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jueves, 18 de enero de 2018

HERMANDAD DE NTRO. PADRE JESÚS DE LAS TRES CAÍDAS Y NTRA, SRA. DEL ROSARIO EN SUS MISTERIOS DOLOROSOS, DE LA MUY ANTIGUA, PONTIFICIA, REAL E ILUSTRE ARCHICOFRADÍA DEL ROSARIO



MIÉRCOLES SANTO

TRES CAÍDAS Y ROSARIO









Antonio Padial Bailón



ANTECEDENTES



Esta ilustre hermandad es una de las corporaciones penitenciales granadinas que cuenta con unos de los más antiguos antecedentes basados en históricas hermandades, tanto de "gloria" como de penitencia, si bien la actual hermandad nació en 1927.

La hermandad de penitencia de Nuestra Señora del Rosario, que hoy procesiona el Miércoles Santo, tiene su raíz más antiquísima en la Real Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario (nació como una rama de la misma), fundada ésta por los Reyes Católicos en 1492, apenas conquistada Granada, y en el corazón del Barrio del Realejo, es decir, en el Convento de Santa Cruz la Real, construido sobre huertas reales nazaríes de la Almanjarra. Es tradición, que la Reina Isabel y fray Hernando de Talavera    (primer arzobispo de Granada, tras su reconquista) se inscribieron en la Archicofradía como primeros hermanos.

Ya, por estos años finiseculares del siglo XV, según el Sr. Gutiérrez Galdó, citando la "Historia de Granada" de Montenegro, la Virgen del Rosario realizaba una procesión de penitencia el Viernes Santo, en la que, seguramente, se vestiría de Dolorosa la imagen de la Virgen y sin el Niño (que no sería la actual, porque ésta es posterior).

También, un artículo de Marino Antequera, basándose en otro de Antonio Merino Vílchez, sobre las devociones de la iglesia de Santo Domingo, nos pone de relieve el mismo hecho de las salidas penitenciales de esta hermandad en el Viernes Santo de principios del siglo XVI, décadas antes de fundarse la Archicofradía de la Santa Vera Cruz, la más antigua fundación penitencial de Granada (1).

Foto Manuel Lirola. Virgen del Rosario titular de la Archicofradía
A partir de que los dominicos se establecieran en su nuevo templo Santo Domingo y convento de Santa Cruz la Real, empezado a construir a partir de 1512, el fervor entre los granadinos a la titular de la hermandad fue creciendo, especialmente a partir del siglo XVII, hasta llegar a ser matriz de más de setenta hermandades del Rosario y patrona de más de cincuenta pueblos en toda la archidiócesis granadina, convirtiéndose con ello, aquella hermandad fundada por los Reyes Católicos, en Archicofradía. Sería la hermandad de Alhama la segunda en fundarse en 1493.

Esta devoción continuará en los siguientes siglos, y se va a incrementar con sucesos como el que la tradición consagra: de que fue llevada a la Batalla de Lepanto de 1571 por el almirante granadino D. Álvaro de Bazán y artífice de la su victoria sobre la armada turca. D. Álvaro y treinta soldados a caballo salieron secretamente de Algeciras, donde estaba fondeada la Armada española, para dirigirse al convento de la Santa Cruz de Granada y pedir a la comunidad de dominicos la imagen de la Virgen del Rosario para llevarla a un altar que había instalado en su camarote en el barco. 


RETABLO DE LA VIRGEN DEL ROSARIO EN SANTO DOMINGO. SIGLO XVIII

Después de deliberar la comunidad de religiosos quedaron convencidos por D. Álvaro y le prestaron a la imagen, que de forma secreta, la llevaron al barco en Algeciras, de donde partieron hacia Mesina, para después trabar batalla en Lepanto, en la que resultaron victoriosos en su enfrentamiento con la armada turca. Después, devolvieron a la Virgen a su convento granadino, de forma tan secreta, como la habían sacado de él.

También, el supuesto hecho sobrenatural de la aparición en 1679 de una luz o estrella en la frente de la Virgen. El hecho ocurriría, durante una novena de ese año en el que la epidemia de peste bubónica asolaba a Granada. A partir de ese momento la epidemia fue remitiendo, considerándose finalizada unos meses después. 

Rosario en estampa por la estrella de la frente

Multitud de curaciones y de hechos que se consideraron milagrosos, como la aparición de lágrimas en las mejillas el Domingo de Resurrección de 1670, encumbraron la devoción a la Virgen del Rosario hasta situarla, tal vez, como la primera de la ciudad, pudiendo haber sobrepasado durante cierto tiempo a la tributada a la Virgen de las Angustias.


Todos estos hechos y la pujanza de la Archicofradía durante las décadas finiseculares del siglo XVII y durante el XVIII, debido a las múltiples gracias papales y a la participación en sus cultos del cabildo municipal y de los colegios profesionales de la ciudad, contribuyeron a la consideración de la imagen como Copatrona de Granada. El adorno de su estancia en el convento dominico con el auge de la Archicofradía fue el resultado de la realización de su artístico camarín y suntuoso retablo barroco, realizados en las décadas que median el siglo XVIII, que por sí solos merecen una detenida visita cultural.


También contaba la Virgen con un extenso ajuar de joyas, más las perlas y esmeraldas que llevaba incrustadas en su vestido de plata cincelada, que fueron robadas en 1812 por las tropas de Napoleón.



La antigua Hermandad de Jesús de las Tres Caídas

En los años sesenta del pasado siglo la hermandad de penitencia de Ntra. Sra. del Rosario empezará a recorrer el camino que la llevará a tomar como titular a Jesús Nazareno de las Tres Caídas, imagen del siglo XVII, patrono de la antigua hermandad de penitencia con el título de "Venerable Hermandad de Jesús Nazareno con el título de las Tres Caídas”. Esta primitiva hermandad se fundó por los cocheros de Granada en el Convento de San Francisco "Casa Grande" (actualmente sede del MADOC) en el año de la peste bubónica de 1679. Era un templo muy cofrade, dónde tenían su sede cerca de quince hermandades, entre ellas, la de la Santa Vera Cruz, que fue la decana de nuestras hermandades de penitencia, desgraciadamente desaparecida y no refundada.

Quizás el que esta hermandad se fundara por los cocheros, en ello tuvo que tener influencia el que, en 1605, se fundara por los cocheros de Sevilla la Hermandad de Jesús de las Tres Caídas de la iglesia de San Isidoro de esta ciudad.

En el barrio del citado convento franciscano, antigua judería de Granada, tenían sus mansiones numerosas familias de la aristocracia y burguesía granadinas (Los Fernández de Córdoba, Duques de Sesa y Terranova, los Alarcón, los Rengifos, los Ballesteros, los descendientes de la Casa Real Nazarí (Granada-Venegas), y Marqueses de Campotéjar, los Duques de Gor, los Téllez de Girón, los Condes de Gabia y otros más), a cuyo servicio estaban tales cocheros .



La fecha de la aprobación de los estatutos por el Provisor y Vicario General, Eugenio de Rivadeneira, fue el 28 de agosto de 1680, aunque la fundación real, según se deduce de algunos documentos consultados, se realizó el día de San Mateo, 21 de septiembre de 1679, fecha que erigió la hermandad, según sus constituciones, para celebrar la fiesta principal y el cabildo de elecciones de hermano mayor y de mayordomo de cada año, pues eran anuales los cargos (4)

Inicialmente, parece que la fundación de la hermandad se realizó en base a la devoción de un cuadro en el que Jesús cae bajo la cruz que arrastró por la Calle de la Amargura, obra pictórica que puede ser la que hoy se conserva en la iglesia de San Matías (parroquia del convento), que procede del monasterio de San Francisco "Casa Grande", como otras obras de esa parroquia.


Cuadro de la iglesia de San Matías

El mencionado cuadro representa a la imagen de Jesús Nazareno, acompañado del Cirineo, y con la soga anudada a su cuello, tirando de ella un soldado romano. Toda esta escena la antigua hermandad la va a representar en su paso procesional de la Semana Santa del siglo XVIII, constituyendo, que sepamos, el primer paso que diríamos de "misterio" de la Semana Santa granadina. También, en las litografías de ese siglo de la hermandad, se va a representar dicho paso, añadiéndole las efigies de María y San Juan Evangelista. Son grabados realizados entre 1748 y 1779, y que se conservan en la Casa de los Tiros, que probablemente sacaba en el paso. Una de estas litografías fue objeto de un sonado pleito en 1775.

Una de las litografías del Siglo XVIII, que representaba al paso de Jesús de las Tres Caídas. Casa de los Tiros
Esta escena se representa aún en su actual paso procesional, pero sin las imágenes de la Virgen y San Juan, y añadiéndole la del centurión no arrastra a Jesús, sino que en la parte frontera del paso señala el camino de la Amargura que ha de seguir el Salvador con el pergamino de la Sentencia en la mano.

Curiosamente, en la cercana localidad de Pulianas descubrí que existe en su iglesia parroquial otro cuadro, que también, en pintura al óleo representa lo que fuera aquel paso del siglo XVIII de Jesús de las Tres Caídas, conincidiendo, asimismo, con las litografías o grabados del mismo.


Cuadro de la iglesia de Pulianas que reproduce fielmente el grabado 

En 1682, la hermandad, a los tres años de su fundación, ya pensó en realizar una imagen de bulto para procesionar en Semana Santa, pues un cuadro no sería lo más apropiado para ello.  Este hecho se pone de manifiesto en un pleito de ese año que incoan los alcaldes de la hermandad contra el hermano mayor y mayordomo por el exceso de gastos que estos últimos empleaban en la fiesta de San Mateo, santo al que daba culto la hermandad por haberse ésta fundado el día de dicho santo (21 de septiembre), fecha, asimismo, de la función principal y cabildo de elecciones de la hermandad.

Manifestaban que el excesivo gasto en luminaria, cera y cohetes iba en detrimento de la realización de la imagen de bulto del Señor que había que hacer, así como, un frontal para su altar. Los mayordomos se defienden alegando que el dinero que habían de emplear para ello, según un auto del Provisor de la diócesis, era los que sobrasen después de haber realizado la función de San Mateo (5).


Ya el frontal lo estrenaron en la fiesta del santo de 1682 y, seguramente, la imagen de bulto la tendrían de forma inmediata, al año siguiente de 1683 o 1684, en todo caso. Por las características de estilo de la imagen pudiera haberse realizado por un discípulo de Pedro de Mena o algunas de sus dos hijas, monjas escultoras profesas en el Monasterio de San Bernardo. Mena, a pesar de estar asentado en Málaga, mantenía, asimismo, taller en Granada, si bien en los años referidos se encontraba en los últimos de su vida.



Imagen de bulto de Jesús de las Tres Caídas, que se realizaría hacia 1683

La Hermandad de Jesús de las Tres Caídas  tuvo auge en la primera mitad del siglo XVIII, y lo más probable es que desapareciera en los años de la Guerra de la Independencia contra el invasor francés, que ocupó y casi destruyó la iglesia del convento de San Francisco "Casa Grande". Rehecha pobremente después, lo más probable es que las cofradías que allí tenían su sede desaparecieran. En 1836, con la exclaustración definitiva de los frailes, la imagen fue llevada al convento de franciscanas clarisas de Santa Isabel la Real.

No se tienen noticias de que la hermandad realizara estación de penitencia en el siglo XIX, aunque sí la imagen salió en Semana Santa, concretamente el Viernes Santo de 1881 y en 1909, que lo hizo desde la iglesia de Santa Ana. Ese año se le restauraron los antiguos soldado romano y sayón de su paso del siglo XVIII; también lo hizo en la Semana Santa de 1913, en el llamado Santo Entierro Antológico (6). Ya a finales de los años cincuenta se incorporó a nuestra actual Semana Santa.


FUNDACIÓN DE LA ACTUAL HERMANDAD PENITENCIAL DE NTRA. SRA. DEL ROSARIO

Pero la hermandad de penitencia actual surge en 1927 y lo hizo en torno a la devoción a la imagen de Ntra. Sra. del Rosario, considerada Copatrona de la ciudad y titular su ancestral Archicofradía, de la que antes hemos ofrecido unos sucintos datos. La agregación a la cofradía de la imagen de Jesús de las Tres Caídas se hará unas décadas después, de forma paulatina, hasta convertirla en el Cristo titular de la hermandad.

Será D. José Alonso López, coadjutor de la parroquia de Santa Escolástica, ubicada desde la exclaustración del siglo XIX en la iglesia de Santo Domingo del dominico convento de la Santa Cruz la Real, el que tomó la iniciativa para la fundación de la Hermandad.

D. José Alonso, llamado cariñosamente por los feligreses "El Cura Pepito", en 1927, tuvo la idea de reunir a un grupo de hermanos de la Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario y otros cofrades de las hermandades recientemente fundadas en la iglesia, para trasladarles su deseo de fundar una hermandad de Semana Santa con la imagen de Ntra. Sra. del Rosario de la Archicofradía y como una rama de la misma, sin que tuviera carácter penitencial, pues saldría en el llamado Sábado de Gloria. 




Así se lo propuso D. José Alonso a los oficiales y horquilleros de la Archicofradía y  a algunos miembros de las hermandades de penitencia ubicadas en la iglesia de Santo Domingo, como la de Jesús de la Humildad y la de La Santa Cena. “(...) que por el expresado, Sr. Alonso, se presenta a la consideración de la Archicofradía la proposición de formar entre los señores horquilleros y oficiales una Cofradía(...)”. Se aceptó la propuesta y se elaboraron las reglas con el título de “Cofradía de la Virgen del Rosario en sus Misterios Gloriosos”.

La idea de aquella reunión celebrada en la sacristía era que por la hermandad a fundar se sacara en procesión a la Virgen del Rosario en la noche del Sábado de Gloria, sin tener claro en ese momento la posibilidad de fundar una hermandad penitencial.

Realizados los estatutos los enviaron aquel otoño de 1927 a la aprobación de la autoridad eclesiástica, que decretó su aceptación el día 21 de diciembre de ese año, quedando así constituida legalmente la hermandad en tiempos del Cardenal D. Vicente Casanova y Marzol.


Cardenal Casanova y Marzol

Concebida como una rama más de la Archicofradía, constituiría, también, una salida más de la imagen, además de la normal del mes de octubre y de la llamada “Procesión de las Candelas”, del día 2 de Febrero, fiesta de la Candelaria. En esta procesión del día de la Purificación salía por las calles del barrio, se dirigía a la plaza de los Girones y volvía por la de Ancha de Santo Domingo. En esta procesión de la Candelaria era acompañada por el paso de San José.

La nueva cofradía nombra su primera Junta de Gobierno, que fue presidida por Don Enrique Moreno Agrela, perteneciente a la alta burguesía granadina. Este estamento social, junto con miembros de la nobleza local, son los que en estos primeros años del renacer de nuestras cofradías las impulsan, animados por algunos párrocos y el propio Arzobispo. Formaban parte de la citada Junta: como Vice-Hermano Mayor, D. Antonio Loaisa González; secretario, D. José Alonso López ("Cura Pepito") y vicesecretario, D. José Rojas Alonso, siendo vocales, D. Pedro Ros Mercader, D. José García Vandervalle, D. Antonio Barragán Fernández y D. José Uceda López (7).

Se advertía el carácter cerrado de la misma, cosa corriente, por otra parte, en las cofradías de aquella época. Así, las condiciones que se exigían en sus primeras reglas para ser miembro eran: pertenecer a la Archicofradía del Rosario, o a su Cuerpo de Caballeros Horquilleros, o bien a alguna de las cofradías residentes en la parroquia de Santa Escolástica. De hecho, algunos de los miembros de la junta de gobierno lo eran, a su vez, de las juntas de otras cofradías de Santo Domingo, como Antonio Barragán, Antonio Loaisa o Pedro Ros Mercader, que pertenecían a la junta directiva de Jesús de la Humildad, “La Cañilla”.    


Las primeras salidas procesionales
 
La primera junta de gobierno se aprestó en los tres primeros meses de ese año a preparar la salida procesional del Sábado Santo de 1928. No contaban con apenas enseres para ello. En la primavera de 1928 la curiosa revista "Ecce Homo", magníficamente editada para aquella época, nos informa de los primeros pasos de la nueva Cofradía. 

Se anunciaba en la prensa que la Virgen utilizaría para dicha primera salida las andas-trono de la Virgen, obra del escultor Eduardo Espinosa Cuadros, que se habían estrenado unos años antes, en 1920, como obsequio de los vecinos del Barrio del Realejo. Sin embargo, las fotos muestran otras andas que realizó el mismo escultor el año anterior para la Jesús de la Humildad de la Cofradía de la Cañilla, que, seguramente, les serían prestadas por ésta última hermandad para dicha salida procesional

También, se le puso al paso un palio diez varales de plata cincelada del siglo XVII (probablemente se utilizarían los de algún palio antiguo conservado de alguna antigua hermandad de la parroquia, como la del Santísimo o, menos probablemente, de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Sangre y Ánimas. Seguramente, este de Ntra. Sra. del Rosario fue el primer paso de palio de la Semana Santa del siglo XX, pues las antiguas cofradías solían utilizar palios externos o de respeto. Todo el conjunto iba sobre un altarón con faldones.

La Virgen con manto verde, al igual que el palio, iba sin su rostrillo de plata, despejado el cuello y con una toca blanca, portando en sus manos un sudario y, a sus pies, la media luna. LLevaba, también, cuatro candelabros de guardabrisa con luz eléctrica en las esquinas del paso y cuatro farolillos en las de la peana de la imagen.


Paso en 1928. Foto Granada Gráfica

Sí hubo tiempo de realizar los hábitos de los hermanos, que consistían en un capillo de raso color verde con el escudo de la orden dominica y túnica de lana blanca, guantes y zapato de charol. 

La nueva cofradía salió por vez primera el día 7 de abril de 1928 a las 21:00 horas, detrás de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús  (Facundillos), formando una única procesión. El itinerario que siguió esta primera procesión fue: Carnicería, Fortuny, Padre Suárez, Pavaneras, San Matías, Plaza de las Descalzas, Sierpe Alta, Gran Vía, Cárcel, Capuchinas, Trinidad, Mesones, Lineros, Bibrambla (dando la vuelta), Príncipe, Reyes, Puerta Real, Embovedado, Campillo, Plaza de la Mariana, San Matías, Navas, Reyes, Sierpe Alta, Padre Suárez, Plaza de los Girones, Ancha de Santo Domingo a su iglesia.


