de Jesús, que se colocaron en el presbiterio, en el lado de la Epístola. El estandarte contenía cuatro cuarteles aludiendo a la Santa Sede, al patrón San Cecilio, al escudo de la Orden de Santo Domingo, al Cordero Pascual, al Cáliz y a la ciudad de Granada, rematado con la corona real en alusión a los Reyes Católicos, conquistadores del Reino de Granada, y sobrepuesta un relieve de la Cruz en color encarnado. Parece que pudo ser costeado por la señora del hermano mayor, Sr. García Batlle, pues en la prensa se decía "...la banderola que se estrena a sido costeada por la señora de García Batlle".
En esa ceremonia estaba expuesto el nuevo trono del Señor de la Humildad, realizado, también, por Espinosa Cuadros, que en esa Semana Santa de 1927 se estrenaría. Asistieron autoridades del Ayuntamiento, representado por el Teniente de Alcalde, Sr. Acosta Inglot, y la Diputación, el decano consular, la Cruz Roja...etc.
Primera estación de penitencia
Aquella Semana Santa de 1927, no pudo salir la hermandad a realizar su estación de penitencia con su paso de la Santa Cena por no estar finalizadas las imágenes, pero sí la efectuó con la Cofradía del Señor de la Humildad, que salió el Miércoles Santo, día 13 de abril de 1927. Los hermanos de la Santa Cena salieron con su hábito, llevando ya la capa los directivos de la hermandad.
Partió la procesión a las 10 de la noche hacia la calle de Pavaneras y Colcha (antes de realizar la plaza de Isabel la Católica no había otra salida del Realejo, que hacia San Matías o por la calle de la Colcha), de ahí a la Calle Reyes Católicos y Zacatín, para dar la vuelta a Bibrambla, pues era oficioso pasar por el Palacio Arzobispal, para que el Prelado pudiera contemplar las cofradías desde el balcón, junto a la hornacina de la Virgen de las Angustias del escultor Risueño que hay en su fachada. Por la calle Príncipe se dirigió a Puerta Real, al Campillo, San Matías, Navas, Reyes Católicos, Sierpe Alta, Plaza de las Descalzas, San Matías, Jesús y María a Santo Domingo (6).
En marzo de ese año se fundó la Federación de Cofradías de Granada y la hermandad pasó a formar parte de ella como miembro nº 7 de la misma, nombrándose al hermano mayor de la cofradía de la Santa Cena, D. Miguel García Batlle, contador de dicha Federación. En esa época no se necesitaba para el ingreso y antigüedad en el organismo federativo haber realizado una estación de penitencia, simplemente era la fecha de aprobación de los estatutos lo que determinaba su ingreso y antigüedad (7).
Durante el verano de ese año, la cofradía ideó una nueva fórmula de reunir fondos para ayuda al costo del paso y fue la creación de un grupo teatral para hacer representaciones en el antiguo teatro de Isabel la Católica, representándose la obra de Muñoz Seca, El Chanchullo a finales de mayo de dicho año, dirigida por el hermano mayor D. Miguel García Batlle; otra función, casi musical, celebrada el 24 de octubre en dicho teatro, fue "En un lugar de la Mancha" de Pablo Perellada, con acompañamiento de la banda municipal; otras funciones se celebraron en el propio domicilio de García Batlle (8).
Asimismo, se allegarán a la hermandad personajes de la nobleza granadina, muchos de ellos entusiastas de las nuevas cofradías que en esos años se estaban fundando. En este caso, se nombró, en mayo de 1927, hermanos mayores honorarios a Duque de San Pedro de Galatino, Señor de Láchar y al Marqués de Cardeñosa, y vice-hermano mayor al Conde de Calatrava. La nobleza parece que estaba muy afecta a las nuevas cofradías que se fundaban en esos tiempos (9).
En el mes de septiembre ya estaba bastante avanzada la ejecución del paso de la Santa Cena, que el escultor y sus colaboradores, entre ellos Domingo Sánchez Mesa y los hermanos Benito y Eduardo Barbero, estaban realizando en unas dependencias del convento de la Santa Cruz, cedidas por la envergadura del proyecto, que excedía el espacio del taller del artista, situado en la calle Jesús y María nº11. Los directivos de la hermandad tenían cerca la obra y, de hecho, comprobaban el estado de su realización, incluso acompañados de directivos de la Humildad.
Aquel mes de septiembre de 1927 la hermandad asistió con su bandera a la procesión de la Patrona, la Stma. Virgen de las Angustias, también lo haría en los siguientes años.
1928, sale el paso de la Santa Cena
Próxima la Semana Santa ya estaba el paso totalmente terminado, aunque no salió en las andas procesionales, también encargadas a Espinosa Cuadros, sino en un altarón, como se decía en aquella época, adornado de flores y vegetales y con una randa de encajes, que hacía de respiradero. Era el primer paso de la Santa Cena en Andalucía cuyas esculturas se habían realizado en talla completa; después se harán, igualmente, los de Linares (1929) y Andújar (1954-1958).
Un intenso repique de campanas, a las 10:30 de la mañana, precedió a la ceremonia de la bendición. El grupo escultórico se colocó en la iglesia de Santo Domingo en un altar portátil, entre luces y ramos de flores, colocado en el lado del Evangelio para su bendición en ceremonia de pontifical, el 19 de marzo de 1928, día de San José, por el Cardenal-Arzobispo de Granada, D. Vicente Casanova y Marzol.
A la bendición asistieron las más altas autoridades de la ciudad, como el Gobernador Civil D. Antonio Horcada y el alcalde de distrito, Sr. Acosta Inglot, concejales representantes del Ayuntamiento.
La hermandad tenía prevista su salida con el paso por vez primera el Jueves Santo, día 5 de abril de dicho año, a las diez de la noche, pero una insistente lluvia la hizo suspender para trasladarla a las 11 de la mañana del Viernes Santo. Tampoco lo pudo hacer dicha mañana por que la lluvia copiosamente persistía y hubo que volver a supenderla para trasladarla a las diez de la noche.
Efectivamente a dicha hora comenzó a salir de Santo Domingo, abriendo la marcha la banda de cornetas y tambores montada a caballo del Regimiento de Artillería; maceros con dalmáticas del siglo XVII, valoradas en aquella época en 30.000.- ptas. (más que había costado el paso de la Santa Cena); 40 nazarenos, el estandarte de la cofradía y otros 80 nazarenos con capa blanca, todos portando faroles de asta granadinos; campanilleros, bastoneros y celadores se encargaban del orden de la procesión; representantes de otras cofradías con el vice-hermano mayor, Conde de Calatrava; delante del paso cuatro acólitos con dalmáticas con incensarios y el Misterio de la Santa Cena a las órdenes del hermano mayor, Sr. García Batlle, con lujosa túnica con capa bordada en oro, acompañado de los mayordomos de honor, vestidos de etiqueta, D. Manuel Torres Molina, famoso fotógrafo, D. Ángel Barrios, famoso músico que hoy tiene museo en la Alhambra, D. Juan Torres Díaz y D. Diego Liñán; clero y directivos de las cofradías de Ntra. Sra. del Rosario en sus Misterios Gloriosos y del Señor de la Humildad; señoras y señoritas de honor ( probablemente de negro o con mantilla), y la banda del Regimiento de Córdoba 10.
El primer itinerario de la procesión discurrió por Ancha de Santo Domingo, Plaza de los Girones, Santa Escolástica, Pavaneras, Plaza de las Descalzas, Sierpe Alta para salir a Reyes Católicos, Plaza Nueva, dando la vuelta y volver por Reyes Católicos, Sierpe Alta y Pavaneras, Santa Escolástica, Plaza de los Girones, Ancha de Santo Domingo a su iglesia, donde llegó a la una de la madrugada. No era el itinerario previsto, que llevaba a la Plaza de Bibrambla, centro de la Semana Santa de aquéllos años, por ser Viernes Santo y no interrumpir el itinerario de las procesiones de ese día del Santo Entierro y de la Soledad.
Hay que decir, que si hubiera podido salir el Jueves Santo, el itinerario era muy extenso, pues después de llegar a Bibrambla, hubiera seguido por Mesones, hacia la Calle de Duquesa y de ahí a San Juan de Dios y Triunfo y regresado, recorriendo toda la Gran Vía.
El paso se concibió para llevarlo de frente, al modo como se representa la Santa Cena del pintor Leonardo da Vinci; así se ha procesionado hasta tiempos recientes, que como se verá. Se dispuso en forma alargada, con los Apóstoles en ambos costeros.
Será al año siguiente de 1929, cuando la hermandad trasladará al Domingo de Ramos, día 10 de abril, y en el que permanece aún en nuestros tiempos. En esa época se pretendía, de acuerdo con las directrices que diera el arzobispo Meseguer y Costa, que se representara la Pasión de acuerdo con el orden cronológico en el que ocurrieron los hechos de aquélla. En una nota de prensa del día 16 de marzo, en el Defensor de Granada, así la hermandad lo anunciaba:
"Para atender al orden cronológico de los pasos, por orden del el hermano mayor, Sr. García Batlle, saldrá el Domingo de Ramos inaugurando la Semana Santa".
Todos los días de la Semana Santa ya procesionaba, al menos, una cofradía: Domingo de Ramos, Vía Crucis del Albaicín (madrugada) y Santa Cena; Lunes, el Recate; Martes, el Vía Crucis y Favores; Miércoles, la Humildad; Jueves, Santa María de la Alhambra y el Silencio; Viernes, Soledad al Campo del Príncipe, Santo Entierro y Soledad; Sábado Santo, Resucitado de los Facundillos y Ntra. Sra. del Rosario; Domingo de Resurrección, el Resucitado de San Gil. En total diez hermandades y trece procesiones.
Ese año de 1929, tampoco estuvo terminado el "trono" que estaba labrando el escultor Espinosa Cuadros, por lo que el paso salió a la calle en las mismas circunstancias que el año anterior.
Salió a las 10 de la noche, bastante tarde para como hoy la concebimos, y fue por la calle de Carnicería, hacia la de Santa Escolástica (el año anterior había ido por Ancha de Santo Domingo y Girones y como no existía la Plaza de Isabel la Católica, dobló hacia las Descalzas y calle Sierpe Alta, para entrar en la de Reyes Católicos y, por la del Príncipe, ir a la Plaza de Bibrambla, centro de la Semana Santa de entonces, porque había que pasar por el Palacio Arzobispal, para que el prelado la contemplara desde su balcón.
La procesión se puso en marcha a las diez de la noche y se encerró a las dos de la madrugada. Abrían el cortejo cinco guardias municipales vestidos de gala, montados a caballo; cruz, faroles y ciriales; curiosamente detrás del acompañamiento de la cruz de guía iba la banda de trompetas del 4º Ligero de Artillería; seis acólitos con dalmáticas rojas; sección de niños nazarenos llamados "facundillos"; nazarenos de la Santa Cena por orden de antigüedad; cargos con capa, que este año se le había cambiado las de lana por otras de raso; bandera de los Jueves Eucarísticos, germen de la hermandad y representantes de las otras cofradías, delante del paso de la Santa Cena; detrás secciones de nazarenos de las cofradías de la Humildad y de Ntra. Sra. del Rosario; párroco, D. Francisco García Tapia y los presbíteros D. Emilio Peña y D. Gabriel Gómez de Tejada.
Sostenían los cordones anclados al paso los mayordomos honorarios: Ángel Barrios, Esteban Ribot, Torres Molina y Luis Pardo. Detrás del paso iban las camareras vestidas de mantilla y el teniente de alcalde José Pérez Sánchez y el presidente de la Federación de cofradías, Vicente Ibáñez Alonso, que era hermano mayor de la Humildad. Cerraba la procesión la banda de cornetas y tambores y de música del Regimiento "Córdoba", bajo la batuta del director, Juan Mula y cuatro guardias municipales a caballo para contener la muchedumbre de personas y cuidar de que el público no se saliera de las aceras. Múltiples saetas se entonaron al paso de la Santa Cena (10)
No fue la única cofradía que salió aquel Domingo de Ramos de 1929, antes, de forma excepcional, y en la madrugada hizo las estaciones por el Albaicín la Cofradía del Santo Vía Crucis, sería la única vez que esta hermandad ha hecho su procesión albaicinera en la madrugada del Domingo de Ramos.
La cofradía había conseguido una capilla en la iglesia de Santo Domingo, que hasta ese momento permanecía clausurada con tapial y sin otra utilidad que la de servir de almacén. Para el año que comentamos consiguió restaurarla y allí venerar sus imágenes. También en ella se celebraban las misas de la hermandad.
Antes de la Semana Santa de 1930 se consiguió el título de Real Cofradía como consecuencia de la aceptación (28 de marzo) de S.M. D. Alfonso XIII, de su nombramiento honorífico de Hermano Mayor. Comunicación que se recibió por conducto del Duque de Miranda.
Como derivación de ello, la cofradía de la Santa Cena se anticipó y encargó, el día 23 de febrero, un escudo, que talló Espinosa Cuadros, ornamentado con piedras preciosas y bordados, para ser portado solemnemente por una comitiva de 5 pajes o heraldos del siglo XV y 4 vestidos de guardias suizos, con cetros y mazas talladas y doradas.
En 1930, la hermandad estrenaría el "trono" de Espinosa Cuadros, que ha mantenido en sus estaciones de penitencia hasta tiempos recientes. También se hicieron dos grandes faroles para acompañar a la cruz de guía y por Espinosa Cuadros se engrandeció o alargó dicha cruz.
La hermandad tenía anunciada su salida a las 10 de la noche pero lo hizo bastante antes de esta hora. Era la única de la tarde y le era fácil cambiar el horario, quizás por exigencia de las autoridades que la acompañaban, puede que del Gobernador Militar, Sr. Ruiz Trillo, que ostentaba la representación del rey, D. Alfonso XIII.
La organización de la comitiva fue parecida a la del año anterior, destacando el escudo que se estrenaba de Espinosa Cuadros, que representaba al de la ciudad con una cruz y los atributos de la Eucaristía y enlazada con los emblemas de San Cecilio, Patrón de Granada y de Santo Domingo; en los cuatro cuarteles: la mitra del Patrón, la granada, el lema de Santo Domingo "véritas" y su estrella y la Torre de la Vela; en el centro bordados y pedrería con el Cáliz y la Hostia, cogido todo por el águila imperial. Iba escoltado por varios personajes vestidos de guardia suiza (11).
Tal vez nos encontramos este año con lo que podría ser la figura del pertiguero, al que llamaban heraldo, escoltado de cuatro maceros con dalmáticas y gorros almenados, que se estrenaban ese año, delante de las representaciones de las cofradías y del paso de la Santa Cena, que lo mandaba el mayordomo de trono, Sr. Torres Molina. Todos los báculos de los mayordomos se estrenaron en 1930 y a los que se les denominaba como cetros.
El paso de la Santa Cena, adornado de claveles blancos y rojos, el color de la cofradía, y seis ciriales que rodeaban el trono (en los años anteriores eran cintas portadas por los mayordomos de honor).
Detrás mantillas, el Gobernador, el alcalde, D. José Gómez Jiménez, concejales, mandos militares...etc., cerrando la marcha el Regimiento de Infantería "Córdoba" con su banda de cornetas y tambores y guardia civil montada a caballo. Se instalaron en las calles del itinerario potentes reflectores, que se apagaban cuando a medida que iba pasando la comitiva, creando efectos de contraluz.
El Infante D. Jaime en la procesión de la Santa Cena
Para la Semana Santa de 1931 se había anunciado por el hermano mayor, Sr. García Batlle, que el Duque de Miranda, secretario del rey, llegaría a Granada para representar al monarca en la procesión de la Santa Cena. Después será el propio hijo de Alfonso XIII, D. Jaime de Borbón, quien asistiría a la misma, en representación de su padre.
Cerca de las 10 de la noche llegó el Infante, recibiéndolo la hermandad con todos los cofrades alineados en dos hileras a la largo de la nave de la iglesia. Ocupó un sitial en el crucero, donde se le impuso por el vicario capitular la medalla de la hermandad.
Dos bandas de cabecera llevó la cofradía en esta ocasión, una de trompetas de Artillería y la municipal; detrás de la cruz y de los faroles grandes faroles de guía, iban este año los maceros y las filas de los nazarenos. Este año el hermano mayor, Sr. García Batlle, llevaba un hábito de terciopelo granate con bordados en la túnica. Cuatro cofradías con secciones correspondientes iban delante del paso de la Santa Cena: el Vía Crucis, la Humildad, Ntra. Sra. del Rosario y la de Santa María de la Alhambra; el resto de las hermandades llevaban una representación, así como el presidente de la Federación de Cofradías, D. Vicente Ibáñez y su vice-presidente, D. Santiago Valenzuela, vestidos con el hábito de su hermandad y mayordomos de honor, Torres Molina y el Marqués de Casa Saltillo.
El Paso de la Santa Cena, al que cantaron numerosas saetas, iba escoltado por la guardia civil y detrás las camareras de mantilla, siguiéndolas el Infante D. Jaime en solitario, vestido con el uniforme de gala de la Real Maestranza de Sevilla, escoltándole cuatro nazarenos de la hermandad y, tras él, el Ayuntamiento bajo mazas, presidido por el alcalde, D. Fermín Garrido; gobernadores Militar y Civil, presidente de la Audiencia y otras autoridades de la provincia; gastadores y bandas de cornetas y tambores y de música del Regimiento de Infantería. Como en el año anterior se habían colocados reflectores.
Unos 200 nazarenos y 300 mantillas participaron en la procesión y al final de la misma, ya de madrugada, la hermandad le ofreció al Infante un chocolate en el Ayuntamiento, donde departió con los directivos de la cofradía (14).
El Martes Santo se le ofreció al Infante por la cofradía un té en el Carmen de los Mártires, amenizado por una orquesta, emitiéndose tarjetas de invitación que sería retiradas del domicilio del hermano mayor, Sr. García Batlle, en la calle Nueva de San Antón (13). La noche del Martes Santo el Infante había también manifestado querer presenciar la procesión del Cristo de los Favores, por lo que esta cofradía le regaló una placa de recuerdo.
República y Guerra Civil
Este año de 1931, sería el último año en salir las cofradías, unos días después, el 14 de abril, la llegada de la República y los acontecimientos de inseguridad ciudadana y quema de conventos que le siguieron unos meses después, retrajeron a las cofradías a sus templos, decidiendo no salir en sus procesiones de Semana Santa por temor a disturbios.
La desconexión entre las juntas directivas y los hermanos cofrades se fue relajando en los años de la República y Guerra Civil, de modo que no se conoce que durante estos años se realizaran juntas no cabildos (y si los hicieron no se les daba publicidad). La hermandad, en estas circunstancias ,decidió suprimir todo emblema o sello alusivo alusivo a la Monarquía.
Después de determinadas vicisitudes se decidió por la Federación en sesión de 22 de febrero de 1932 no efectuar manifestaciones de culto externas. En la Semana Santa no habría procesiones. Pero con objeto de no privar a los cofrades granadinos y a la ciudadanía de un acto penitencial colectivo en sustitución de las procesiones suprimidas - en principio para sólo ese año de 1932- la Federación de Cofradías decide, de acuerdo con el Arzobispo, realizar un solemne Vía Crucis Penitencial por las naves de la Santa Iglesia Metropolitana, el Viernes Santo, día 25 de abril, por la tarde (15).
No obstante la hermandad celebrará su tradicional triduo en honor a sus titulares los días 18 al 21 de marzo por el canónigo de la Catedral de Zaragoza, D. Santiago Gualtar.
A las seis de la tarde un enorme gentío se agolpaba en los alrededores de la catedral y dentro del templo metropolitano. Se celebró dicho Vía Crucis con la portentosa imagen del Cristo de la Sacristía de la Catedral, de los Hermanos García, habiéndose levantado 14 altares. Iba sobre un "trono" de flores blancas ( adelfas, lirios y claveles), acompañado por la capilla de música de la Catedral, cantando salmos. Rezó el rosario el arcipreste, D. Juan Arias y continuándose con el acto penitencial por las naves de la Catedral. Las once cofradías federadas iban con sus juntas respectivas y presidía el obispo de Tabbora y vicario capitular de la diócesis, D. Lino Rodríguez.
Como se ha anticipado, los disturbios y conflictos sociales continuaban en 1933, y tampoco hubo procesiones; sólo u actos externo multitudinario se celebró ante el Cristo de los Favores en el Campo del Príncipe. El vía crucis en el interior de la Catedral volvió a repetirse este año; esta vez la imagen procesionada fue el Stmo. Cristo de la Misericordia, titular de la hermandad del Silencio, la inigualable obra del escultor José de Mora.
Ese año la mayor parte de las cofradías estaban en condiciones de realizar sus cultos internos, algunas celebrándolos conjuntamente. En noviembre de 1933 habían ganado las elecciones la coalición moderada Radical-Ceda y había esperanza de celebrar las procesiones, pero se decidió volver a realizar el vía crucis de la Catedral.
No todas las cofradías estaban en condiciones de llevar a efecto este acto religioso, algunas estaban en franca decadencia, sin poder realizar el gasto y casi perdidas sus juntas directivas. Tres hermandades decidieron organizar el vía crucis: la Santa Cena, Santa María de la Alhambra, Santo Vía Crucis y la del Rosario, aunque después se les unieron otras.
El mismo García Batlle declaraba que aunque en Sevilla estaban dispuestos a sacar a la calle sus procesiones, pero que las cofradías granadinas no estaban en situación de hacerlo, era partidario de seguir con el vía crucis de la Catedral y procesionar por las calles un Crucificado. Pero se optó por seguir con el vía crucis de la Catedral (16).
En esta ocasión, sería la imagen del Cristo de la Esperanza, canon de los Crucificados de Pablo de Rojas, de la Sala de Beneficiados de la Catedral, la que se procesionaría por sus naves. La procesión esta vez partió de la Capilla Real con el Crucificado que iba sobre el trono nazarí de Ntra. Sra. de las Angustias de Santa María de la Alhambra. Fue asomado por la puerta central de la Catedral a la Plaza de las Pasiegas, repleta de fieles, que no cabían dentro del Templo Metropolitano. El cuerpo de camareras de la Santa Cena iban detrás del Cristo de la Esperanza, junto con las de la Alhambra y las de la Soledad de Santa Paula. Los cofrades asistieron este año vestidos de nazarenos.
En el mes de febrero de 1934 por fallecer D. Vicente Ibáñez Alonso, se nombra presidente de la Federación de Cofradías al hermano mayor de la hermandad de la Santa Cena, D. Miguel García Batlle, que será el tercer presidente de dicho organismo cofrade, que ostentó hasta mayo de 1939 (17).
Más tranquilas las cosas durante el llamado bienio "moderado", las cofradías granadinas deciden salir procesionalmente en la Semana Santa de ese año. No lo harían todas, la del Cristo de los Favores faltó, por diversas circunstancias.
La Santa Cena eligió el Lunes Santo, día 15 de abril, junto con la del Rescate, y sus cofrades respondieron masivamente para participar. Más de 600 personas llevaría su comitiva procesional y perece que había creado una pequeña banda propia.
La cofradía llevaba una sección de cofrades con capa, pues parece que la intención era que la llevaran todos los cofrades. Este Lunes Santo llevó, rodeando al trono, los mayordomos de honor con traje de etiqueta. Tras de él, los diputados en Cortes por Acción Popular, Sres. Moreno Dávila y Morenilla y numeroso cuerpo de camareras vestidas de mantilla. Se estrenó un estandarte con bordados.
La Cofradía de la Santa Cena, organizó el Jueves Santo de ese año una procesión desde los Escolapios con un Cristo bajo la advocación de Expiración. En la junta de la hermandad de 20 de febrero de 1935, un grupo de cofrades antiguos alumnos del colegio escolapio, propuso que la hermandad sacase ese año un Crucificado desde dicho colegio (no salió ese año ningún cristo en la Cruz, ni el de los Favores, ni el de la Misericordia).
Por lo tanto, no existía aún hermandad para esta advocación y en la prensa se anunciaba cono Cofradía de la Santa Cena en su procesión del Cristo de la Expiración. Más bien se concibió como una cofradía filial que se rigiera por la reglas de la principal, es decir, por las de la Santa Cena, encargándose a Espinosa Cuadros una cruz para procesionar a la imagen.
La imagen que se procesionó fue la del Cristo de la Sangre, que se veneraba en la iglesia de San Ildefonso (hoy está en la parroquia de Ntra. Sra. de las Mercedes de la Casería de Montijo). La imagen era un antiguo Crucificado, que procedía del convento de la Merced Calzada, titular de la antigua cofradía de la Sangre de Ntro. Sr. Jesucristo con sede en dicho convento mercedario.
Salió la procesión de silencio, con cuatro tambores destemplados como único acompañamiento musical y en el Puente del Genil se encendieron numerosas bengalas al paso de la imagen. Salió a las 9 de la noche, aunque se valoró el hacerlo a las 12, pues ese año no salió El Silencio, pero quizás se pensó, que no era conveniente, hacerlo en la misma hora, que tradicionalmente lo efectuaba, dicha cofradía del Cristo de la Misericordia.
Para el año siguiente se tenía, de acuerdo con los Padres Escolapios, la intención de llevar una Dolorosa, que conservaban éstos en su iglesia. Pero el 16 de febrero ganó las elecciones el Frente Popular y se agravaron para las cofradías las circunstancias sociales y políticas (el día 10 de marzo quemaron la iglesia del Salvador, con la imagen de Jesús de la Amargura de la cofradía del Santo Vía Crucis y otras valiosas tallas). Por ello, cuando llegó la Semana Santa de 1936, aconsejó la Federación que no salieran las procesiones a la calle. Unos meses después estallaba la Guerra Civil, que tan cruenta resultó para los españoles.
Dado el clima que antirreligioso que se estaba produciendo, por temor a perder los enseres e imágenes de la hermandad, ésta procedió a asegurarlos con la compañía de seguros "La Peninsular". Los enseres se escondieron en domicilios de los cofrades y las imágenes permanecieron en la iglesia, con la precaución de esconderlas, si las circunstancias se agravaban. La hermandad suspendió sus juntas para no infundir sospechas "dadas las persecuciones contra gentes de derechas"(18).
Debido a las circunstancias bélicas por la que atravesaba España, no se realizaron procesiones de Semana Santa en los años que duró la contienda fratricida, a pesar de que Granada permaneció en la llamada "Zona Nacional".
La Cofradía retomó tímida actividad el 6 de marzo de 1937, celebrando una sesión de su junta de gobierno, para comunicar que se había nombrado a los Generales Franco, Queipo de Llano y al Coronel Moscardó hermanos mayores honorarios de la hermandad, nombramiento que aceptaron. En realidad, fue el 30 de octubre de 1936 cuando se nombró al General Franco Hermano Mayor Honorario, según manifestaciones del que después sería hermano mayor, Sr. Gómez Sánchez-Reina.
Los cultos del triduo y función se celebraron a finales de marzo de 1937 por el Padre Rubio, agustino, y ese año tuvo la cofradía nuevo director espiritual en el párroco, D. Antonio Banqueri. También se celebraron los cultos Cuaresma de 1938, año en que se colocó en la capilla una lápida que recordase su bendición y la visita del Infante D. Jaime en 1931.
No obstante, a principios de enero de 1937, se renovó la junta directiva, siguiendo como hermano mayor Miguel García Batlle. Pero se nombraron otros cargos, como el vice-hermano mayor, en la persona de Eduardo Píñar; tesorero, Antonio Herrera y vocales, Sres. Antelo, Pedregosa, Ocaña, Segura y Fajardo. Algunos directivos y hermanos estaban luchando en el frente bélico.
El 1 de abril de 1939 se terminó la guerra, pero las cofradías no estaban preparadas para sus salidas procesionales, pero la de la Santa Cena el dos de ese mes celebró sus cultos oficiados por el jesuita, Jesús M. Granero, que fueron costeados por doña Filomena Díaz de la Guardia, doña Magdalena del Río, viuda de Bandrés, las hijas del Conde de Prado, D. Alfonso Porras González Canales y por el hermano mayor, Sr. García Batlle. Sólo se celebró el acto del Viernes Santo ante el Cristo de los Favores, con la imagen de la Soledad de Nuestra Señora.
También se procesionó el día 9 de abril, en acción de gracias, a la Patrona la Stma. Virgen de las Angustias, por la victoria alcanzada en la guerra por las tropas del general Franco. Fue llevada a la Catedral, donde estuvo en cultos hasta el día 16 que fue reintegrada a su Basílica. En estas procesiones de la Patrona acudió la hermandad de la Santa Cena con otras cofradías y estuvieron presentes los Generales Queipo de Llano y Millán Astray (19).
Una nueva etapa, la de los años cuarenta, se presentaba gloriosa para la hermandad, empezando por el año 1940 en que se realizó la imagen de su titular mariana, la Santísima Virgen de la Victoria. Durante 1939, quizás antes, estaba en el ánimo de la cofradía añadir una titular mariana a la hermandad, cosa que se materializó en 1940.
María Santísima de la Victoria
A pesar de que el rector de los Escolapios, había pedido, que dado el éxito de la procesión del Cristo de la Expiración de Jueves Santo de 1935, se volviera a repetir y con la imagen mariana del colegio (Ntra. Sra. de Mayor Dolor).
Recogida la idea por la cofradía de la Santa Cena, en su cabildo de 20 de noviembre de 1939 se decide que los hermanos de origen escolapio formen unas reglas, creando una nueva cofradía. Por su parte, la de la Santa Cena ya tenía aprobado, por su junta de 1 de octubre de ese año, contar con una imagen mariana para incorporarla como segundo de sus pasos.
Es posible que esta idea estuviera presente en el ánimo de la directiva de la hermandad desde que el General Moscardó les escribiera una carta de agradecimiento, después de participar en la procesión de 1935 en la que le trasladaba lo siguiente
Yo les prometo solemnemente que en cuanto tenga un claro de una semana voy a Granada a arrodillarme primero ante su hermosísima Virgen pidiéndole por los que cayeron en su defensa y a expresar mi gratitud con un abrazo a los hijos de la tierra más hermosa y más española.
Evidentemente, no estaba informado de que la hermandad carecía de imagen mariana o, es posible, que el propio hermano mayor, García Batlle, le hubiera comunicado en 1935 el deseo que abrigaba de contar con una titular mariana.
En el mismo día 20 de noviembre de 1939 se decide realizar la imagen, con la advocación de Ntra. Sra. de la Victoria, y se encarga al escultor Espinosa Cuadros. Durante los días siguientes de Navidad se traslada una comisión a Sevilla para informarse de las medidas del paso de la Esperanza de la Macarena, al objeto de que sirviera de canon para el paso de María Stma. de la Victoria (20).
La imagen será bendecida el día 10 de marzo de 1940. Era Domingo de Pasión y la Virgen estaba situada en el presbiterio de Santo Domingo con una saya de tisú en plata con un artístico dibujo de recorte del pintor Latorre, donada por la camarera mayor, doña Matilde Rodríguez Acosta, viuda de Peñalver, que habitaba en un palacete en Puerta Real, hoy "Hotel Juan Manuel". A la bendición asistió el arzobispo- cardenal D. Agustín Parrado, que también lo hizo días después a la función principal de la hermandad (21).
Unos días después de la bendición, el Domingo de Ramos, saldría la Virgen en su primer paso de palio. Fue sufragado por la Asociación de Excombatientes de la guerra y cuyas bambalinas representaban los escudos de las 28 ciudades que se habían unido al Movimiento Nacional, y en el faldón delantero el escudo de Granada y el emblema de María en el lateral. El primer manto que lució en la procesión fue donación del hermano mayor, Sr. García Batlle, cuyo importe ascendió a 12.000.-Ptas.
También llevaba candelería y varales de cobre y un bosque de cirios delante de la Virgen de más de 100 candelas.
Ese año de 1940 la procesión había adelantado su horario de salida a las 8 de la tarde (que en 1941 adelantó a las 7 de la tarde), en contraposición a los años de antes de la Guerra Civil en los salía a las diez de la noche. Era un acuerdo que se derivaba del edicto que había emitido aquella Cuaresma el arzobispo D. Agustín Parrado. El edicto ordenaba que las procesiones no podían encerrar en horas intempestivas.
La Federación de Cofradías, que aquel año, había solicitado la entrada a la Catedral de las hermandades, sin conseguirlo, remitió una carta de protesta al Prelado, aduciendo que tenían aprobados los horarios por el anterior arzobispo, Cardenal Casanova y que se les concediera continuar con ellos, dado, entre otras alegaciones, que los comercios y los cofrades trabajaban hasta entrada la noche, impidiendo a muchos hermanos participar en las procesiones (22).
No fue atendida esta petición, pero sí la de establecer un itinerario oficial entre Puerta Real y el edificio de Correos, que entonces estaba en el lugar que hoy ocupa la Plaza de Isabel la Católica.
El General Moscardó, en marzo de aquel año escribió una carta a la hermandad aceptando el nombramiento de mayordomo mayor honorario, prometiendo su asistencia a la procesión. La presencia del General en la misma no fue posible por tener que asistir en Jaén a la entrega a esta ciudad de la imagen del Santo Rostro. Como delegado envió a la procesión de Granada al General Lorenzo Tamayo.
Sí asistió el General Moscardó (después fue ministro) a la procesión de 1941, regalándole a la Virgen su fajín de general, a su vez la hermandad le entregó un distintivo que reproducía el paso de la Santa Cena, rodeado de una orla dorada, que lo bendijo el párroco delante del paso de la Virgen. Había sido recibido por las autoridades en la finca del Chaparral y acompañado en comitiva a Granada.
Ese año en la procesión ocupó lugar delante del paso de la Virgen, siendo vitoreado por el público, como defensor, que había sido, del Alcázar de Toledo.
También, el Sr. García Batlle, que ese año había sido nombrado presidente de la Federación por segunda vez, le donó a la Virgen de la Victoria una cinturilla o fajín bordado por las Madres Adoratrices para que lo luciera el Domingo de Ramos de ese año. Parece que estas prendas se entregaron el día 7 de abril en el domicilio del hermano mayor.
En 1942 se volvió a cambiar la carrera oficial, para entrar en la Plaza del Carmen por la calle de Navas y la cofradía también varió su itinerario para acceder a esta calle por la Cuesta del progreso y San Matías, dejando de acceder a la Plaza de Bibrambla.
La Virgen estrenaba nueva candelería (de bronce, decía la prensa) y su paso lo portaban los portaban los hombres del capataz Padilla, guiando el paso de la Santa Cena, que iba sobre ruedas, Antonio Loaysa. El General Moscardó ya no vino ese año, pero mandó que le presentara el Gobernador Militar de Granada, D. Vicente Lafuente.
El Domingo de Ramos de 1943, vuelve a contar con dos procesiones, porque después de diecisiete años salió Jesús de la Entrada en Jerusalén, aunque sólo lo hará ese año; habrá que esperar a 1947, para que vuelva a la Semana Santa definitivamente.
La hermandad había vuelto a atrasar su horario de salida para hacerlo a las 9 de la noche. Por lo visto las condiciones del arzobispado para que las cofradías salieran a hora temprana se habrían suavizado. Representaciones de las catorce cofradías existentes en ese momento y de los gobernadores militar y civil, en representación del Jefe del Estado y del General Morcardó, respectivamente, así como del Ayuntamiento y de la Diputación provincial seguían a la Virgen de la Victoria, pero sólo se incorporaron al iniciar la carrera oficial.
Parece que este año de 1943, se estrenó el nuevo respiradero, realizado en madera con talla barroca y dorada en pan de oro, que fue realizado por el escultor Espinosa Cuadros y que el paso de palio aún conserva, con importantes modificaciones que se realizaron a principios del siglo XX.
En la Semana Santa de 1944, la hermandad llevó luto en el varal de la Virgen de la Victoria, su hermano mayor y fundador de la cofradía y presidente de la Federación de Cofradías, D. Miguel García Batlle, había fallecido el día 4 de enero. Fue uno de los hombres a los que se debe el renacimiento y recuperación de la Semana Santa de Granada. El funeral se celebró en la iglesia de la Magdalena de donde era feligrés (vivía en la calle de Puentezuelas 32) y acudieron todas las hermandades con sus estandartes. Sus restos mortales descansan en la capilla de la hermandad, bajo el Misterio de la Santa Cena.
Sin hermano mayor por haber fallecido García Batlle, la junta se componía del vice-hermano mayor, José García Vandervalle; de secretario, José Gómez Sánchez Reina, vice-secretario, Félix Infante Vílchez; tesorero, José Alonso López, llamado el cura Pepito y gran impulsor de la fundación de la hermandad; Manuel Torres López, Luis Aguilar Moscoso, Francisco Simancas Señán, Nicolás Guindo Blanco, Emilio Orozco, Fco. Hervás Pérez, José Conde de Teruel, Guillermo Raigón Muñoz, Matías Fernández Figares y Jiménez.
En 1945, se presentó un Domingo de Ramos lluvioso y la hermandad tuvo que suspender su salida procesional y aplazarla al Lunes Santo. Por primera vez, la hermandad saldrá a realizar su estación de penitencia a la temprana hora de las seis de la tarde, hora parecida a la que actualmente lo hace.
La presidencia, en representación del Jefe del Estado, la ostentó el alcalde de la ciudad, D. Antonio Gallego y Burín; las principales autoridades de la ciudad lo acompañaban.
Un gran estreno se presentó ese día por la hermandad: la primera fase del nuevo paso, en el que el grupo escultórico ha estado procesionado hasta hace algunos años. De estilo renacentista con elementos barrocos y bajos candelabros de talla, de forma triangular, en cada uno de los lados del paso; el central y trasero, más grandes, eran de tulipas guardabrisas, los otros dos de cinco. Cuatro faroles de esquina de estilo granadino remataban la luz del conjunto. Es posible que se le encargara a Espinosa Cuadros.
La lluvia se presentó en la primera parte de la Semana Santa de 1946, impidiendo la salida de algunas cofradías el Lunes y Martes Santo, pero el Domingo de Ramos no impidió a estación de la hermandad de la Santa Cena, que continuó completando los bordados del manto de la Virgen de la Victoria y se le estaba realizando nuevo palio.
Una nueva Dolorosa, Ntra. Sra. de la Paz, se bendijo y salió ese año con la Cofradía de la Humildad, con sede en la misma iglesia, que la de la Santa Cena. La imagen de esta Virgen la realizó el mismo escultor que la de la Victoria, Eduardo Espinosa Cuadros (23).
A finales de febrero y principios de marzo se celebró en 1947 el tradicional triduo a los titulares con función el día 2 de marzo y besamanos a la Virgen de la Victoria. Por estos años había sido elegido hermano mayor de la hermandad D. José Gómez Sánchez-Reina, antes secretario de la hermandad y sobrino político de García Batlle.
La hermandad había completado el paso de la Santa Cena con el respiradero del que carecía y tal como estaba entonces ha sido procesionado el grupo escultórico, hasta hace pocos años.
Los cultos de Cuaresma de 1948 se celebraron antes de terminar el mes de febrero con el besamanos a la Virgen el domingo 22, finalizado con una procesión claustral, oficiado todo ello por el padre Carmelo de la Cruz.
En 1947 y 1948 no fue sola el Domingo de Ramos la hermandad de la Santa Cena; el año anterior se había recuperado la hermandad de la Entrada en Jerusalén, siendo ambas cofradías las que durante bastantes años constituirían la nómina del Domingo de Ramos granadino.
La Virgen en 1947 y 1948 fue con diadema, en lugar de corona y estrenó, el primero de ellos, la toldilla del palio bordada en oro y sedas, aunque se iría completando en posteriores años. La Banda de Cornetas y Tambores de la Cruz Roja y la de música de la División 23 acompañaron en 1947 a la cofradía, cuyos pasos iban escoltados por la Guardia Civil
Ese año de 1948 la Virgen de la Victoria estrenaba escenas representativas de la Coronación de la Virgen, realizadas por las monjas dominicas del convento de la Piedad. El paso de palio casi se había terminado de realizar en cuanto a su bordado y respiradero en talla de madera y en pan de oro. La estética de dicho paso quedaría de forma muy semejante a como hoy lo conocemos. Dicho palio fue una ofrenda de la señora de García Batlle, camarera mayor, en nombre de su fallecido esposo, fundador y tantos años hermano mayor de la cofradía (25).
También se estrenaron cuatro artísticos faroles. Asistió a la procesión al alcalde Gallego y Burín, como lo venía haciendo desde años anteriores y el Capitán General de la Región, Duque de San Lorenzo, además del Gobernador Civil, Sr. Fernández Victorio (24).
Los años cincuenta del siglo XX. Estancamiento de la Cofradía
La hermandad entra en los años cincuenta con sus pasos y estilo ya definido, el que la va a caracterizar en las siguientes décadas. Quedaban por completar diversos detalles de los mismos, que los abordará en los primeros años de dicha década.
En el año 1951 la hermandad sufre un percance fortuito de gravedad que afecta a la Virgen de la Victoria. Fue sobre las dos de la tarde del Viernes de Dolores, cuando ya estaba la imagen preparada para su paso, en la tercera capilla de la iglesia, para la salida del Domingo de Ramos; una devota había encendido una vela de promesa junto cerca de la imagen que prendió en la saya de la Virgen.
Alertado por una limpiadora el hermano mayor, Sr. Gómez Sánchez-Reina, acudió a sofocar el incendio, lo que permitió que no se llegase a la destrucción de la imagen y paso. La vestimenta de la Virgen (saya y toca) estaba totalmente deteriorada, pero el manto se salvó con algún desperfecto.
La Virgen fue llevada al taller de Espinosa Cuadros para que le hiciera una primera reparación de desperfectos y que la imagen pudiera realizar su salida procesional de ese año, como, efectivamente, la realizó a las 6 de la tarde, asistiendo en la presidencia el alcalde de Granada, Sr. Ossorio Morales. El escultor introdujo en el candelero una placa para perpetuar el suceso (26).
La cofradía, teniendo en cuenta sus limitaciones presupuestarias, se dedicará en 1952 a reponer unos desperfectos causados por el incendio fortuito, que sumaron la cantidad nada despreciable para aquellos tiempos de 20.000.-Ptas. Ese año se preparaba con motivo de XXV Aniversario de la fundación de la Federación de Cofradías una procesión magna en la que la hermandad iba a participar con el paso de la Santa Cena, pero el arzobispado lo redujo a cinco misterios, únicamente, en los que no estaba el de la hermandad. Luego la lluvia se encargó de frustrar el acontecimiento, presentándose cuando los pasos estaban ya en la calle.
Después de la Semana Santa, en mayo de 1952, el hermano mayor, D. José Gómez Sánchez-Reina, fue elegido para el cargo de Presidente de la Federación de Cofradías. Con este nombramiento, la hermandad contaría con dos de sus hermanos mayores como rectores en la historia de este alto órgano cofrade.
Ya en la Semana Santa de 1953 la hermandad estuvo en condiciones de realizar algunos estrenos para mejora de sus pasos, como las maniguetas del paso de la Santa Cena y nuevos varales para el paso de palio y completa las pinturas de sus faldones con las escenas de los Desposorios de la Virgen, la Anunciación y la Asunción, con lo que quedaban completados (27). Este año el paso de palio ya presentaría la estética que tendría hasta tiempos relativamente recientes.
La lluvia volvió a hacer acto de presencia el Domingo de Ramos de 1954; no obstante la cofradía salió a la calle y estuvo lloviéndole por todo el itinerario. La Virgen de la Victoria estrenaba nueva corona realizada por el orfebre granadino Antonio Vílchez y unas bocinas con paño bordado en el mismo estilo del palio.
Ese año la representación del Jefe del Estado le correspondió al Capitán General, Sr. Barroso Sánchez Guerra, que unos años después (1962) sería nombrado Ministro del Ejercito.
En 1955, volvió a llover cuando salía la hermandad, pero después cesaría y pudo realizar la estación de penitencia. Ese año presenció la procesión en la tribuna el ex-rey de Italia, Umberto de Saboya. El coronel Nestares, ostentaba la representación del ejército.
La Virgen de la Victoria estrenó su Simpecado en damasco blanco bordado y con una pintura central al óleo del pintor Vázquez Parra, representando a la Purísima Concepción, imitación de la de Murillo. También cuatro bocinas de metal repujados con sus respectivos paños bordados en el mismo estilo del palio. La hermandad al finalizar la carrera oficial en la Gran Vía, regresó por la Calle de la Colcha a su barrio.
La cofradía seguía en esta época manteniendo el culto a la Eucaristía costeando dos días al mes la exposición y adoración al Santísimo Sacramento y colaboraba en los cultos mensuales de la Hermandad Sacramental de la parroquia. También contribuía a la comida a los pobres que se distribuía el Jueves Santo.
Por estos años era la Infantería de Regulares asentada en Marruecos la que asistía y escoltaba al paso de la Virgen. En 1955 regaló la flor y unas medallas de los Generales Telesforo Sanz Álvarez y Francisco Pujol Rubaldo, ganadas en 1909 en la Guerra de Marruecos (28)
Aquellos años centrales de la década de los cincuenta dieron lluvia en la Semana Santa y en 1956 también afectó a la cofradía; a pesar de ello, no restaba presencia de multitud de gente en la calle. La cofradía hubo de acortar su procesión sin completar la carrera oficial, que terminaba en el Banco de España y regresar por la Calle Sierpe Alta a la que hacía esquina el antiguo edificio de Correos (estaba situado en lo que hoy es la Plaza de Isabel la Católica) y entrar por allí a San Matías y calle de Jesús y María.
Ese año, fue el Alcalde de Granada, Sr. Sola Rodríguez Bolívar vestido de "chaqué", bastón y sombrero de copa, quién ostentó la máxima representación del Jefe del Estado en la procesión. La cofradía llevaba la Banda de la Cruz Roja y la del Regimiento "Córdoba 10", así como el Gobernador Civil, Sr. Cebriá Torrent.
En febrero de 1956 falleció D. Eduardo Espinosa Cuadros, autor de las imágenes de pasos de la hermandad. Escultor muy prolífico, cuyas obras se encuentran repartidas por gran parte de Andalucía, e incluso, fuera de ella; había junto con otros escultores llenado el vacío de imágenes que había provocado el incivismo y la incultura con los incendios y destrucciones de los días de la II República y de la Guerra Civil. Vano intento de acallar el sentir religioso de un pueblo con casi 2.000 años de cristianismo.
Antes de la Semana Santa de 1957 la hermandad de la Santa Cena nombra mayordomo mayor honorario al capitán Gutiérrez Soto; se le entregó una foto de la Virgen en marco de cuero repujado. Al ser, antiguamente el Rey y, después, el Jefe del Estado el hermano mayor honorario de la hermandad, el resto de los nombramientos honoríficos tenían el carácter de mayordomos de honor.
El coste del paso fue de 22.500.- Ptas., cifra que para dicha época resultaba bastante elevada y probablemente inasequible para cofrades sin un poder económico apreciable. Gracias a esta circunstancia, Granada contaba con el único misterio tallado en su totalidad de Andalucía en aquella época.
Los estatutos fueron aprobados por el cardenal Casanova el día 4 de octubre de 1926 y por la autoridad civil unos días después, el día 15 de octubre de ese año.
La nueva hermandad le urgía realizar su estación de penitencia cuanto antes y después de la Semana Santa de 1926 contaba con un proyecto-boceto elegido, que el escultor había presentado en esas fechas a la junta con las figuras componentes del paso, que se expuso en la sacristía de la iglesia de Santo Domingo. La prensa decía que la juventud aristocrática granadina acogía con entusiasmo la organización de la cofradía (4).
Después, en 20 de noviembre de 1926, una vez aprobadas la reglas, quizás el hermano mayor D. Miguel García Batlle quiso rodearse de personas de su confianza y eligió nueva junta, la primera después de su aprobación canónica, en la que se nombraron como hermanos mayores honorarios al Duque de San Pedro de Galatino y al Marqués de Cardeñosa. Como vice-hermano mayor, a D. Fernando de la Puerta y de la Cruz; tesorero a D. José Méndez Rodríguez-Acosta; vice-tesorero, D. José Ribot Quiles; secretario, D. Antonio Barragan Fernández; vice-secretario, D. José Gómez Sánchez-Reina y los vocales: Conde de Calatrava, D. Indalecio Romero de la Cruz, D. Manuel Pérez García, D. Felipe Núñez de Prado, D. Manuel Fernández de Prado, Marqués de las Torres de Orán, y D. Fernando Martel Viniegra (5).
Entre las condiciones del contrato con el escultor se pactó que éste labraría un boceto a tamaño natural de una de las imágenes que compondrían el Misterio, para que la junta lo examinara y comprobar que aquél se iba a realizar a su entera satisfacción. También se pactaba la terminación de la obra y su entrega 30 días antes del Domingo de Ramos de 1928 y que el grupo escultórico lo entregaría sobre una plataforma de 3,75 m. de largo por 2 m. de ancho.