El Dulce Nombre con sus cofrades infantiles, saliendo de Santo Domingo



Así nos describe el paso de la Virgen la revista "Ecce Homo": “(...) sobre magníficas andas-trono que la piedad de los vecinos del Barrio del Realejo costearon y que estrenó en 1920, obra de Espinosa Cuadros, al que se ha adicionado toldilla de raso, sin bordarse por la premura, y los barrotes son de plata cincelada repujada del siglo XVII”. Parece que la citada revista incurre en el error de que salió con las andas que realizara para la Virgen el escultor Espinosa Cuadros, cuando en la fotografía se aprecian las antiguas andas de Jesús de la Humildad. También el Defensor de Granada, erróneamente, decía que salió en la carroza de la Santa Cena.


El paso de Jesús de la Humildad en 1927 y que llevaría Ntra. Sra.del Rosario en 1928

Finalizaba la procesión, con sus acordes musicales y detrás del paso de Ntra. Sra. del Rosario, la banda de música de la cercana localidad de Churriana de la Vega, una de las bandas que más tradición ha tenido en nuestra Semana Santa desde hace más de un siglo. Abriendo la misma iba la banda de cornetas y tambores de las Escuelas del Ave María, muy popular en estos años.

Ese año de 1928, al nuevo hermano mayor, D. José M, Martín Lagos, se nombraría secretario de la Federación de Cofradías, organismo cofrade que fue fundado el año anterior de 1927, contado la hermandad de forma muy temprana con un miembro de la junta de gobierno de dicha Federación (8)

En 1929, se volvió a repetir la salida procesional de la cofradía con la infantil del Dulce Nombre de Jesús, pero ese año ya no salieron unidas, porque la primera lo hizo a las nueve y la segunda a las diez de la  noche. 

Una costumbre ancestral de nuestras cofradías se manifestó ese año, y fue, que dos cofrades de la Humildad y otros dos de la Santa Cena, custodiaron el paso de la Virgen del Rosario con sendos cordones, que partían de las esquinas del trono, acudiendo, también, con su estandarte la Cofradía de las Angustias de Santa María de la Alhambra.  




Los siguientes años, al menos hasta 1931, ambas cofradías  (Ntra. Sra. del Rosario y la del Dulce Nombre de Jesús) salían cada Sábado Santo, pero a partir de ese año, en el que se declara la II República, no lo harán hasta la Semana hasta de 1935. La inseguridad ciudadana y los disturbios que se instalan en España hará que las cofradías y la Federación decidan no celebrar públicamente nuestra Semana Mayor. De todo ello se ha tratado ampliamente en otros artículos sobre la historia de nuestras cofradías ya insertados en este blog, a los que me remito. 

Sí se celebró en la Catedral, los años 1932, 1933 y 1934, un vía crucis y procesión en el interior del templo, en la tarde del Viernes Santo, con las imágenes del Crucifijo de la sacristía de la Catedral (1932), atribuido a los Hermanos García; con la imagen del Cristo de la Misericordia de José de Mora, titular del Silencio (1933) y con el Cristo de la Esperanza (1934), de Pablo de Rojas, venerado en la Sala de Beneficiados de dicho templo catedralicio. 

El hermano mayor interino -no había habido elecciones- de la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario, Genaro González Rodríguez, formó parte de la comisión que ese año de 1934 organizó el vía crucis de la Catedral (9). Genaro González propuso que todas las cofradías salieran de la Catedral, realizando un único itinerario, pero no fue aceptada su propuesta.

En octubre de 1934, la directiva de la Cofradía estaba formada por  el mayordomo, D. Julio Martín Rámila; el hermano mayor, D. Genaro González; el vice-hermano mayor, D. Luis Gálvez López-Cózar; el secretario, D. José de la Torre Vázquez; tesorero, D. Francisco Jiménez Callejas y el consiliario, D. Juan Serrano (9)Durante estos difíciles años la hermandad mantenía en sus filas mucha gente joven y realizaba obras de caridad en el barrio, entre ellas, repartía comidas para los pobres.

Volvieron a salir las cofradías en la Semana Santa de 1935, estando la situación social y política algo más apaciguada, aunque no lo hicieron las de barrios más apartados del centro. La Hermandad de Nuestra Señora del Rosario, rama de la Archicofradía, había variado su carácter para convertirse en puramente penitencial, como "Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario en sus Misterios Dolorosos", saliendo a realizar su estación de penitencia en día pasionista, es decir, en la tarde del Martes Santo. Sin embargo, éste título no lo ostentará oficialmente hasta 1942, después de su aprobación eclesiástica.


Cristo de la Esperanza en paso de la Alhambra. Catedral 1934, Viernes Santo
Con fecha 8 de julio de 1935 el arzobispo, Monseñor Parrado, va a aprobar los estatutos de la Cofradía, pues lo aprobado en 1927 parece que fue su constitución y reglamento interno. Quizá por constituirse en rama de la Archicofradía se pensara que no serían necesarios unos estatutos por ya poseerlos ésta última, por lo que más bien era una parte de la propia Archicofradía realizando estación de penitencia.


En 1936, el Gobernador Civil prohibió las procesiones y, poco después, en el verano de ese año estalló la Guerra Civil de infausto recuerdo, que unos políticos mediocres y fanatizados, al menos muchos de ellos, no pudieron evitar. Durante esos años trágicos las hermandades se quedaron sin actividad y a punto de perderse algunas de ellas.


Recuperación de nuestra Semana Santa en los años cuarenta


Finalizada la guerra en abril de 1939, no se dieron aún las circunstancias para las inminentes salidas procesionales y hubo que esperar al año siguiente en el que pudieran presentarse las hermandades con cierta recuperación. Sí salió la Patrona de Granada aquel mismo mes de abril en procesión de acción de gracias a la que acudió la Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario y su rama de Semana Santa con el resto de las cofradías.

Será en 1940 cuando saldrán las cofradías,  y en el que se dará un cambio sustancial al paso de palio de la Virgen del Rosario (quizá dicho cambio pudo haberse dado ya en 1935). Las bambalinas del dicho palio aparecían separadas por unos borlos de pasamanería y terciados en los varales unos rosarios tintineantes, llevando bordadas las caídas con el escudo o cruz de la Orden de Santo Domingo, y bambalina central lucia el escudo de la cofradía y toda una simbología dominica y rosariana aparecía en este prístino paso. Estas bambalinas partían en la parte superior de un moldurón o cornisa de talla salomónica y un bosque de velas aparecía delante de la imagen -un paso de palio que ya se asemejaba a los de las Vírgenes sevillanas-; altas jarras entrevarales llevaban flor de cala y claveles blancos, y la iluminación del paso consistía en un abundante bosque de velas delante de la Virgen.



Ya no se sacaron las andas del paso de Jesús de la Humildad, llevando también cuatro candelabros de guardabrisas en las esquinas en forma de árbol, dos delanteros y dos de cola. En la parte externa del paso tenía un varal a cada costero, para cargarlo los hombres de trono vestidos con hábito blanco y cíngulo, con tocado egipcio en tela verde. El paso llevaba en el faldón delantero un gran escudo en tela de la Orden de Predicadores y faldones que cubrían la parihuela, prestada por la hermandad Santa María de la Alhambra, elevándose la Virgen sobre la peana antigua de esa hermandad que le había realizado Espinosa Cuadros. Era muy común en esa época que entre las cofradías se prestaran enseres (10).

El primer guión y el estandarte de la hermandad, realizados en 1938 por las Madres Adoratrices, se estrenarán ese año de 1940. El primero fue costeado por la junta directiva, y el estandarte por suscripción entre los devotos. Ambos fueron bendecidos en la función del 8 de mayo de 1938.

La hermandad siguió en ese año de 1940 por parecido itinerario al que hacía antes de la guerra (por Carnicería, Pavaneras, Descalzas, Sierpe Alta - hoy desaparecida- Gran Vía, Cárcel, Capuchinas, Trinidad, Mesones, para regresar por Reyes Católicos, dónde por vez primera se había instalado la tribuna oficial en la Plaza del Carmen, dando a dicha calle. 


La Virgen en el Sábado de Gloria llevaba cetro

Los nazarenos, entonces penitentes, portaban faroles de asta de tipo granadino, en lugar de cirios, según la modalidad de las cofradías del Rosario de la Aurora de siglos anteriores (11)

El horario de salida de la hermandad era muy tardío, se realizaba a las 10 de la noche, encerrándose de madrugada. Estos tardíos horarios eran muy del desagrado del Arzobispo-Cardenal Parrado, que prohibió que las cofradías regresaran después de las 22:30 a sus templos. Por ello, la hermandad de Ntra. Sra. del Rosario hubo de adelantar su horario del Martes Santo de 1941 a las 19:30 de la tarde. Ese año tres procesiones salieron ese día: Esperanza, Vía Crucis y Rosario. 

La Cofradía de penitencia de la Virgen del Rosario va a experimentar en estos años un creciente auge, paralelo al de su Archicofradía. Tal vez por ello, se funda un cuerpo de camareras en 1942, que presidirá Dª. Eloisa Morell, esposa del alcalde de la ciudad y profesor erudito, D. Antonio Gallego y Burín, a quién nombra la cofradía hermano mayor honorario por su apoyo a la Semana Santa de Granada.

La idea de convertir su procesión en penitencial, por ello se había dado el primer paso en 1935, pasándola al Martes Santo, se consagrará definitivamente en 1942, concretamente. En esta dirección tomó el acuerdo el cabildo general de la hermandad de 8 de marzo de ese año, comunicado a la Federación de Cofradías el siguiente día 13.


Rosario 1941
La Virgen del Rosario salía siempre con flor blanca y con sus sayas antiguas bordadas en oro, que las tenía en diversos colores; si bien, gran parte de sus joyas, como se ha dicho anteriormente, fueron robadas por los militares franceses en 1812. También solía sacar el manto verde bordado, de escasa largura, y, en 1941 aparecía la imagen con su traje de plata cincelada, con un peto sobrepuesto de joyas, y con uno de sus rostrillos, que llaman de "galleta", típico de las Vírgenes de Gloria. Sería, también, ese año el primero en el que constato que asistió a la procesión la banda de música de la Marina, que iba detrás del paso.

La hermandad solía celebrar sus juntas y cabildos en la amplia sacristía de Santo Domingo y otras actividades, como oficina y reparto de hábitos, las realizaba en la casa del secretario en la calle Coches nº 3. Después, en 1942, la trasladó a la casa del "clavero" de la cofradía.


Ntra. Sra. del Rosario en 1941


El último año en el que se sacó el paso de palio fue en 1942. La hermandad se encontraba en esos momentos con recursos suficientes para la realización de un nuevo paso para la Virgen y lo encargó a Nicolás Prados López, discípulo del gran hacedor de pasos procesionales, el granadino Luis de Vicente. Éste llevaba años labrando grandes pasos para la Semanas Santas de Málaga y Cartagena y estuvo a punto de realizar el de Santa María de la Alhambra a finales de los años veinte, pero surgió un conflicto entre los directivos. 


El nuevo paso de Prados López salió a la calle en 1943 sin terminar. Se realizó en estilo neobarroco con y dorado en "pan de oro", con las considerables dimensiones de 4,6 m. de largo y 3,6 m. de ancho, lo que representaba dificultades para doblar las esquinas de algunas calles, como la de San Matías con Navas; donde era raro el año en que no se fracturaba algún candelabro de esquina.  


Retrato de Nicolás Prados López
Para las esquinas delanteras el escultor realizó unos querubines de grandes dimensiones, sentados sobre unas volutas que representaban hojas de acanto, y para las traseras unos altos candelabros de cola y de guardabrisas tallados en madera y dorados en "pan de oro". 

Los angelotes sostenían con su mano cuatro altos candeleros con farol, que junto con el "bosque de velas" constituían la iluminación del paso. Lo formaba un canasto, no excesivamente alto, con una gran cartela central con el escudo ajedrezado del histórico almirante granadino D. Álvaro de Bazán, vencedor de la Batalla de Lepanto, y un respiradero estrecho labrado y con cabezas de querubines alados. El resto de las tallas las formaban motivos alusivos a dicha Batalla. Por último, la Virgen se hallaba elevaba sobre una alta y labrada peana barroca con forma de fuente.


20 DE ABRIL DE 1943. ESTRENO DEL NUEVO PASO SIN PALIO. Diario Patria

También se cambió el itinerario, dirigiéndose la Hermandad, y en lugar de hacia Fortuny y Pavaneras, hacia la Cuesta del Progreso, Plaza de la Mariana Pineda, el Embovedado,  Puerta Real, llegó hasta la hoy el Mercado de San Agustín, y de allí, a la Gran Vía, regresando por Pavaneras. Ese Martes Santo salieron las cofradías del Vía Crucis, de la Esperanza y del Cristo de los Favores, y siguió haciéndolo el Sábado de Gloria la del Dulce Nombre de Jesús, Facundillos.

Salió la cofradía ese año de 1943 a las 20:30 de la noche con la banda de cornetas y tambores de la Cruz Roja; cruz y faroles guía y el estandarte de la hermandad custodiado por maceros vestidos al estilo del Siglo XVI; filas de nazarenos y la Virgen en su nuevo paso escoltada por números de la Guardia Civil; detrás de la virgen abundantes señoras vestidas de mantilla; autoridades civiles y militares y cerraba la banda municipal de música.

En aquel año de 1943, el vice-hermano mayor, D. Juan Serrano Castillo ( realmente era el hermano mayor efectivo), participó  en la comisión para sacar la procesión de la Entrada en Jerusalén, junto al Presidente y vicepresidente de la Federación, Sres. García Batlle y Valenzuela, respectivamente y el hermano mayor de la Humildad, Sr. Conde Teruel. 

En 1944, la cofradía realizará su estación de penitencia en la noche del Miércoles Santo, y desde entonces, no ha variado de día. Siguiendo la tradición granadina la Hermandad puso al paso de la Virgen unos varales externos a ambos lados para que los cargaran los "hombres de trono", como ya los tenía el paso de palio los últimos años. La prensa decía que los varales estrenados eran de plata, aunque, probablemente serían de metal plateado, que era lo común.

Cuatro cofradías hicieron ese día estación: Consuelo "Gitanos", Escolapios; Rosario y Favores. Ese año acudió a la procesión el alcalde de Granada, D. Antonio Gallego y Burín y su esposa Dª Eloisa Morell (lo seguirían haciendo en los siguientes años), y el teniente de alcalde, Sr. León Arcas, y otras autoridades civiles y militares (13).

D. Juan Serrano había sustituido como hermano mayor a D. Genaro González, después de casi doce años de mandato, entre ellos, los de la República y Guerra Civil. El resto de la junta estaba formada por el secretario, Joaquín Azorín; el vicesecretario, Enrique Martín López; el tesorero, Alberto de Miras; el clavero, Manuel Ávila Mata; el celador mayor, Rafael González Rodríguez y los vocales: Miguel Rosales Camacho, Manuel Martínez Vílchez, Antonio Huete Higueras, Antonio Medina Castillo, Nicolás Prados López y José Gallardo y Serrano. 

Hay, no obstante, fuentes que nombran a Genaro González como hermano mayor aún en 1947 (revista "Ramillete"), otras nos dicen que ya, en 1944, lo era Juan Serrano, aunque éste lo desempeñaba de forma efectiva, pues de manera oficial lo era D. Indalecio Romero de la Cruz, persona muy conocida en Granada y de influencia social. Es posible que el Sr. Serrano lo fuera de 1944 a 1947 y volviera al cargo el Sr. González. 

Esta Cofradía, y el resto de ellas, iban consiguiendo, poco a poco, retrasar el horario, a pesar de la prohibición que años atrás había lanzado el Cardenal Parrado, y ese año la Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario salió a la 21:30 horas de la noche. Verdaderamente, se hacía difícil salir en días laborables a horas más tempranas por motivos comerciales y laborales en una ciudad de escasa tradición de su actual Semana Santa.



La dificultad para pasar por determinadas calles, especialmente en la intersección de las calles San Matías y Navas, que antes se ha comentado, hizo que la Cofradía decidiera, en 1946, una reforma del paso por su autor, D. Nicolás Prados López (14). Ese año, por otra parte, se oficializó el paso de todas las cofradías por dichas calles, a lo que la Cofradía del Rosario y la de la Soledad se opusieron, sin resultado. No obstante, a la de Ntra. Sra. del Rosario se la autorizó, sólo por ese único año, a no pasar por dichas calles y subir por Reyes Católicos y, dándole la vuelta a la tribuna, seguir por esta calle (15).

El primer año que no pudo salir la procesión de la hermandad por impedirlo la lluvia fue el Miércoles Santo de 1947. Ninguna de las cuatro cofradías del día lo pudo hacer por ese motivo, aunque la del Cristo de los Favores y la del Consuelo "Gitanos", las aplazaron para el Jueves y Viernes Santos, respectivamente.

Hecho curioso fue que la Hermandad, a petición del nuevo arzobispo D. Balbino Santos Oliveras, prestó el trono de la Virgen y su adorno para procesionar la imagen de la Asunción de la iglesia de Santa Ana. Fue una procesión que se realizó en el mes de octubre de 1947 con motivo de la conmemoración del Dogma de la Asunción de la Virgen. La imagen citada fue llevada a la Catedral para un triduo y devuelta en el citado paso o trono a su iglesia.    
  
Imagen de la Asunción (Iglesia de Santa Ana) que se procesionaría en el paso de Ntra. Sra. del Rosario


El Paso de Cristo

La hermandad de penitencia de Ntra. Sra. del Rosario, deseaba procesionar un paso de Cristo en su estación de penitencia, a fin de reafirmar su carácter pasionista. Dicho proyecto fue llevado a efecto en 1948, encargando al escultor y tallista que había realizado el paso de la Virgen, Nicolás Prados López, que labrara otro gran paso neobarroco para procesionar a un Crucificado del siglo XVI, con el título de Expiración, al que se daba culto desde antiguo en la iglesia de Santo Domingo.

Sin embargo, no se sabe, sí fue porque se presentaron dificultades para ello o se desistiera de la imagen, lo cierto es que esa año se procesionó la imagen del Señor Atado a la Columna del escultor del Siglo XVI, Pablo de Rojas, que estaba en 1948 en la capilla del Hospital de San Lázaro (la imagen del hoy Jesús de la Paciencia). 

Todo indica a que esta imagen la realizó Rojas para la antigua Hermandad de la Pasión de Jesucristo, sita en el Convento de la Santísima Trinidad y pasó a la capilla del Hospital de San Lázaro, tras la demolición de este convento a mediados del XIX. Ambos conjuntos edificativos pasaron al Estado con la Desamortización de 1835. 