Santiago |
Preparación de la primera salida procesional
A primeros de marzo de 1927 se celebra una asamblea general en la sacristía de la iglesia para decidir el modelo de hábito, que sería de raso blanco con capillo rojo y capa de lana blanca para los cargos con escudo, guantes y calcetines blancos y zapatos negros de charol; también se aprueba el estandarte y el escudo de la cofradía. Se decide no salir en la Semana Santa de 1927, al no contar aún con paso, pero sí formar parte de la procesión de la Cofradía del Señor de la Humildad, ubicada en la misma sede canónica.
Para aquella salida procesional, dentro del cortejo de la Cofradía de la Humildad, se realizó el estandarte que aún mantiene la hermandad, que fue realizados por las monjas dominicas del convento de la Piedad bordado en sedas e hilo de oro, según diseño realizado por el escultor Eduardo Espinosa Cuadros, que, asimismo, había realizado el del escudo de la cofradía y que en esos momentos aún no había finalizado el grupo escultórico de la Santa Cena.
Finalizado el estandarte se bendijo por el presbítero, D. José Gutiérrez Tienda, por delegación del arzobispo, y se hizo en una solemne ceremonia en la iglesia de Santa Cruz la Real. Fue el domingo, día 3 de abril de 1927, junto con el estandarte de la cofradía de la Humildad y de la de Dulce Nombre de Jesús, que se colocaron en el presbiterio, en el lado de la Epístola. El estandarte contenía cuatro cuarteles aludiendo a la Santa Sede, al patrón San Cecilio, al escudo de la Orden de Santo Domingo, al Cordero Pascual, al Cáliz y a la ciudad de Granada, rematado con la corona real en alusión a los Reyes Católicos, conquistadores del Reino de Granada, y sobrepuesta un relieve de la Cruz en color encarnado. Parece que pudo ser costeado por la señora del hermano mayor, Sr. García Batlle, pues en la prensa se decía "...la banderola que se estrena a sido costeada por la señora de García Batlle".
En esa ceremonia estaba expuesto el nuevo trono del Señor de la Humildad, realizado, también, por Espinosa Cuadros, que en esa Semana Santa de 1927 se estrenaría. Asistieron autoridades del Ayuntamiento, representado por el Teniente de Alcalde, Sr. Acosta Inglot, y la Diputación, el decano consular, la Cruz Roja...etc.
Primera estación de penitencia
Aquella Semana Santa de 1927, no pudo salir la hermandad a realizar su estación de penitencia con su paso de la Santa Cena por no estar finalizadas las imágenes, pero sí la efectuó con la Cofradía del Señor de la Humildad, que salió el Miércoles Santo, día 13 de abril de 1927. Los hermanos de la Santa Cena salieron con su hábito, llevando ya la capa los directivos de la hermandad.
Partió la procesión a las 10 de la noche hacia la calle de Pavaneras y Colcha (antes de realizar la plaza de Isabel la Católica no había otra salida del Realejo, que hacia San Matías o por la calle de la Colcha), de ahí a la Calle Reyes Católicos y Zacatín, para dar la vuelta a Bibrambla, pues era oficioso pasar por el Palacio Arzobispal, para que el Prelado pudiera contemplar las cofradías desde el balcón, junto a la hornacina de la Virgen de las Angustias del escultor Risueño que hay en su fachada. Por la calle Príncipe se dirigió a Puerta Real, al Campillo, San Matías, Navas, Reyes Católicos, Sierpe Alta, Plaza de las Descalzas, San Matías, Jesús y María a Santo Domingo (6).
En marzo de ese año se fundó la Federación de Cofradías de Granada y la hermandad pasó a formar parte de ella como miembro nº 7 de la misma, nombrándose al hermano mayor de la cofradía de la Santa Cena, D. Miguel García Batlle, contador de dicha Federación. En esa época no se necesitaba para el ingreso y antigüedad en el organismo federativo haber realizado una estación de penitencia, simplemente era la fecha de aprobación de los estatutos lo que determinaba su ingreso y antigüedad (7).
Durante el verano de ese año, la cofradía ideó una nueva fórmula de reunir fondos para ayuda al costo del paso y fue la creación de un grupo teatral para hacer representaciones en el antiguo teatro de Isabel la Católica, representándose la obra de Muñoz Seca, El Chanchullo a finales de mayo de dicho año, dirigida por el hermano mayor D. Miguel García Batlle; otra función, casi musical, celebrada el 24 de octubre en dicho teatro, fue "En un lugar de la Mancha" de Pablo Perellada, con acompañamiento de la banda municipal; otras funciones se celebraron en el propio domicilio de García Batlle (8).
Asimismo, se allegarán a la hermandad personajes de la nobleza granadina, muchos de ellos entusiastas de las nuevas cofradías que en esos años se estaban fundando. En este caso, se nombró, en mayo de 1927, hermanos mayores honorarios a Duque de San Pedro de Galatino, Señor de Láchar y al Marqués de Cardeñosa, y vice-hermano mayor al Conde de Calatrava. La nobleza parece que estaba muy afecta a las nuevas cofradías que se fundaban en esos tiempos (9).
Espinosa Cuadros a la derecha y Sánchez Mesa a la izquierda |
En las dependencias del Convento de Santo Domingo con la imagen de Judas Iscariote |
Aquel mes de septiembre de 1927 la hermandad asistió con su bandera a la procesión de la Patrona, la Stma. Virgen de las Angustias, también lo haría en los siguientes años.
1928, sale el paso de la Santa Cena
Próxima la Semana Santa ya estaba el paso totalmente terminado, aunque no salió en las andas procesionales, también encargadas a Espinosa Cuadros, sino en un altarón, como se decía en aquella época, adornado de flores y vegetales y con una randa de encajes, que hacía de respiradero. Era el primer paso de la Santa Cena en Andalucía cuyas esculturas se habían realizado en talla completa; después se harán, igualmente, los de Linares (1929) y Andújar (1954-1958).
Un intenso repique de campanas, a las 10:30 de la mañana, precedió a la ceremonia de la bendición. El grupo escultórico se colocó en la iglesia de Santo Domingo en un altar portátil, entre luces y ramos de flores, colocado en el lado del Evangelio para su bendición en ceremonia de pontifical, el 19 de marzo de 1928, día de San José, por el Cardenal-Arzobispo de Granada, D. Vicente Casanova y Marzol.
A la bendición asistieron las más altas autoridades de la ciudad, como el Gobernador Civil D. Antonio Horcada y el alcalde de distrito, Sr. Acosta Inglot, concejales representantes del Ayuntamiento.
La hermandad tenía prevista su salida con el paso por vez primera el Jueves Santo, día 5 de abril de dicho año, a las diez de la noche, pero una insistente lluvia la hizo suspender para trasladarla a las 11 de la mañana del Viernes Santo. Tampoco lo pudo hacer dicha mañana por que la lluvia copiosamente persistía y hubo que volver a supenderla para trasladarla a las diez de la noche.
Efectivamente a dicha hora comenzó a salir de Santo Domingo, abriendo la marcha la banda de cornetas y tambores montada a caballo del Regimiento de Artillería; maceros con dalmáticas del siglo XVII, valoradas en aquella época en 30.000.- ptas. (más que había costado el paso de la Santa Cena); 40 nazarenos, el estandarte de la cofradía y otros 80 nazarenos con capa blanca, todos portando faroles de asta granadinos; campanilleros, bastoneros y celadores se encargaban del orden de la procesión; representantes de otras cofradías con el vice-hermano mayor, Conde de Calatrava; delante del paso cuatro acólitos con dalmáticas con incensarios y el Misterio de la Santa Cena a las órdenes del hermano mayor, Sr. García Batlle, con lujosa túnica con capa bordada en oro, acompañado de los mayordomos de honor, vestidos de etiqueta, D. Manuel Torres Molina, famoso fotógrafo, D. Ángel Barrios, famoso músico que hoy tiene museo en la Alhambra, D. Juan Torres Díaz y D. Diego Liñán; clero y directivos de las cofradías de Ntra. Sra. del Rosario en sus Misterios Gloriosos y del Señor de la Humildad; señoras y señoritas de honor ( probablemente de negro o con mantilla), y la banda del Regimiento de Córdoba 10.
El primer itinerario de la procesión discurrió por Ancha de Santo Domingo, Plaza de los Girones, Santa Escolástica, Pavaneras, Plaza de las Descalzas, Sierpe Alta para salir a Reyes Católicos, Plaza Nueva, dando la vuelta y volver por Reyes Católicos, Sierpe Alta y Pavaneras, Santa Escolástica, Plaza de los Girones, Ancha de Santo Domingo a su iglesia, donde llegó a la una de la madrugada. No era el itinerario previsto, que llevaba a la Plaza de Bibrambla, centro de la Semana Santa de aquéllos años, por ser Viernes Santo y no interrumpir el itinerario de las procesiones de ese día del Santo Entierro y de la Soledad.
Hay que decir, que si hubiera podido salir el Jueves Santo, el itinerario era muy extenso, pues después de llegar a Bibrambla, hubiera seguido por Mesones, hacia la Calle de Duquesa y de ahí a San Juan de Dios y Triunfo y regresado, recorriendo toda la Gran Vía.
1928. primera salida |
Será al año siguiente de 1929, cuando la hermandad trasladará al Domingo de Ramos, día 10 de abril, y en el que permanece aún en nuestros tiempos. En esa época se pretendía, de acuerdo con las directrices que diera el arzobispo Meseguer y Costa, que se representara la Pasión de acuerdo con el orden cronológico en el que ocurrieron los hechos de aquélla. En una nota de prensa del día 16 de marzo, en el Defensor de Granada, así la hermandad lo anunciaba:
"Para atender al orden cronológico de los pasos, por orden del el hermano mayor, Sr. García Batlle, saldrá el Domingo de Ramos inaugurando la Semana Santa".
Todos los días de la Semana Santa ya procesionaba, al menos, una cofradía: Domingo de Ramos, Vía Crucis del Albaicín (madrugada) y Santa Cena; Lunes, el Recate; Martes, el Vía Crucis y Favores; Miércoles, la Humildad; Jueves, Santa María de la Alhambra y el Silencio; Viernes, Soledad al Campo del Príncipe, Santo Entierro y Soledad; Sábado Santo, Resucitado de los Facundillos y Ntra. Sra. del Rosario; Domingo de Resurrección, el Resucitado de San Gil. En total diez hermandades y trece procesiones.
Ese año de 1929, tampoco estuvo terminado el "trono" que estaba labrando el escultor Espinosa Cuadros, por lo que el paso salió a la calle en las mismas circunstancias que el año anterior.
Salió a las 10 de la noche, bastante tarde para como hoy la concebimos, y fue por la calle de Carnicería, hacia la de Santa Escolástica (el año anterior había ido por Ancha de Santo Domingo y Girones y como no existía la Plaza de Isabel la Católica, dobló hacia las Descalzas y calle Sierpe Alta, para entrar en la de Reyes Católicos y, por la del Príncipe, ir a la Plaza de Bibrambla, centro de la Semana Santa de entonces, porque había que pasar por el Palacio Arzobispal, para que el prelado la contemplara desde su balcón.
La procesión se puso en marcha a las diez de la noche y se encerró a las dos de la madrugada. Abrían el cortejo cinco guardias municipales vestidos de gala, montados a caballo; cruz, faroles y ciriales; curiosamente detrás del acompañamiento de la cruz de guía iba la banda de trompetas del 4º Ligero de Artillería; seis acólitos con dalmáticas rojas; sección de niños nazarenos llamados "facundillos"; nazarenos de la Santa Cena por orden de antigüedad; cargos con capa, que este año se le había cambiado las de lana por otras de raso; bandera de los Jueves Eucarísticos, germen de la hermandad y representantes de las otras cofradías, delante del paso de la Santa Cena; detrás secciones de nazarenos de las cofradías de la Humildad y de Ntra. Sra. del Rosario; párroco, D. Francisco García Tapia y los presbíteros D. Emilio Peña y D. Gabriel Gómez de Tejada.
Sostenían los cordones anclados al paso los mayordomos honorarios: Ángel Barrios, Esteban Ribot, Torres Molina y Luis Pardo. Detrás del paso iban las camareras vestidas de mantilla y el teniente de alcalde José Pérez Sánchez y el presidente de la Federación de cofradías, Vicente Ibáñez Alonso, que era hermano mayor de la Humildad. Cerraba la procesión la banda de cornetas y tambores y de música del Regimiento "Córdoba", bajo la batuta del director, Juan Mula y cuatro guardias municipales a caballo para contener la muchedumbre de personas y cuidar de que el público no se saliera de las aceras. Múltiples saetas se entonaron al paso de la Santa Cena (10)
No fue la única cofradía que salió aquel Domingo de Ramos de 1929, antes, de forma excepcional, y en la madrugada hizo las estaciones por el Albaicín la Cofradía del Santo Vía Crucis, sería la única vez que esta hermandad ha hecho su procesión albaicinera en la madrugada del Domingo de Ramos.
La cofradía había conseguido una capilla en la iglesia de Santo Domingo, que hasta ese momento permanecía clausurada con tapial y sin otra utilidad que la de servir de almacén. Para el año que comentamos consiguió restaurarla y allí venerar sus imágenes. También en ella se celebraban las misas de la hermandad.
Antes de la Semana Santa de 1930 se consiguió el título de Real Cofradía como consecuencia de la aceptación (28 de marzo) de S.M. D. Alfonso XIII, de su nombramiento honorífico de Hermano Mayor. Comunicación que se recibió por conducto del Duque de Miranda.
Como derivación de ello, la cofradía de la Santa Cena se anticipó y encargó, el día 23 de febrero, un escudo, que talló Espinosa Cuadros, ornamentado con piedras preciosas y bordados, para ser portado solemnemente por una comitiva de 5 pajes o heraldos del siglo XV y 4 vestidos de guardias suizos, con cetros y mazas talladas y doradas.
En 1930, la hermandad estrenaría el "trono" de Espinosa Cuadros, que ha mantenido en sus estaciones de penitencia hasta tiempos recientes. También se hicieron dos grandes faroles para acompañar a la cruz de guía y por Espinosa Cuadros se engrandeció o alargó dicha cruz.
La hermandad tenía anunciada su salida a las 10 de la noche pero lo hizo bastante antes de esta hora. Era la única de la tarde y le era fácil cambiar el horario, quizás por exigencia de las autoridades que la acompañaban, puede que del Gobernador Militar, Sr. Ruiz Trillo, que ostentaba la representación del rey, D. Alfonso XIII.
La organización de la comitiva fue parecida a la del año anterior, destacando el escudo que se estrenaba de Espinosa Cuadros, que representaba al de la ciudad con una cruz y los atributos de la Eucaristía y enlazada con los emblemas de San Cecilio, Patrón de Granada y de Santo Domingo; en los cuatro cuarteles: la mitra del Patrón, la granada, el lema de Santo Domingo "véritas" y su estrella y la Torre de la Vela; en el centro bordados y pedrería con el Cáliz y la Hostia, cogido todo por el águila imperial. Iba escoltado por varios personajes vestidos de guardia suiza (11).
Tal vez nos encontramos este año con lo que podría ser la figura del pertiguero, al que llamaban heraldo, escoltado de cuatro maceros con dalmáticas y gorros almenados, que se estrenaban ese año, delante de las representaciones de las cofradías y del paso de la Santa Cena, que lo mandaba el mayordomo de trono, Sr. Torres Molina. Todos los báculos de los mayordomos se estrenaron en 1930 y a los que se les denominaba como cetros.
El paso de la Santa Cena, adornado de claveles blancos y rojos, el color de la cofradía, y seis ciriales que rodeaban el trono (en los años anteriores eran cintas portadas por los mayordomos de honor).
Detrás mantillas, el Gobernador, el alcalde, D. José Gómez Jiménez, concejales, mandos militares...etc., cerrando la marcha el Regimiento de Infantería "Córdoba" con su banda de cornetas y tambores y guardia civil montada a caballo. Se instalaron en las calles del itinerario potentes reflectores, que se apagaban cuando a medida que iba pasando la comitiva, creando efectos de contraluz.
El Infante D. Jaime en la procesión de la Santa Cena
Infante D. Jaime de Borbón |
Cerca de las 10 de la noche llegó el Infante, recibiéndolo la hermandad con todos los cofrades alineados en dos hileras a la largo de la nave de la iglesia. Ocupó un sitial en el crucero, donde se le impuso por el vicario capitular la medalla de la hermandad.
Dos bandas de cabecera llevó la cofradía en esta ocasión, una de trompetas de Artillería y la municipal; detrás de la cruz y de los faroles grandes faroles de guía, iban este año los maceros y las filas de los nazarenos. Este año el hermano mayor, Sr. García Batlle, llevaba un hábito de terciopelo granate con bordados en la túnica. Cuatro cofradías con secciones correspondientes iban delante del paso de la Santa Cena: el Vía Crucis, la Humildad, Ntra. Sra. del Rosario y la de Santa María de la Alhambra; el resto de las hermandades llevaban una representación, así como el presidente de la Federación de Cofradías, D. Vicente Ibáñez y su vice-presidente, D. Santiago Valenzuela, vestidos con el hábito de su hermandad y mayordomos de honor, Torres Molina y el Marqués de Casa Saltillo.
D. Miguel García Batlle con hábito de hermano mayor |
El Paso de la Santa Cena, al que cantaron numerosas saetas, iba escoltado por la guardia civil y detrás las camareras de mantilla, siguiéndolas el Infante D. Jaime en solitario, vestido con el uniforme de gala de la Real Maestranza de Sevilla, escoltándole cuatro nazarenos de la hermandad y, tras él, el Ayuntamiento bajo mazas, presidido por el alcalde, D. Fermín Garrido; gobernadores Militar y Civil, presidente de la Audiencia y otras autoridades de la provincia; gastadores y bandas de cornetas y tambores y de música del Regimiento de Infantería. Como en el año anterior se habían colocados reflectores.
Unos 200 nazarenos y 300 mantillas participaron en la procesión y al final de la misma, ya de madrugada, la hermandad le ofreció al Infante un chocolate en el Ayuntamiento, donde departió con los directivos de la cofradía (14).
El Martes Santo se le ofreció al Infante por la cofradía un té en el Carmen de los Mártires, amenizado por una orquesta, emitiéndose tarjetas de invitación que sería retiradas del domicilio del hermano mayor, Sr. García Batlle, en la calle Nueva de San Antón (13). La noche del Martes Santo el Infante había también manifestado querer presenciar la procesión del Cristo de los Favores, por lo que esta cofradía le regaló una placa de recuerdo.
San Judas Tadeo |
Este año de 1931, sería el último año en salir las cofradías, unos días después, el 14 de abril, la llegada de la República y los acontecimientos de inseguridad ciudadana y quema de conventos que le siguieron unos meses después, retrajeron a las cofradías a sus templos, decidiendo no salir en sus procesiones de Semana Santa por temor a disturbios.
La desconexión entre las juntas directivas y los hermanos cofrades se fue relajando en los años de la República y Guerra Civil, de modo que no se conoce que durante estos años se realizaran juntas no cabildos (y si los hicieron no se les daba publicidad). La hermandad, en estas circunstancias ,decidió suprimir todo emblema o sello alusivo alusivo a la Monarquía.
Después de determinadas vicisitudes se decidió por la Federación en sesión de 22 de febrero de 1932 no efectuar manifestaciones de culto externas. En la Semana Santa no habría procesiones. Pero con objeto de no privar a los cofrades granadinos y a la ciudadanía de un acto penitencial colectivo en sustitución de las procesiones suprimidas - en principio para sólo ese año de 1932- la Federación de Cofradías decide, de acuerdo con el Arzobispo, realizar un solemne Vía Crucis Penitencial por las naves de la Santa Iglesia Metropolitana, el Viernes Santo, día 25 de abril, por la tarde (15).
No obstante la hermandad celebrará su tradicional triduo en honor a sus titulares los días 18 al 21 de marzo por el canónigo de la Catedral de Zaragoza, D. Santiago Gualtar.
A las seis de la tarde un enorme gentío se agolpaba en los alrededores de la catedral y dentro del templo metropolitano. Se celebró dicho Vía Crucis con la portentosa imagen del Cristo de la Sacristía de la Catedral, de los Hermanos García, habiéndose levantado 14 altares. Iba sobre un "trono" de flores blancas ( adelfas, lirios y claveles), acompañado por la capilla de música de la Catedral, cantando salmos. Rezó el rosario el arcipreste, D. Juan Arias y continuándose con el acto penitencial por las naves de la Catedral. Las once cofradías federadas iban con sus juntas respectivas y presidía el obispo de Tabbora y vicario capitular de la diócesis, D. Lino Rodríguez.
Vía Crucis 1932. Cristo de los Hermanos García de la Sacristía de la Catedral |
Como se ha anticipado, los disturbios y conflictos sociales continuaban en 1933, y tampoco hubo procesiones; sólo u actos externo multitudinario se celebró ante el Cristo de los Favores en el Campo del Príncipe. El vía crucis en el interior de la Catedral volvió a repetirse este año; esta vez la imagen procesionada fue el Stmo. Cristo de la Misericordia, titular de la hermandad del Silencio, la inigualable obra del escultor José de Mora.
Vía Crucis 1933. Cristo de la Misericordia (Silencio) de José de Mora |
Ese año la mayor parte de las cofradías estaban en condiciones de realizar sus cultos internos, algunas celebrándolos conjuntamente. En noviembre de 1933 habían ganado las elecciones la coalición moderada Radical-Ceda y había esperanza de celebrar las procesiones, pero se decidió volver a realizar el vía crucis de la Catedral.
No todas las cofradías estaban en condiciones de llevar a efecto este acto religioso, algunas estaban en franca decadencia, sin poder realizar el gasto y casi perdidas sus juntas directivas. Tres hermandades decidieron organizar el vía crucis: la Santa Cena, Santa María de la Alhambra, Santo Vía Crucis y la del Rosario, aunque después se les unieron otras.
El mismo García Batlle declaraba que aunque en Sevilla estaban dispuestos a sacar a la calle sus procesiones, pero que las cofradías granadinas no estaban en situación de hacerlo, era partidario de seguir con el vía crucis de la Catedral y procesionar por las calles un Crucificado. Pero se optó por seguir con el vía crucis de la Catedral (16).
En esta ocasión, sería la imagen del Cristo de la Esperanza, canon de los Crucificados de Pablo de Rojas, de la Sala de Beneficiados de la Catedral, la que se procesionaría por sus naves. La procesión esta vez partió de la Capilla Real con el Crucificado que iba sobre el trono nazarí de Ntra. Sra. de las Angustias de Santa María de la Alhambra. Fue asomado por la puerta central de la Catedral a la Plaza de las Pasiegas, repleta de fieles, que no cabían dentro del Templo Metropolitano. El cuerpo de camareras de la Santa Cena iban detrás del Cristo de la Esperanza, junto con las de la Alhambra y las de la Soledad de Santa Paula. Los cofrades asistieron este año vestidos de nazarenos.
Vía Crucis de la Catedral 1934. Cristo de la Esperanza de Pablo de Rojas, en el trono de la Alhambra |
En el mes de febrero de 1934 por fallecer D. Vicente Ibáñez Alonso, se nombra presidente de la Federación de Cofradías al hermano mayor de la hermandad de la Santa Cena, D. Miguel García Batlle, que será el tercer presidente de dicho organismo cofrade, que ostentó hasta mayo de 1939 (17).
Más tranquilas las cosas durante el llamado bienio "moderado", las cofradías granadinas deciden salir procesionalmente en la Semana Santa de ese año. No lo harían todas, la del Cristo de los Favores faltó, por diversas circunstancias.
La Santa Cena eligió el Lunes Santo, día 15 de abril, junto con la del Rescate, y sus cofrades respondieron masivamente para participar. Más de 600 personas llevaría su comitiva procesional y perece que había creado una pequeña banda propia.
La cofradía llevaba una sección de cofrades con capa, pues parece que la intención era que la llevaran todos los cofrades. Este Lunes Santo llevó, rodeando al trono, los mayordomos de honor con traje de etiqueta. Tras de él, los diputados en Cortes por Acción Popular, Sres. Moreno Dávila y Morenilla y numeroso cuerpo de camareras vestidas de mantilla. Se estrenó un estandarte con bordados.
La Cofradía de la Santa Cena, organizó el Jueves Santo de ese año una procesión desde los Escolapios con un Cristo bajo la advocación de Expiración. En la junta de la hermandad de 20 de febrero de 1935, un grupo de cofrades antiguos alumnos del colegio escolapio, propuso que la hermandad sacase ese año un Crucificado desde dicho colegio (no salió ese año ningún cristo en la Cruz, ni el de los Favores, ni el de la Misericordia).