Tampoco, Prados López pudo terminar el paso neobarroco  para la Semana Santa de 1948, procesionándose el Señor de la Columna en otro de pequeñas dimensiones  y con cuatro hachones que preparó la Cofradía, realizado por Prados López. 

En los siguientes años la Hermandad volvió a procesionar el paso del Cristo de la Columna (lo hará hasta el año 1954), sin que viera la luz el costoso y ambicioso proyecto que acariciaba para el paso del Cristo. Tal vez, su carestía hizo que se prolongara su ejecución.  

1948. Primer paso de Cristo: El Señor Atado a la Columna (Pablo de Rojas)
Imagen de Jesús que hoy llamamos de la Paciencia

No obstante, los arreglos que se le había realizado al paso de la Virgen para adaptarlo a los lugares de notable estrechez, el Miércoles Santo de 1949, volvió a atascarse, esta vez, en la Calle de Jesús y María, donde permaneció parada la procesión más de tres cuartos de hora, hasta liberarse de la dificultad que se había presentado (16).

Los contactos que desde hacía varios años mantenía la Hermandad y su hermano mayor, D. Inocencio Romero de la Cruz, con el Ministerio de Marina, valió para que el Cartel de la Semana Santa de Granada fuese promocionado en Madrid por dicho Ministerio. La Marina que había venido, al menos, un año, como se ha manifestado, regresó para hacerlo muchos años, debido a los contactos de D. Inocencio.


Cristo de la Columna 1949

La década de los años cincuenta. Del esplendor a la decadencia

En 1950 la Hermandad nombró Hermano Mayor Perpetuo a la Marina Española, en la persona del Marqués de Santa Cruz, descendiente del almirante D. Álvaro de Bazán, que según la tradición, llevó consigo a la Virgen del Rosario a la Batalla de Lepanto. El nombramiento se plasmó en un pergamino que realizó el mismo Prados López (17).

Este tipo de nombramientos no eran del agrado del arzobispo de Granada, D. Balbino Santos Olivera, por otra parte, no muy en sintonía  con las cofradías, que dictó un edicto prohibiéndoles estos nombramientos sin su expreso permiso.

En 1951, los dominicos consiguen volver a su convento de la Santa Cruz la Real, exclaustrados de él desde 1835, haciéndose cargo de la Parroquia de Santa Escolástica ubicada en la iglesia de Santo Domingo, nombrándose al Padre Crespo, de la Orden de Predicadores, consiliario de la Hermandad.

A la procesión del Miércoles Santo de 1951 asistió el Marqués de Santa Cruz y el destructor "Martín Alonso Pinzón" atracó en el puerto de Motril con la marinería que asistió a la procesión, lanzándose veinte cañonazos en honor de la Virgen del Rosario a la hora de la salida de la estación de penitencia. Mientras, en la Alhambra, la campaña de la Vela saludaba a la Virgen del Rosario, siguiendo un antiguo privilegio y tradición.

En 1952, se cumplía el XXV Aniversario de la fundación de la Cofradía y con este motivo organizó diversas actividades de culto y culturales, entre ellas una conferencia de Federico García Sanchís, uno de los mejores oradores de la nación, sobre "La Virgen del Rosario en la Semana Santa de Granada".

Con motivo de este Aniversario se incentivó la construcción del tan esperado proyecto de paso de Cristo, que ya tenía finalizado Prados López para la Semana Santa de 1952, en la que fue estrenado.


1952. Paso nuevo de Nicolás Prados López con el Nazareno de San Bernardo

Pero ese año saldrá la Hermandad con tres pasos: el de Ntra. Sra. del Rosario, del de Jesús Amarrado a la Columna (Jesús de la Paciencia) y el paso del Nazareno, con la imagen de talla, aunque sobrevestida de Jesús Nazareno del convento de San Bernardo (Cister).

El nuevo paso estaba formado por dos cuerpos: respiradero y canasto. El respiradero, bastante más bajo que el canasto, lo formaban tallas en madera labrada en elementos vegetales calados y dorados en pan de oro; sobre el mismo la mesa en la que se elevaba el canasto formado por un friso menguante con tallas de tipo vegetal de menor tamaño; del mismo partía en forma abombada el cuerpo del canasto decorado con la talla de grandes hojas de acanto en las esquinas y en las zonas centrales unas cartelas, que podrían simular unas granadas con un relicario de remate. Altos candelabros de guardabrisas en forma arbórea con profusión de brazos y tulipas en las esquinas, tulipas que, asimismo, se repetían en el perímetro superior del canasto.

La envergadura de dos de los pasos de la Hermandad hizo el nuevo paso tuviera que salir del jardín de Colegio Mayor de Santo Domingo, y al de la Virgen le hubo de realizar Prados López una adaptación para que pudiera salir de la iglesia. 




Hay que decir, que la sección de nazarenos que acompañaba esos años al Nazareno de San Bernardo estaba formada por abogados. Todos estos años la Marina de Guerra acompañará a la Cofradía al mando de un almirante y con gastadores, abriendo la procesión; después de la Virgen, la banda de música de la Marina y una sección o regimiento de marinos. En 1952, sería el almirante Moreno; en 1953 y 1956, el almirante Pastor Tomasety, y en 1954 el almirante Bustamante...etc.


1955. Paso del Nazareno

El nuevo paso del Cristo, ese mismo año (1952) que se estrenó, sirvió para llevar al Cristo de la Humildad del Convento de Zafra en la procesión conmemorativa del 25 Aniversario de la Fundación de la Federación de Cofradías, llamada de los Misterios de la Pasión, y que se frustró por la lluvia.


Paso de la Hermandad del Rosario con Jesús de la Humildad de Santa Catalina

En 1954,  la Hermandad contará con un nuevo hermano mayor, D. José Martínez Ferrol, que sustituirá al arquitecto D. Alfredo Laca Primo, así por lo menos, aparece en la prensa. Ello no obstante, tres años después (1957) vuelve a ser nombrado Laca Primo de hermano mayor y Martínez Ferrol de vice-hermano mayor. 

Tenía por esos años la Cofradía grandes proyectos para su engrandecimiento. Ya habían asistido a la procesión en años anteriores el Ministro de Marina y el Jefe del Estado Mayor de la Armada, otorgándole la Cofradía a esta institución el título de hermano mayor honorario, como se ha dicho. También, se intentó tramitar a través de estos contactos con altos jefes de la Marina, que los restos mortales de D. Álvaro de Bazán se trasladaran a Granada para que reposaran en el futuro a los pies de la Virgen del Rosario y elevar a la categoría de Basílica y Santuario de la Marina, e, incluso, la fundación de la Orden Militar del santo Rosario, cosas que, evidentemente, no se consiguieron (18)

Asimismo, por estos años se nombraron hermanos mayores honorarios al Ecmo. Ayuntamiento de Granada y a la Diputación Provincial, que asistió a la procesión bajo mazas, detrás de la Virgen y de las más de cien señoras vestidas de mantilla. En esa época la Archicofradía contaba con más de 10.000 cofrades y Granada y Provincia, aunque la rama penitencial solamente contaba con unos 450 hermanos, según manifestaban el secretario Antonio Taboada Camacho y el vicesecretario, Francisco Tamayo Cabrera, al diario "Patria".

El día 12 de marzo de 1957 tomó posesión la nueva directiva de la hermandad del Rosario  ante la imagen de la Virgen y en su camarín, asistiendo el arzobispo de las Misiones en China, el dominico Fray Teodoro Labrador, después del triduo y función. La nueva junta directiva la formaban: D. Alfredo Laca Primo, como hermano mayor; de vice-hermano mayor, D. José Martín Ferrol; como celador, D. José Oriol Fiestas; como  secretario, D. Antonio Taboada Camacho; como  vicesecretario, D. Francisco Tamayo Cabrera; como tesorero, D. Manuel Gualda Hidalgo; como vicetesorero, D. Antonio Rosales Camacho; como contador, D. Luis García Jiménez; como vice-contador, D. José María Valdecasas; como albacea, D. Miguel Rosales Camacho; como vice-albacea, D. José Luis de los Reyes López. Vocales: primero, D. Serafín López Cuervo; segundo, D. Manuel Martínez Vílchez; tercero, D. Salvador Curiel Cabrera; cuarto, D. Antonio Díaz Berbel; quinto, D. Antonio Gámez Cabo; sexto, D. Francisco Mora Fernández, y séptimo, D. José Navarro Pardo (19)


1957. Ntra. Sra. del Rosario
A la procesión del Miércoles Santo de 1957 asistió el almirante Mendizábal Cortázar, Conde de Peñaflorida, y el Nazareno de San Bernardo lució una túnica de bocamanga bordada en oro, que no sabemos si sería alguna de la imagen que guarden las monjas del Cister. 

Aquella simbiosis que se estaba produciendo durante los años cincuenta del pasado siglo entre la Marina Española y la Archicofradía en su rama penitencial desembocó en una Orden del Ministerio de Marina de fecha 9 de junio de 1958 por la que se declaraba a la Virgen del Rosario granadina Capitana General de la Armada con derecho a que se le tributaran los honores correspondientes.



1957. Nazareno de San Bernardo (Cister)

En estos años de final de la década la Cofradía había decidido volver a recuperar para la Virgen un paso de palio, como tenía en sus primeros años, así lo comentaban unos directivos a la prensa en 1958. Probablemente, no llegaría a materializarse este proyecto por las circunstancias de crisis en que se vieron inmersas las cofradías en los siguientes años y la propia crisis interna que padecería la hermandad. El paso de palio, no obstante, llegaría casi pasadas dos décadas.


1959. La Hermandad de Penitencia coje autonomía ante la Archicofradía


Las relaciones entre la Archicofradía y la Cofradía de Semana Santa no estarían en estos años de finales de los cincuenta exentas de tensiones; parece ser que la falta o el deseo de más autonomía por parte de la cofradía de penitencia, o de parte de sus miembros, con respecto a la Archicofradía pudieron estar en el fondo de dichas tensiones, así como, la prohibición de procesionar la imagen titular. 

Pudo ser decisivo el hecho de que directivos de la Archicofradía lo eran, también, de la Cofradía, y el Presidente de primera solía ser hermano mayor de la segunda, de forma que se patentizaría una dependencia en las decisiones con la que no comulgaban algunos directivos de la penitencial, ni querían ser acatadas por ellos.   
  
La escisión entre ambas corporaciones o, más bien, la cierta autonomía de la penitencial se produjo en 1959, año en el que se eligió hermano mayor a D. Serafín López Cuervo. Legalmente se plasmó en un decreto del arzobispo D. Rafael García y García de Castro de fecha 20 de marzo de 1959 en la que se sancionó su título de "Hermandad de Semana Santa de la Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario", que, por otra parte, venía a confirmar la unión entre ambas (20).

Ese año el Capitán General de la 9ª Región Militar, con sede en Granada, Sr. Álvarez Serrano, donó a la Virgen del Rosario el fajín de Capitán General en nombre del Ministro del Ejército. A su vez la Archicofradía le impuso al militar la medalla de oro de la Virgen.

El Miércoles Santo la Virgen lució el fajín, presidiendo la procesión el citado Capitán General y se llevó el estandarte antiguo escoltado por maceros. También, asistió el vicealmirante D. Antón Rosas y el Presidente de la Diputación, a los que acompañó el hermano mayor D. Serafín López-Cuervo, cerrando la procesión la Banda de Infantería de Marina y abriéndola la Banda Municipal de Granada. Como venía siendo habitual acompañaron a la Virgen gran número de camareras de mantilla presididas por la camarera mayor Dª. Margarita Massot. 

Por estos años, la hermandad ya no procesionaba al Señor de la Columna, que en 1959 pasó a ser titular de la Hermandad de la Paciencia recientemente fundada; tan sólo, llevaba esos últimos años los pasos del Nazareno de San Bernardo y de la Virgen del Rosario. Ésta fue escoltada por gastadores de la Marina de Guerra, luciendo el manto blanco bordado, y como era costumbre, se adornó con flores blancas su paso, llevando claveles rojos el Nazareno. Fue este año el primero en recibir la imagen de la Virgen del Rosario honores de Almirante de la Armada. 

También, los nazarenos del paso del Nazareno, desde algunos años antes, llevaban hábito diferente al de los cofrades de la Virgen; en aquéllos la túnica era blanca y el capillo y fajín de color burdeos, y los de la Virgen mantenían el del inicio de la Cofradía: hábito blanco con capillo y fajín verdes. 





1960. Jesús de la Tres Caídas sale en la estación de penitencia

Como se ha expuesto, la Hermandad había optado en 1948 por procesionar un paso de Cristo con el Señor de la Columna de Pablo de Rojas, luego serían dos pasos de Cristo, añadiendo el del Nazareno de San Bernardo. Quizás al ponerse de manifiesto la crisis o falta de recursos que aquejó a las cofradías a finales de los años cincuenta del pasado siglo, la Hermandad optó por procesionar solamente un paso cristífero, decantándose por que fuese el paso de Jesús con la cruz al hombro.

Y también, ese año, volvió a la Semana Santa de Granada la imagen de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas; hacía 46 años desde su última salida a las calles granadinas, cuando dejó de salir en la procesión del Santo Entierro, llamado "Antológico" (1913, fue el último que salió la imagen). 

Ese año de 1959, Jesús de las Tres Caídas salió el Jueves Santo, como tercer paso en la Cofradía del Cristo de los Favores. En realidad, esta hermandad lo que hizo fue aceptar que en su estación de penitencia la acompañara una nueva hermandad que se estaba gestando para dar culto y procesionar la imagen de Jesús en su Tercera Caída. Esta hermandad pretendía tener su sede en el convento albaicinero de Santa Isabel la Real, lugar en el que estaba la imagen desde la exclaustración (1835-1836) de los franciscanos observantes, en cuya iglesia, como se dijo, tenía su sede su antigua Cofradía.


1959. Salida con la Hermandad del Cristo de los Favores. Arch. Ideal.

Parece que fue el hermano mayor de la Cofradía de la Santa Cena, D. José Sánchez Reina, quién patrocinó a esta incipiente cofradía e impulsó todos los preparativos para que saliera en procesión. De hecho, los hábitos que llevaron los cofrades (blancos con capillo rojo) serían los de la Santa Cena, y el altarón con una crestería barroca rematada con tulipas era el de la Soledad de Nuestra Señora con los faroles de Jesús de la Humildad, prestado todo ello por la hermandad de éste Cristo (21).

El paso se montó en la iglesia de Santo Domingo y de allí salió en la noche del Jueves Santo para incorporarse sobre las 23:30 horas a la Cofradía del Cristo de los Favores a su paso por dicho templo dominico. Esta hermandad, con vocación de "madrugada" desde su fundación, solía salir en esa época sobre las diez y media u once de la noche, pues el nuevo arzobispo, D. Rafael García y García de Castro, era menos intervencionista en el régimen de las hermandades que D. Balbino Santos Olivera.


Rosario 1960

Ese año salieron en la Cofradía del Cristo de los Favores tres pasos, siendo el primero el de Jesús de las Tres Caídas. La imagen iba acompañada de dos de sus antiguas figuras, tal y como aparecen en los grabados del siglo XVIII: el soldado o centurión romano que arrastra a Jesús con la soga en el cuello y el Cirineo que le ayuda a llevar la cruz. Dichas figuras las conservan las monjas de Santa Isabel la Real, junto con el Cristo.

Muy entrada la madrugada del Viernes Santo se encerró la hermandad, quedando el paso del Jesús de las Tres Caídas, asimismo, en la iglesia de Santo Domingo a su regreso. 

No podemos afirmar con claridad si la Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario procesionó al año siguiente de 1960 la imagen de Jesús de las Tres Caídas, probablemente lo hiciera, pero sí hay constancia de que los nazarenos de su hermandad en constitución salieron en sección ese año con dicha hermandad y no con la de los Favores, haciéndose más verosímil que también lo hicieran con el Señor de las Tres Caídas.  

Para la salida de Jesús de las Tres Caídas con la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario ya no se utilizaron los elementos de los pasos de la Cofradía de Jesús de la Humildad, como se había hecho en 1959, y se decidió labrar un sencillo y severo canasto en caoba como una gran peana que le servía de "calvario", cubriéndolo de claveles rojos; cuatro hachones con candelero salomónico llevaba el paso en las esquinas, situados sobre la mesa del respiradero que era de talla barroca.




El hecho de que la hermandad procesionara ese año a Jesús de las Tres Caídas hizo que se desistiera de hacerlo con el Nazareno de San Bernardo, por no repetir la escena de Jesús con la cruz a cuestas. A partir de ese momento, y en los siguientes años, será Jesús de las Tres Caídas quién formará parte de la estación de penitencia de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario, acompañado de una sección de nazarenos con hábito y capillo blancos más un escapulario morado y  portando cruces al hombro.

"(…) este año llevó (la Hermandad del Rosario) la sección de penitentes de la nueva cofradía de Jesús de las Tres Caídas con el Cirineo y los nazarenos con hábito blanco, capillo blanco y escapulario morado con cruces de madera al hombro" (22).
Pero la hermandad que se pretendió fundar con la imagen no obtuvo la aprobación eclesiástica preceptiva, por lo que, seguramente, sus promotores optaron por incorporarse a la rama de penitencia de la Archicofradía.

Pero la Hermandad no renunció a salir con tres pasos, por lo que para sustituir al Nazareno de San Bernardo se decidió, para la Semana Santa de 1961, procesionar al Crucificado del Siglo XVI que se venera en la iglesia de Santo Domingo con el título de Expiración.

Este Crucificado estaba desde antiguo en la capilla segunda de la izquierda de la iglesia de Santo Domingo, según se entra al templo, y dónde hoy aún se encuentra. Esta imagen no presenta el estilo de la escuela granadina de imaginería, atribuyéndose tradicionalmente a la escuela castellana.




El Crucificado de la Expiración ya había sido procesionado en los años 1942 y 1943 por la Cofradía del Cristo de la Expiración (Escolapios). El Crucificado de Santo Domingo ya tenía el título de Expiración antes de que se fundara la Cofradía de los Escolapios, pues en los años veinte del pasado siglo, se le dedicaba un quinario en Cuaresma con dicha advocación. Puede que por este Crucificado dicha cofradía escolapia tomara el título de Expiración, pues en su fundación intervinieron personas ligadas a la Cofradía de la Santa Cena, sita en Santo Domingo. Asimismo, en el Viernes de Dolores de 1943, la Cofradía de la Oración  en el Huerto realizó un vía crucis con esta imagen como primer acto penitencial que realizara en su proceso de su fundación.   


La Coronación canónica de la Virgen del Rosario

Ese año de 1961, se estaban realizando los preparativos para la coronación canónica de la Virgen del Rosario, la llamada de plata, titular de la Archicofradía, restaurándose para la Semana Santa los dos pasos barrocos de la Cofradía que realizara el Sr. Prados López. En el paso de la Virgen se efectuaron unos faldones nuevos con pinturas al óleo, que realizó el pintor Vergara Reyes con motivos alusivos a la Batalla de Lepanto y a los Misterios Dolorosos del Rosario.


La Virgen acudió al Triunfo sin corona y con su traje natural de plata



El día 19 de febrero de 1960 se firmó la postulación a Roma para la Coronación por parte del arzobispo de Granada D. Rafael García y García de Castro, tramitándose ante la Santa Sede por la Curia Dominica. Pronto se concedió la autorización pertinente por el Papa Juan XXIII en su decreto de 24 de abril de ese mismo año con el júbilo consiguiente de los hermanos de la Archicofradía que en esos momentos sumaban más de 3.000. 




Inmediatamente se formalizó una Junta de Honor de la Coronación formada por autoridades nacionales y provinciales (los Ministros de Marina y del Ejercito; el Marqués de Santa Cruz, descendiente de D. Álvaro de Bazán; Gobernador Civil de la Provincia; Capitán General de la Región Militar granadina; Presidente de la Audiencia y fiscal de la misma; Rector de la Universidad y Presidente de la Diputación; Alcalde de Granada y delegados de los ministerios...etc.). La importancia histórica de la Archicofradía y la devoción secular entre el pueblo a la sagrada imagen determinó la implicación de las referidas instancias de poder.


Ntra. Sra. del Rosario y Batalla de Lepanto. Grabado de Luengo 1750. Museo Casa de los Tiros

Después, se creó una Comisión Central y diversas comisiones ejecutivas de la Coronación con personalidades granadinas eclesiásticas, civiles, militares, de la Cultura, de la Justicia, ex-mayordomos de la Archicofradía y de la rama penitencial. Todas estas comisiones estuvieron llamadas a organizar los más diversos actos religiosos, culturales, festivos y procesionales. Entre ellos, una exposición de imágenes de María de gran devoción o significado histórico en la ciudad en siglos pasados (Virgen de la Antigua, de la Esperanza de Santo Domingo, cuadro de la Quinta Angustia de San Juan de los Reyes, la Virgen de la Puerta de la Justicia de la Alhambra de Mateo Alemán, Virgen de la Rosa del Arco de las Orejas, Virgen de Guía...etc.) (23).


                           Triunfo de la Inmaculada (Alonso de Mena)

Fue en el mes de mayo, no podía ser otro el más indicado para coronar a la Virgen. El día 11, a las cinco de la tarde, un pregón infantil viviente recorrió las calles desde la Plaza del Triunfo hasta la iglesia de Santo Domingo; miles de niños de las escuelas del Ave María con banderitas con el lema Coronemos a la Virgen de Lepanto iban por el itinerario señalado acompañados de distintas bandas de música de dichas escuelas. Luego, al oscurecer, se pronunció el Pregón de la Coronación por el académico de Bellas Artes de Córdoba, D. Pedro Palop, en el claustro abarrotado de público del convento de Santa Cruz la Real, interviniendo el famoso Coro del Salvador dirigido por D. Estanislao Peinado.


Plaza del Triunfo en la Coronación

Al día siguiente, 12 de mayo, se celebró por el arzobispo una misa de pontifical en la Basílica de la Patrona de Granada, y por la tarde, en el citado claustro, un acto literario- musical a cargo del periodista Francisco Moreno Calvache con la actuación del Coro del Seminario de San Cecilio.

El día 13 de mayo se ofició por el arzobispo en Santo Domingo una función eucarística delante de la Virgen del Rosario con asistencia de todas las autoridades, y por la tarde, a las ocho, un concierto en el claustro del convento por el orfeón "Fernández Caballero".

Los actos del día finalizaron con una multitudinaria Procesión de las Antorchas, que partió a las 23:00 horas de la iglesia de Santo Domingo, y que acompañó a la Virgen del Rosario, para que fuera coronada al día siguiente, desde su iglesia su iglesia hasta la Explanada del Triunfo de la Virgen. La imagen, en su trono de Semana Santa cubierto de flores blancas, iba sin corona y a la luz de las antorchas, entre el murmullo del rezo continuo del Santo Rosario por diversos coros del Rosario Perpetuo, otra rama de la Archicofradía. Entre los vítores de la multitud se instaló la Virgen bajo el monumento del Triunfo de la Inmaculada de Alonso de Mena y delante de las cascadas de la fuente iluminada, que hacía pocos meses se había inaugurado, y que remata como fondo aquella grandiosa plaza.


Llegada al Triunfo de la Virgen del Rosario para la vigilia de antes de antes de la Coronación. 

Allí pasó la imagen toda la madrugada del Domingo, día 14 de mayo, en una vigilia a la que acudieron multitud de fieles, hasta las cinco de la madrugada en que comenzaron las misas menores incesantes dedicadas en honor a la Virgen, que finalizaron a las 9 de la mañana de aquel glorioso domingo. A esa hora comenzaron las solemnes dedicadas por su Archicofradía, por las cofradías de Semana Santa y por los distintos cuerpos del Ejército.

Por la tarde, a las 18:00 horas, una ingente multitud de más 150.000 personas, venida de toda la provincia y de las limítrofes, llenaba la Plaza del Triunfo, cuando un helicóptero aterrizó en aquel espacio para bajar a la invitada de honor, la imagen de Ntra. Sra. del Rosario de Cádiz, La Galeona, que había llegado previamente a Motril, desde Cádiz, en el buque de la Mariana "Hernández Pinzón".

  
Llegada de la Galeona de Cádiz al Triunfo

La Galeona se situó a la derecha del altar de la Coronación, bajo el Triunfo de la Inmaculada y dando cara a la Virgen del Rosario, la Capitana de Lepanto.




A las seis y media de la tarde comenzó la ceremonia de la Coronación en una función concelebrada por el arzobispo de Granada y el obispo de Salamanca, en la que se leyó el decreto papal en el que se concedía el privilegio de la Coronación a Ntra. Sra. del Rosario de Granada. Después, al Ministro de Marina, Sr. Abarzuza y señora, padrinos de la Coronación, se les entregó por el Presidente de la Archicofradía, D. José Martínez Ferrol, la corona que se había realizado para coronar a la Virgen, para que se la ofrecieran y que el arzobispo procediera a su imposición a la sagrada imagen.  


Acto de la Coronación
Un aplauso atronador sonó en la amplia plaza en el momento de la Coronación por arzobispo de Granada y el obispo dominico de Salamanca, D. Francisco Barbado; se siguieron las salvas de artillería por los cañones colocados en el Cerro del Tambor que domina la explanada del Triunfo; el himno nacional a continuación interpretado por diversas bandas de música; aplausos, voltear de pañuelos y vítores del público asistente y, finalmente se procedió a la lectura de una carta del Papa Juan XXIII y a su bendición apostólica.

Una Salve Regina se entonó como final de la ceremonia y comienzo de la procesión gloriosa de Ntra. Sra. del Rosario Coronada para reintegrarla a su camarín de la iglesia de Santo Domingo, del convento dominico de la Santa Cruz la Real.

Abría la procesión la guardia municipal de Granada a caballo y vestida de gala; cruz parroquial de Santa Escolástica y largas filas de fieles y cofrades alumbrando con velas, que hubieron de colocarse en orden de diez en fondo por su gran número de participantes; a continuación los miembros de las distintas órdenes religiosas de la ciudad y las andas a hombros de dominicos, turnándose en el itinerario, con Ntra. Sra. del Rosario, La Galeona de Cádiz, que iba escoltada por la Policía Armada, y con la Virgen gaditana, la banda municipal de Granada, dirigida por el Maestro Faus. 




Congresistas asociaciones marianas con sus estandartes y una representación de la Hermandad de la Esperanza Macarena y Ntra. Sra. del Rosario de Sevilla con el Simpecado de la imagen y el hermano mayor al frente, D. Ricardo de Zubiría y Rubio más los cargos de la junta de gobierno de la hermandad sevillana y representaciones de casi todas las hermandades de Nuestra Señora del Rosario de Andalucía, parte de Extremadura y Murcia y de otros lugares de España. 

Cerrando el cortejo procesional iba la Virgen coronada, escoltada por soldados de Infantería de Marina y adornada de Flor de Pato y gladiolos blancos. El año anterior se le había restaurado la parte de orfebrería de la imagen, añadiéndoles diversas piedras preciosas que se perdieron con la rapiña de las tropas napoleónicas y se le repuso el mantolín. El orfebre que realizó el trabajo fue Miguel Moreno Grados, que seguramente fue, también, el autor de la corona, aunque el diseño pudo ser de su hijo, el escultor Miguel Moreno Romera. La labró en oro con ocho imperios y 165 perlas, representando las cuentas del Santo Rosario y reunido su importe por donativos en suscripción popular y por donaciones de joyas y piedras preciosas de muchos devotos. Después, en el año 2.000, realizará un diseño parecido para la Coronación de la imagen de las Angustias de la Alhambra.






Detrás de la Virgen del Rosario iban los obispos de la Archidiócesis, el Ministro de Marina y representaciones militares y civiles de la provincia y, por último, la banda de música de la Marina de Guerra y una compañía de honores de Infantería de la Marina de Guerra. 


La procesión fue por la Gran Vía haciendo estación en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, donde recibió la Virgen el homenaje de una nutrida "petalá" y continuó por la Calle de Reyes Católicos hasta Puerta Real, siguiendo por la de Ángel Ganivet, para subir por la Cuesta del Progreso, Plaza de los Campos y llegar a la Plaza de Santo Domingo, dónde una gran muchedumbre de gente esperaba para recibir a la considerada Patrona del Realejo, ya coronada. Eran, evidentemente, otros tiempos (24)





La Virgen del Rosario Coronada deja de salir en Semana Santa: la imagen Vicaria


Quizás, por razones litúrgicas y de conservación, no eran los dominicos muy partidarios de que la imagen de Gloria fuese procesionada en Semana Santa. El Padre Crespo se lo venía comunicando a la Archicofradía los años anteriores a la Coronación de la Virgen. Por esto, la comunidad de religiosos dominicos vio en dicha Coronación el motivo para que la Virgen no volviera a las calles de Granada en la Semana Santa y sólo procesionarla en su fiesta litúrgica. 

La rama penitencial con ello quedaba sin imagen mariana para realizar su estación de penitencia y la solución a este problema fue la decisión del Padre Crespo de encargar, en 1959-1960, al escultor granadino Aurelio López Azaustre una imagen Vicaria Dolorosa que sustituyera a la secular de Gloria en la estación de penitencia del Miércoles Santo.

La decisión de cambiar la imagen del dominico Padre Crespo, que era, asimismo, párroco de Santa Escolástica, provocó tensiones entre los miembros de la junta de gobierno, algunos de los cuáles abandonaron la cofradía de penitencia y pasaron a la de la Jesús de la Paciencia y María Santísima de las Penas. Ante esta situación se nombra a D. José Gómez Sánchez-Reina en el cargo de hermano mayor, a fin de que aunara voluntades por ser persona de gran prestigio en la Semana Santa de entonces. Era, asimismo, hermano mayor de la Santa Cena. D. José Gómez se reunió de una serie de jóvenes y entusiastas cofrades, como Antonio Muñoz Molina y Juan Cobo. Le sucedería como hermano mayor, Miguel del Castillo Santiago; Luis López-Argüeta López, de vice-hermano mayor y el Sr. Gualda de tesorero.   




Virgen del Rosario Dolorosa realizada hacía 1959-1960 por el escultor A. López Azaustre

La imagen nueva ya saldrá en la estación de penitencia de 1962, advirtiendo el periodista del diario "Patria", "que no era la imagen que se venera en octubre", lo que reafirma que fue ya ese año cuando empezó a procesionar la Dolorosa de López Azaustre, aunque parece que la lluvia importunó a la Cofradía.

La imagen, que llamaban "Vicaria", se procesionó esos años sesenta en el paso de López Burgos y con las sayas y mantos de la Virgen del Rosario de Gloria o de plata y con la corona con la que ésta fue coronada. El esplendor se venía manteniendo en 1962 con la asistencia de almirantes, mandos y regimiento de honores de Infantería de Marina, así como de sus extraordinarias bandas de música, que entonaban la Salve Marinera para despedir a la Virgen en el regreso a su templo.

Pese a la falta de recursos económicos que va a aquejar a la Cofradía a lo largo de la década de los años sesenta del pasado siglo, ésta va a seguir procesionando los tres pasos de Semana Santa: el Señor de las Tres Caídas, el Cristo de la Expiración y Ntra. Sra. del Rosario.


1967. Virgen del Rosario Dolorosa del escultor López Azaustre con los atributos y vestimenta de  la de Gloria. Foto cedida por J. Antonio Palma. Manuel Linares, Colección particular.

No salió la Hermandad el Miércoles Santo de 1963, la lluvia se lo impidió, como también a otras dos de las hermandades del día: la de Jesús de la Paciencia y la del Cristo del Consuelo de los gitanos: sólo se puso en la calle la Hermandad de Ntra. Sra. de la Esperanza, aunque a partir de la tribuna oficial tuvo que acelerar la marcha bajo un chaparrón que le hizo regresar directamente a su sede de salida en Plaza Nueva.

La crisis de las cofradías de la Semana Santa granadina se venía gestando desde mediados de los años cincuenta, afectándole a algunas más que a otras, pero a mediados de la década de los sesenta se va generalizando a casi todas las hermandades y a la Federación de cofradías. Los tiempos y los hábitos de vida de los ciudadanos estaban cambiando de forma paulatina y los mecenas de las hermandades, normalmente de la burguesía y aristocracia granadina, que las habían apoyado e impulsado económicamente y con sus influencias en los estamentos sociales y políticos de la ciudad  y fuera de ella, se habían desentendido de las hermandades. Largo tema éste que ya se ha esbozado al describir la historia de otras hermandades.


Cristo de la Expiración en los años sesenta. Foto M. Linares. 
De forma casi heroica los directivos de nuestras cofradías fueron afrontando los gastos que suponían poner la cofradía en la calle, para que Granada contara cada año con sus imágenes y cortejos en la celebración de su Semana Santa, desde el aspecto de su religiosidad popular. Por otra parte, la ciudad y su comercio tampoco prestaba apoyo, perdiéndose en muchas familias la solera cofrade creada en las décadas anteriores. También, la gran emigración supuso un importante revés para mantener dicha solera.

A la falta de medios económicos se unía el chantaje de los llamados costaleros profesionales, que en medio del itinerario exigían que se les subiese el estipendio concertado previamente, plantando el paso en la calle, mientras se resolvía el dilema. Esto le ocurrió a la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario en 1967, que dejaron el paso de la Virgen plantado en la Plaza de Isabel la Católica. Unos años antes, en 1964, se había suprimido del itinerario oficial la Gran Vía, finalizando éste en la citada plaza. La Hermandad continuó incumpliendo las normas de la Federación de pasar por la Gran Vía y Cárcel Baja hacia Elvira, realizandolo ese año de 1967 con los pasos de Jesús de la Tres Caídas y del Cristo de la Expiración, dejando al paso de la Virgen en la Plaza de Isabel la Católica. 

En 1968, se proyectó que el paso de Jesús de las Tres Caídas saliera del monasterio albaicinero de Santa Isabel la Real, donde se venera todo el año la imagen, por la belleza de los paisajes urbanos que encierra el barrio del Albaicín y evitar así el traslado inapropiado que en aquella época se hacía para llevarlo a Santo Domingo. Efectivamente, salió la comitiva del Cristo desde aquel monasterio pero la estrechez de algún tramo de la calle de San Juan de los Reyes impidió el paso de la imagen y tuvieron que volver hacia la Cuesta del Chapiz, llegando con retraso a la incorporación con el resto de la cofradía, a la que alcanzó a la altura de la calle de Varela. No se volvió a repetir tal experimento (25).

En estos años la Archicofradía y la Hermandad de penitencia entran, quizás, en el periodo más difícil y de menos noticias de su historia. Una disminución sensible de cofrades y el empobrecimiento de su cortejo procesional le fue paralela, aunque no faltaba ningún año la asistencia a la procesión de altos cargos de la Marina, sus bandas de música y de marineros de su infantería; incluso se dieron conciertos en el Hospital Real por parte de las bandas de la Marina, para recabar fondos con destino a sufragar los gastos de la Cofradía. La crisis de la Semana Santa, de la que se ha tratado, tampoco ayudaba a la resolución de esta grave situación. 


Rosario 1964

Pese a todo, la Cofradía no dejó ninguno de estos años de realizar su estación de penitencia del Miércoles Santo y era una de las más esperadas por los granadinos, que, por otra parte, tampoco prestaban su apoyo a nuestras hermandades, limitándose a su papel de espectadores pasivos de su Semana Santa, que llegó a su cenit de decadencia en el año 1975, cuando sólo trece hermandades realizaron su estación de penitencia. 

En estos años de principios de los setenta, entre los elementos apreciables de novedad, a parte de la reforma de los pasos, estuvo la supresión de la corona de la Virgen, que sirvió para coronar a la titular, y su cambio por una diadema.

No obstante, la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario en sus Misterios Dolorosos siguió procesionando los tres pasos portados muchos años por la cuadrilla de costaleros de la familia de capataces Sánchez-Herrera (Miguel Sánchez Quesada y Jaime Sánchez Herrera), que trataron de imprimir en su andar el estilo de llevar los pasos en Sevilla. Lo que podríamos llamar sevillanismo ha sido una vocación antigua de esta Cofradía.

Todos estos años la cofradía solía salir a su estación de penitencia hacia las 21:15 horas de la noche con un encierro de madrugada y una plaza ante la iglesia repleta de público, mucha parte del cual asistía por el reclamo de la marinería. En estos años solía pasar la Cofradía por la Cuesta del Progreso y regresar por la calle de la Colcha y Pavaneras.


Tres Caídas 1972. Diario Patria

La dificultad de pagar a un número importante de costaleros para portar los tres pasos de la cofradía le hizo tomar la determinación, en 1972, de aligerar de peso el paso de la Virgen, modificándolo, y suprimir el paso de Cristo de la Expiración, que se estaba también modificando. Sin embargo, en 1974, vuelve a llevar la hermandad los tres pasos, para dejarlos en dos en 1975, suprimiendo el del Crucificado. Desde entonces la hermandad ha procesionado el paso de Jesús de las Tres Caídas y el de Ntra. Sra. del Rosario, a excepción del año 1978, en el que salió por última vez el Crucificado en unas sencillas andas. 