Por lo tanto, no existía aún hermandad para esta advocación y en la prensa se anunciaba cono Cofradía de la Santa Cena en su procesión del Cristo de la Expiración. Más bien se concibió como una cofradía filial que se rigiera por la reglas de la principal, es decir, por las de la Santa Cena, encargándose a Espinosa Cuadros una cruz para procesionar a la imagen.
Cristo de la antigua Cofradía de la Sangre |
La imagen que se procesionó fue la del Cristo de la Sangre, que se veneraba en la iglesia de San Ildefonso (hoy está en la parroquia de Ntra. Sra. de las Mercedes de la Casería de Montijo). La imagen era un antiguo Crucificado, que procedía del convento de la Merced Calzada, titular de la antigua cofradía de la Sangre de Ntro. Sr. Jesucristo con sede en dicho convento mercedario.
Salió la procesión de silencio, con cuatro tambores destemplados como único acompañamiento musical y en el Puente del Genil se encendieron numerosas bengalas al paso de la imagen. Salió a las 9 de la noche, aunque se valoró el hacerlo a las 12, pues ese año no salió El Silencio, pero quizás se pensó, que no era conveniente, hacerlo en la misma hora, que tradicionalmente lo efectuaba, dicha cofradía del Cristo de la Misericordia.
Para el año siguiente se tenía, de acuerdo con los Padres Escolapios, la intención de llevar una Dolorosa, que conservaban éstos en su iglesia. Pero el 16 de febrero ganó las elecciones el Frente Popular y se agravaron para las cofradías las circunstancias sociales y políticas (el día 10 de marzo quemaron la iglesia del Salvador, con la imagen de Jesús de la Amargura de la cofradía del Santo Vía Crucis y otras valiosas tallas). Por ello, cuando llegó la Semana Santa de 1936, aconsejó la Federación que no salieran las procesiones a la calle. Unos meses después estallaba la Guerra Civil, que tan cruenta resultó para los españoles.
Santiago |
Debido a las circunstancias bélicas por la que atravesaba España, no se realizaron procesiones de Semana Santa en los años que duró la contienda fratricida, a pesar de que Granada permaneció en la llamada "Zona Nacional".
La Cofradía retomó tímida actividad el 6 de marzo de 1937, celebrando una sesión de su junta de gobierno, para comunicar que se había nombrado a los Generales Franco, Queipo de Llano y al Coronel Moscardó hermanos mayores honorarios de la hermandad, nombramiento que aceptaron. En realidad, fue el 30 de octubre de 1936 cuando se nombró al General Franco Hermano Mayor Honorario, según manifestaciones del que después sería hermano mayor, Sr. Gómez Sánchez-Reina.
Los cultos del triduo y función se celebraron a finales de marzo de 1937 por el Padre Rubio, agustino, y ese año tuvo la cofradía nuevo director espiritual en el párroco, D. Antonio Banqueri. También se celebraron los cultos Cuaresma de 1938, año en que se colocó en la capilla una lápida que recordase su bendición y la visita del Infante D. Jaime en 1931.
No obstante, a principios de enero de 1937, se renovó la junta directiva, siguiendo como hermano mayor Miguel García Batlle. Pero se nombraron otros cargos, como el vice-hermano mayor, en la persona de Eduardo Píñar; tesorero, Antonio Herrera y vocales, Sres. Antelo, Pedregosa, Ocaña, Segura y Fajardo. Algunos directivos y hermanos estaban luchando en el frente bélico.
El 1 de abril de 1939 se terminó la guerra, pero las cofradías no estaban preparadas para sus salidas procesionales, pero la de la Santa Cena el dos de ese mes celebró sus cultos oficiados por el jesuita, Jesús M. Granero, que fueron costeados por doña Filomena Díaz de la Guardia, doña Magdalena del Río, viuda de Bandrés, las hijas del Conde de Prado, D. Alfonso Porras González Canales y por el hermano mayor, Sr. García Batlle. Sólo se celebró el acto del Viernes Santo ante el Cristo de los Favores, con la imagen de la Soledad de Nuestra Señora.
San Andrés |
También se procesionó el día 9 de abril, en acción de gracias, a la Patrona la Stma. Virgen de las Angustias, por la victoria alcanzada en la guerra por las tropas del general Franco. Fue llevada a la Catedral, donde estuvo en cultos hasta el día 16 que fue reintegrada a su Basílica. En estas procesiones de la Patrona acudió la hermandad de la Santa Cena con otras cofradías y estuvieron presentes los Generales Queipo de Llano y Millán Astray (19).
Una nueva etapa, la de los años cuarenta, se presentaba gloriosa para la hermandad, empezando por el año 1940 en que se realizó la imagen de su titular mariana, la Santísima Virgen de la Victoria. Durante 1939, quizás antes, estaba en el ánimo de la cofradía añadir una titular mariana a la hermandad, cosa que se materializó en 1940.
Foto de l991. Antes de su restauración |
A pesar de que el rector de los Escolapios, había pedido, que dado el éxito de la procesión del Cristo de la Expiración de Jueves Santo de 1935, se volviera a repetir y con la imagen mariana del colegio (Ntra. Sra. de Mayor Dolor).
Recogida la idea por la cofradía de la Santa Cena, en su cabildo de 20 de noviembre de 1939 se decide que los hermanos de origen escolapio formen unas reglas, creando una nueva cofradía. Por su parte, la de la Santa Cena ya tenía aprobado, por su junta de 1 de octubre de ese año, contar con una imagen mariana para incorporarla como segundo de sus pasos.
Es posible que esta idea estuviera presente en el ánimo de la directiva de la hermandad desde que el General Moscardó les escribiera una carta de agradecimiento, después de participar en la procesión de 1935 en la que le trasladaba lo siguiente
Yo les prometo solemnemente que en cuanto tenga un claro de una semana voy a Granada a arrodillarme primero ante su hermosísima Virgen pidiéndole por los que cayeron en su defensa y a expresar mi gratitud con un abrazo a los hijos de la tierra más hermosa y más española.
Evidentemente, no estaba informado de que la hermandad carecía de imagen mariana o, es posible, que el propio hermano mayor, García Batlle, le hubiera comunicado en 1935 el deseo que abrigaba de contar con una titular mariana.
En el mismo día 20 de noviembre de 1939 se decide realizar la imagen, con la advocación de Ntra. Sra. de la Victoria, y se encarga al escultor Espinosa Cuadros. Durante los días siguientes de Navidad se traslada una comisión a Sevilla para informarse de las medidas del paso de la Esperanza de la Macarena, al objeto de que sirviera de canon para el paso de María Stma. de la Victoria (20).
La imagen será bendecida el día 10 de marzo de 1940. Era Domingo de Pasión y la Virgen estaba situada en el presbiterio de Santo Domingo con una saya de tisú en plata con un artístico dibujo de recorte del pintor Latorre, donada por la camarera mayor, doña Matilde Rodríguez Acosta, viuda de Peñalver, que habitaba en un palacete en Puerta Real, hoy "Hotel Juan Manuel". A la bendición asistió el arzobispo- cardenal D. Agustín Parrado, que también lo hizo días después a la función principal de la hermandad (21).
1940. Bendición de la Virgen de la Victoria |
Unos días después de la bendición, el Domingo de Ramos, saldría la Virgen en su primer paso de palio. Fue sufragado por la Asociación de Excombatientes de la guerra y cuyas bambalinas representaban los escudos de las 28 ciudades que se habían unido al Movimiento Nacional, y en el faldón delantero el escudo de Granada y el emblema de María en el lateral. El primer manto que lució en la procesión fue donación del hermano mayor, Sr. García Batlle, cuyo importe ascendió a 12.000.-Ptas.
También llevaba candelería y varales de cobre y un bosque de cirios delante de la Virgen de más de 100 candelas.
Ese año de 1940 la procesión había adelantado su horario de salida a las 8 de la tarde (que en 1941 adelantó a las 7 de la tarde), en contraposición a los años de antes de la Guerra Civil en los salía a las diez de la noche. Era un acuerdo que se derivaba del edicto que había emitido aquella Cuaresma el arzobispo D. Agustín Parrado. El edicto ordenaba que las procesiones no podían encerrar en horas intempestivas.
La Federación de Cofradías, que aquel año, había solicitado la entrada a la Catedral de las hermandades, sin conseguirlo, remitió una carta de protesta al Prelado, aduciendo que tenían aprobados los horarios por el anterior arzobispo, Cardenal Casanova y que se les concediera continuar con ellos, dado, entre otras alegaciones, que los comercios y los cofrades trabajaban hasta entrada la noche, impidiendo a muchos hermanos participar en las procesiones (22).
No fue atendida esta petición, pero sí la de establecer un itinerario oficial entre Puerta Real y el edificio de Correos, que entonces estaba en el lugar que hoy ocupa la Plaza de Isabel la Católica.
Primer paso de la Virgen de la Victoria |
El General Moscardó, en marzo de aquel año escribió una carta a la hermandad aceptando el nombramiento de mayordomo mayor honorario, prometiendo su asistencia a la procesión. La presencia del General en la misma no fue posible por tener que asistir en Jaén a la entrega a esta ciudad de la imagen del Santo Rostro. Como delegado envió a la procesión de Granada al General Lorenzo Tamayo.
Sí asistió el General Moscardó (después fue ministro) a la procesión de 1941, regalándole a la Virgen su fajín de general, a su vez la hermandad le entregó un distintivo que reproducía el paso de la Santa Cena, rodeado de una orla dorada, que lo bendijo el párroco delante del paso de la Virgen. Había sido recibido por las autoridades en la finca del Chaparral y acompañado en comitiva a Granada.
Ese año en la procesión ocupó lugar delante del paso de la Virgen, siendo vitoreado por el público, como defensor, que había sido, del Alcázar de Toledo.
También, el Sr. García Batlle, que ese año había sido nombrado presidente de la Federación por segunda vez, le donó a la Virgen de la Victoria una cinturilla o fajín bordado por las Madres Adoratrices para que lo luciera el Domingo de Ramos de ese año. Parece que estas prendas se entregaron el día 7 de abril en el domicilio del hermano mayor.
Cena 1940 |
1942 Victoria |
El Domingo de Ramos de 1943, vuelve a contar con dos procesiones, porque después de diecisiete años salió Jesús de la Entrada en Jerusalén, aunque sólo lo hará ese año; habrá que esperar a 1947, para que vuelva a la Semana Santa definitivamente.
La hermandad había vuelto a atrasar su horario de salida para hacerlo a las 9 de la noche. Por lo visto las condiciones del arzobispado para que las cofradías salieran a hora temprana se habrían suavizado. Representaciones de las catorce cofradías existentes en ese momento y de los gobernadores militar y civil, en representación del Jefe del Estado y del General Morcardó, respectivamente, así como del Ayuntamiento y de la Diputación provincial seguían a la Virgen de la Victoria, pero sólo se incorporaron al iniciar la carrera oficial.
Parece que este año de 1943, se estrenó el nuevo respiradero, realizado en madera con talla barroca y dorada en pan de oro, que fue realizado por el escultor Espinosa Cuadros y que el paso de palio aún conserva, con importantes modificaciones que se realizaron a principios del siglo XX.
1943. Santa Cena en el trono altarón que le realizara Espinosa Cuadros |
Aquel año la Virgen de la Victoria estrenaría manto nuevo de terciopelo color blanco, con bordados en oro y seda, al que en los años sucesivos se le irían añadiendo otros nuevos. Fue bordado por las Madres Adoratrices y las dominicas del convento de la Piedad; ese año en el se había realizado el escudo de Granada y los emblemas del arma de Infantería y del Tercio de Regulares. También se estrenó el juego de jarras del palio y al Cristo se le cambian las ráfagas por potencias.
Con la hermandad iría ese año, además de las representaciones del Jefe del Estado y de Moscardó, el alcalde de la ciudad, D. Antonio Gallego y Burín, eminente erudito en arte y catedrático de la Universidad, que tanto había orientado artísticamente a las cofradías en los años de sus fundaciones.
1944. La Virgen estrena el manto blanco |
Sin hermano mayor por haber fallecido García Batlle, la junta se componía del vice-hermano mayor, José García Vandervalle; de secretario, José Gómez Sánchez Reina, vice-secretario, Félix Infante Vílchez; tesorero, José Alonso López, llamado el cura Pepito y gran impulsor de la fundación de la hermandad; Manuel Torres López, Luis Aguilar Moscoso, Francisco Simancas Señán, Nicolás Guindo Blanco, Emilio Orozco, Fco. Hervás Pérez, José Conde de Teruel, Guillermo Raigón Muñoz, Matías Fernández Figares y Jiménez.
En 1945, se presentó un Domingo de Ramos lluvioso y la hermandad tuvo que suspender su salida procesional y aplazarla al Lunes Santo. Por primera vez, la hermandad saldrá a realizar su estación de penitencia a la temprana hora de las seis de la tarde, hora parecida a la que actualmente lo hace.
La presidencia, en representación del Jefe del Estado, la ostentó el alcalde de la ciudad, D. Antonio Gallego y Burín; las principales autoridades de la ciudad lo acompañaban.
Un gran estreno se presentó ese día por la hermandad: la primera fase del nuevo paso, en el que el grupo escultórico ha estado procesionado hasta hace algunos años. De estilo renacentista con elementos barrocos y bajos candelabros de talla, de forma triangular, en cada uno de los lados del paso; el central y trasero, más grandes, eran de tulipas guardabrisas, los otros dos de cinco. Cuatro faroles de esquina de estilo granadino remataban la luz del conjunto. Es posible que se le encargara a Espinosa Cuadros.
Salida de 1945 |
1945. Se estrena la parte baja o respiradero del nuevo paso de la Santa Cena |
Una nueva Dolorosa, Ntra. Sra. de la Paz, se bendijo y salió ese año con la Cofradía de la Humildad, con sede en la misma iglesia, que la de la Santa Cena. La imagen de esta Virgen la realizó el mismo escultor que la de la Victoria, Eduardo Espinosa Cuadros (23).
Victoria hacia 1946 |
A finales de febrero y principios de marzo se celebró en 1947 el tradicional triduo a los titulares con función el día 2 de marzo y besamanos a la Virgen de la Victoria. Por estos años había sido elegido hermano mayor de la hermandad D. José Gómez Sánchez-Reina, antes secretario de la hermandad y sobrino político de García Batlle.
1947. D. José Gómez Sánchez-Reina |
La hermandad había completado el paso de la Santa Cena con el respiradero del que carecía y tal como estaba entonces ha sido procesionado el grupo escultórico, hasta hace pocos años.
Los cultos de Cuaresma de 1948 se celebraron antes de terminar el mes de febrero con el besamanos a la Virgen el domingo 22, finalizado con una procesión claustral, oficiado todo ello por el padre Carmelo de la Cruz.
En 1947 y 1948 no fue sola el Domingo de Ramos la hermandad de la Santa Cena; el año anterior se había recuperado la hermandad de la Entrada en Jerusalén, siendo ambas cofradías las que durante bastantes años constituirían la nómina del Domingo de Ramos granadino.
La Virgen en 1947 y 1948 fue con diadema, en lugar de corona y estrenó, el primero de ellos, la toldilla del palio bordada en oro y sedas, aunque se iría completando en posteriores años. La Banda de Cornetas y Tambores de la Cruz Roja y la de música de la División 23 acompañaron en 1947 a la cofradía, cuyos pasos iban escoltados por la Guardia Civil
Ese año de 1948 la Virgen de la Victoria estrenaba escenas representativas de la Coronación de la Virgen, realizadas por las monjas dominicas del convento de la Piedad. El paso de palio casi se había terminado de realizar en cuanto a su bordado y respiradero en talla de madera y en pan de oro. La estética de dicho paso quedaría de forma muy semejante a como hoy lo conocemos. Dicho palio fue una ofrenda de la señora de García Batlle, camarera mayor, en nombre de su fallecido esposo, fundador y tantos años hermano mayor de la cofradía (25).
También se estrenaron cuatro artísticos faroles. Asistió a la procesión al alcalde Gallego y Burín, como lo venía haciendo desde años anteriores y el Capitán General de la Región, Duque de San Lorenzo, además del Gobernador Civil, Sr. Fernández Victorio (24).
Victoria 1948. Lleva casi completado el paso |
Los años cincuenta del siglo XX. Estancamiento de la Cofradía
La hermandad entra en los años cincuenta con sus pasos y estilo ya definido, el que la va a caracterizar en las siguientes décadas. Quedaban por completar diversos detalles de los mismos, que los abordará en los primeros años de dicha década.
Victoria 1951 |
Alertado por una limpiadora el hermano mayor, Sr. Gómez Sánchez-Reina, acudió a sofocar el incendio, lo que permitió que no se llegase a la destrucción de la imagen y paso. La vestimenta de la Virgen (saya y toca) estaba totalmente deteriorada, pero el manto se salvó con algún desperfecto.
La Virgen fue llevada al taller de Espinosa Cuadros para que le hiciera una primera reparación de desperfectos y que la imagen pudiera realizar su salida procesional de ese año, como, efectivamente, la realizó a las 6 de la tarde, asistiendo en la presidencia el alcalde de Granada, Sr. Ossorio Morales. El escultor introdujo en el candelero una placa para perpetuar el suceso (26).
Victoria 1952 |
Después de la Semana Santa, en mayo de 1952, el hermano mayor, D. José Gómez Sánchez-Reina, fue elegido para el cargo de Presidente de la Federación de Cofradías. Con este nombramiento, la hermandad contaría con dos de sus hermanos mayores como rectores en la historia de este alto órgano cofrade.
Ya en la Semana Santa de 1953 la hermandad estuvo en condiciones de realizar algunos estrenos para mejora de sus pasos, como las maniguetas del paso de la Santa Cena y nuevos varales para el paso de palio y completa las pinturas de sus faldones con las escenas de los Desposorios de la Virgen, la Anunciación y la Asunción, con lo que quedaban completados (27). Este año el paso de palio ya presentaría la estética que tendría hasta tiempos relativamente recientes.
La lluvia volvió a hacer acto de presencia el Domingo de Ramos de 1954; no obstante la cofradía salió a la calle y estuvo lloviéndole por todo el itinerario. La Virgen de la Victoria estrenaba nueva corona realizada por el orfebre granadino Antonio Vílchez y unas bocinas con paño bordado en el mismo estilo del palio.
Ese año la representación del Jefe del Estado le correspondió al Capitán General, Sr. Barroso Sánchez Guerra, que unos años después (1962) sería nombrado Ministro del Ejercito.
En 1955, volvió a llover cuando salía la hermandad, pero después cesaría y pudo realizar la estación de penitencia. Ese año presenció la procesión en la tribuna el ex-rey de Italia, Umberto de Saboya. El coronel Nestares, ostentaba la representación del ejército.
La Virgen de la Victoria estrenó su Simpecado en damasco blanco bordado y con una pintura central al óleo del pintor Vázquez Parra, representando a la Purísima Concepción, imitación de la de Murillo. También cuatro bocinas de metal repujados con sus respectivos paños bordados en el mismo estilo del palio. La hermandad al finalizar la carrera oficial en la Gran Vía, regresó por la Calle de la Colcha a su barrio.
La cofradía seguía en esta época manteniendo el culto a la Eucaristía costeando dos días al mes la exposición y adoración al Santísimo Sacramento y colaboraba en los cultos mensuales de la Hermandad Sacramental de la parroquia. También contribuía a la comida a los pobres que se distribuía el Jueves Santo.
Por estos años era la Infantería de Regulares asentada en Marruecos la que asistía y escoltaba al paso de la Virgen. En 1955 regaló la flor y unas medallas de los Generales Telesforo Sanz Álvarez y Francisco Pujol Rubaldo, ganadas en 1909 en la Guerra de Marruecos (28)
La Virgen de la Victoria en 1954, escoltada por Regulares de Infantería del Rif. |
Ese año, fue el Alcalde de Granada, Sr. Sola Rodríguez Bolívar vestido de "chaqué", bastón y sombrero de copa, quién ostentó la máxima representación del Jefe del Estado en la procesión. La cofradía llevaba la Banda de la Cruz Roja y la del Regimiento "Córdoba 10", así como el Gobernador Civil, Sr. Cebriá Torrent.
En febrero de 1956 falleció D. Eduardo Espinosa Cuadros, autor de las imágenes de pasos de la hermandad. Escultor muy prolífico, cuyas obras se encuentran repartidas por gran parte de Andalucía, e incluso, fuera de ella; había junto con otros escultores llenado el vacío de imágenes que había provocado el incivismo y la incultura con los incendios y destrucciones de los días de la II República y de la Guerra Civil. Vano intento de acallar el sentir religioso de un pueblo con casi 2.000 años de cristianismo.
Antes de la Semana Santa de 1957 la hermandad de la Santa Cena nombra mayordomo mayor honorario al capitán Gutiérrez Soto; se le entregó una foto de la Virgen en marco de cuero repujado. Al ser, antiguamente el Rey y, después, el Jefe del Estado el hermano mayor honorario de la hermandad, el resto de los nombramientos honoríficos tenían el carácter de mayordomos de honor.
1957. Victoria y el Alcalde, Sr. Sola |
Los Regulares del Rif nº 8 de Melilla formaron el Domingo de Ramos por la mañana una guardia de honor en torno al paso de la Virgen turnándose hasta que llegó la hora de salida de la procesión. Esta guardia de honor se situó con el paso de palio en la capilla de la Virgen de la Esperanza, frontera con la de la hermandad en la que estaba el paso de la Santa Cena.
La Virgen estrenó ese año 1958 una nueva corona realizada por el orfebre granadino Antonio Vílchez bendecida en solemne función religiosa y con el padrinazgo la señorita García Valiño, familiar del Alto Comisario en Marruecos, y del General Barroso Sánchez-Guerra, esta vez como ministro del Ejército, le ofreció un ramo de flores a la Virgen.
Volvió a asistir a la estación ese año el alcalde, Sr. Sola, y la representación del General Franco la ostentó el Gobernador Civil, Sr. Summers e Ysern, asistiendo, también, como era habitual, varios jefes del Ejército. Cerraba la procesión, tras las señoras de mantilla la banda de Infantería "Córdoba 10" y de cornetas y tambores de Regulares con banderín. Con el paso de la Santa Cena fue la Banda de cornetas y tambores de Ingenieros del Ejército.
Eran años en los que las bandas de los distintos cuerpos del Ejército, Policía y Guardia Civil asistían con sus magníficas bandas de música a las procesiones de la Semana Santa. Solía abrir la procesión una pequeña banda de cornetas y tambores propia de la hermandad que iban tocando con su hábito, que también solía prestarla a la cofradía de la Humildad.
Como curiosidad, el pan que se utilizaba en la Santa Cena era auténtico y elaborado por un panadero hermano, que se le nombró mayordomo honorario. Al final de la procesión se repartía entre los hermanos.
En 1958, abrió la procesión la banda de cornetas y tambores de la Guardia Civil y la de la hermandad fue detrás del paso de la Santa Cena. En esos años el director espiritual de la hermandad era el popular Padre Crespo, de enorme estatura y singular afabilidad y la hermandad sacaba con hábito más de 200 cofrades y 50 mantillas. Aún en ese año no se había terminado de completar el bordado del manto de la Virgen.
En el Corpus de 1958 la hermandad montó un altar en la Puerta de San Jerónimo de la Catedral con la imagen de Jesús y San Juan, adornado con las bambalinas modernas y antiguas del paso de la Virgen, así como, con su frontal, estando presente el estandarte de la cofradía. Por dicho altar se ganó el primer premio que consistía en la suma de 2.500.-Ptas., cantidad nada despreciable para aquella época.
La procesión de 1959 se celebró con características semejantes a la de años anteriores. La Sección de nazarenos, entonces se decía penitentes, de la Santa Cena iban con los faroles típicos de la cofradía y en la sección de la Virgen portaban cirios blancos. Detrás de ambos pasos iban descalzas grupos de devotas cumpliendo promesa, y delante, numerosas representaciones de otras cofradías con sus respectivos hábitos
Los años sesenta. Se evidencia la crisis de las cofradías
Una larga crisis en las cofradías, que ya se apuntaba en los años cincuenta, se evidenciará en la década de los sesenta. Los nuevos comportamientos de la sociedad española variaban sensiblemente; habían pasado veinte años del final de la Guerra Civil y la reconstrucción del país se evidenciaba con el acceso, principalmente de las clases medias, a determinadas mejorías con el llamado desarrollo económico. Los hábitos estaban cambiando y muchas familias empezaban a contar con automóvil, televisión y vivienda propia.