Algunos hermanos mayores, como Miguel Serrano Castillo, que era coronel auditor del Ejercito, plantearon su dimisión al inicio de la década de los años setenta, sucediéndole D. Enrique Ceres Ruiz, abogado de profesión, en cuyo mandato de manifiesta la crisis en esta cofradía, como en las restantes, con toda su severidad. Como vice-hermano mayor se eligió a D. Antonio Muñoz Molina, pero se llegó al acuerdo que ambos se turnarían en el ejercicio del cargo de hermano mayor cada año (26).

En 1975, la hermandad realiza un cambio de sentido del itinerario, contrario a de los anteriores años, saliendo hacia Fortuny, Pavaneras y Colcha, regresando por Jesús y María y Ancha de Santo Domingo, habiendo suprimido su paso por la Cuesta del Progreso y Plaza de Mariana Pineda. Con sólo dos pasos, y el de la Virgen muy simplificado, sin los candelabros guardabrisas y sólo con un respiradero,  resto del paso de Prados López, realizará ese año la hermandad su estación de penitencia, con un adorno floral de clavel rosa, salpicando la base de lentisco. Ese año se conoce la primera marcha procesional a la Virgen del Rosario compuesta por Sáez de Arana.


Rosario 1975. Con nueva diadema

La crisis en 1975 se hizo insostenible y el hermano mayor, Enrique Ceres, presenta su dimisión, convocándose una junta extraordinaria de la Cofradía en la que se elige de hermano mayor al joven cofrade Juan Manuel Cobo Torres, médico de profesión. En los años de dificultades padecidos, aunque sin deudas por parte de la hermandad, muchos enseres de la misma se habían extraviado o casi desguazados para aprovechar sus elementos los pasos de Prados López; no se encuentran los libros de actas y los faldones del paso de la Virgen con las pinturas de Vergara habían sido recogidos por el hijo del pintor.

Así que, pocos enseres de consideración recibe el Sr. Cobo Torres, a excepción de algunos hábitos, faroles o báculos, así como los elementos desmontados de los pasos. Por esta falta de elementos, la nueva junta del Sr. Cobo decide darle una nueva impronta a la Cofradía totalmente distinta a la que habían visualizado los granadinos en los más de treinta años anteriores. Seguirán los nazarenos con cruces al hombro (penitentes) precediendo al paso de Jesús de la Tres Caídas.


Una nueva etapa

Se suprimen los pasos monumentales de Prados López - ya se habían ido suprimiendo paulatinamente en anteriores años-. Se recupera la estética de paso de palio de la Virgen con la que nació este paso en 1928, realizando uno de los de "cajón" en terciopelo color rojo-burdeos con pasamanería de fleco dorado y una "gloria" pintada al óleo, representando la Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, palio que era sostenido por los doce antiguos varales de metal dorado de la Virgen de la Amargura (se habían suprimido los antiguos faroles de esquina de guardabrisas y los querubines que los sostenían). La Virgen recuperó en su paso de palio parte del respiradero del paso de Cristo y se realizaron 14 jarras en un taller del Albaicín.

Sobre este proyecto se consultó a la Archicofradía, que dio su aprobación, "si era para engrandecer a la Cofradía y a la Semana Santa de Granada". La Virgen -recordamos que era la que hizo López Azaustre- vestía esos años la saya llamada de los Cañones, de la titular de la Archicofradía.



El hermano mayor Juan Cobo se reunió de una serie de personas jóvenes para formar su junta de gobierno, entre los que se encontraban: Fernando Basterra Ayesa, como vice-hermano mayor, Antonio Muñoz Molina, Antonio Coronel, Gerardo Mochón, Ramón Vilar, Francisco Viedma, Enrique y Gonzalo Vázquez, Antonio Pimentel y Eduardo Lapresa, siendo camarera mayor la esposa del Sr. Cobo, María Dolores Blanca. 

Se tuvieron que realizar nuevos hábitos, desapareciendo el color verde de los capillos y fajines, para cambiarlo por el morado, aunque la túnica continuó siendo blanca. Sólo salió la Cofradía en 1976 con el paso de la Virgen, pues no se pudieron realizar los hábitos para los nazarenos de Jesús de las Tres Caídas y carencia de medios económicos (27).

El color rojo del palio y manto vino aconsejado por D. Miguel Rosales Camacho, Pepinique, hermano del poeta Rosales y antiguo directivo de la Cofradía por ser dicho color el simbólico de los Misterios Dolorosos del Santo Rosario.


Rosario 1976

Al año siguiente de 1977 se estrenaron unos bordados en tisú de plata en las bambalinas del palio realizados por las madres dominicas del Convento de la Piedad en la técnica llamada de recorte, siguiendo el diseño de Miguel López Escribano, hermano mayor de la Sentencia, que era un dibujo en hojarasca y el escudo dominico en la frontal. La Virgen estrenaría las jarras con ramos de azahar que causaron admiración en el mundillo cofrade. 

También, ese año, experimentó la Hermandad parte de su itinerario: el recorrido por el Campo del Príncipe hasta el monumento del Cristo de los Favores, que no ha vuelto a repetir, quizá por considerar que alargaba la estación de penitencia de forma excesiva.    


En la Semana Santa de 1978, año en el que se apreciaron claros síntomas de empezar a remontar la crisis, el grupo joven de la Hermandad volvió a sacar al Cristo de la Expiración, en esta ocasión con un paso de pequeñas andas (parece que también se procesionó en 1976, según la prensa); fue la última ocasión en que se ha contemplado en Semana Santa a este Crucificado renacentista, uno de los más antiguos que tiene Granada.

Ese año, el hermano mayor, Juan Cobo Torres, presenta su dimisión en el cargo después de Semana Santa. Parece que determinados inconvenientes planteados a la Cofradía por el párroco, que luego se solventaron, determinaron al hermano mayor a pedir un cambio de sede. Al año siguiente la Federación de Cofradías le propuso al Sr. Cobo reorganizar la Hermandad del Santo Sepulcro bastante decaída tras la crisis que hemos expuesto.



El Cristo de la Expiración en anda. Foto de D. Juan de Dios Morillas

Con dicha dimisión la Hermandad de penitencia sufría otra pequeña crisis en 1979-1980, años en los que se hicieron cargo de la corporación los señores Basterra Ayesa y Vergara Guisado con otros miembros de la junta (28). Ese año de 1979 la Virgen volvió a ir sin palio, tanto los periódicos "Ideal" como "Patria" así lo reflejaban.


Otra vez sin el palio salió la Virgen en 1980, parece que por el precario estado de conservación en que se encontraba. La situación económica de la Cofradía no le permitía realizar los proyectos deseados por un déficit considerable en sus cuentas. Por estas circunstancias, a principio de la década de los años ochenta del pasado siglo esta hermandad era una de las que presentaba menores síntomas de recuperación. La Hermandad se presentó en la Semana Santa de 1980 con sólo el paso de la Virgen y sin palio, como se ha dicho, (no salió el del Señor de la Tres Caídas).

Tampoco asistieron los mandos e infantes de la Marina española a la procesión del Miércoles Santo de 1980, probablemente los gastos de estancia de los marinos no los pudo costear la Hermandad.

En el otoño de 1980 se elige por Hermandad a José Ocaña Carmona hermano mayor de la Cofradía. Muy conocido el Sr. Ocaña en el Barrio del Realejo y en los ámbitos cofrades, era propietario de uno de los bares más populares del barrio, sito en la Plaza del Realejo; verdadera capillica de reunión de cofrades, allí se gestaron, muchas decisiones de la cofradías, y sirvieron sus locales para sesiones de la junta de gobierno de la Hermandad.

La Semana Santa de Granada empezaba a dar ciertos síntomas de vitalidad, tres nuevas cofradías se habían fundado entre 1978 y 1980 (Concepción, Pasión y Estudiantes) y empezaron a crearse cuerpos de costaleros entre la juventud cofrade para cargar los pasos sin necesidad de acudir a los llamados "profesionales".

Para la Semana Santa de 1981 se había realizado un esfuerzo para reparar el palio, pero estando preparada la cofradía para realizar su estación de penitencia una fuerte lluvia le impidió la salida. Ante la imposibilidad de salir se preparó un acto en el interior del templo y en la puerta el vice-almirante Rivas pasó revista a los marinos, que después entraron en la iglesia para rendir honores a la Virgen y entonar la "salve marinera", como era tradicional, entre la ovación de un público entusiasmado. Normalmente en esos años solían acudir a la procesión los militares de la localidad de San Fernando (Cádiz) y la banda de música del Ministerio de Marina, dirigida por Bertomeu.


Foto proporcionada por D. Juan de Dios Morillas, seguramente realizada entre 1981 y 1985. Después se le añadirían unos bordados del mismo estilo al manto.

La Virgen llevaba una corona, en lugar de diadema, que le fue prestada por la Hermandad de Ntra. Sta. de la Esperanza . Ninguna de las otras cofradías del día pudieron por esa causa de la lluvia realizar sus estaciones penitenciales. 

A Jesús de las Tres Caídas ese año se le había añadido el Cirineo de su antiguo paso de misterio del siglo XVIII, que ya se había procesionado en anteriores ocasiones, cuando se recuperó la imagen en 1959 y en los siguientes años. También se conserva en el Monasterio de Santa Isabel la Real, junto al Cirineo, el centurión romano del siglo XVIII.


Cirineo de principios del Siglo XVIII

Soldado del Misterio antiguo, S. XVIII.
Foto: gentileza de M. García-Valdecasas

La junta del Sr. Ocaña preparará por vez primera en la Cuaresma de 1982 un traslado digno de la imagen de Jesús de las Tres Caídas desde el convento de Santa Isabel la Real hasta Santo Domingo en una procesión con hermanos, portando en andas la imagen. El hermano mayor en su loable afán de recuperar el esplendor de tiempos pasados va a tratar de rodearse de gente entusiasta y comprometida, realizando varias reestructuraciones de la junta de gobierno y creando una serie de comisiones para su funcionamiento. De 1981 a 1983 realiza hasta cuatro remodelaciones de la junta; la última de 1983 en la que se nombran dos vice-hermanos mayores, Manuel Gómez Fernández y Antonio Muñoz Molina, y como secretario a Juan de Dios Morillas Villanueva.


No pudo el Sr. Ocaña revertir la situación de la Cofradía en los años que estuvo a su frente y presenta su dimisión al consiliario, el Padre Gonzalo, en octubre de 1984, sustituyéndolo el vice-hermano mayor, Manuel Gómez Fernández, de forma interina hasta su elección en diciembre de ese año. En esta nueva junta será vice-hermano mayor, Juan de Dios Morillas Villanueva (que había ejercido el cargo de hermano mayor en funciones) y secretario, José Manuel López-Barajas Raya.


Jesús de las Tres Caídas y el Cirineo que lo acompañaba en el antiguo paso de misterio del siglo XVIII

También, se estructura el
cuerpo de camareras de la Virgen con María Luisa Cejudo, como camarera mayor, que forma una minijunta en el grupo. Las hermanas Cejudo serán realizarán en la hermandad una notable labor, desarrollando diversas actividades de la marcha cotidiana de la hermandad.

Organizar un cuerpo de costaleros propios, será otro de los proyectos de estos años de la primera mitad de los ochenta. Los años anteriores y desde que se había iniciado el movimiento costalero los dos pasos de la hermandad venían siendo portados por el grupo de costaleros de la Santa Cruz y de la Hermandad del Cristo de los Favores. A mediado de los años ochenta se forma un grupo propio con jóvenes reunidos por el capataz "Paquito". También se logró contar con la primera casa de hermandad en un bajo de la Calle de Seco Lucena, nº13, detrás del convento de Santa Cruz la Real, y por un alquiler mensual de 4.000.- Ptas. ( la casa era propiedad de los padres del autor de este trabajo).




Será una nueva corona para la Virgen uno de los proyectos más relevantes de estos años en los que venía siendo prestada para la procesión del Miércoles Santo por algunas cofradías. Dicha corona había sido proyectada en 1983 y encargada a los talleres sevillanos de Villareal, pero se retrasará su ejecución por razones obvias de la situación de la Cofradía. Se tenía proyectado su estreno en la Semana Santa de 1985, pero no pudo ser finalizada y se estrenaría en la de 1986.  

Para la corona, había donada por el contralmirante, Eduardo Sáenz de Buruaga, la cantidad, entonces importante, de 100.000.-Ptas. En reconocimiento a su dádiva, la Hermandad le nombró "cofrade de honor", que materializó con la imposición de la medalla de la hermandad y la entrega de un pergamino, ante el paso de la Virgen el Miércoles Santo de 1984.


Nueva imagen de la Virgen

A la imagen que realizara el escultor Aurelio López Azaustre, se encontraba deteriorada y, además, no se le daba culto en la iglesia, sino en una sala del camarín de la Virgen del Rosario, titular de la Archicofradía, por entender los dominicos que no había que darle culto en la iglesia a dos imágenes de la misma advocación. Quizá, también, dicha imagen por no ser propiedad de la Cofradía de penitencia al haberla encargado el Padre Crespo, ésta quisiera contar con una nueva imagen de su propiedad.

Fuera por una de estas causas o por otras, en 1985 decide la hermandad encargar una imagen de la Virgen al escultor, discípulo de Sánchez Mesa, Miguel Zúñiga Navarro. La nueva imagen de vestir o de candelero se bendice el día 8 de marzo de 1986, festividad de San Juan de Dios. También fue procesionada el Miércoles Santo de ese año con la nueva corona de los talleres de Villareal y un nuevo palio en color morado. Asimismo, se estrenó la nueva cruz de guía, realizada en madera tallada y dorada por el granadino Antonio López Marín.


Imagen de Miguel Zúñiga de 1986

Nuevos colores para el paso de palio se aprobaron en la junta de la hermandad de 27 de febrero de 1986, determinándose que el palio y los faldones serían de color morado y el manto de la Virgen blanco, en lugar del púrpura. Los nuevos varales de orfebrería, de los que cuelgan sendos rosarios, los realizó Miguel de los Ríos y también se estrenaron con la nueva imagen, así como unos báculos del mismo orfebre.

Como a la imagen de López Azaustre, tampoco a la nueva Dolorosa se le dará culto en la iglesia durante el resto del año, sino en la sala aneja al camarín de la titular de gloria, privando a los hermanos de poderla visitar y rezar, dada la mayor dificultad para acceder a la zona del camarín.


Cruz de Guía de López Marín 1986

Antes de la Semana Santa de 1986 el hermano mayor Sr. Gómez Fernández escribe una carta de dimisión al padre Gonzalo, director espiritual de la hermandad, sustituyéndolo el vice-hermano mayor Sr. Morillas, hasta las elecciones celebradas el 22 de mayo de ese año, por las que sale elegido como nuevo hermano mayor, Juan Manuel López-Barajas Raya; antes había desempeñado el cargo de secretario de la Hermandad.


Nueva casa de hermandad, dentro del mismo barrio del Realejo, se estrena en 1987; estaba situada junto a la Casa de los Tiros en la calle de Santa Escolástica. En ella contaba con el espacio suficiente para poder poner dignamente a la Vicaria, que realizara López Azaustre y para los enseres que ya empezaban a ser importantes en estos años de verdadera recuperación de aquella hermandad que había sido una de las más importantes de la ciudad. En ella gozamos los siguientes años de diversas e interesantes tertulias, charlas y otros actos culturales y festivos los jóvenes cofrades de aquellos tiempos. Allí estaría la Hermandad unos quince años.


A la derecha de la Casa de los Tiros, tapada casi por el árbol el balcón era de la Casa de Hermandad


Ese año, también se consiguió para el Señor de las Tres Caídas un paso más digno. El gran paso que realizara Prados López en 1952 y el que realizó para la Virgen en 1943 se encontraban en un estado lamentable en un almacén. Se eligió como artífice al granadino Antonio López Marín, que aprovechó y restauró determinados elementos de dichos pasos, quizá los únicos  que se pudieron salvar. 

Tales elementos fueron: el trono de la Virgen, que serviría de canasto al nuevo paso; los candelabros arbotantes, como iluminación del paso y los respiraderos del antiguo paso de Cristo, que también lo serían del nuevo paso y cartelas alusivas a la Batalla de Lepanto.

Ese año sería el último en el que asistiría a la procesión la Marina de Guerra, enviando solamente a un capitán de fragata y a otro de navío. Al siguiente año de 1988 la hermandad tuvo que contratar a las bandas de música de Alhendín, para acompañar a Jesús de la Tres Caídas, y la de Alfacar para la Virgen del Rosario, a la que no le faltaría el canto de la Salve Marinera, en este  caso entonada por los músicos y del público asistente. De todas formas, la presencia de la Marina en las calles acompañando a la Hermandad no se haría esperar demasiado.

Nuevo paso en el año de sus estreno 1987
Año 1987

Estos años finales de la década de los ochenta, también serán en los que se comience de forma paulatina a formar un cuerpo de costaleros propios. Será primero en el paso de la Virgen dónde sus componentes estén más vinculados a la Hermandad, el resto pertenecían al grupo de costaleros de la Santa Cruz. Será a José A.  Rodríguez Terrón y a Fernando Gutiérrez Castillo a quienes se encargue la formación de un propio cuerpo de costaleros.


No fue fácil la tarea de integrar como hermanos a los costaleros o grupo joven  de cofrades con esa misión, ya que ese hecho suponía crear ciertas obligaciones de asistir a los actos de la hermandad y pagar la cuota correspondiente, no previendo los estatutos tener cuerpo de costaleros. Estas diferencias de criterio provocaron, que para la Semana Santa de 1988 la Cofradía se quedara sin costaleros, teniendo que acudir al auxilio de las hermandades de la Resurrección, cuyos costaleros sacaron el paso de Jesús de las Tres Caídas y los de la Santa Cena al de la Virgen del Rosario.  Será en el año 1989 y 1990 cuando se constituya dicho cuerpo de costaleros de la Hermandad, aunque para la Semana Santa de 1990 solamente se completó para el paso de la Virgen, siendo portado el paso de las Tres Caídas por otros costaleros simpatizantes.


Virgen del Rosario de Zúñiga con el manto de la "Histórica" y saya inspirada en él

Eran tiempos en la que los grupos de costaleros, que habían ciertamente supuesto para las hermandades una solución a parte de los problemas económicos, que las habían tenido postradas, por otro lado suponían una fuente de exigencias, queriendo mantener una independencia frente a las decisiones de las juntas de gobierno.