Llegada la Semana Santa, parte de esa clase media no se quedaba en la ciudad, viajaba a las costas y otros lugares y, en resumen, esos días buscaba el asueto en otras cuestiones distintas que el presenciar procesiones en las ciudades.
El Domingo de Ramos de los años sesenta no será ya el día de dos cofradías ( Entrada en Jerusalén y Santa Cena), en 1961 se verá incrementado, en principio, con la hermandad de la Sentencia y una nueva hermandad, la de la Paciencia, se agregará a nómina de hermandades; sería la última de la segunda ola fundacional de cofradías. Ese año se instala una tribuna metálica por vez primera y se acotaron los abonos de los palcos (29).
Estos primeros años de los sesenta la hermandad seguirá la tónica de los últimos años en sus salidas procesionales. La hermandad mantendrá como hora de inicio de su estación de penitencia las ocho de la tarde y los Regulares no asistirán ya todos los años al desfile de la hermandad, aunque sí otras agrupaciones de Infantería.
En 1962, como novedad de la procesión fue la participación detrás del paso de la Santa Cena la banda de cornetas y tambores de la hermandad del Santo Entierro de Guadix, formada por quince componentes vestidos de soldados romanos. Al llegar a la tribuna la Virgen de la Victoria, este grupo accitano entonó saetas musicales con cornetín y tambores.
Por estos años, se apreciaba la inasistencia a la procesión de la Infantería de Regulares, con sus gastadores, escoltas y bandas de música, que daban tanta "vistosidad" su desfile procesional. Quizás el coste del desplazamiento de estos militares determinó su ausencia y la cofradía no estaba en condiciones de afrontar dicha carga económica. En algo suplía la hermandad esta falta con la banda de cornetas y tambores propia ,vestidos con el hábito de la cofradía que se situaba a la cabecera, abriendo la comitiva.
No obstante, no faltaban los militares de dicho cuerpo de Infantería con sede en la IX Región con sede en Granada. En 1963, la presencia de los Regulares se limitó a un soldado con tambor. La Virgen, no obstante, llevaba condecoraciones regaladas por los mandos militares en su pecherín, como la cruz de 1899 que perteneció al General Martín Cerezo heroico defensor de Baler, en Filipinas.
Ese año de 1963 hubo otro intento, el cuarto, de las cofradías de entrar en la Catedral para hacer estación. Parece ser que se le dieron por el cabildo catedralicio ciertas esperanzas de conseguirlo, pero, finalmente, se rechazó la solicitud. El hermano mayor de la hermandad, Sr. Gómez Sánchez-Reina, entonces tesorero de la Federación, propuso hacer un altar en la Gran Vía, detrás de la Sacristía de la Catedral, para que allí se hiciera estación por las hermandades, pero a idea no se llevó a la práctica (31).
La cofradía en este tiempo accedía a la carrera oficial, que terminaba en al Banco de España, por las calles de Jesús y María, San Matías y Navas y regresaba por Capuchinas Mesones, Ganivet y Cuesta del Progreso.
Antes de salir la procesión de 1964 se le impuso a Dª. Adelaida Segura Guijarro, esposa del Capitán General de la Región, Sr. Robles Pazos, la medalla de oro de la Virgen de la Victoria, como camarera mayor de la misma. Se la ofreció el hermano mayor, Sr. Gómez Sánchez-Reina, y se la impuso el dominico, párroco y consiliario de la hermandad, Padre Crespo.
La hermandad aparecía en esta época escasa de renovación y ello se apreciaba en la ausencia de proyectos importantes y en la permanencia del Sr. Gómez Sánchez Reina, casi como hermano mayor vitalicio de la cofradía. De este fenómeno no van a ser ajenas muchas de nuestras cofradías en la década de los años sesenta y setenta.
En el año 1965, quedó concluido el total bordado del paso de palio que duró más de quince años para su total conclusión, dadas las escasas posibilidades económicas de la hermandad. La ausencia de una junta rectora con verdadero impulso para allegar los medios necesarios, aunque, por otra parte, no eran aquellos tiempos los más idóneos ni los más fáciles para ello.
Aunque resultaba evidente la decadencia de nuestras cofradías en esta década y la falta de apoyo y desaparición de ellas de una burguesía y nobleza que en otras épocas la había impulsado, no dejaban de acudir a Granada algunas personalidades del gobierno nacional para ver sus procesiones. Así, en 1966 el Ministro de la Gobernación, Sr. Alonso Vega presenció el paso de la hermandad en la tribuna de la Plaza del Carmen, también volvió a presenciarla en la Semana Santa de 1969.
Sin embargo, aunque los principales mandos de la Infantería española estaban ausentes en la procesión, no lo estaban las altas autoridades provinciales y locales (gobernadores civiles y militares, Capitán General de la Región, Alcalde en su representación del Jefe de Estado...etc).
La tormenta que se desarrolló a la hora de salir las procesiones el Domingo de Ramos, día 22 de marzo de 1970, hizo que se suspendieran las tres procesiones de ese día. La de la Sentencia dejó el paso de María Santísima de las Maravillas expuesto durante todo el Lunes Santo.
El mismo mal tiempo se presentó en 1971, aunque hicieron sus salidas las cofradías de la Entrada en Jerusalén y la de la Santa Cena, no así la Sentencia por el aguacero que en el momento de salir caía sobre la ciudad. La Santa Cena, no obstante, siguió su itinerario, aunque quedó la comitiva bastante deslucida.
La lluvia de estos años, unida a la escasez de medios económicos, harían agudizar la crisis en las cofradías; los palcos de la tribuna se verían con escasa asistencia.
En la Federación de Cofradías que había obtenido el título de Real en 1970, nombrando a los Príncipes de Asturias, D. Juan Carlos y Dª Sofía, Presidentes de Honor de la ya Real Federación. D. Eladio Lapresa, quince años presidente del organismo presenta su dimisión en 1970, sucediéndole D. Francisco Cifuentes Morcillo, hermano mayor de la Oración en el Huerto, que apenas si lo ostenta dos años, pues en 1972 e elige a D. Arturo Gómez Sánchez-Reina, hermano mayor de la Humildad, que también dimite en 1973, pasando a ser elegido en 1973 su hermano, D. José Gómez Sánchez-Reina, hermano mayor de la hermandad de la Santa Cena, que sólo estaría dos años, hasta 1975.
Igual de convulsos que en la Real Federación, estaban los tiempos en el seno de las cofradías; algunas, aunque pocas, no salieron y muchas de las que lo hicieron, estaban de notoria decadencia; salían algunas con un sólo paso algún año, como la de las Maravillas o Favores; otras, como la de los Ferroviarios desapareció en estos años y las de los Escolapios lo hizo poco después.
La hermandad de la Santa Cena, pese a sus enormes dificultades salió en estos años setenta con sus dos pasos; y como hemos referido en 1973 a 1975 dio a la Real Federación un segundo presidente de esta hermandad, D. José Gómez Sánchez-Reina, que también lo había sido desde 1952 a 1955.
El momento más álgido de la crisis se produjo en 1975 en el que sólo trece cofradías decidieron salir a realizar sus estaciones de penitencia, entre ellas, ésta de la Santa Cena; Granada vio mermada drásticamente su Semana Santa en la calle. A todo la compleja gama de dificultades se sumaba el problema con los costaleros llamados profesionales que, además de no portar los pasos en condiciones de estética adecuada, no era rara la ocasión en la que durante el trascurso de la estación de penitencia amenazaban con dejar los pasos en la calle si no se les subían los honorarios pactados.
Por estos años, la hermandad de la Santa Cena contrataba a la cuadrilla de los Sánchez Herrera (Jaime y Miguel) y su padre, Miguel Sánchez Quesada (32), que no obstante, decían, que venían manteniendo los precios del contrato, sin aumentarlos. Parece que no era del todo cierto, pues en 1975 a la hermandad de la Aurora se le subió de 500 a 1.000.-Ptas. por costalero, justificando el aumento por la hora y lo peligroso del itinerario por el Albaicín a altas horas de la noche.
De todas formas, en la hermandad de la Santa Cena el problema con los costaleros se paliaba sensiblemente al no tener que utilizarlos nada más que en el paso de palio, pues el de la Santa Cena siempre había sido siempre portado por un carro de ballesta con ruedas.
Este año de 1975, la única cofradía que hizo estación el Domingo de Ramos fue la de la Santa Cena; la Entrada en Jerusalén y la Sentencia no pudieron salir por las dificultades expresadas. La hermandad lo hizo como de costumbre en esos años, sin notarse en la misma estreno alguno y muy mermada la asistencia de representaciones militares, aunque sí la del Jefe del Estado en la persona del Alcalde de la ciudad. Sería el último año porque en noviembre de 1975 falleció el General Franco y accedieron al trono de España los reyes D. Juan Carlos y Dª. Sofía.
1976- 1982. Los años de superación de la crisis
Los problemas de los largos años anteriores se comenzarán a superar a partir de 1976. Ese año era presidente de la Real Federación D. Francisco Gómez Montalvo, hermano mayor y fundador de la Cofradía de Jesús de la Paciencia y María Stma. de las Penas, que toma el relevo al Sr. Gómez Sánchez-Reina, hermano mayor de la Santa Cena.
El Domingo de Ramos de ese año salieron las tres cofradías programadas. La prensa, salvo unas escuetas referencias, no se mostraba muy proclive a especificar con detalle las características de las comitivas procesionales, cosa que variará sensiblemente a partir de los años ochenta.
En 1978, la Hermandad de la Santa Cena pasa a ser la última del día en desfilar por el itinerario oficial, detrás de la Sentencia que en años anteriores lo hacía en último lugar. Ese año, las condiciones políticas del advenimiento de la democracia, determinarían una creciente dificultad para que las bandas militares participaran en las procesiones, que tanto esplendor le habían dada en el pasado, especialmente a esta de la Santa Cena con los distintos cuerpos de la Infantería española.
Otras novedades presentó ese año de 1978, como la variación sensible de los itinerarios al acceder las hermandades a la Plaza de las Pasiegas, desde la de Bibrambla y la Pescadería, para hacer estación ante las puertas de la Catedral, sin entrar aún en ella.
Concretamente, la hermandad presentó la novedad de prescindir de la cuadrilla de costaleros profesionales para contratar otra de Utrera (Sevilla) para portar el paso de palio de la Victoria. Alguna hermandad había ofrecido hasta 3.000.-Ptas. por costalero para que la cuadrilla sacara sus pasos, pero fue la cofradía de la Santa Cena, quién finalmente la contrató.
La Semana Santa en su aspecto procesional empezaba a adquirir otros aires, progresivamente diferentes que los que la había caracterizado en años precedentes.
También 1978 constituirá el punto de arranque, con la fundación de la Hermandad de María Stma. de la Concepción, la Concha, para el inicio de la llamada tercera ola fundacional de cofradías granadinas, que incrementó su nómina con doce nuevas hermandades en los siguientes años.
La carrera oficial en 1979, iría desde la Plaza del Carmen hacia la Calle de Mesones, para acceder a las puertas de la Catedral. Eran años de nuevos ensayos del itinerario oficial, por haber suprimido la Calle Reyes Católicos hacia la Gran Vía, por la baja temperatura y viento que suponía este itinerario que coincide con el curso, aunque subterráneo, del Río Darro.
Ese año 1979 constituiría en la hermandad un punto importante de inflexión para iniciar su recuperación en todos los sentidos, tras casi veinte años de vida vegetativa: se crea, impulsado por un grupo de jóvenes cofrades con Antonio Méndez García a la cabeza, el Cuerpo de Costaleros de Ntra. Señora de la Victoria, fundado en vísperas de la Semana Santa de ese año, con lo que se aminoran los problemas económicos de la cofradía. No sería su cuerpo de costaleros quién ese año sacarían a la Virgen de la Victoria, sino al siguiente de 1980, portándola en 1979 el grupo de costaleros de la Santa Cruz, creado recientemente, y a cuyo frente estaba José Carvajal Gálvez.
Sin embargo, el mal tiempo que se presentó el Domingo de Ramos de 1979, hizo que la hermandad de la Entrada en Jerusalén volviera a San Andrés desde la Plaza del Carmen y la Sentencia se volviera a San Pedro desde la Carrera del Darro. La Santa Cena sí realizó todo su itinerario, aunque deslucida la procesión por la lluvia.
Este movimiento costalero se va a producir en toda Andalucía. En Granada se inicia con la nueva hermandad de penitencia de la Concepción y lo seguirán inmediatamente o simultáneamente otras.
Sí pudieron sacar a la Virgen sus propios costaleros mandados por Antonio Méndez en 1980 con la colaboración de Carlos Segura, Juan M. Rodríguez Quesada y Antonio Cappa, a lo que colaboró un tiempo espléndido y fueron muy felicitados por el mundillo cofrade.
Importante aportación fue la de los costaleros de Ntra. Sra. de la Victoria a la recuperación en 1981 de la hermandad de los Ferroviarios, que salió ese año después de más de diez sin hacerlo. Los pasos fueron llevados por dichos costaleros desde el Colegio de la Siervas del Evangelio en la Calle Obispo Hurtado.
El pregón oficial de la Semana Santa de 1982 lo pronunció el tantos años hermano mayor de la hermandad, D. José Gómez Sánchez Reina y al que al año siguiente se le impuso la medalla de oro de la Federación de Cofradías, uno de los pocos ex-presidentes de organismo que aún vivían. El Sr. Gómez Sánchez-Reina, que fallecería en 1986, había sido fundador de la hermandad y hermano mayor durante el dilatado tiempo de cuarenta y dos años y en el que, prácticamente, sólo tuvo la cofradía dos hermanos mayores: García Batlle y él. De Gómez Sánchez-Reina fue la idea de poner un dosel en la tribuna sobre el palco de las autoridades, cosa que se llevó a efecto en 1966.
Ese año el Sr. Gómez Sánchez-Reina comunicó que entre los documentos de su tío político, el SR. García Batlle, había encontrado una partitura antigua de una marcha dedicada por el célebre y granadino Maestro Alonso dedicada a la Santa Cena, que la cedió a la cofradía para que se le hiciesen los arreglos oportunos y ser estrenada en la Semana Santa de 1984. No sabemos si verdaderamente llegó a estrenarse.
A partir de estos años la hermandad comienza a renovar muchos de los enseres con que contaban y, así, en 1983 y 1984 la Virgen estrena nueva candelería del taller albaicinero de "Judex" y grandes candelabros de cola del taller lucentino de Angulo. También, el óvalo del palio con una pintura al óleo de la Inmaculada Concepción. Era la tónica general de la mayor parte de las hermandades que empezaban a renovar sus enseres y a añadir nuevas insignias.
En 1985, se produjo en el mes de junio de dicho año, el hermanamiento entre las hermandades de la Victoria de Granada y de Huelva, acudiendo ésta en corporación a Granada para celebrar conjuntamente diversos actos, entre ellos: una ofrenda floral a la Virgen de las Angustias, Patrona de la ciudad; una exaltación a la Virgen de la Victoria; función solemne en Santo Domingo con la coral "Ciudad de Granada"; concierto por la Agrupación Musical Virgen de la Cabeza de Churriana de la Vega, que estos años solía acompañar a la Virgen en la estación de penitencia, y comida de hermandad (33). Ese año se estrenarían varas del estandarte y del hermano mayor.
Después de 46 años de la realización de la imagen de la Virgen, en 1986 se procede a su restauración por el escultor granadino Antonio Barbero Gor, muy activo en esos años.
Hasta 1987, por las ajustadas dimensiones de la puerta de la iglesia de Santo Domingo, había que bajar los varales del palio para subirlos una vez que el paso había franqueado el umbral de la puerta: ello suponía un esfuerzo y pérdida de tiempo, al inicio y al final de la procesión, que se subsanó en la salida de 1987, cuando sus costaleros sacaron y entraron el paso de rodillas.
Ese año la cofradía volvió a traer una banda de música foránea para el paso de la Victoria del pueblo sevillano de Carrión de los Céspedes. Aunque en Granada existían bandas suficientes, no se había llegado a la completa especialización en marchas, abundancia y calidad con que hoy se nos presentan en Granada y su provincia.
La Semana Santa de 1988 vino precedida por la polémica en torno a la suprimida festividad de la Inmaculada Concepción por parte de la Junta de Andalucía. La Federación comunicó, en principio que se suspendían como protesta las procesiones de Semana Santa, pese a una gran disensión al respecto entre las hermandades, de las que 10 estaban dispuestas a salir, pese a la prohibición de la Federación. Finalmente y ante la promesa de la Junta de Andalucía de restituir la festividad y el deseo del arzobispo, D. Antonio Méndez de que se celebraran las procesiones, las hermandades salieron a la calle a excepción de tres: "Gitanos", Paciencia y Favores, esta última por la sanción de suspensión por un año por parte de la Real Federación.
1988, tuvo una importante novedad para la cofradía; y fue acabar con la tradicional banda de cornetas y tambores (recordemos que la hermandad tenía una propia con túnica). En Granada, tradicionalmente, abrían las procesiones de casi todas las hermandades una banda de esas características. La hermandad de Jesús Nazareno, desde su primera estación en 1982 no contaba con ella, poco a poco se imitaría por las restantes cofradías y la de la Santa Cena lo adoptó en 1988.
Volvió ese año la banda de Carrión de los Céspedes, eran los años de contratación de bandas de música sevillanas. A la salida de la Virgen de la Victoria entonó la marcha "Amarguras" en homenaje al recientemente fallecido hermano mayor de la hermandad de la Oración en el Huerto, Sr. Maciá.
La hermandad de la Santa Cena, se encontraba en un proceso de estabilización, después de la muerte del Sr. Gómez Sánchez Reina, cuyo largo mandato y su desaparición había causado un verdadero trauma en la sucesión en la hermandad. Había dejado a la cofradía la propiedad de una casa en la céntrica Calle de Puentezuelas, para ayudar a su desarrollo futuro. Parece que, finalmente, la sucesión recayó en el que era capataz general, D. Antonio Méndez.
Un acontecimiento negativo para la hermandad se produce en septiembre de ese año de 1988. La cofradía con el fin de reunir fondos para acometer costosos proyectos, contrata y celebra un concierto con el famoso cantante Julio Iglesia, en el Estadio de los Cármenes. No se produjeron las expectativas de ingresos deseadas y la hermandad sufrió cierto descalabro económico del que parece que resultó afectada la casa de la Calle Puentezuelas, herencia que había dejado a la cofradía su anterior hermano mayor, Sr. Gómez Sánchez-Reina.
La lluvia que con frecuencia afecta a las cofradías en la calle se dejó sentir en 1990 cuando la hermandad estaba en la mitad de su itinerario, cerca de la Catedral. El paso de la Santa Cena hubo de regresar con plásticos a Santo Domingo entre el desconcierto de sus cofrades y a la Virgen de la Victoria se le abrieron las puertas de la Catedral para allí refugiarse. Este año llevaba tras de ella la banda de música del pueblo malagueño de Álora.
No así fue el Domingo de Ramos de 1991 y un hecho histórico para la hermandad se produjo ese día: la supresión de las ruedas al paso de la Santa Cena. Desde la creación de su cuerpo de costaleros, éste se había ido nutriendo de jóvenes año tras año y ya contaba en 1991 con suficientes para sacar el gran paso de considerable peso para ser llevado a hombros. Este año se consiguió por primera vez después desde su primera salida en 1928; habían pasado 63 años para conseguirlo. Ello crearía otra necesidad: la de tener que llevarlo por todo el itinerario de costado en lugar de frente.
Ese año se estrenó en la comitiva litúrgica del paso de la Santa Cena unos nuevos y artísticos ciriales.
1991. L Aniversario de la hechura de la Virgen de la Victoria
Habían transcurrido cincuenta años desde la realización de la imagen por el escultor Espinosa Cuadros y la hermandad celebró el acontecimiento después de la Semana Santa de 1991, empezando los actos con una muestra polifónica en la iglesia de Santo Domingo los días 28 y 29 de abril con la actuación de los "Niños Cantores" de la Catedral de Guadix, la Coral de la Universidad Lusiada de Lisboa y la Coral de la Ciudad de Granada y otros.
También se presentó un cartel del Aniversario en la Corrala de Santiago por el Padre Iniesta, escolapio, un rosario de la Aurora con la imagen por el barrio del Realejo y otros actos, que culminaron en el mes de septiembre de ese año con un triduo extraordinario dedicado a la imagen, a cuya finalización, se entregaron medallas a los benefactores fallecidos de la hermandad a título póstumo y el nombramiento de mayordomos Mayores Honorarios a la única unidad de Infantería que quedaba en Granada, al Suprimirse la 9ª Región Militar con base en esta ciudad. Fue el Grupo de Operaciones Especiales Santa Fe nº 2. También al Ayuntamiento de Granada y a la Orden Dominicana.
El día 14 de septiembre comenzó un Rosario de la Aurora extraordinario con la imagen de la Virgen de la Victoria en sus andas y palio procesionales que empezó en Santo Domingo con la bendición de una placa en homenaje a los fundadores de la hermandad, D. Miguel García Batlle y su esposa Dª. Eloisa Sánchez- Reina Velasco. Después la procesión continuó hasta la Basílica de San Juan de Dios, donde se celebró una solemne función, cantada por el Coro de la Presentación, ante los restos del Santo de los Pobres, oficiada por el Rector de la misma, Fray Juan José Hernández.
Terminaron los actos en dicha Basílica con una Exaltación a la Virgen de la Victoria realizada por el hermano mayor de la hermandad de la Paciencia, Sr. Pérez Serrabona. Tras estos cultos siguió la Procesión hasta el Barrio del Realejo para llegar al Campo del Príncipe, acompañando representaciones de algunas cofradías de la ciudad, de la provincia y de otras localidades fuera de ella.
Al llegar ante el monumento del Cristo de los Favores, cuya hermandad había levantado un precioso altar, se procedió a celebrar un acto de fe. En la procesión del aniversario la Virgen de la Victoria marchó con el acompañamiento musical de la banda del pueblo sevillano de Salteras.
Otros actos se desarrollaron hasta finalizar el año 1991, y con él, el Aniversario, como exposición de pasos en miniatura, charlas, función fin de Aniversario, asistencia en corporación el día de la Inmaculada al Acuartelamiento de Infantería "Cervantes" a la que se le hizo entrega de un banderín conmemorativo...etc.
El Domingo de Ramos de 1992 se produjo un incidente en la Plaza de las Pasiegas al colocarse numeroso público delante de la tribuna allí instalada, dificultando la visión de las personas abonadas a los palcos. Los incidentes provocaron que la hermandad de la Santa Cena entrara con retraso de horario.
A la Cofradía se le autorizó ese año por la Comisión de Arte y por el Arzobispado a que se portara el paso de la Santa Cena, que por segundo año salía a hombros de costaleros, con una nueva disposición de las imágenes. Desde 1928 se presentaba frontalmente, mostrando una disposición semejante al famoso fresco de Leonardo Da Vinci, y desde 1992 se realizó una nueva distribución, con la imagen de Jesús al fondo y los Apóstoles en los lados costeros de la mesa, con una disposición igual que los pasos de la Santa Cena del resto de Andalucía. Así se evitaba que el conjunto escultórico diera la espalda a un sector del público.
En 1993 es elegido hermano mayor D. Jesús Huertas Martínez, tras el cese de D. Antonio Méndez.
Pregones, presentación de carteles, revistas se harán muy comunes en estos años noventa. En 1994 la cofradía de la Santa Cena organiza el Pregón del Costalero, que será pronunciado ese año por el Sr. García de Viedma.
En 1994, la hermandad estrena cierto número de nuevos hábitos y la Cruz de Guía con sus faroles de acompañamiento, realizados por la orfebrería Mallol de Sevilla que trabajará estos años para la cofradía.
En estos años de final de siglo la estética floral del paso de la Virgen de la Victoria variará drásticamente; los aparatosos ramos de las esquinas se sustituirán por elegantes buquets, normalmente de flor del mismo color. El friso del respiradero irá compacto, pero sin estridencia y con la misma flor que el resto.También, artísticos ramos de cera adornarán las jarritas delanteras y las Marías, junto a la Virgen. La armonía en el adorno del paso primará, dotándolo de elegancia y belleza.
La Virgen saldrá a la estación de penitencia de 1995 con una saya nueva de color blanco bordada en oro realizada por el granadino Domingo Fernández. En la hermandad se había creado un taller de costura que será el encargado de renovar los hábitos de los nazarenos, que cada año se irán estrenando cierto número de los mismos.