Comienzos de un nuevo esplendor

Ese año de 1988 la hermandad continuará incrementando los elementos de su paso de palio, mandando realizar unas bambalinas bordadas sobre maya en hilos de oro y sedas, en técnica de "recorte" por el taller de la Hermandad de Jesús Nazareno. Se había variado la concepción del palio para suprimir el estilo de los llamados de "cajón" por el de caídas llamadas  de " figura" (cuando presentan líneas curvas). Se realizaron también unos bordados de recorte de escasa estética para los faldones del palio, que no se tardaría mucho tiempo en suprimir. 


Rosario 1988. Estreno de bambalinas bordadas
Nueva junta de gobierno presentó el hermano mayor, Sr. López-Barajas en el otoño de 1988, en la que se nombró vice-hermano mayor a Antonio López Martín; secretaria a María del Carmen Sáez Ruiz; tesorero José Sáez Ruiz, de contador, María José Toribio; de albacea, Ignacio Roldán Fernández y de prioste, Luis García Sánchez. 

Esta nueva junta seguirá con la evolución del paso de la Virgen, que como se ha observado a lo largo de en la existencia de la Hermandad, se había pasado de un primer paso de palio, a la estética de gran paso barroco, sin palio, según los cánones granadinos de la primera mitad del siglo XX. De esta estética, se volvió al paso de palio en 1976, en un proceso de sevillanización del mismo, que continuaría a través de las cuatro últimas décadas, ensayando nuevos elementos materiales y colores, hasta llegar al aspecto que presenta en nuestros días.


Cierto distanciamiento entre la Hermandad de Penitencia y la Archicofradía

Si bien es cierto que, desde la fundación de la rama penitencial de la histórica Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario existía una dependencia nítida de ésta, el hecho de tener cabildo general y junta de gobierno propias suponía, también, una indudable y necesaria autonomía.

Esta autonomía, a lo largo del tiempo, se iba afianzando con la entrada en la junta de gobierno de la hermandad de penitencia de personas que no pertenecían a la Archicofradía. Ese proceso de separación de hecho entre ambas corporaciones se fue afianzando a partir de mediados de los años setenta del pasado siglo y con determinados sucesos ocurridos en 1988 en la procesión de la Virgen de las Angustias y en la de la Virgen del Rosario del mes de octubre de ese año, y decide, asimismo, la Cofradía no enviar las nuevas reglas de adaptación al Estatuto Marco a la Archicofradía para que ésta diera su aprobación (29). Muchos de estas incidencias, aunque fueran anecdóticas, ponían ya de relieve el afianzamiento la dicotomía entre ambas.

También, en el mes de octubre de ese año la Cofradía toma el acuerdo de no asistir a las sesiones de la junta de la Archicofradía. De todas formas, se llegó a reconsiderar su postura por parte de la Cofradía y el malestar se fue aminorando, pues poco después, se contacta con el Presidente de la Archicofradía, Sr. Morales Souvirón, para comentar el proyecto de reforma de los citados estatutos o reglas.

Y es que, pese a las discrepancias entre ambas corporaciones, los vínculos históricos y devocionales entre estas instituciones cofrades eran fortísimos, necesarios y muy difíciles de  soslayar. 

Los estatutos reformados son aprobados por la junta general el 21 de enero de 1989 y se contempla en ellos la asistencia a la novena y demás actos de la festividad de la Virgen del Rosario, patrona de la Archicofradía, y lo que nos parece más importante: continuaba, al menos de forma oficial, la vinculación a la Archicofradía, proclamada en el mismo título de la Hermandad de Semana Santa, que se postulaba, como Hermandad de la Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos y Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas. Estos estatutos fueron ratificados por la Archicofradía el día 19 de mayo de 1989, antes de enviarlos al arzobispado para su aprobación. Con ello, al menos formalmente, continuaba la vinculación entre ambas corporaciones.

En este sentido, entre otros aspectos importantes que contemplaban los estatutos estaban el fomento del culto y devoción a la imagen de Ntra. Sra. del Rosario, Capitana General de la Armada, mediante la representación procesional de los Misterios Dolorosos del Santo Rosario en la Semana Santa de Granada con la imagen de la Dolorosa, que representaría oficialmente a la Titular de Gloria (30). A pesar de la independencia de hecho entre ambas hermandades, se mantenía el carácter de rama penitencial de la Archicofradía centenaria.




Un aspecto primordial de estos estatutos fue la incorporación oficial al título de la Hermandad de la advocación de Jesús de las Tres Caídas, esta imagen histórica de nuestra secular Semana Santa, oficiosamente le daba culto y procesionaba la Hermandad desde casi treinta años atrás.

Aquel año de 1989 se estrenaron ocho jarras en el palio, donación de algunos hermanos, y nueva cruz para Jesús de la Tres Caídas, realizada por Miguel Zúñiga Navarro, y que sostendrá el Cirineo del siglo XVIII, que por vez primera se le sobrevestirá; así como, las cantoneras o remates en plata sobredorada de dicha cruz, labrados por el orfebre Manuel de los Ríos, al igual que las jarras del palio estrenadas y varas para los mayordomos o cargos.

Ante la ausencia de la banda de la Marina la Hermandad contrata para la Semana Santa de 1989 dos bandas foráneas: la de cornetas y tambores de Jesús Despojado de Sevilla, y  la banda de música del pueblo sevillano de Olivares. Eran unos años en los que algunas cofradías granadinas solían traer estos componentes musicales de Sevilla y su provincia. De este contacto con la banda del Despojado sevillano, su director y conocido compositor Antonio Velasco realizó para la imagen titular de Jesús la marcha "Tres Caídas en Granada". No obstante, en 1989, vuelve a salir en la procesión el Almirante y Capitán General de la Armada de la Zona del Estrecho, D. Joaquín Rodríguez- Guerra y Álvarez Osorio, que había asistido en otros años. Donó su fajín de generalato con el que se atavía a la Virgen cada Miércoles Santo. 



1989. Nueva cruz y sus remates de orfebrería

Por estos años se producían desencuentros con el párroco, D. Pedro Riesco, que ponía algunas dificultades para que los hermanos pudiera libremente acceder a ver a la imagen Dolorosa (la de Miguel Zúñiga), colocada en la zona del camarín de la Virgen del Rosario, titular de la Archicofradía.También, pretendía unificar actos, como las misas de difuntos y mensuales de las tres hermandades de penitencia sitas en el templo dominico, así como sus funciones principales. También pretendía que la Dolorosa de López Azaustre, que estaba en dicho camarín (sala capitular), se llevara a la casa de hermandad, por la razón de no venerar en el mismo templo varias imágenes de la misma advocación, aunque más tarde, una vez restaurada dicha imagen, la reclamó como propiedad del convento por haberla, en su día, mandado realizar el Padre Crespo.

Una vez conseguida la Dolorosa de López Azaustre, pretendió que la realizada por Miguel Zúñiga se la llevaran a otro templo, y que en esos años era a la que daba culto y procesionaba la Hermandad. Aunque la Cofradía del Santo Vía Crucis le ofreció su sede de San Juan de los Reyes para venerar a esta última Dolorosa del Rosario, la Hermandad declinó agradecida la oferta. Finalmente, después de varias conversaciones con  el padre Riesco, consiente en que la imagen quede en la sala capitular del camarín.


Rosario 1990, estreno de respiradero. Foto Manuel Lirola. Revista Gólgota
En este proceso de sevillanización del paso de palio y de dar relevancia estética a la presentación de la Cofradía en su estación de penitencia, en 1990, se realizan y estrenan los respiraderos de "Orfebrería Triana" (Juan Borrero) y las jarritas frontales realizadas por Manuel de los Ríos. Ese año vuelve la banda de música de los suboficiales de la Marina de la guarnición de San Fernando (Cádiz), las escoltas de paso y la unidad de marinos que volverá a entonar la salve marinera antes de encerrarse la Virgen del Rosario.

Desde 1990, la Hermandad contaba con un nuevo hermano mayor, el Sr. López Martín, anterior vice-hermano mayor, y que va a continuar los proyectos en marcha de la Cofradía. Su junta la componían: Francisco Castro Medina, como vice-hermano mayor; María del Carmen Sáez Ruiz, como secretaria; como contador, María José Toribio; como tesorero José Sáez Ruiz y como albacea, José Luis Contreras; Francisca Cejudo será la camarera mayor. 

Nuevos hábitos se estrenan el Miércoles Santo de 1991, luciendo en el capillo el escudo de la Hermandad. 



Ese año (1991) hubo dificultades para la asistencia de la Marina Española, pero gracias a las gestiones del Almirante Rodríguez Guerra, acudieron los marinos a la procesión con su banda de música para acompañar a la Virgen. Ante la incertidumbre de la asistencia de la Marina, la Hermandad había contratado a la banda de música de Álora (Málaga) a la que hubo de rescindir el contrato, una vez confirmada la asistencia de los marinos. Al Cristo de las Tres Caídas lo acompañó la Agrupación Musical María Stma. de la Estrella de Granada.

En 1992 se conmemoró el 500 Aniversario de la fundación de la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y la Hermandad de penitencia solicitó de aquélla ser nombrada mayordomo para dicho año, a lo que la Archicofradía se negó, nombrando al industrial Rafael Casado de Amezcua. No obstante, para contribuir al esplendor del Aniversario la hermandad de penitencia organizó un concierto en la iglesia de Santo Domingo por la Orquesta Ciudad de Granada.

A finales de 1991 y por mediación del Almirante Rodríguez-Guerra se consigue que el Ministerio de Marina apruebe un presupuesto de 325.000.-Ptas. para bordar en el manto de la Virgen el escudo marinero con el ancla y la corona, trabajo que se encarga al taller de bordado de Sevilla, García y Poó, que los hará con la técnica de realce, siendo estrenado en la Semana Santa de 1992. También, ese año, se va completando el paso de palio con la nueva peana de la Virgen, realizada por Orfebrería Mallol de Sevilla, y costeada por cinco hermanos de la Cofradía.

Aunque la hermandad iba creciendo en cofrades, en esa época contaba con unos 600, los recursos económicos eran altamente insuficientes para los proyectos que abordaba, pudiendo realizarlos gracias a las donaciones de algunos hermanos o de los ingresos de la Cruz de Mayo, que montaba la Cofradía en la Plaza de Alonso Cano, o de las dádivas de otros patrocinadores, como fue la Marina en el caso del escudo del manto.






Según las normas diocesanas y los estatutos de la Hermandad los mandatos de las juntas de gobierno habían de durar cuatro años y en 1992 expiraba el mandato del hermano mayor Sr. López Martín, que fue reelegido para otro periodo de cuatro años y el Sr. Castro Medina seguirá como vice-hermano mayor, pasando a ser mayordomo la esposa de éste, María del Carmen Sáez. Otras personas entrarán en la junta, como Vicente Ortiz García, de albacea, o José A. Murcia Delgado, como contador. Ya no existía el cuerpo de camareras desde el mandato del Sr. López-Barajas y todas las mujeres pasaron a integrar el cuerpo único de hermanos.

Respecto a los costaleros de la Hermandad, que venían procesionando el paso de palio, sus desencuentros con la directiva provocaron, que en 1993, no llevaran el paso de la Virgen, que fue dirigido por Antonio Méndez con un grupo de costaleros de la Hermandad de la Resurrección o Santa María del Triunfo. Este cambio de costaleros hizo temer que se produjeran algunos altercados en la estación de penitencia, que estuvo, a petición de la hermandad, bastante vigilada por números de la policía, aunque no hubo que lamentar ningún incidente.






Este estado de inestabilidad en el aspecto costalero hizo que se planteara de forma definitiva la formación del cuerpo o cuadrilla de costaleros, invitando a los jóvenes hermanos a formar parte de él. Esta llamada a los jóvenes surtió el afecto deseado, nombrándose para dirigirlos como capataz a Francisco Toro  González que ya mandó los pasos con esta cuadrilla el Miércoles Santo de 1994. A la cuadrilla de Jesús de las Tres Caídas se la denominó  El Cirineo, mandada por Carlos Segura, a quién sucederá José Carranza dos años después.



En cuanto al aumento del patrimonio artístico en los dos siguientes años, la Hermandad se dedicará a emplear la mayor parte de su esfuerzo económico en el paso de palio de la Virgen. En 1993, incorporará los brazos de cola que encargó a la orfebrería Mallol, que el año anterior había realizado la peana. Hermosos candelabros con profusión de tulipa, que serán complementados con otros dos en el anterior entrevaral. 


Tres Caídas 1993. Foto de José A. Páiz. Gólgota 1994.


Y, en 1994, será el techo de palio bordado en realce con hilo de oro, realizado por el bordador que iba siendo habitual en los bordados de la Hermandad, Francisco García Poó. El bordado se combinaba con las pinturas al óleo del Gloria, único elemento que quedaba del antiguo palio, enmarcado en bordado, y en las esquinas otros cuatro óvalos con los Misterios Dolorosos, pintados por el pintor cofrade inglés Allan Dorian Clark. 



El techo del palio fue presentado previamente al público en el centro comercial Hipercor, que había patrocinado la obra del bordado. Ese año se estrenaron, también, incensarios y navetas, dalmáticas y ocho ciriales del cortejo litúrgico, cuatro en cada paso.


Se restaura y retalla la Dolorosa del Rosario. Desvinculación con la Archicofradía



Cuando en octubre de 1994 los miembros de la hermandad acceden a la zona del camarín de la Virgen del Rosario, dónde se encontraba la imagen de la cofradía de penitencia, observan con preocupación el estado de abandono en que se encontraba ésta, con los brazos caídos y el tocado revuelto. 

Viendo el deficiente estado de conservación de la imagen de la Virgen, la que realizara Miguel de Zúñiga diez años atrás, decide la Cofradía, restaurar o encargar una nueva imagen al escultor sevillano Álvarez Duarte. Hay que decir, que tampoco dicha imagen cubría las expectativas estéticas para muchos cofrades. Este escultor emitió un informe en el que ponía de relieve la escasa calidad artística de la talla y envió un presupuesto, que no tuvo que ser aceptado por la Hermandad; quizá, tampoco deseó la Cofradía desechar la imagen a la que había venerado los diez últimos años y prefiriera una restauración y retallado, más que una imagen nueva. Álvarez Duarte pedía en su presupuesto la cantidad de dos millones de pesetas, que resultaría, seguramente, excesivo, pues no hubo encargo a Álvarez Duarte.

Será al escultor, también sevillano, Hernández León a quien definitivamente se le encargue el trabajo de restauración por decisión unánime de la junta general de 24 de octubre de 1994. El presupuesto de Hernández León era mucho menor que el de Álvarez Duarte (31). Hernández León procederá a realizar un verdadero retallado del rostro de dicha imagen, unas nuevas manos, busto y su policromía. El artista va a disminuir el grosor del cuello y dotarla de un rostro más afilado, así como, de una policromía más tostada y bastante desacertada, a mi juicio.

1995. Virgen del Rosario de  Zúñiga tras la intervención de Manuel Hernández León

Antes de la Semana Santa de 1995 había finalizado la intervención de su talla y fue depositada en el Monasterio de Santa Isabel la Real para su presentación, acto para el que fue vestida por el bordador sevillano García Poó. Después, junto con Jesús de las Tres Caídas, fue trasladada por la hermandad a Santo Domingo para dedicarles allí el triduo y la función principal de reglas.

Siguió la Hermandad sin obtener del Padre Riesco la autorización de darle culto a la Dolorosa en una capilla de la iglesia y tuvo que subirla a las dependencias de camarín. Esta vez, la corporación solicitó del Vicario Pastoral, D. José Sánchez Ocaña, la mediación para conseguir esta aspiración, ofreciéndosele como solución que el arzobispado proporcionara a la Cofradía otro templo de sede.




La vinculación con la Archicofradía, aunque en esa época era mínima, ponía en entredicho esta solución de cambio de sede. Se consultó a un especialista de derecho canónico y dictaminó que la hermandad dependía únicamente del arzobispado y no de la Orden de Santo Domingo, ni de la Archicofradía, cuyo papel se reducía a dar el visto bueno a las reglas de la Hermandad.



Creyendo aclarada la situación jurídica entre ambas corporaciones, la Hermandad en su cabildo general de 28 de noviembre de 1994 aprueba la desvinculación de la Archicofradía (32). Sin embargo, unas raíces históricas y devocionales tan profundas no eran difíciles de disolver; los antiguos hermanos mayores y el Delegado Diocesano de Hermandades, D. Carlos del Castillo,  aconsejaron no seguir por ese camino de escisión, que, además, no resolvía el problema con el párroco. Después de haber nacido en el seno de la histórica Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y siendo parte integrante de la misma en los últimos casi setenta años, no era sencilla la excisión, incluso desde el aspecto emocional.


Virgen del Rosario 1995 con saya de García y Poo


Muchas novedades deparó la Hermandad en el Miércoles Santo de 1995: la imagen de la Virgen en la nueva fisonomía que le dio Hernández León; una saya color marfil bordada en oro por García y Poó; el "Senatus" y los faroles guía, realizados por Manuel de los Ríos,...etc.  La Virgen del Rosario llevó en su mano cinco rosarios, símbolo de los Misterios de la Pasión y entró en la Plaza de las Pasiegas para hacer estación ante las puertas de la Catedral -no se entraba aún en ella-. A los sones de las marchas de la Banda de la Marina fue hacia la Catedral por la Calle de Marqués de Gerona, mientras una incesante lluvia de pétalos la recibía; eran las petalás, de homenaje a la Virgen, que se repetirían otros años en diversos puntos de su recorrido, y que se harán comunes para otros pasos de palio de nuestra Semana Santa. 



Una tradición granadina más se pierde en 1996: la Hermandad cambia la modalidad de llevar los pasos de hombro a costal. No era la única cofradía que lo estaba haciendo, se imponía el costal, poco a poco, en las hermandades granadinas y el capataz, Paco Toro, y sus ayudantes llevaban un año preparando a los costaleros para esta modalidad.



Ese año 1996 un costoso proyecto se hace realidad: el Simpecado de la sección de la Virgen. García Poó volverá a ser el bordador con un diseño muy original, que se materializará con bordados en hilo de oro sobre terciopelo morado (mismo color del palio) con diseño de modelo decimonónico y dos jarras de azucenas, símbolo de la pureza de María, y centrando la obra, una talla de la Inmaculada, debida a Hernández León. Ese año, también le realizará otra saya a la Virgen en terciopelo color burdeos y bordada en oro para la salida procesional.