Y en 1996, serán los ciriales y el llamador del paso, de orfebrería de Mallol, para el cortejo de la Santa Cena, así como nuevo grupo de dalmáticas para el cortejo litúrgico, que se completarán al siguiente año con la pértiga del pertiguero y varias varas de orfebrería repujada para los cargos de la presidencia, todo ello de la misma orfebrería.
La hermandad había adelantado su horario de salida por estos años noventa a las un horario que oscilaba entre las 5:45 y 6:30 de la tarde; lejos quedaban aquellos antiguos horarios de salida de la hermandad que oscilaban entre las 8:30 y las 10 de la noche. El incremento de nuevas hermandades en el Domingo de Ramos, como la del Cautivo y la de Jesús Despojado en los años ochenta y noventa, haría necesario este ajuste de horario.
Serán estos años de la segunda mitad de los noventa cuando la cofradía, se dedicará a renovar y mejorar sus enseres, sustituyendo los antiguos y conservando los de mayor interés artístico e histórico.
Nueva restauración se produce en 1998, la tercera que se ha realizado, de la imagen de Ntra. Sra. de la Victoria; esta vez por el escultor cordobés Miguel Ángel González Jurado, que le da la impronta que actualmente presenta la Virgen. El escultor policromó de nuevo la imagen y le realizó nuevas manos.
El Estatuto Marco que decreta el arzobispado obliga a la hermandad, para adaptarlas a las nuevas circunstancias, a dotarse de nuevas reglas en 1997, aprobadas el 20 de febrero de ese año y modificadas el 14 de diciembre de 1998.
La Semana Santa de 1998 se presentó lluviosa, aunque el Domingo de Ramos la lluvia hizo acto de presencia a las once de la noche, cuando aún estaban las cofradías en la calle. La hermandad, ya cerca de su barrio, tuvo que acelerar la marcha para refugiarse en Santo Domingo. El pasó de la Santa Cena, mandado por Carlos Inés, iba elegantemente adornado con iris morado, salteado con espigas de trigo. Respecto al paso de la Virgen se le realizan arreglos en el techo y en las bambalinas para recuperar sus antiguas dimensiones.
Ese año se realizó la para la Virgen de la Victoria la marcha procesional "Victoria, Reina de Santo Domingo", composición de B.M. Burguillos.
Serán las casas de hermandad una aspiración de la mayor parte de las cofradías en estos años; algunas las tenían desde hacía tiempo, como la de Santa María de la Alhambra, otras las irán consiguiendo en los años ochenta y noventa del pasado siglo. Anteriormente se reunían los hermanos en las capillicas cofrades, que normalmente solían ser algún establecimiento comercial de algún hermano o, simplemente una cafetería o bar popular.
La Hermandad de la Santa Cena, que desde el fallecimiento del Sr. Gómez Sánchez Reina (1986), contaba con la casa de la calle Puentezuelas, domicilio del mismo, que fue legado a la hermandad, se había tenido que despender de ella a causa del deterioro del inmueble y las deudas que hemos referido en otro lugar. Pero en 1999 conseguirá su nueva casa de hermandad, la que actualmente aún conserva, en la Calle Escutia nº 3, en el mismo barrio del Realejo, entre la calle de Molinos y la de Santiago.
Terminada la restauración de la Virgen, la hermandad acomete la de las imágenes del Misterio de la Santa Cena en el año 2.000, comenzado por las de Jesús y San Juan Evangelista, tras los más de 70 años de su hechura. Será el restaurador Francisco Marín Cruces el que acometió esta restauración recuperando el color de las tallas ennegrecido por los humos y polvo acumulado.
Otro hito importante para todas las cofradías se alcanzó en la Semana Santa de 2000: la entrada en la Catedral Metropolitana de todas las hermandades para realizar estación de penitencia y que hasta ese momento sólo se llegaba ante las puertas de la misma, sin pasar a su interior. Anhelo largamente esperado, tras varios intentos en los últimos setenta años.
Fue, el ahora Cardenal de la Iglesia, D. Antonio Cañizares Llovera, entonces arzobispo de Granada, quién hizo cumplir dicho anhelo, con motivo de celebrarse el Jubileo del nuevo siglo. Por primera vez en sus 74 años de historia la Hermandad de la Santa Cena con sus cofrades y pasos hicieron estación en la Catedral.
Pero este día histórico para las cofradías granadinas se vio empañado el Domingo de Ramos con fuertes aguaceros, que hicieron que la cofradía suspendiera su estación de penitencia a la catedral, sustituyéndose por actos piadosos y levantadas con música de marchas en el interior de Santo Domingo. Tendría que esperar la cofradía al Domingo de Ramos de 2001 para realizar su primera estación de penitencia ante al altar mayor de la Catedral.
La reforma del paso de palio
En lo que a la hermandad se refiere en particular ese año 2000 se comienza a afrontar otro importante proyecto, que se empezará a convertir en realidad en 2001: la reforma del respiradero de talla de la Virgen, que hiciera en los primeros años cuarenta Espinosa Cuadros, y que se encontraba en franco deterioro y con el dorado opaco y desgastado tras casi sesenta años de procesionarse.
Con acertado criterio la hermandad no deshecha la obra del histórico imaginero, sino que la moderniza, combinando la talla de madera dorada en pan de oro (redorada por Antonio Díaz Fernández), con la orfebrería que realizó el taller sevillano de Hermanos Ramos (La Rinconada, Sevilla), del que también son las jarras inspiradas de las antiguas. El proyecto fue diseñado por el granadino L. Ignacio Fernández-Aragón Sánchez, con la colaboración de José M. Rodríguez Quesada. El respiradero del paso de la Virgen de la Victoria era el único en talla de madera dorada que había resistido a los embates del tiempo. Estilo granadino por excelencia, que se extendió a lugares como Málaga; ese estilo, aunque de forma parcial, con este proyecto nuevo había dejado de existir.
La orfebrería venía a enmarcar con frisos con motivos vegetales, la parte de antiguo respiradero de madera que es la zona conservada, añadiendo maniguetas de orfebrería y tres cartelas policromadas, también de orfebrería plateada, en el centro de cada paramento, siendo el central la representación de la Encarnación del ovalo de la fachada de la Catedral de Granada, que realizara el escultor José Risueño. Dichas cartelas van sostenidas por dos querubines de talla, que también aparecen de pie, junto a las columnitas de las capillas de las esquinas. Las otras dos cartelas laterales representan las escenas de la Visitación y del Nacimiento de Jesús.
En 2002, estará realizada la parte frontal y zonas de los laterales y seis de las jarras de entrevarales, inspiradas en las antiguas, pero más pequeñas y más enriquecidas, realizadas en tonalidades plateada y dorada. Entre ellas, van unas jarritas violeteras del mismo diseño.
Ese año de 2002, la hermandad contará con un nuevo hermano mayor y junta directiva, habiéndose elegido para regir la cofradía a Francisco Eduardo Barroso Pérez, que seguirá adelante con los proyectos aprobados.
El Domingo de Ramos de 2003, cuando las cinco cofradías de ese día estaban en la calle comenzó a llover fuertemente. La cofradía de la Santa Cena estaba con el paso de Misterio en la calle de Navas, para entrar en la tribuna; hubo de acelerar el paso y volver por la calle de Ganivet a su iglesia. La Virgen estaba en la de San Matías y tuvo de dar la vuelta para regresar a su templo, habiéndose dividido en dos el cortejo para volver cada parte por donde le resultaba más cercana la iglesia.
En los siguientes años se irá completando el proyecto del paso de palio con el estreno en 2004 de la primera tanda, relativa a las velas en forma de ramos de cera, de la candelería delantera de la Virgen, realizada por los talleres de la Viuda de Villareal.
El año 2006 terminará con una crisis en el gobierno de la hermandad que se solucionará el 5 de noviembre con la elección de nuevo hermano mayor en la persona de Victor D. Hidalgo Romero, que pretende crear un nuevo proyecto de hermandad y limar diferencias. Será vice-hermano mayor Patricio Carmona Luque y un notable número de mujeres, serán ocho, formarán parte de la nueva junta con puestos de gran relevancia, como el de secretaria, que recaerá en Ana Delgado Benito; de albaceas, Matilde Lupiáñez García y María Carmona Luque o camarera mayor, Josefa Amador Pérez...etc.
Víctor D. Hidalgo nombrará capataz general a José Manuel Rodríguez Quesada, anteriormente capataz del paso de palio y que durante algunos años venía, también, vistiendo a la Virgen. En su sustitución, como vestidor de la imagen, se nombró a Esteban Cruz, conocido por su buen hacer en este campo.
También, se nombra a los segundos capataces: para el paso de la Santa Cena a Miguel Ángel Roldán y para el de la Virgen de la Victoria a Antonio Valentín.
Los pasos ya eran portados a costal, dejando las tradicionales trabajaderas para hombro. El movimiento y andar del Misterio en la calle y la trabajosa salida por la puerta de Santo Domingo causaba inenarrable emoción al inmenso gentío que se congregaba a su paso.
La hermandad en esta década de principio del siglo XXI, seguía contratando, principalmente, bandas y agrupaciones musicales de algunos pueblos de Sevilla e, incluso de Ciudad Real, como la de Ntra. Sra. del Pardo, o Jaén, como la municipal de Torredonjimeno, que actuaron en 2007. No obstante en Granada ya existían numerosas y excelentes bandas musicales.
También, la hermandad seguía estrenando tandas de la candelería de la Virgen y restaurando las imágenes del Misterio, que en 2007 se encontraban aún sin restaurar cinco de ellas. Estas últimas no se encargarán al restaurador Francisco Marín Cruces, sino el taller malagueño de Salvo y Navarro que realiza ese año las de Judas Iscariote y San Simón. El proceso de restauración de las imágenes se verá culminado para la Semana Santa de 2008.
Pero Granada no vería en la calle estas nuevas imágenes restauradas, porque un día más invernal que primaveral, con persistente lluvia, hizo suspender la estación de penitencia de la hermandad. Pero los cofrades granadinos se resarcirían de una Semana Santo lluviosa en el mes de mayo, cuando la Virgen de la Misericordia de la cofradía de los Favores fue coronada en la Catedral.
Aunque no salió la cofradía el Domingo de Ramos, se pudo contemplar el paso de la Santa Cena en la calle el día del Corpus de ese año, cuando la hermandad lo procesiona para formar con él uno de los altares de la Procesión del Corpus Christi, que esta vez se montó en la Puerta de San Jerónimo de la Catedral. No era el primer año en que el paso salía el día del Corpus, también lo hizo el anterior de 2006, para colocarlo en la plaza de las Pasiegas en el costero del Palacio de la Curia.
Nuevos candelabros de cola estrenaría la Virgen en la Semana Santa de 2008, esta vez el encargo se realiza a la Orfebrería Maestrante de Sevilla que contarán cada una con doce luces en tulipas. No se llegaron a estrenar por no haberse finalizado por el taller y se haría el estreno en 2009. La obra fue realizada, según diseño del granadino Ignacio Fernández-Aragón, en orfebrería dorada (bases y coronillas) y plateada ( cuerpo, nudos y brazos).
Estos años, el paso de palio de la Virgen de la Victoria, casi totalmente reformado con exquisito gusto, junto con el buen hacer de sus costaleros, va a constituir el centro de la atención de los que seguirán a la cofradía en su estación de penitencia. Será la calle Jesús y María, al regreso de la hermandad, la que marcará uno de los lugares culminantes, donde la bulla delante del palio, llevará prácticamente en volandas la Virgen hasta Santo Domingo.
En 2009, quedará casi culminado el paso de palio con la bella peana de la Virgen, realizada por Orfebrería Maestrante de Sevilla, y la nueva candelería del Taller de la Viuda de Villareal de Sevilla.
Será 2009 una Semana Santa especial para Granada por la celebración el Sábado Santo de la Passio Granatensis, conmemoración del Centenario del Santo Entierro Antológico (1909) raíz de la actual Semana Santa granadina. Todos los pasos de Cristo de las hermandades de penitencia saldría a la calle desde la Catedral, entre ellos el nuevo paso de la Santa Cena.
En 2007, se aprueba otro gran proyecto para la cofradía a realizar en los siguientes años: sustituir el histórico paso del Misterio de la Santa Cena después de más de 65 años procesionándolo. El proyecto se concebía a base de un paso de talla en madera de estilo neo-barroco de rocalla, con canasto y respiradero. En el frontal irá una cartela, réplica de la custodia del Corpus de Granada sostenida por dos ángeles y la futura orfebrería a realizará en Fuengirola el taller de Cristóbal Angulo.
El nuevo paso tiene 5,20 m. de largo y 2,35 m. de ancho y la altura de la canastilla es de 1,85 m. Siendo la terminación en caoba con candelabros y candelabros de guardabrisas en caoba y dorado.
El encargo de la talla del nuevo paso se haría al taller sevillano de Francisco Pineda, que no lo terminará, por las razones que se dirán más adelante.
Será el Domingo de Ramos de 2009, cuando se estrene el nuevo paso en una primera fase del canasto (ebanistería y labrado del frontal). Ese año salió dos veces el Misterio: ese día y el Sábado Santo, con motivo de la Passio Granatensis y los ángeles de talla los realizaría el granadino, Ángel Asenjo Fenoy.
En el cabildo de otoño de 2009 la hermandad decide cambiar las túnicas de los nazarenos para la Semana Santa de 2010, en sólo 50 hábitos en una primera fase. Las túnicas y capillo serán de sarga color rojo y botón blanco; el capillo con caídas semicirculares y escudo sacramental en el pecho y las capas de loneta blanca con el escudo de la cofradía en el hombro izquierdo. El cartón del capirote será de 70 cm.
Pero un nuevo acontecimiento afectará de forma positiva a la Semana Santa de Granada ese año (2011): la nueva carrera oficial para el paso de las hermandades. Después de múltiples experimentos a lo largo de setenta años la Real Federación decide un itinerario oficial que puede ser el definitivo, al menos durante muchos años. El inicio será la plaza de Mariana Pineda, esquina a Ángel Ganivet, donde se instala el palquillo de las horas y confluencia de las calles Cuesta del Progreso, San Matías y Campillo Bajo, por donde entran las hermandades. Palcos y tribuna a lo largo de Ganivet y Puerta Real, para continuar por Recogidas y Alhóndiga, donde también se instalan palcos en ésta última y subir a la Catedral por Jáudenes y Pescadería a plaza de las Pasiegas.
La Virgen estrenó ese año 1958 una nueva corona realizada por el orfebre granadino Antonio Vílchez bendecida en solemne función religiosa y con el padrinazgo la señorita García Valiño, familiar del Alto Comisario en Marruecos, y del General Barroso Sánchez-Guerra, esta vez como ministro del Ejército, le ofreció un ramo de flores a la Virgen.
Volvió a asistir a la estación ese año el alcalde, Sr. Sola, y la representación del General Franco la ostentó el Gobernador Civil, Sr. Summers e Ysern, asistiendo, también, como era habitual, varios jefes del Ejército. Cerraba la procesión, tras las señoras de mantilla la banda de Infantería "Córdoba 10" y de cornetas y tambores de Regulares con banderín. Con el paso de la Santa Cena fue la Banda de cornetas y tambores de Ingenieros del Ejército.
1958. |
Eran años en los que las bandas de los distintos cuerpos del Ejército, Policía y Guardia Civil asistían con sus magníficas bandas de música a las procesiones de la Semana Santa. Solía abrir la procesión una pequeña banda de cornetas y tambores propia de la hermandad que iban tocando con su hábito, que también solía prestarla a la cofradía de la Humildad.
Como curiosidad, el pan que se utilizaba en la Santa Cena era auténtico y elaborado por un panadero hermano, que se le nombró mayordomo honorario. Al final de la procesión se repartía entre los hermanos.
En 1958, abrió la procesión la banda de cornetas y tambores de la Guardia Civil y la de la hermandad fue detrás del paso de la Santa Cena. En esos años el director espiritual de la hermandad era el popular Padre Crespo, de enorme estatura y singular afabilidad y la hermandad sacaba con hábito más de 200 cofrades y 50 mantillas. Aún en ese año no se había terminado de completar el bordado del manto de la Virgen.
En el Corpus de 1958 la hermandad montó un altar en la Puerta de San Jerónimo de la Catedral con la imagen de Jesús y San Juan, adornado con las bambalinas modernas y antiguas del paso de la Virgen, así como, con su frontal, estando presente el estandarte de la cofradía. Por dicho altar se ganó el primer premio que consistía en la suma de 2.500.-Ptas., cantidad nada despreciable para aquella época.
1958. Altar de la hermandad en la procesión del Corpus |
1959. La Cofradía a su paso por la calle de Ángel Ganivet |
Una larga crisis en las cofradías, que ya se apuntaba en los años cincuenta, se evidenciará en la década de los sesenta. Los nuevos comportamientos de la sociedad española variaban sensiblemente; habían pasado veinte años del final de la Guerra Civil y la reconstrucción del país se evidenciaba con el acceso, principalmente de las clases medias, a determinadas mejorías con el llamado desarrollo económico. Los hábitos estaban cambiando y muchas familias empezaban a contar con automóvil, televisión y vivienda propia.
Llegada la Semana Santa, parte de esa clase media no se quedaba en la ciudad, viajaba a las costas y otros lugares y, en resumen, esos días buscaba el asueto en otras cuestiones distintas que el presenciar procesiones en las ciudades.
El Domingo de Ramos de los años sesenta no será ya el día de dos cofradías ( Entrada en Jerusalén y Santa Cena), en 1961 se verá incrementado, en principio, con la hermandad de la Sentencia y una nueva hermandad, la de la Paciencia, se agregará a nómina de hermandades; sería la última de la segunda ola fundacional de cofradías. Ese año se instala una tribuna metálica por vez primera y se acotaron los abonos de los palcos (29).
Estos primeros años de los sesenta la hermandad seguirá la tónica de los últimos años en sus salidas procesionales. La hermandad mantendrá como hora de inicio de su estación de penitencia las ocho de la tarde y los Regulares no asistirán ya todos los años al desfile de la hermandad, aunque sí otras agrupaciones de Infantería.
En 1962, como novedad de la procesión fue la participación detrás del paso de la Santa Cena la banda de cornetas y tambores de la hermandad del Santo Entierro de Guadix, formada por quince componentes vestidos de soldados romanos. Al llegar a la tribuna la Virgen de la Victoria, este grupo accitano entonó saetas musicales con cornetín y tambores.
1963 |
Por estos años, se apreciaba la inasistencia a la procesión de la Infantería de Regulares, con sus gastadores, escoltas y bandas de música, que daban tanta "vistosidad" su desfile procesional. Quizás el coste del desplazamiento de estos militares determinó su ausencia y la cofradía no estaba en condiciones de afrontar dicha carga económica. En algo suplía la hermandad esta falta con la banda de cornetas y tambores propia ,vestidos con el hábito de la cofradía que se situaba a la cabecera, abriendo la comitiva.
1969. Banda de cornetas y tambores de la hermandad con hábito |
No obstante, no faltaban los militares de dicho cuerpo de Infantería con sede en la IX Región con sede en Granada. En 1963, la presencia de los Regulares se limitó a un soldado con tambor. La Virgen, no obstante, llevaba condecoraciones regaladas por los mandos militares en su pecherín, como la cruz de 1899 que perteneció al General Martín Cerezo heroico defensor de Baler, en Filipinas.
Ese año de 1963 hubo otro intento, el cuarto, de las cofradías de entrar en la Catedral para hacer estación. Parece ser que se le dieron por el cabildo catedralicio ciertas esperanzas de conseguirlo, pero, finalmente, se rechazó la solicitud. El hermano mayor de la hermandad, Sr. Gómez Sánchez-Reina, entonces tesorero de la Federación, propuso hacer un altar en la Gran Vía, detrás de la Sacristía de la Catedral, para que allí se hiciera estación por las hermandades, pero a idea no se llevó a la práctica (31).
La cofradía en este tiempo accedía a la carrera oficial, que terminaba en al Banco de España, por las calles de Jesús y María, San Matías y Navas y regresaba por Capuchinas Mesones, Ganivet y Cuesta del Progreso.
Antes de salir la procesión de 1964 se le impuso a Dª. Adelaida Segura Guijarro, esposa del Capitán General de la Región, Sr. Robles Pazos, la medalla de oro de la Virgen de la Victoria, como camarera mayor de la misma. Se la ofreció el hermano mayor, Sr. Gómez Sánchez-Reina, y se la impuso el dominico, párroco y consiliario de la hermandad, Padre Crespo.
La hermandad aparecía en esta época escasa de renovación y ello se apreciaba en la ausencia de proyectos importantes y en la permanencia del Sr. Gómez Sánchez Reina, casi como hermano mayor vitalicio de la cofradía. De este fenómeno no van a ser ajenas muchas de nuestras cofradías en la década de los años sesenta y setenta.
En el año 1965, quedó concluido el total bordado del paso de palio que duró más de quince años para su total conclusión, dadas las escasas posibilidades económicas de la hermandad. La ausencia de una junta rectora con verdadero impulso para allegar los medios necesarios, aunque, por otra parte, no eran aquellos tiempos los más idóneos ni los más fáciles para ello.
1965 |
Sin embargo, aunque los principales mandos de la Infantería española estaban ausentes en la procesión, no lo estaban las altas autoridades provinciales y locales (gobernadores civiles y militares, Capitán General de la Región, Alcalde en su representación del Jefe de Estado...etc).
La tormenta que se desarrolló a la hora de salir las procesiones el Domingo de Ramos, día 22 de marzo de 1970, hizo que se suspendieran las tres procesiones de ese día. La de la Sentencia dejó el paso de María Santísima de las Maravillas expuesto durante todo el Lunes Santo.
Victoria 1975 |
El mismo mal tiempo se presentó en 1971, aunque hicieron sus salidas las cofradías de la Entrada en Jerusalén y la de la Santa Cena, no así la Sentencia por el aguacero que en el momento de salir caía sobre la ciudad. La Santa Cena, no obstante, siguió su itinerario, aunque quedó la comitiva bastante deslucida.
La lluvia de estos años, unida a la escasez de medios económicos, harían agudizar la crisis en las cofradías; los palcos de la tribuna se verían con escasa asistencia.
En la Federación de Cofradías que había obtenido el título de Real en 1970, nombrando a los Príncipes de Asturias, D. Juan Carlos y Dª Sofía, Presidentes de Honor de la ya Real Federación. D. Eladio Lapresa, quince años presidente del organismo presenta su dimisión en 1970, sucediéndole D. Francisco Cifuentes Morcillo, hermano mayor de la Oración en el Huerto, que apenas si lo ostenta dos años, pues en 1972 e elige a D. Arturo Gómez Sánchez-Reina, hermano mayor de la Humildad, que también dimite en 1973, pasando a ser elegido en 1973 su hermano, D. José Gómez Sánchez-Reina, hermano mayor de la hermandad de la Santa Cena, que sólo estaría dos años, hasta 1975.
Santa Cena por tribuna 1975 |
Igual de convulsos que en la Real Federación, estaban los tiempos en el seno de las cofradías; algunas, aunque pocas, no salieron y muchas de las que lo hicieron, estaban de notoria decadencia; salían algunas con un sólo paso algún año, como la de las Maravillas o Favores; otras, como la de los Ferroviarios desapareció en estos años y las de los Escolapios lo hizo poco después.
La hermandad de la Santa Cena, pese a sus enormes dificultades salió en estos años setenta con sus dos pasos; y como hemos referido en 1973 a 1975 dio a la Real Federación un segundo presidente de esta hermandad, D. José Gómez Sánchez-Reina, que también lo había sido desde 1952 a 1955.
El momento más álgido de la crisis se produjo en 1975 en el que sólo trece cofradías decidieron salir a realizar sus estaciones de penitencia, entre ellas, ésta de la Santa Cena; Granada vio mermada drásticamente su Semana Santa en la calle. A todo la compleja gama de dificultades se sumaba el problema con los costaleros llamados profesionales que, además de no portar los pasos en condiciones de estética adecuada, no era rara la ocasión en la que durante el trascurso de la estación de penitencia amenazaban con dejar los pasos en la calle si no se les subían los honorarios pactados.
San Mateo |
Por estos años, la hermandad de la Santa Cena contrataba a la cuadrilla de los Sánchez Herrera (Jaime y Miguel) y su padre, Miguel Sánchez Quesada (32), que no obstante, decían, que venían manteniendo los precios del contrato, sin aumentarlos. Parece que no era del todo cierto, pues en 1975 a la hermandad de la Aurora se le subió de 500 a 1.000.-Ptas. por costalero, justificando el aumento por la hora y lo peligroso del itinerario por el Albaicín a altas horas de la noche.
De todas formas, en la hermandad de la Santa Cena el problema con los costaleros se paliaba sensiblemente al no tener que utilizarlos nada más que en el paso de palio, pues el de la Santa Cena siempre había sido siempre portado por un carro de ballesta con ruedas.
Este año de 1975, la única cofradía que hizo estación el Domingo de Ramos fue la de la Santa Cena; la Entrada en Jerusalén y la Sentencia no pudieron salir por las dificultades expresadas. La hermandad lo hizo como de costumbre en esos años, sin notarse en la misma estreno alguno y muy mermada la asistencia de representaciones militares, aunque sí la del Jefe del Estado en la persona del Alcalde de la ciudad. Sería el último año porque en noviembre de 1975 falleció el General Franco y accedieron al trono de España los reyes D. Juan Carlos y Dª. Sofía.
Victoria 1982 |
1976- 1982. Los años de superación de la crisis
Los problemas de los largos años anteriores se comenzarán a superar a partir de 1976. Ese año era presidente de la Real Federación D. Francisco Gómez Montalvo, hermano mayor y fundador de la Cofradía de Jesús de la Paciencia y María Stma. de las Penas, que toma el relevo al Sr. Gómez Sánchez-Reina, hermano mayor de la Santa Cena.
El Domingo de Ramos de ese año salieron las tres cofradías programadas. La prensa, salvo unas escuetas referencias, no se mostraba muy proclive a especificar con detalle las características de las comitivas procesionales, cosa que variará sensiblemente a partir de los años ochenta.
En 1978, la Hermandad de la Santa Cena pasa a ser la última del día en desfilar por el itinerario oficial, detrás de la Sentencia que en años anteriores lo hacía en último lugar. Ese año, las condiciones políticas del advenimiento de la democracia, determinarían una creciente dificultad para que las bandas militares participaran en las procesiones, que tanto esplendor le habían dada en el pasado, especialmente a esta de la Santa Cena con los distintos cuerpos de la Infantería española.
Otras novedades presentó ese año de 1978, como la variación sensible de los itinerarios al acceder las hermandades a la Plaza de las Pasiegas, desde la de Bibrambla y la Pescadería, para hacer estación ante las puertas de la Catedral, sin entrar aún en ella.
Concretamente, la hermandad presentó la novedad de prescindir de la cuadrilla de costaleros profesionales para contratar otra de Utrera (Sevilla) para portar el paso de palio de la Victoria. Alguna hermandad había ofrecido hasta 3.000.-Ptas. por costalero para que la cuadrilla sacara sus pasos, pero fue la cofradía de la Santa Cena, quién finalmente la contrató.
La Semana Santa en su aspecto procesional empezaba a adquirir otros aires, progresivamente diferentes que los que la había caracterizado en años precedentes.
También 1978 constituirá el punto de arranque, con la fundación de la Hermandad de María Stma. de la Concepción, la Concha, para el inicio de la llamada tercera ola fundacional de cofradías granadinas, que incrementó su nómina con doce nuevas hermandades en los siguientes años.
La carrera oficial en 1979, iría desde la Plaza del Carmen hacia la Calle de Mesones, para acceder a las puertas de la Catedral. Eran años de nuevos ensayos del itinerario oficial, por haber suprimido la Calle Reyes Católicos hacia la Gran Vía, por la baja temperatura y viento que suponía este itinerario que coincide con el curso, aunque subterráneo, del Río Darro.
Sin embargo, el mal tiempo que se presentó el Domingo de Ramos de 1979, hizo que la hermandad de la Entrada en Jerusalén volviera a San Andrés desde la Plaza del Carmen y la Sentencia se volviera a San Pedro desde la Carrera del Darro. La Santa Cena sí realizó todo su itinerario, aunque deslucida la procesión por la lluvia.
Este movimiento costalero se va a producir en toda Andalucía. En Granada se inicia con la nueva hermandad de penitencia de la Concepción y lo seguirán inmediatamente o simultáneamente otras.
Sí pudieron sacar a la Virgen sus propios costaleros mandados por Antonio Méndez en 1980 con la colaboración de Carlos Segura, Juan M. Rodríguez Quesada y Antonio Cappa, a lo que colaboró un tiempo espléndido y fueron muy felicitados por el mundillo cofrade.
Importante aportación fue la de los costaleros de Ntra. Sra. de la Victoria a la recuperación en 1981 de la hermandad de los Ferroviarios, que salió ese año después de más de diez sin hacerlo. Los pasos fueron llevados por dichos costaleros desde el Colegio de la Siervas del Evangelio en la Calle Obispo Hurtado.
San Felipe |
El pregón oficial de la Semana Santa de 1982 lo pronunció el tantos años hermano mayor de la hermandad, D. José Gómez Sánchez Reina y al que al año siguiente se le impuso la medalla de oro de la Federación de Cofradías, uno de los pocos ex-presidentes de organismo que aún vivían. El Sr. Gómez Sánchez-Reina, que fallecería en 1986, había sido fundador de la hermandad y hermano mayor durante el dilatado tiempo de cuarenta y dos años y en el que, prácticamente, sólo tuvo la cofradía dos hermanos mayores: García Batlle y él. De Gómez Sánchez-Reina fue la idea de poner un dosel en la tribuna sobre el palco de las autoridades, cosa que se llevó a efecto en 1966.
Ese año el Sr. Gómez Sánchez-Reina comunicó que entre los documentos de su tío político, el SR. García Batlle, había encontrado una partitura antigua de una marcha dedicada por el célebre y granadino Maestro Alonso dedicada a la Santa Cena, que la cedió a la cofradía para que se le hiciesen los arreglos oportunos y ser estrenada en la Semana Santa de 1984. No sabemos si verdaderamente llegó a estrenarse.
A partir de estos años la hermandad comienza a renovar muchos de los enseres con que contaban y, así, en 1983 y 1984 la Virgen estrena nueva candelería del taller albaicinero de "Judex" y grandes candelabros de cola del taller lucentino de Angulo. También, el óvalo del palio con una pintura al óleo de la Inmaculada Concepción. Era la tónica general de la mayor parte de las hermandades que empezaban a renovar sus enseres y a añadir nuevas insignias.
1984. Estreno de nuevos de candelabros de cola |
En 1985, se produjo en el mes de junio de dicho año, el hermanamiento entre las hermandades de la Victoria de Granada y de Huelva, acudiendo ésta en corporación a Granada para celebrar conjuntamente diversos actos, entre ellos: una ofrenda floral a la Virgen de las Angustias, Patrona de la ciudad; una exaltación a la Virgen de la Victoria; función solemne en Santo Domingo con la coral "Ciudad de Granada"; concierto por la Agrupación Musical Virgen de la Cabeza de Churriana de la Vega, que estos años solía acompañar a la Virgen en la estación de penitencia, y comida de hermandad (33). Ese año se estrenarían varas del estandarte y del hermano mayor.
Después de 46 años de la realización de la imagen de la Virgen, en 1986 se procede a su restauración por el escultor granadino Antonio Barbero Gor, muy activo en esos años.
Hasta 1987, por las ajustadas dimensiones de la puerta de la iglesia de Santo Domingo, había que bajar los varales del palio para subirlos una vez que el paso había franqueado el umbral de la puerta: ello suponía un esfuerzo y pérdida de tiempo, al inicio y al final de la procesión, que se subsanó en la salida de 1987, cuando sus costaleros sacaron y entraron el paso de rodillas.
Ese año la cofradía volvió a traer una banda de música foránea para el paso de la Victoria del pueblo sevillano de Carrión de los Céspedes. Aunque en Granada existían bandas suficientes, no se había llegado a la completa especialización en marchas, abundancia y calidad con que hoy se nos presentan en Granada y su provincia.
Victoria 1986 |
La Virgen de la Victoria tras la restauración de Barbero Gor |
1988, tuvo una importante novedad para la cofradía; y fue acabar con la tradicional banda de cornetas y tambores (recordemos que la hermandad tenía una propia con túnica). En Granada, tradicionalmente, abrían las procesiones de casi todas las hermandades una banda de esas características. La hermandad de Jesús Nazareno, desde su primera estación en 1982 no contaba con ella, poco a poco se imitaría por las restantes cofradías y la de la Santa Cena lo adoptó en 1988.
Volvió ese año la banda de Carrión de los Céspedes, eran los años de contratación de bandas de música sevillanas. A la salida de la Virgen de la Victoria entonó la marcha "Amarguras" en homenaje al recientemente fallecido hermano mayor de la hermandad de la Oración en el Huerto, Sr. Maciá.
La hermandad de la Santa Cena, se encontraba en un proceso de estabilización, después de la muerte del Sr. Gómez Sánchez Reina, cuyo largo mandato y su desaparición había causado un verdadero trauma en la sucesión en la hermandad. Había dejado a la cofradía la propiedad de una casa en la céntrica Calle de Puentezuelas, para ayudar a su desarrollo futuro. Parece que, finalmente, la sucesión recayó en el que era capataz general, D. Antonio Méndez.
San Pedro |
No así fue el Domingo de Ramos de 1991 y un hecho histórico para la hermandad se produjo ese día: la supresión de las ruedas al paso de la Santa Cena. Desde la creación de su cuerpo de costaleros, éste se había ido nutriendo de jóvenes año tras año y ya contaba en 1991 con suficientes para sacar el gran paso de considerable peso para ser llevado a hombros. Este año se consiguió por primera vez después desde su primera salida en 1928; habían pasado 63 años para conseguirlo. Ello crearía otra necesidad: la de tener que llevarlo por todo el itinerario de costado en lugar de frente.
Ese año se estrenó en la comitiva litúrgica del paso de la Santa Cena unos nuevos y artísticos ciriales.
1991. Ante el Colegio de San Bartolomé |
1991. L Aniversario de la hechura de la Virgen de la Victoria
Habían transcurrido cincuenta años desde la realización de la imagen por el escultor Espinosa Cuadros y la hermandad celebró el acontecimiento después de la Semana Santa de 1991, empezando los actos con una muestra polifónica en la iglesia de Santo Domingo los días 28 y 29 de abril con la actuación de los "Niños Cantores" de la Catedral de Guadix, la Coral de la Universidad Lusiada de Lisboa y la Coral de la Ciudad de Granada y otros.
También se presentó un cartel del Aniversario en la Corrala de Santiago por el Padre Iniesta, escolapio, un rosario de la Aurora con la imagen por el barrio del Realejo y otros actos, que culminaron en el mes de septiembre de ese año con un triduo extraordinario dedicado a la imagen, a cuya finalización, se entregaron medallas a los benefactores fallecidos de la hermandad a título póstumo y el nombramiento de mayordomos Mayores Honorarios a la única unidad de Infantería que quedaba en Granada, al Suprimirse la 9ª Región Militar con base en esta ciudad. Fue el Grupo de Operaciones Especiales Santa Fe nº 2. También al Ayuntamiento de Granada y a la Orden Dominicana.
El día 14 de septiembre comenzó un Rosario de la Aurora extraordinario con la imagen de la Virgen de la Victoria en sus andas y palio procesionales que empezó en Santo Domingo con la bendición de una placa en homenaje a los fundadores de la hermandad, D. Miguel García Batlle y su esposa Dª. Eloisa Sánchez- Reina Velasco. Después la procesión continuó hasta la Basílica de San Juan de Dios, donde se celebró una solemne función, cantada por el Coro de la Presentación, ante los restos del Santo de los Pobres, oficiada por el Rector de la misma, Fray Juan José Hernández.
1991. Entrando en San Juan de Dios |
Terminaron los actos en dicha Basílica con una Exaltación a la Virgen de la Victoria realizada por el hermano mayor de la hermandad de la Paciencia, Sr. Pérez Serrabona. Tras estos cultos siguió la Procesión hasta el Barrio del Realejo para llegar al Campo del Príncipe, acompañando representaciones de algunas cofradías de la ciudad, de la provincia y de otras localidades fuera de ella.
Al llegar ante el monumento del Cristo de los Favores, cuya hermandad había levantado un precioso altar, se procedió a celebrar un acto de fe. En la procesión del aniversario la Virgen de la Victoria marchó con el acompañamiento musical de la banda del pueblo sevillano de Salteras.
Victoria en la Basílica de San Juan de Dios |
Otros actos se desarrollaron hasta finalizar el año 1991, y con él, el Aniversario, como exposición de pasos en miniatura, charlas, función fin de Aniversario, asistencia en corporación el día de la Inmaculada al Acuartelamiento de Infantería "Cervantes" a la que se le hizo entrega de un banderín conmemorativo...etc.
1991. Participa la hermandad hermana de Huelva |
El Domingo de Ramos de 1992 se produjo un incidente en la Plaza de las Pasiegas al colocarse numeroso público delante de la tribuna allí instalada, dificultando la visión de las personas abonadas a los palcos. Los incidentes provocaron que la hermandad de la Santa Cena entrara con retraso de horario.
A la Cofradía se le autorizó ese año por la Comisión de Arte y por el Arzobispado a que se portara el paso de la Santa Cena, que por segundo año salía a hombros de costaleros, con una nueva disposición de las imágenes. Desde 1928 se presentaba frontalmente, mostrando una disposición semejante al famoso fresco de Leonardo Da Vinci, y desde 1992 se realizó una nueva distribución, con la imagen de Jesús al fondo y los Apóstoles en los lados costeros de la mesa, con una disposición igual que los pasos de la Santa Cena del resto de Andalucía. Así se evitaba que el conjunto escultórico diera la espalda a un sector del público.
En 1993 es elegido hermano mayor D. Jesús Huertas Martínez, tras el cese de D. Antonio Méndez.
Pregones, presentación de carteles, revistas se harán muy comunes en estos años noventa. En 1994 la cofradía de la Santa Cena organiza el Pregón del Costalero, que será pronunciado ese año por el Sr. García de Viedma.
En 1994, la hermandad estrena cierto número de nuevos hábitos y la Cruz de Guía con sus faroles de acompañamiento, realizados por la orfebrería Mallol de Sevilla que trabajará estos años para la cofradía.
En Granada se habían creado varias bandas de música y agrupaciones musicales a raíz de la carencia de las extraordinarias bandas militares que en el pasado habían dado tanto esplendor a los llamados desfiles procesionales. La hermandad llevó ese año (1994) la banda granadina de Santa María del Triunfo con el paso de la Cena, que lo acompañará en los siguientes años, y la municipal de Otura con la Virgen, mandados los pasos por los capataces Antonio Sánchez, Carlos Inés y Juan M. Rodríguez Quesada, este había sido segundo capataz con Antonio Méndez y desde 1995 será el del paso de palio. Por su parte, José Carlos Inés Pleguezuelos mandará al paso de Misterio hasta el año 2006.
1996. La Virgen con iris blancos y ramos de cera |
En estos años de final de siglo la estética floral del paso de la Virgen de la Victoria variará drásticamente; los aparatosos ramos de las esquinas se sustituirán por elegantes buquets, normalmente de flor del mismo color. El friso del respiradero irá compacto, pero sin estridencia y con la misma flor que el resto.También, artísticos ramos de cera adornarán las jarritas delanteras y las Marías, junto a la Virgen. La armonía en el adorno del paso primará, dotándolo de elegancia y belleza.
La Virgen saldrá a la estación de penitencia de 1995 con una saya nueva de color blanco bordada en oro realizada por el granadino Domingo Fernández. En la hermandad se había creado un taller de costura que será el encargado de renovar los hábitos de los nazarenos, que cada año se irán estrenando cierto número de los mismos.
Y en 1996, serán los ciriales y el llamador del paso, de orfebrería de Mallol, para el cortejo de la Santa Cena, así como nuevo grupo de dalmáticas para el cortejo litúrgico, que se completarán al siguiente año con la pértiga del pertiguero y varias varas de orfebrería repujada para los cargos de la presidencia, todo ello de la misma orfebrería.
La hermandad había adelantado su horario de salida por estos años noventa a las un horario que oscilaba entre las 5:45 y 6:30 de la tarde; lejos quedaban aquellos antiguos horarios de salida de la hermandad que oscilaban entre las 8:30 y las 10 de la noche. El incremento de nuevas hermandades en el Domingo de Ramos, como la del Cautivo y la de Jesús Despojado en los años ochenta y noventa, haría necesario este ajuste de horario.
Nueva disposición de las imágenes en el paso |
Serán estos años de la segunda mitad de los noventa cuando la cofradía, se dedicará a renovar y mejorar sus enseres, sustituyendo los antiguos y conservando los de mayor interés artístico e histórico.
Nueva restauración se produce en 1998, la tercera que se ha realizado, de la imagen de Ntra. Sra. de la Victoria; esta vez por el escultor cordobés Miguel Ángel González Jurado, que le da la impronta que actualmente presenta la Virgen. El escultor policromó de nuevo la imagen y le realizó nuevas manos.
Restaurada por Miguel Ángel González Jurado |
El Estatuto Marco que decreta el arzobispado obliga a la hermandad, para adaptarlas a las nuevas circunstancias, a dotarse de nuevas reglas en 1997, aprobadas el 20 de febrero de ese año y modificadas el 14 de diciembre de 1998.
La Semana Santa de 1998 se presentó lluviosa, aunque el Domingo de Ramos la lluvia hizo acto de presencia a las once de la noche, cuando aún estaban las cofradías en la calle. La hermandad, ya cerca de su barrio, tuvo que acelerar la marcha para refugiarse en Santo Domingo. El pasó de la Santa Cena, mandado por Carlos Inés, iba elegantemente adornado con iris morado, salteado con espigas de trigo. Respecto al paso de la Virgen se le realizan arreglos en el techo y en las bambalinas para recuperar sus antiguas dimensiones.
Ese año se realizó la para la Virgen de la Victoria la marcha procesional "Victoria, Reina de Santo Domingo", composición de B.M. Burguillos.
Serán las casas de hermandad una aspiración de la mayor parte de las cofradías en estos años; algunas las tenían desde hacía tiempo, como la de Santa María de la Alhambra, otras las irán consiguiendo en los años ochenta y noventa del pasado siglo. Anteriormente se reunían los hermanos en las capillicas cofrades, que normalmente solían ser algún establecimiento comercial de algún hermano o, simplemente una cafetería o bar popular.
Restaurada por González Jurado |
La Hermandad de la Santa Cena, que desde el fallecimiento del Sr. Gómez Sánchez Reina (1986), contaba con la casa de la calle Puentezuelas, domicilio del mismo, que fue legado a la hermandad, se había tenido que despender de ella a causa del deterioro del inmueble y las deudas que hemos referido en otro lugar. Pero en 1999 conseguirá su nueva casa de hermandad, la que actualmente aún conserva, en la Calle Escutia nº 3, en el mismo barrio del Realejo, entre la calle de Molinos y la de Santiago.
Terminada la restauración de la Virgen, la hermandad acomete la de las imágenes del Misterio de la Santa Cena en el año 2.000, comenzado por las de Jesús y San Juan Evangelista, tras los más de 70 años de su hechura. Será el restaurador Francisco Marín Cruces el que acometió esta restauración recuperando el color de las tallas ennegrecido por los humos y polvo acumulado.
Jesús y San Juan restaurados por Marín Cruces |
El Siglo XXI. Nuevo esplendor de la Real Cofradía
Otro hito importante para todas las cofradías se alcanzó en la Semana Santa de 2000: la entrada en la Catedral Metropolitana de todas las hermandades para realizar estación de penitencia y que hasta ese momento sólo se llegaba ante las puertas de la misma, sin pasar a su interior. Anhelo largamente esperado, tras varios intentos en los últimos setenta años.
Fue, el ahora Cardenal de la Iglesia, D. Antonio Cañizares Llovera, entonces arzobispo de Granada, quién hizo cumplir dicho anhelo, con motivo de celebrarse el Jubileo del nuevo siglo. Por primera vez en sus 74 años de historia la Hermandad de la Santa Cena con sus cofrades y pasos hicieron estación en la Catedral.
Pero este día histórico para las cofradías granadinas se vio empañado el Domingo de Ramos con fuertes aguaceros, que hicieron que la cofradía suspendiera su estación de penitencia a la catedral, sustituyéndose por actos piadosos y levantadas con música de marchas en el interior de Santo Domingo. Tendría que esperar la cofradía al Domingo de Ramos de 2001 para realizar su primera estación de penitencia ante al altar mayor de la Catedral.
La reforma del paso de palio
En lo que a la hermandad se refiere en particular ese año 2000 se comienza a afrontar otro importante proyecto, que se empezará a convertir en realidad en 2001: la reforma del respiradero de talla de la Virgen, que hiciera en los primeros años cuarenta Espinosa Cuadros, y que se encontraba en franco deterioro y con el dorado opaco y desgastado tras casi sesenta años de procesionarse.
Con acertado criterio la hermandad no deshecha la obra del histórico imaginero, sino que la moderniza, combinando la talla de madera dorada en pan de oro (redorada por Antonio Díaz Fernández), con la orfebrería que realizó el taller sevillano de Hermanos Ramos (La Rinconada, Sevilla), del que también son las jarras inspiradas de las antiguas. El proyecto fue diseñado por el granadino L. Ignacio Fernández-Aragón Sánchez, con la colaboración de José M. Rodríguez Quesada. El respiradero del paso de la Virgen de la Victoria era el único en talla de madera dorada que había resistido a los embates del tiempo. Estilo granadino por excelencia, que se extendió a lugares como Málaga; ese estilo, aunque de forma parcial, con este proyecto nuevo había dejado de existir.
Añadir leyenda |
La Virgen de la Victoria en la Catedral |
En 2002, estará realizada la parte frontal y zonas de los laterales y seis de las jarras de entrevarales, inspiradas en las antiguas, pero más pequeñas y más enriquecidas, realizadas en tonalidades plateada y dorada. Entre ellas, van unas jarritas violeteras del mismo diseño.
Una de las cartelas del nuevo respiradero |
Ese año de 2002, la hermandad contará con un nuevo hermano mayor y junta directiva, habiéndose elegido para regir la cofradía a Francisco Eduardo Barroso Pérez, que seguirá adelante con los proyectos aprobados.
El Domingo de Ramos de 2003, cuando las cinco cofradías de ese día estaban en la calle comenzó a llover fuertemente. La cofradía de la Santa Cena estaba con el paso de Misterio en la calle de Navas, para entrar en la tribuna; hubo de acelerar el paso y volver por la calle de Ganivet a su iglesia. La Virgen estaba en la de San Matías y tuvo de dar la vuelta para regresar a su templo, habiéndose dividido en dos el cortejo para volver cada parte por donde le resultaba más cercana la iglesia.
En los siguientes años se irá completando el proyecto del paso de palio con el estreno en 2004 de la primera tanda, relativa a las velas en forma de ramos de cera, de la candelería delantera de la Virgen, realizada por los talleres de la Viuda de Villareal.
El año 2006 terminará con una crisis en el gobierno de la hermandad que se solucionará el 5 de noviembre con la elección de nuevo hermano mayor en la persona de Victor D. Hidalgo Romero, que pretende crear un nuevo proyecto de hermandad y limar diferencias. Será vice-hermano mayor Patricio Carmona Luque y un notable número de mujeres, serán ocho, formarán parte de la nueva junta con puestos de gran relevancia, como el de secretaria, que recaerá en Ana Delgado Benito; de albaceas, Matilde Lupiáñez García y María Carmona Luque o camarera mayor, Josefa Amador Pérez...etc.
Víctor D. Hidalgo nombrará capataz general a José Manuel Rodríguez Quesada, anteriormente capataz del paso de palio y que durante algunos años venía, también, vistiendo a la Virgen. En su sustitución, como vestidor de la imagen, se nombró a Esteban Cruz, conocido por su buen hacer en este campo.
También, se nombra a los segundos capataces: para el paso de la Santa Cena a Miguel Ángel Roldán y para el de la Virgen de la Victoria a Antonio Valentín.
San Simón |
La hermandad en esta década de principio del siglo XXI, seguía contratando, principalmente, bandas y agrupaciones musicales de algunos pueblos de Sevilla e, incluso de Ciudad Real, como la de Ntra. Sra. del Pardo, o Jaén, como la municipal de Torredonjimeno, que actuaron en 2007. No obstante en Granada ya existían numerosas y excelentes bandas musicales.