Este estreno se realizó, junto con las violeteras del paso de palio y unos antebrazos de cola, que dan grandiosidad y luminosidad a la trasera del paso, completando en esto a los candelabros de cola, obras del taller de Manuel de los Ríos. En pocos años la hermandad había conseguido un cortejo procesional a la altura de los mejores de Granada de esa época, lo que mereció la recibir el galardón de "Nazareno del Año", que concede la emisora de "Radio Granada", distinción que se entregó en el Carmen de los Mártires. También, la Cruz de Mayo que levantó la Hermandad mereció el primer premio de la Asociación Granada Histórica y Cultural.

Nuevos estatutos se le aprueban a la Hermandad el día 3 de octubre de 1996, adaptados al Estatuto Marco de la diócesis. En estos estatutos se antepone la advocación de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, algo, a mi juicio, muy significativo, que no se hace desde la fundación de la Hermandad, aunque sigue reconociéndose la vinculación, al menos nominal, a la Archicofradía de Ntra. Señora del Rosario. El nuevo título es: "Hermandad de Semana Santa de Nuestro Padre Jesús de la Tres Caídas y Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos de la Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario".


Con la reforma de los estatutos se imponía la elección de nuevo hermano mayor, cosa que se efectúa en el cabildo general de 20 de diciembre de 1996, y en el que resultó elegido el que hasta ese momento era vice-hermano mayor, Francisco José Castro Medina. El Sr. Castro, venía desempeñando en los últimos veinte años, junto a su esposa, María del Carmen Sáez, una muy eficaz labor en la recuperación y engrandecimiento de la Cofradía. Fue confirmado en el cargo por el arzobispo y en 13 de enero de 1997 presenta la composición de su nueva junta.

El hermano mayor cesante, Antonio López Martín, ocupará el cargo de vice-hermano mayor, y seguirán en la junta muchos miembros de la anterior. Con ello, se ponía de manifiesto la continuidad necesaria de los proyectos que la Hermandad desarrollará en los siguientes años. Entre estos, el más importante será el nuevo paso de Jesús de las Tres Caídas.

Ese año (1997) la Hermandad estrena el banderín de la juventud bordado por García y Poó con hasta de Manuel de los Ríos y varas de acompañamiento del mismo orfebre.

Hacia un nuevo esplendor. El paso de Jesús de las Tres Caídas

La aprobación del proyecto tuvo lugar en el cabildo general de 9 de junio de 1997. En el nuevo paso se mantendría la composición secular del "misterio", es decir, con el Cirineo y el Centurión romano, para completar su ejecución en estilo neobarroco con canasto y respiradero en un plazo de ocho o diez años.

Ante el elevado presupuesto que presentaron los tallistas granadinos consultados, la Hermandad decide encargar el trabajo al tallista sevillano Guzmán Bejarano, con el que se firma el contrato del canasto unos meses después, el día 17 de enero de 1998.

1998. Boceto del paso de Guzmán Bejarano

Previamente, miembros directivos de la Cofradía habían tenido con Guzmán Bejarano una reunión en el realejeño y cofrade "Bar el Sota", para explicarle la idea que tenían sobre el estilo y características del paso y pedirle presupuesto. Se le explicó que deseaban que las cartelas se refirieran a los sagrados titulares de las hermandades del barrio. Una vez conocido el presupuesto la hermandad lo consideró perfectamente asumible.

A partir de ese momento, todos los esfuerzos económicos de la Hermandad estarán dirigidos a la realización del nuevo paso, sin que por ello abandone la presentación de nuevas piezas y enseres, como el llamador del paso de palio, realizado en plata de ley por Manuel de los Ríos y según diseño del granadino L. Ignacio Fernández-Aragón. El llamador reproduce la idea del Triunfo del Santo Rosario, mediante una nao apoyada en el Sol y la Luna, coronada por un ángel y la cruz. Esta pieza será estrenada en la Semana Santa de 1998.

A finales de ese año la hermandad fue premiada con un reintegro del "gordo" de Navidad, cuyo número se había vendido en la ciudad. El importe de este premio se decidió emplearlo en el paso de Jesús, animandose con ello la Cofradía a firmar, no sólo el contrato del canasto, sino  también el del respiradero en 1999.

Virgen del Rosario 1998

El nuevo párroco, el Padre Álvaro Rodado, se mostraba más receptivo a las demandas de las cofradías de la iglesia dominica y consintió que la Hermandad pudiera dar culto a su imagen Dolorosa en un altar de una de las capillas de la iglesia. 

La capilla asignada fue la del baptisterio, en la que se hallaba el Cristo de la Expiración, que como dijimos había procesionado con la Cofradía, y Fray Martín de Porres (imagen del escultor López Azaustre). Después de la Semana Santa de 1998 la hermandad se dedicó a preparar la capilla, pintándola, y la acondicionó, restaurando el baldaquino del Crucificado de la Expiración y realizando un altar para la Virgen del Rosario en el que empleó elementos del antiguo paso de Prados López y un dosel.

Para el otoño de 1998, la Virgen estaba ya en su capilla vestida de luto, quizá por vez primera, para el mes de noviembre de ese año. Sólo estaría la Virgen en esta capilla, puso como condición el Padre Álvaro, pero no los enseres de la misma, no quería que se convirtiera en una especie de museo. Sólo se le permitiría exponer allí sus enseres en Semana Santa.

Capilla de la Cofradía en Semana Santa

La actitud positiva de este religioso dominico para con las cofradías de la iglesia se tradujo en una más amplia colaboración de estas con la parroquia, contribuyendo a pagar sus gastos. Las cofradías suelen ser generosas, dentro de sus posibilidades, cuando se sienten reconocidas. 

Aquel año fue nombrada la Hermandad mayordomo de honor de la Archicofradía y asistirá a las funciones y procesiones de ésta última, como ocurrió en la del mes de octubre y la del día de la Candelaria, que se realiza por el claustro del convento de Santa Cruz la Real, y en la que se procesiona a la Virgen del Socorro, titular de la antigua Hermandad del Santísimo de la iglesia de Santa Escolástica. Esta imagen se custodia en las dependencias del camarín de la Virgen del Rosario, titular de la Archicofradía. 

En el año 1999, se aprueba un nuevo itinerario para las procesiones de Semana Santa, suprimiendo la Plaza de Bibrambla, no demasiado adecuada por las muchas cafeterías y restaurantes allí establecidos, que quitaban recogimiento a los desfiles procesionales. Después de la tribuna de la Plaza del Carmen las cofradías irían por la Calle Reyes Católicos y Mesones hacia la Catedral. Ese año la banda de música de la Armada se retiró de la procesión, pasado el Pie de la Torre de la Catedral, desde este punto acompañó a la Virgen la banda de música de Íllora y al Cristo, como otros años anteriores, lo acompañó la banda del Maestro Ripoll.

1999. Tres Caídas. Foto: Armando López-Murcia

La Semana Santa del año 2000 fue muy especial para las cofradías granadinas, pues como conmemoración del nuevo Milenio y Año Jubilar, el arzobispo D. Antonio Cañizares Llovera autorizó a las cofradías a realizar estación de penitencia en el interior de la Catedral, pues hasta ese momento sólo llagaban a la puerta principal. Era una aspiración que desde la finalización de la Guerra Civil mantenían las cofradías sin haberlo conseguido de la autoridad eclesiástica. 

Respecto al nuevo paso del Jesús de las Tres Caídas ya se tenía finalizado el respiradero en octubre de 1999, en que fue expuesto en la exposición celebrada con motivo  del I Congreso de Religiosidad Popular y de la Coronación de María Santísima de la Estrella de Sevilla. 

Una expedición de directivos y costaleros de la Hermandad acudió a Sevilla antes de la Semana Santa para recoger el paso del taller de Guzmán Bejarano. Allí, sobre el costal de sus costaleros, se elevó por primera vez para cargarlo en el camión que lo trajo a Granada, dónde fue depositado en el local que la Cofradía había alquilado en la Calle de Santiago, frente a las Comendadoras.

Un suceso ocurrió en febrero del año 2000, que afortunadamente no llegó a revestir demasiada gravedad: estando ensayando la cuadrilla de costaleros debajo de la parihuela, un camión sin frenos se dirigió marcha atrás y los arrolló, destrozando la parihuela y con la fortuna de ser sólo dos los costaleros heridos, pudiendo haber ocurrido una mayor desgracia de mayores proporciones.

2001, primera entrada en la Catedral. Estreno nuevo paso. Foto: Fernando López

Esa primera entrada en la Catedral del año 2000 la realizó la Hermandad con el nuevo paso de Jesús de las Tres Caídas con la talla finalizada, tanto del canasto, incluidos sus ángeles mancebos de las esquinas, como del respiradero, quedando el dorado, cartelas policromadas y algunas esculturas para los posteriores años. Será Guzmán Bejarano, su autor, el encargado de dar el primer golpe de martillo para que se elevara el paso y empezar la estación de penitencia por las calles de la ciudad
(33)Ese año marchó el paso Cristo con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad de Jesús Despojado.


Paso antiguo de Jesús de las Tres Caídas con el Cristo de los Ajusticiados de Ávila

El paso antiguo, compuesto por piezas del que realizara el escultor Nicolás Prados López, fue vendido en Ávila a su Consejo o Federación de Hermandades por mediación de José María Ortiz, el que fue presidente de la Real Federación granadina. Su destino fue procesionar al Cristo de los Ajusticiados de aquella ciudad castellana, habiéndose vendido por el precio de 2.500.000.- Ptas. Los miembros de dicho Consejo habían venido a Granada a la toma de posesión del arzobispo D. Antonio Cañizares (34).

Ese año 2000 el paso de la Virgen del Rosario sería el protagonista del Cartel de la Semana Santa granadina. Fue la primera vez desde que se creó dicho cartel oficial en 1931 en que se realiza con un tema alusivo a esta Hermandad. La instantánea del fotógrafo cofrade Manuel Lirola representaba el discurrir del paso de palio por la calle de la Cárcel, a la salida de la Puerta del Perdón de la Catedral. Fue presentada por el miembro de la Cofradía, Antonio Muñoz Molina. 



Ese año 2000, después de la Semana Santa se convoca el cabildo de elecciones de la Hermandad en el que resultó reelegido hermano mayor el Sr. Castro Medina. Uno de los primeros acuerdos que se toman en este segundo mandato fue abordar la restauración de la imagen de Jesús de las Tres Caídas, con la aceptación de las clarisas de Santa Isabel la Real, propietarias de la imagen.

Las primeras gestiones para ello se efectuaron con el Instituto Andaluz de Patrimonio, a fin de que se realizara la restauración de tan histórica imagen por sus especialistas, pero dichas gestiones no dieron el resultado apetecido. Ante la negativa de este organismo andaluz la Cofradía contactó con la restauradora Inés Osuna Cerdá, pidiéndole presupuesto, no sólo la imagen de Jesús de las Tres Caídas, también la del Cristo de la Expiración que se venera en la capilla de la hermandad y tan históricamente ligada a la misma. La elevada suma que pidió la restauradora hace que considerara el asunto por la Cofradía, por estar inmersa en la realización del paso de Jesús, y, sin desecharla, decide aplazar la restauración.

En la Cuaresma de 2001 la Federación de Cofradías designa a la imagen de Jesús de las Tres Caídas para que presidan el vía crucis anual en la Catedral. La comitiva de la hermandad trasladó la imagen desde el monasterio de Santa Isabel la Real, bajando por la calle de San José y la Cuesta de San Gregorio, acompañada de hermanos con cirio hasta el templo metropolitano.

Vía Crucis 2001. Ante el Alminar de  San José. Foto: Fernando López

El dorado del paso se encargó a los artistas granadinos Cecilio Reyes y Encarnación Rodríguez, que tendrán acabado el de los candelabros de guardabrisa delanteros y el frontal del canasto, para su estreno en la estación de penitencia del Miércoles Santo de 2001. También lo estará la policromía de las cartelas del respiradero, que representan los escudos de la Hermandad y de la Orden de Santo Domingo y de los franciscanos, en reconocimiento de los cenobios donde se encuentran las imágenes titulares: la Virgen del Rosario y el Señor de las Tres Caídas, respectivamente.

La climatología acompañó para que la Semana Santa de 2001 fuera espléndida y con mucha gente en las calles para admirar los cada vez más completos cortejos procesionales, entre ellos éste de la Hermandad del Rosario, que se estaba convirtiendo en un referente estos años.

Finalizando el año, la Hermandad contará con una nueva casa de Hermandad, que fue bendecida por el padre Álvaro Rodado, su director espiritual, el día 4 de diciembre de 2001 y a la que asistió el admirado tallista Guzmán Bejarano. Está situada en la calle  Panaderos de San Cecilio, junto al Campo del Príncipe, uno de los espacios más populares de Granada y de su Barrio del Realejo.


Tres Caídas 2002

Todo el canasto aparecerá dorado en 2002, pero la Cofradía no se olvidará de paso de la Dolorosa del Rosario, estrenando la Virgen una toca sobre el manto bordada por García y Poó, según un bello diseño de Guzmán Bejarano, tallista del paso de Jesús; éste, también, se había ofrecido a diseñar unas bambalinas para el palio. El importe de la toca ascendía a millón y medio de pesetas, que se comprometió a sufragarlo la camarera mayor. Por estos años, el nombramiento de camarera mayor era anual, casi como un cargo honorífico temporal.

Asimismo, se estrena una nueva saya para la Virgen en color burdeos y bordada en realce con hilo de oro. Fue realizada en el "Taller de la Inmaculada" de Alhendín por Otilio Durán, de impecable factura y originalidad de diseño. Para la Virgen se iba completando un ajuar de considerable entidad y calidad, con vista a la celebración del 75 Aniversario de la fundación de la Hermandad.

Con saya realizada por  el granadino Otilio Durán

Un retablo cerámico con la imagen de la Virgen se realizará con motivo del Aniversario, para colocarlo en la calle del Rosario, esquina con la de Varela, lugar por donde muchos años pasa la Cofradía en su estación de penitencia.




En junio de ese año 2002 el cabildo general de la Cofradía aprueba la gestión y acuerdo de incorporar una banda de cornetas y tambores. Dicha banda procedía de la del Dulce Nombre de Jesús, estaba dirigida por José López Zamorano, y fue presentada en el Teatro Alhambra con el nuevo nombre de "Banda de Cornetas y Tambores de Ntro. Padre Jesús de la Tres Caídas"El contar con banda propia, sin representar un coste excesivo, significaba, también, la posibilidad de tener una nueva cantera de jóvenes en la hermandad.

Virgen del Rosario con la saya realizada ese año por García y Poó, regalo de una camarera.

Entre el año 2002-2003 se iba a conmemorar el 75 Aniversario de la fundación de la Cofradía, para lo que se había creado una comisión que organizara los actos del evento. El primero de los mismos fue una Eucaristía que abrió el Aniversario el día 17 de noviembre de 2002, al que le seguiría la elaboración y presentación de un cartel conmemorativo, realizado en pintura por Juan de Dios Díaz Losada.

La obra pictórica se presentó en el Teatro Alhambra por Antonio Muñoz Molina, persona muy ligada a la hermandad y que había sido uno de sus más destacados directivos en momentos difíciles de la misma. Dicho cartel fue costeado por el propietario del conocido bar cofrade "El Braserito", situado entonces en el Campo del Príncipe. Las monjas clarisas de Santa Isabel la Real, custodias de la imagen de Jesús de las Tres Caídas, serán ese año 2003 las camareras mayores de la Virgen.

Ese año la imagen de Jesús se trasladará más tempranamente, en enero de 2003, desde su convento albacinero a la iglesia de Santo Domingo, para tenerla presente en los cultos del aniversario. Allí permanecerá hasta el mes de junio de ese año, que volverá a Santa Isabel la Real, junto con la Virgen del Rosario, hasta las celebraciones del mes de octubre. 



Entre los actos conmemorativos se celebró el día 18 de mayo de 2003 una procesión extraordinaria con la Virgen Dolorosa desde la Catedral, dónde previamente se la había trasladado por la mañana. Se conmemoraba, también, el Año del Santo Rosario, declarado por el Papa Juan Pablo II, un motivo más que se unió para acreditar la presencia de la Virgen en la Catedral. 

Después de la celebración de una solemne Eucaristía, a las seis de la tarde de aquel día, la Virgen en su paso de palio inició la procesión de regreso a su sede, acompañada por los hermanos de la cofradía y representaciones de la Real Federación de Hermandades y de casi todas las hermandades de penitencia granadinas con sus respectivos guiones o estandartes. La Virgen en su paso de palio adornado con exquisita flor blanca y ramos de cera en sus jarras delanteras y las llamadas "Marías", delante de la imagen, estrenaba la saya de García Poó, a la que hemos hecho referencia.



Marchaba la Virgen envuelta en los acordes musicales de la Banda de música de Sanlúcar de Barrameda, reputada como la más antigua de Andalucía, y abriendo el cortejo la nueva de Cornetas y Tambores de Jesús de las Tres Caídas. En esta banda suelen vestir sus componentes dos uniformes, uno de ellos de color blanco solía utilizarse solamente en la estación de penitencia de la Hermandad en el Miércoles Santo.  

Entre "petalás" llegó a su barrio del Realejo, y lo recorrió por sus calles más castizas, como la de Pavaneras, de los Molinos, Fortuny y Santiago para posar su paso ante las Comendadoras, corazón de la clausura santiaguista del Realejo, llegando a su templo en las primeras horas de la madrugada.  

Por el Realejo. Salida Extraordinaria 2003 


Ya luciría, en 2004, totalmente acabado el gran paso de Bejarano, surcando las calle de Granada con el Señor de las Caídas y su Cirineo antiguo. Para aquellos que gusten de admirar el neobarroco pueden deleitarse del buen hacer de los intervinientes en este magnífico paso y de la perfecta concepción  y ejecución de este gran retablo andante. Jesús de las Tres Caídas cae en un calvario de iris color lila, arropado de esos seis candelabros de guardabrisas, en bello contraste con el brillo del dorado oro.   


2004 Con el Cirineo antiguo


Pero ese año a la Virgen del Rosario la vimos sin su palio. En una desafortunada "levantá", de esas de euforia desmedida a que algunas cuadrillas de costaleros nos tienen aún acostumbrados, se rompieron tres cañoneras del palio. Puede, también, que este elemento no estuviera adecuadamente asegurado antes de salir el paso a la calle. Con dificultades, temiendo que se pudiera caer el palio, con sumo cuidado se llegó hasta la Catedral, dónde se le desmontó esa pieza y el resto del recorrido lo realizó sin ella.