Cultos 2007 |
También, la hermandad seguía estrenando tandas de la candelería de la Virgen y restaurando las imágenes del Misterio, que en 2007 se encontraban aún sin restaurar cinco de ellas. Estas últimas no se encargarán al restaurador Francisco Marín Cruces, sino el taller malagueño de Salvo y Navarro que realiza ese año las de Judas Iscariote y San Simón. El proceso de restauración de las imágenes se verá culminado para la Semana Santa de 2008.
Judas Iscariote
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2006, hacia el altar del Corpus |
Altar del Corpus 2006 |
Altar Corpus 2007 |
Estos años, el paso de palio de la Virgen de la Victoria, casi totalmente reformado con exquisito gusto, junto con el buen hacer de sus costaleros, va a constituir el centro de la atención de los que seguirán a la cofradía en su estación de penitencia. Será la calle Jesús y María, al regreso de la hermandad, la que marcará uno de los lugares culminantes, donde la bulla delante del palio, llevará prácticamente en volandas la Virgen hasta Santo Domingo.
Victoria en Catedral 2008 |
En 2009, quedará casi culminado el paso de palio con la bella peana de la Virgen, realizada por Orfebrería Maestrante de Sevilla, y la nueva candelería del Taller de la Viuda de Villareal de Sevilla.
Será 2009 una Semana Santa especial para Granada por la celebración el Sábado Santo de la Passio Granatensis, conmemoración del Centenario del Santo Entierro Antológico (1909) raíz de la actual Semana Santa granadina. Todos los pasos de Cristo de las hermandades de penitencia saldría a la calle desde la Catedral, entre ellos el nuevo paso de la Santa Cena.
Un nuevo paso para el Misterio de la Santa Cena
En 2007, se aprueba otro gran proyecto para la cofradía a realizar en los siguientes años: sustituir el histórico paso del Misterio de la Santa Cena después de más de 65 años procesionándolo. El proyecto se concebía a base de un paso de talla en madera de estilo neo-barroco de rocalla, con canasto y respiradero. En el frontal irá una cartela, réplica de la custodia del Corpus de Granada sostenida por dos ángeles y la futura orfebrería a realizará en Fuengirola el taller de Cristóbal Angulo.
El nuevo paso tiene 5,20 m. de largo y 2,35 m. de ancho y la altura de la canastilla es de 1,85 m. Siendo la terminación en caoba con candelabros y candelabros de guardabrisas en caoba y dorado.
El encargo de la talla del nuevo paso se haría al taller sevillano de Francisco Pineda, que no lo terminará, por las razones que se dirán más adelante.
Será el Domingo de Ramos de 2009, cuando se estrene el nuevo paso en una primera fase del canasto (ebanistería y labrado del frontal). Ese año salió dos veces el Misterio: ese día y el Sábado Santo, con motivo de la Passio Granatensis y los ángeles de talla los realizaría el granadino, Ángel Asenjo Fenoy.
2009. Passio Granatensis. 1ª fase del nuevo paso |
Pero un nuevo acontecimiento afectará de forma positiva a la Semana Santa de Granada ese año (2011): la nueva carrera oficial para el paso de las hermandades. Después de múltiples experimentos a lo largo de setenta años la Real Federación decide un itinerario oficial que puede ser el definitivo, al menos durante muchos años. El inicio será la plaza de Mariana Pineda, esquina a Ángel Ganivet, donde se instala el palquillo de las horas y confluencia de las calles Cuesta del Progreso, San Matías y Campillo Bajo, por donde entran las hermandades. Palcos y tribuna a lo largo de Ganivet y Puerta Real, para continuar por Recogidas y Alhóndiga, donde también se instalan palcos en ésta última y subir a la Catedral por Jáudenes y Pescadería a plaza de las Pasiegas.
2010 por calle Varela. Foto A. Padial |
Se dejaba la Plaza del Carmen, calle de Reyes Católicos y la de Navas. ésta tan tradicional en nuestra Semana Santa, pero con el inconveniente de su estrechez, para los nuevos pasos de grandes dimensiones con los que se estaban dotando la inmensa mayoría de las hermandades; calle quizás poco adecuada, además, por la gran proliferación de bares, no siempre acordes con el silencio y respeto de los cortejos procesionales. Con esta decisión de la nueva junta de Federación presidida por D. Antonio Martín Sánchez las procesiones de la Semana Santa han ganado en esplendor.
La hermandad accederá a la tribuna por un nuevo y bellísimo itinerario desde su barrio del Realejo: la placeta de los Girones, calle Varela y Cuesta del Progreso, que no se debería de haber abandonado.
Victoria por Varela 2012. |
Con una nueva estética se presentará la Virgen de la Victoria en 2011, al cambiar la hermandad de vestidor. Será Paco Garví el encargado ese año de sustituir a Esteban Cruz en la vestimenta de la imagen.
La hermandad inauguró con su esplendor el nuevo itinerario y una fase más del paso de Misterio con sus candelabros en ebanistería y el trasero con algunas zonas talladas que se estrenaba, También se estrenó en el frontal una bella custodia dorada, réplica de la del Corpus acompañada de dos queribines de talla, obra de Ángel Asenjo.
La Virgen portada con exquisito primor y buen hacer; así como, el paso de Misterio portado por sus cuadrillas, tan experimentadas, al mando de sus capataces Rodríguez Quesada, Miguel Ángel Roldán en el Cristo y Antonio Valentín en el palio. También seguían los pasos acompañados musicalmente por la banda de cornetas y tambores de Ntra. Sra. del Rosario de Linares y la Banda Municipal de Torredonjimeno (Jaén).
2011 |
También, la Semana Santa de 2012 fue complicada meteorológicamente, pero el Domingo de Ramos se libró de la lluvia que afectó a casi toda la Semana y la hermandad realizó de forma normal su estación penitencial.
Pasaba el tiempo y la talla del paso de Misterio no avanzaba, según las expectativas de la hermandad, desde que se contrató con el sevillano Francisco Pineda, que asimismo había desaparecido, tratando su padre, Joaquín Pineda de cumplir los compromisos, hasta lo que le pudo ser posible. Ésta y otras circunstancias penosas hicieron que la cofradía desistiera de continuar con el tallista y encargar la continuación de la talla del paso, además de los dorados y ángeles al artista granadino Cecilio Reyes (34).
Para la Semana Santa de 2013, Cecilio Reyes ya tuvo terminada la talla del baquetón del paso de Misterio y la Virgen lució unos varales restaurados. La armonía de paso de palio, casi totalmente remozado, pero siguiendo los patrones que lo concibieron allá por mediados de los años cuarenta.
Ese año también fue de renovación de la junta de gobierno de la hermandad, con la elección de Francisco E. Barroso Pérez, era su segundo mandato al frente de la hermandad, el primero lo terminó en 2005. Como vice-hermano mayor se nombró a Francisco J. Labrat Terrón y como tesorero, Francisco J. López Romero, pasando a consiliario-prioste el anterior hermano mayor, Víctor D. Hidalgo Romero, con una buena presencia de mujeres en la junta, entre ellas la albacea, Patricia Gómez Bullejos o en la secretaría María José Pérez Jiménez. Otras personas que había aportado importantes colaboraciones se hallan presentes en esta junta, como José M. Rodríguez Quesada, muchos años capataz general de los pasos, que ahora ostenta el cargo de contador.
Una mañana espléndida se presentó el Domingo de Ramos de 2014. También la Semana Santa en general, fue la mejor desde hacía años, desde el óptimo comportamiento meteorológico y desde todos los aspectos. No se podría afirmar lo mismo de los años precedentes, en los que la lluvia dejó encerradas muchas hermandades.
El paso del Misterio salió en 2014 con todo el canasto tallado y la Virgen de la Victoria lucía una nueva saya de salida, realizada por Manuel Martínez Hurtado, jienense afincado en Granada. Preciosa pieza en blanco con bordados en sedas e hilo de oro.
2014. Nueva saya de M. Martínez Hurtado |
La nueva junta de la hermandad, presidida por Francisco Barroso continuaba los importantes proyectos comenzados por la hermandad y además la celebración del evento de los setenta y cinco años de devoción a la Virgen de la Victoria.
Cena 2015 |
75 Aniversario de Ntra. Sra. de la Victoria
En 2015 se celebra por la hermandad el 75 Aniversario de la hechura de la imagen de la Virgen de la Victoria con la firma del contrato con el escultor Eduardo Espinosa Cuadros el 20 de noviembre de 1939. Setenta y cinco años de devoción a esta imagen cuya evolución y devenir histórico hemos tratado de analizar es este trabajo.
Importantes actos se programaron y realizaron por la cofradía para celebrar el evento. Conferencias, mesas de debate, actos de apertura de aniversario con solemne Eucaristía; exposición del ajuar de la Virgen, el día 27 de septiembre; rutas culturales; concierto del aniversario con estreno de marchas por la Filarmónica Reino de Granada, dedicadas a la Virgen en la sede del MADOC, el día 13 de Junio; Pregón de Exaltación por José M. Rodríguez Quesada...etc. que culminaron con la Salida Extraordinaria de María Santísima de la Victoria el día 24 de octubre de 2015 y la misa de acción de gracias el 20 de noviembre de este año.
La salida de la Virgen el 24 de octubre fue de enorme participación de los cofrades granadinos y de la ciudad, en general. Salió a las 15:30 y abría el cortejo la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús del Gran Poder de Granada y detrás los hermanos con cirios y representaciones con guion de las hermandades de la ciudad y de otras de la provincia y provincias vecinas, como Málaga.
La Virgen de la Victoria a quien se la llama la Novia del Realejo, se presentaba ataviada por su vestidor Francisco Garví con un bellísimo tocado tul bordado en seda y pedrería, con brocado en oro y sedas. De forma raramente superable, la Virgen marchaba a hombros de sus costaleros y a los acordes de la Banda y Unidad de Música de los Ángeles de Granada.
La Virgen visitó en su itinerario varias hermandades del Realejo, como la de Jesús Nazareno, la del Cristo de los Favores, en San Cecilio, sede del patrón de Granada, y en las Comendadoras de Santiago a la Oración en el Huerto y María Stma. de la Amargura. Momento de belleza singular fue el paso, en la noche, por el Campo del Príncipe, hasta llegar a San Cecilio. Parecía por la afluencia de público un día de Semana Santa.
Ante San Cecilio |
Quizás el último acto de culto del relevante año de 2015 con el que se finaliza, por ahora, este artículo, ha sido el besamanos de María Santísima de la Victoria, acto convertido ya en tradicional, por venirse realizando desde hace tiempo y que éste se ha presentado con un inusitado esplendor, con la Virgen en su paso procesional. Para acceso a la imagen se montó una escalera revestida de tejido burdeos (35).
Una hermandad, esta de la Santa Cena y María Santísima de la Victoria, que con etapas de gloria y otras de decadencia, la fe y el amor de sus cofrades, con enormes sacrificios, ha culminado con en los momentos actuales con un esplendor que se verá superado, indudablemente, en los años venideros.
Procesión del 75 Aniversario |
Santa Cena 2015 |
Últimos Años
En la Semana Santa de 2015 las altas temperaturas y ausencia de precipitaciones contribuyeron al mayor esplendor de las cofradías por las calles de la ciudad, cuyos ciudadanos asistieron de forma masiva al encuentro con sus hermandades. El paso de la Santa Cena lució con su canasto y candelabros totalmente tallados y que se barnizaron en caoba por el taller del granadino Cecilio Reyes y de Rueda de Málaga, para la Semana Santa de 2016, junto con las cartelas de dicho canasto.
El Domingo de Ramos de 2016 comenzó lluvioso, impidiendo la salida de la Entrada de Jesús en Jerusalén, pero despejándose el cielo más tarde, lo que permitió la salida del resto de las cofradías del día.
Y una nueva insignia, el Banderín de la Juventud se realizó para estrenarlo en la Semana Santa de 2017. Fue diseñado por el taller granadino de bordados Corpus Christi, con diseño de Juan Spitzley. Asimismo, el canastillo del paso de la Cena se embellece con algunas cartelas labradas en madera policromada y realizadas por el escultor Ángel Asenjo, siendo la que lleva en la delantera una custodia dorada flanqueada por dos querubines.
Cartela delantera con la custodia. Foto A. Padial |
Santa Cena por Varela. Foto A. Padial en la que se aprecia el extraordinario y dinámico "movimiento" con el que dotó Espinosa Cuadros esta escena evangélica |
En estos años la hermandad va a dedicar principalmente sus esfuerzos económicos a terminar el paso del misterio y sus nuevos cuatro ciriales, sin olvidar la restauración de las cresterías del paso de palio de María Santísima de la Victoria, que se llevaría a efecto en 2019 por el motrileño Antonio Jesús Hernández Camacho en el taller del escultor veleño Israel Cornejo, habiéndose finalizado para septiembre de 2020 (35).
La pandemia de Covid-19 declarada en diciembre de ese año con la consiguiente restricción de movimientos y reclusión de la población, como medida sanitaria para detención del del contagio del virus, llevó consigo la supresión de la celebración de las procesiones de la Semana Santa de 2020. Sin embargo, antes de declararse la enfermedad en España en marzo de 2020, la hermandad pudo celebrar algunos actos de la Cuaresma, como el XL Aniversario de la fundación de la cuadrilla de costaleros de María Santísima de la Victoria y el traslado de los Titulares para el Triduo y Función Principal que sí pudieron celebrarse. No así, los restantes cultos y actividades cuaresmales que habían de celebrarse a partir del día 10 de marzo de ese año.
La Semana Santa en su actividad procesional fue suspendida en toda España, produciéndose el contacto de la hermandades con sus cofrades y con los fieles de forma no presencial, através de los distintos medios de comunicación y redes sociales.
Para la celebración del Corpus, día 14 de junio, el Señor de la Santa Cena se expuso a la veneración de los fieles en la Capilla del Dulce Nombre, en sustitución del devoto besapies tradicional, que se retransmitió de forma virtual. Asimismo, en el altar montado en dicha capilla se incluyó a la veneración virtual a la Virgen de la Victoria.
Día del Corpus Christi de 2020. Exposición de los Titulares en veneración virtual. Foto de la Hermandad. |
Una vez pasado es estado de alarma se abrió unos días la casa de hermandad para la entrega de hábitos, recepción de cuotas y bolsa de caridad, preservando las medidas de seguridad que se habían determinado por la autoridad civil, constituyendo en final del curso cofrade.
En septiembre se reanudaron los cultos mensuales presenciales y la apertura de la casa de hermandad los viernes, con las medidas de seguridad sanitaria establecidas para evitar contagios, aunque se volvió a cerrar en octubre por orden de la autoridad sanitaria por haberse incrementado los contagios del virus. Las sesiones de las distintas actividades y cultos de la cofradía volvieron a hacerse de forma virtual, siguiendo las imágenes titulares de la cofradías en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, si bien, en el mes de febrero se trasladaron la de la Nuestra Señora del Tránsito y, como cada año, trasladarlos al crucero de la iglesia para los función principal.
Recrudecida la pandemia por distintas oleadas los cultos de la Cuaresma de 2021 volvieron a realizarse de manera no presencial y retransmitidos a través de la distintas redes de comunicación, aunque el Triduo y la Función Principal se celebró con las limitaciones de aforo establecidas, quedando asimismo prohibidas por segundo año consecutivo las estaciones de penitencia de las cofradías en la Semana Santa de dicho año.
Altar de cultos de la Cuaresma de 2021. Foto de la Hermandad |
Después de la Función Principal de 2021 las imágenes titulares de la cofradía volvieron a su capilla propia a fin de continuar allí su culto y prepararlos para ser visitados y venerados por los fieles, hermanos y vecinos del barrio del Realejo el Domingo de Ramos, en el que se autorizó que se con la observación de las medidas sanitarias se abriera la iglesia al público. Los granadinos respondieron con una asistencia masiva durante las horas autorizadas, llegándose a guardar cola para acceder al templo dominico.
Pese a las restricciones impuestas por la pandemia la hermandad no cejaba en engrandecer sus actividades de presentación en las futuras estaciones de penitencia y el 2 de mayo de 2021 se firma el protocolo de adhesión en el seno de la hermandad de la Banda de Cornetas y Tambores de María Santísima de la Victoria, que en los años sucesivos acompañará al paso de la Santa Cena. Los últimos años antes de la pandemia había sido la Banda de Cornetas y Tambores de la Santa Cruz de Almería la que había acompañado musicalmente al paso de la Santa Cena en las estaciones de penitencia.
No olvidemos la vocación de esta cofradía desde tiempos antiguos por contar con una banda musical propia. Ya en 1935 parece que tuvo un amago de banda y a partir de 1958 contó con cornetas y tambores con hábito de la cofradía, que mantuvo durante varios años.
Otro de los proyectos aprobados por la cofradía en ese año de pandemia de 2021 la realización de un manto de cultos para la Virgen de la Victoria aprobando el diseño del relevante artista granadino Álvaro Abril y que será bordado bajo su dirección por el bordador granadino con taller en el Alabicín, Fco. Javier Núñez, siendo financiada la realización por aportaciones de hermanos. Se trata de un manto en color granate y bordados en sedas de color e hilo de oro con hojarasca y hojas de vid con racimos de uvas.
El día de la Inmaculada Concepción de 2021 se pudo ya celebrar con cierta normalidad, presentándose la Virgen de la Victoria vestida con las galas de las estaciones de penitencia, es decir con su saya y manto de salida procesional, no vestidos por Ella desde el comienzo de la pandemia.
En el comienzo del año 2022 todo se estaba preparando para la celebración de una Cuaresma y Semana Santa con normalidad, al haber remitido la pandemia y, especialmente, por estar la mayor parte de la población vacunada. Siendo el primer acto de relevancia del año la presentación oficial del la Banda de Cornetas y Tambores de la hermandad, mediante un concierto celebrado el sábado 12 de marzo en la iglesia de Santo Domingo. El acto fue presentado por el capataz general de la cofradía, José Manuel Rodríguez Quesada, ante las imágenes titulares en el altar de cultos del crucero de la iglesia y con gran asistencia de público.
La situación sanitaria estaba ya en vías de normalización y el Domingo de Ramos de 2022 hizo su estación de penitencia la hermandad, presentado parte de la talla del respiradero del paso de la Santa Cena, realizada por tallista de Sevilla Felipe Martínez Oliver, según diseño del mismo concebido en estilo de rocalla y madera de cedro. Así se completaba el paso del misterio, cuyo canasto realizara años anteriores Francisco Pineda y finalizara Cecilio Reyes.
También, en el faldón derecho del paso de la Virgen de la Victoria fue restaurada su pintura que representa los Desposorios de la Virgen (reproducción de la obra de Rafael Sanzio Urbino). La obra de restauración fue realizada por el restaurador granadino Julio Alcaraz. También, la cofradía se había acogido y entregado la documentación exigida para acogerse a la subvención de la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta con la finalidad de restaurar el valioso palio de la Virgen de la Victoria en los próximos años. La aprobación de la subvención se produjo el 24 de noviembre de 2022 y la obra se realizará, asimismo, por el restaurador Julio Alcaraz.
Ese año, para finalizar el curso cofrade, se convocó el cabildo de elecciones para el día 10 de junio, habiendo presentado candidatura Manuel Vedia Rodríguez y Francisco Javier López Romero. Con una concurrencia de 202 hermanos, resultó elegido como hermano mayor por mayoría de votos, Francisco Javier López Romero, que había ejercido los cargos de diputado mayor de gobierno, vice-hermano mayor y, ultimamente, el de tesorero-ecónomo de la hermandad. Sustituía a Francisco E. Barroso, que había estado ostentando el cargo en los anteriores ocho años.
El hecho de estar en proceso de restauración el palio de la Virgen no supuso inconveniente alguno para que el Domingo de Ramos de 2023 la histórica pieza se utilizara para cubrir a María Santísima de la Victoria en su paso de palio durante la estación de penitencia de la cofradía. Tras la Semana Santa el palio se devolvió al taller del restaurador para continuar su obra de restauración y conservación, que ha de estar finalizada en el plazo de doce meses.
Domingo de Ramos de 2023. Fotos A. Padial. |
En la Semana Santa de dicho año 2023 también se pudo contemplar el paso de la Santa Cena con el respiradero tallado en su mayor parte, es decir, la delantera, trasera y parte de los laterales, que esperamos sea finalizado por el tallista Felipe Martínez Oliver para la Semana Santa de 2024.
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Hermanos Mayores
1926-1944 Miguel García Batlle
1944-1986 José Gómez Sánchez-Reina
1987-1993 Antonio Méndez García
1993-2001 Jesús Huertas Martínez
2002-2005 Francisco E. Barroso Pérez
2006-2013 Víctor D. Hidalgo Romero
2014-2018 Francisco E. Barroso Pérez
2018-2022 (reelegido)
2022- Francisco Javier López Romero
1926-1944 Miguel García Batlle
1944-1986 José Gómez Sánchez-Reina
1987-1993 Antonio Méndez García
1993-2001 Jesús Huertas Martínez
2002-2005 Francisco E. Barroso Pérez
2006-2013 Víctor D. Hidalgo Romero
2014-2018 Francisco E. Barroso Pérez
2018-2022 (reelegido)
2022- Francisco Javier López Romero
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1. La Gaceta del Sur de 7 de mayo de 1915.
2. Ibídem de 16 de abril de 1916.
3. El Defensor de Granada de 7 de abril de 1922.
4. Ibídem de 18 de mayo de 1926.
5. Acta de la Hermandad de 20 de noviembre de 1926.
6. Noticiero Granadino de 10 de abril de 1927.
7. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Semana Santa de Granada a través de la Federación de Cofradías, págs. 92-93. Granada 2002.
8. Noticiero Granadino de 31 de mayo de 1927.
9. Ibídem de 11 de mayo de 1927.
10. El Defensor de Granada de marzo de 1929.
11. Ibídem de 15 de abril de 1930.
12. Ibídem de 11 de marzo de 1931.
13. Diario "La Publicidad" de 29 de marzo de 1931.
14. Diario ABC de 31 de marzo de 1931.
15. PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. 114-116. Granada 2002.
16. El Noticiero Granadino de 18 de febrero de 1934.
17. PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. 118.
18.COFRADÍA DE LA SANTA CENA http://www.santacenagranada.com/hermandad/historia/.
19. Diario Patria de 9 de abril de 1940.
20. DAVID RODRÍGUEZ JIMÉNEZ- MURIEL, La Alacena de las Ideas
18.COFRADÍA DE LA SANTA CENA http://www.santacenagranada.com/hermandad/historia/.
19. Diario Patria de 9 de abril de 1940.
20. DAVID RODRÍGUEZ JIMÉNEZ- MURIEL, La Alacena de las Ideas
21. Diario Ideal da testimonio gráfico del acto de bendición.
22. PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. 138.
23 Diario "Ideal" de 16 de abril de 1946.
24. Ibídem de 23 de marzo de 1948.
25. Diario "Patria" de 22 de mayo de 1948.
26. Acta de la Federación de Cofradías de 17 de marzo de 1951.
27. Revista "Granada Gráfica" de marzo de 1953.
28. Diario "Patria" de 3 de abril de 1955.
29. Diario "Hoja del Lunes" de 27 de marzo de 1961.
30. Ibídem de 8 de abril de 1963.
31. Acta de la Real Federación de 16 de marzo de 1963.
32. Diario "Patria" de 17 de marzo de 1971.
33. Cofradía de la Santa Cena, la citada web.
34. Cadena Ser de 20 de octubre de 2012, Noticias "Ser Cofrade".
35. Revista "Jesús Despojado" de 2019.
22. PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. 138.
23 Diario "Ideal" de 16 de abril de 1946.
24. Ibídem de 23 de marzo de 1948.
25. Diario "Patria" de 22 de mayo de 1948.
26. Acta de la Federación de Cofradías de 17 de marzo de 1951.
27. Revista "Granada Gráfica" de marzo de 1953.
28. Diario "Patria" de 3 de abril de 1955.
29. Diario "Hoja del Lunes" de 27 de marzo de 1961.
30. Ibídem de 8 de abril de 1963.
31. Acta de la Real Federación de 16 de marzo de 1963.
32. Diario "Patria" de 17 de marzo de 1971.
33. Cofradía de la Santa Cena, la citada web.
34. Cadena Ser de 20 de octubre de 2012, Noticias "Ser Cofrade".
35. Revista "Jesús Despojado" de 2019.
35. Diversas publicaciones y revistas.
SEGUNDA ENTRADA EN MI BLOG, HERMANDADES DE PENITENCIA DE GRANADA ACTUALES. COFRADÍA DE LA SANTA CENA.
ResponderEliminarMuchas gracias por el blog, era (es) muy necesario
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