Ese año no asistió a la procesión la Marina de España. Más de cincuenta años ligada estrechamente a la Hermandad, ansiadamente esperada cada año por los granadinos, no vino la Marina; añoranzas de aquella salve marinera que con devoción y frescura salían de aquellas jóvenes gargantas de los marineros, uniformes, bastones de mando, medallas y fajines de los almirantes y otros mandos, detrás de la Virgen del Rosario, y la gran música, reverberando en el espacio; ya no se vería cada Miércoles Santo, aquella severidad y grandeza, que tanto brillo dio a la cofradía en la calle.

Los tiempos políticos habían cambiado, las dificultades para la asistencia de estos cuerpos militares a las procesiones se hacían cada vez más precisas; ello, unido a la carga económica para unas cofradías de escasos recursos, convertían en imposibilidad lo que en otros tiempos era fácil de conseguir, en los que tenían como orgullo estos cuerpos mostrarse en su máximo esplendor al pueblo para el que sirven.

2004. Virgen del Rosario sin palio, mientras se reorganiza la procesión. Foto de Antonio Guzmán
Rosario 2004, sin palio

En el mes de mayo de 2004, como uno de los objetivos para conmemorar el 75 Aniversario de la fundación, se presenta en el salón de plenos del Ayuntamiento de la ciudad por Antonio Padial Bailón el libro de la historia de la Hermandad con el título de "Rosario 75 años de devoción". Una publicación que abordaba no sólo la historia, sino también, el estudio de sus antecedentes y de la iconografía de sus titulares y enseres procesionales. Varias facetas se analizan por varios autores, correspondiendo al autor de este trabajo la historia de la Cofradía de penitencia desde su fundación al año 2004, en que fue publicado en libro.

Portada del libro "Rosario 75 Años de Devoción"

Parece que no llegaba a satisfacer a miembros de la junta de gobierno la estética de la imagen de la Virgen, cuando en 2004 establecen contacto con el escultor cordobés Antonio Bernal Redondo, que trabajó conjuntamente con Romero Zafra hasta 2001, con taller en la plaza de las Doblas de Córdoba. Desde entonces, la indudable valía del artista logra colocar sus obras en varias provincias españolas. En este artista, incorporado al arte de la escultura quizá de forma tardía, la fuerza de la expresión destaca sobremanera, unido a una correcta policromía que han hecho de su arte una de las revelaciones en lo que llevamos del siglo XXI.

Virgen del Rosario intervenida por Bernal. Foto de Marina Herrerías

A la Virgen del Rosario de Zúñiga la interviene Bernal (antes lo había hecho Hernández León), remodelando el rostro, variando su excesivamente oscura policromía y realizando unas nuevas manos. Una nueva estética escultórica presentaba la imagen que fue del agrado de la mayoría de sus hermanos y de buena parte de los cofrades granadinos. Se había mejorado sensiblemente la imagen desde el punto de vista escultórico.

A continuación, en 2005, el escultor Bernal intervendrá para completar el paso de misterio de Jesús de las Tres Caídas. Se pensó por la Cofradía respetar la composición antiquísima de dicho misterio, es decir, acompañando a Jesús en su Caída la figura del Cirineo y del centurión romano (éste hacía décadas que no se ponía en el paso). Será el año 2005, cuando Bernal realice un nuevo Centurión de una corrección anatómica notable y destacada expresividad. 




No seguirá el nuevo Centurión exactamente la misión de tirar con una cuerda de Jesús Caído, como se concibió en el paso del siglo XVIII, sino que, precediendo a la imagen de Jesús en el primer plano del paso, llevará un flagelo en la mano derecha, y en la izquierda, señalando el camino del Calvario, portará el rollo de la Sentencia. Desde el año siguiente (2006), dicho rollo lo llevará en la mano derecha, suprimiendo el flagelo.

Aquel Miércoles Santo de 2005 llovió y se suspendieron las procesiones, excepto la de Estudiantes. A Jesús de las Tres Caídas, no lo acompañará, tampoco el Cirineo antiguo, concebido en el siglo XVIII para ayudar a llevar la cruz al Señor. Tal vez, al contar con el nuevo centurión de Bernal se pensó que no era adecuado el antiguo Cirineo por no concordar en tamaño ni estilo con el nuevo Centurión. Por ello, al siguiente año de 2006, Antonio Bernal realizó el nuevo Cirineo, completando el nuevo "misterio". 

2006 Cirineo de Antonio Bernal

Las otras dos antiguas figuras pasionistas (Cirineo y soldado romano) quedarán guardadas en el monasterio de Santa Isabel la Real, y esperemos, que al igual que han permanecido durante más de trescientos años, no se pierdan en el presente siglo; quizá deberían quedar para ser contempladas en dicho cenobio, verdadero museo de arte e historia, o que en el futuro las pueda conservar la Hermandad, expuestas entre sus piezas históricas.

En 2006 se celebra el 325 Aniversario de la fundación de la antigua hermandad de Jesús de las Tres Caídas. En el año 2006 se tenía una idea aproximada de cuándo se fundó la dicha antigua hermandad, pensando que fue fundada en 1681, pero en 2011 encontré un documento en el Archivo Histórico del Arzobispado que nos informa de que la hermandad se fundó, concretamente, el día de San Mateo, 21 de septiembre de 1679  (por ello la cofradía daba culto a dicho Evangelista), como se ha expuesto en los antecedentes de este trabajo. No obstante, las reglas se aprobaron por el Provisor de la Diócesis, D. Eugenio Rivadeneira, el 28 de agosto de 1680, casi dos años más tarde, como era habitual (35).


Cultos de septiembre en Santa Isabel la Real

Varios actos de tipo religioso, cultural y procesional se celebraron con motivo de dicho Aniversario, que comenzaron por la Función de Acción de Gracias, celebrada en el Monasterio de Santa Isabel la Real, sede de la imagen. El mes elegido fue septiembre, cuándo se celebra la festividad de San Mateo, en la que se fundó en 1679 la antigua hermandad de penitencia de los cocheros de Granada.

La imagen de Jesús de las Tres Caídas fue restaurada en 2006 por Francisco Marín Cruces, que realizó la sujeción de imagen a su peana, eliminación de clavos que a lo largo de los siglos ha dañado la madera, limpieza de policromía, consolidación y recuperación de elementos deteriorados. Estrenó ese año una túnica bordada por el por García y Poó en terciopelo morado con greca y bocamangas en hilo de oro. 

Salida Extraordinaria 2006. Ante las Comendadoras. Foto: José Velasco "Gólgota".


En la función de presentación de la imagen de Jesús después de su restauración estuvieron presentes los Reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, que casualmente entraron en la iglesia de Santa Isabel, cuando se celebraban los cultos. Posteriormente, en el traslado tradicional que se realiza cada año con la imagen a la iglesia de Santo Domingo para los cultos y procesión de Semana Santa, se llevó la imagen al claustro, que aún existe, del Convento de San Francisco "Casa Grande", hoy sede del MADOC; en el antiguo convento donde se fundó su Hermandad, Jesús de las Tres Caídas volvía a recorrer el cenobio en el que la imagen estuvo y salió procesionalmente cada Jueves Santo en los siglos XVII y XVIII (36).

Trasladado a Santo Domingo, el día 21 de mayo de 2006 salió la imagen restaurada en procesión extraordinaria, estrenando la túnica bordada por el Taller de García y Poó, para recorrer el barrio del Realejo, hasta el Campo del Príncipe, donde hizo estación ante el monumento al Cristo de los Favores y, de regreso, se posó su paso ante el convento de las Comendadoras de Santiago. 

Una pintura al óleo de Juan Díaz Losada fue el cartel de la conmemoración, con alusiones a su antiguo paso de misterio y los templos que han acogido a la imagen. Todos estos actos conmemorativos se realizaron durante el mandato del hermano mayor José Luis Contreras López.

Concluido el paso de Jesús de las Tres Caídas, la Hermandad se va a centrar en enriquecer el paso de palio de Nuestra Señora del Rosario; así se encarga al taller bordador habitual de la Cofradía, el de García y Poó, el nuevo manto de procesionar, diseñado por Manuel Guzmán Bejarano, bordado en hilo de oro sobre terciopelo escarlata, del color de la granada (otra vez se cambiaba de color) y gran cantidad de flores y frutas en hilo de seda de color; dos cabezas de querubines en talla flanquean la zona de la espalda y un gran escudo dorado con el ancla marinera centrando la valiosa pieza con dos cabezas de querubines tallados bajo el mismo.

El manto expuesto en el mes de febrero de 2007
Varios mantos se habían procesionado a lo largo de la historia de la Hermandad: Primeramente los usados por la Virgen del Rosario de la Archicofradía, hasta los años sesenta,  que los siguió usando la imagen Vicaria, que realizó López Azaustre en esos años sesenta, especialmente el de color verde; mantos antiguos y gran valor artístico e histórico; el manto rojo sin bordar de los años setenta (después con rudo bordado de recorte), que se usó en finales de los setenta y principios de los ochenta por la imagen de Zúñiga; el manto color blanco marfil de principios de los años noventa; y el morado de finales de dicha década y principios de la del siglo XXI y, a partir de 2007, éste de García y Poo, diseño de Guzmán Bejarano, que hoy podemos admirar. Previamente, se había expuesto en el centro municipal del antiguo convento de la Hermanitas de los Pobres.

Pero el Miércoles Santo de 2007 no pudo salir la hermandad a la calle; un cielo encapotado y la pertinaz lluvia, después, determinó a la directiva a suspender la estación de penitencia, comunicándolo así el diputado mayor de gobierno y anterior hermano mayor, José Castro Medina. Hacía muchos años que no llovía este día de Semana Santa, a veces, ocurría que en algunos años era el único día que se libraba de este fenómeno meteorológico, pero ese Miércoles Santo de 2007 todas las cofradías tuvieron que suspender sus salidas. 

No pudo ser, Granada no contemplaría en sus calles el nuevo manto de la Virgen del Rosario, uno de los estrenos más esperados de aquellas celebraciones, ni el nuevo "gloria" del palio, realizado por María Dolores Peñuelas. Tampoco se pudo admirar en la calle la nueva impronta de la imagen mariana, vestida ese año por primera vez por Francisco Garví, que será el que la vista en los años siguientes.

La Virgen estrenaba, también, ese año una saya negra bordada en oro, según diseño piramidal de Álvaro Abril, bordada por César Gómez-Hohr, en la que se aprovecharon algunos bordados de un antiguo manto morado.

2006. Por Calle Varela. Jesús estrena túnica bordada.

Será en la Semana Santa de 2008 cuando pudimos ver el excelente manto en las calles y la Virgen llevará, además, una nueva prenda: una daga realizada por el taller hispalense de "Hermanos Delgado", obsequio del grupo joven de la Hermandad. Barroquismo orfebre en los brazos y tiara pontificia en la cúspide de la daga, que condensa los siete dolores de la Virgen, que atraviesan su sagrado corazón. De todas formas la lluvia se presentó ese año cuando la cofradía regresaba a su templo, recogida que se tuvo que realizar de forma apresurada. 

El día de San Mateo, como ocurría en la antigua hermandad, se celebró la Eucaristía de toma de posesión de los cargos de la nueva junta de gobierno ante Jesús de las Tres Caídas. En el cabildo general había sido resultado elegido para el cargo de hermano mayor Francisco Castro Medina, era la tercera vez que ejercía dicho cargo, en esta ocasión, sustituyendo al Sr. Contreras López; de vice-hermano mayor, Francisco J. Estarli García; de tesorero, Plácido González Villena; de consiliario, Antonio López Martín; de albacea, Enrique Pérez González; de diputada mayor de gobierno, María del Carmen Sáez Ruiz; de prioste 1º, Miguel A. Martínez Lapresta; de secretaria primera Carolina Fernández Herrera; de fiscal y censor, Guillermo López Ruiz; de vice-secretario, María J. Toribio Mateos; secretaria archivera; María del Carmen Lupiañez García, ejerciendo de otros cargos y vocales: Tomás Pardo Navarro; José M. Jiménez Jaime, Fernando Coronel Serrano, David  Pérez Maroto, María del Carmen Vera Caba, Francisco de Paula Morales Gallego, Lorena Fernández Fiestas, Juan Fandila Peregrín, Francisco Ayala Anaya, Antonio L. Barbancho Luque, Ángel A. Reyes Bailón, Francisco Muñoz Sánchez, Eulalia Ruiz de Valdivia Sánchez, Francisca Cejudo García, Ignacio Roldán Fernández y Emilio Sánchez Sánchez. Una nutrida junta, indicio del momento de auge que estaba viviendo la hermandad, con destacada participación en ella de personas jóvenes y de mujeres. 

Rosario con saya negra de César Gómez-Hohr y Álvaro Abril

En noviembre la Hermandad asistió al primer encuentro de hermandades con la advocación de Tres Caídas celebrado en Sevilla por convocatoria de la Hermandad de la Esperanza de Triana.

La Passio Granatensis

La más significativa conmemoración procesional que se ha dado en Granada, desde el inicio de nuestra actual Semana Santa, ocurrió en 2009, y fue la celebraron de la "Passio Granatensis", catequesis plástica de la Pasión de Jesús por las calles de Granada. Ese año se celebraba el Centenario de del inicio de la procesión del Santo Entierro, llamado Antológico, por la sucesión de pasos de las escenas pasionistas, que se mostraron en la calle en aquel Viernes Santo de 1909.

Con dicho motivo (sin querer extenderme en lo ya he expuesto en la historia de otras cofradías granadinas), se organizó en el Sábado Santo, día 11 de abril de 2009, otra procesión antológica de la Pasión, "Passio Granatensis", con los pasos de nuestras cofradías, organizada por la Real Federación de Hermandades y Cofradías. En ellas participaron con sus pasos de Cristo, procurando no repetir escenas, de nuestras cofradías.

Día nublado y con amenaza de lluvia, que después se cumpliría en la tarde. Cada cofradía participante llevó los pasos de sus Cristos por la mañana a la Catedral, donde estaba en ese momento completa la Pasión de Jesús sobre sus pasos. Por la tarde empezaron a salir con sus insignias en la magna procesión entre una Granada repleta  de propios y extraños; iban por el orden cronológico en que históricamente se produjeron del Triunfo en Jerusalén al Sepulcro del Salvador, dejando en Soledad a su Madre Santísima. 



Salía de la Catedral el paso de Jesús de las Tres Caídas, cuando la llovizna empezó a mojar tantas ilusiones cofrades: plásticos para cubrir las imágenes y pasos, desaliento en las gentes, pero todos salieron, a excepción del Cristo del Silencio. Hicieron el itinerario, entre claros y llovizna, entre el brillo de la plata y el oro de los altares andantes. Cuando los rayos solares daban tregua, las sonrisas aparecían en los labios y cuando el cielo gemía aparecían los plásticos y la tristeza.

A pesar de todo, fue una jornada espléndida, en la que Jesús de las Tres Caídas salió por segunda vez en esa Semana Santa, esta vez con una nueva túnica diseñada por el malagueño Eloy Téllez y bordada por el hermano Rubén Moral Mesa en bordado decimonónico con flores de lis, cardos, rosas de pasión y piñas. 

El paso, radiante de una luz que se hacía barroca al iluminar las volutas de la talla dorada y enternecía las miradas al caer sobre el manto de flores moradas, lilas y granates de su calvario, perfumando su Calle de Amarguras.  Allá iba Jesús, el de la paciente mirada almendrada, con la que quiso el modelo de Pedro de Mena que nos mirara, para embebernos de su Pasión. Lo llevan sus treinta y cinco cirineos al paso recio de los tambores, y a la voz del capataz, Miguel García Almagro, lo levantan de su caída, y avanza en vaivenes de sentimiento, que hacen estallar el aplauso.

Un palio de reina para Nuestra Señora

Era la culminación de una etapa de sacrificios, de milagros diría yo, que comenzó allá por los años ochenta del pasado siglo, para devolver a su historia el esplendor tantas veces perdido y tantas veces intentado de recuperar. 

Oro de verdad, convertido en finos hilos, para clavarse en el rojo sangre... rojo Pasión de su terciopelo escarlata. Y sedas de color, y tallas de marfil para mitigar su llanto; y si mira al cielo, en vez de estrellas compungidas, verá su Santo Rosario Doloroso en manos de Santo Domingo, como lo concibió Alonso Cano. Así concibió el palio Guzmán Bejarano y lo llevó a la realidad García y Poó, estos sevillanos, que viéndola, se llevaron girones del alma granadina. La Virgen del Rosario ya llevará un trono digno de una reina. 

Rosario 2010 con el nuevo palio

Para cobijar tanta grandeza tuvo que ser redimensionado el paso por los Hermanos Delgado. Así salió en el Miércoles Santo de 2010 vestida con un rostrillo de "venda", con el que quiso Paco Garví dar un contraste de clasicismo a tanto esplendor barroco, como barroco era el mecido de sus costaleros guiados por Álvaro Jiménez-Herrera y Víctor Sabater. 




Todo este esplendor en la calle mereció la concesión ese año del Premio Sánchez Mesa por el ejemplar cortejo que presentó la Hermandad, que se entregó en el salón de actos del Ayuntamiento. También consiguió el galardón del primer premio de altares del día de la Santa Cruz, y que tantos años lleva la Cofradía montando en la Plaza de Alonso Cano.

Santa Cruz de 2010. 1º Premio. Foto de la Hermandad
Asimismo, ese año se había unido a la hermandad una capilla de música para acompañar a Jesús de las Tres Caídas en sus traslados desde Santa Isabel la Real y Santo Domingo y viceversa, y que llevará su nombre. También actuará en otros actos de culto de la Cofradía, presentándose el día 15 de enero de 2011 en Santa Isabel, en un concierto en el que se estrenó la pieza compuesta por José María Torres, que lleva el título de la imagen. 

2011. Trío Jesús de las Tres Caídas. Foto Hermandad

Ese año 2011, publique en la revista Gólgota en el número de diciembre el artículo: ¿Fue en 1683 cuando se realizó la imagen de Jesús de las Tres Caídas de Granada? En el mismo dada a conocer un documento que encontré en el Archivo Histórico del Arzobispado en el que, entre otros pormenores, los alcaldes de la Cofradía denunciaban en 1682 a los mayordomos ante el Provisor de la diócesis por gastar demasiado en cohetes y luminarias en las fiestas de San Mateo, cuando había que ahorrar fondos para realizar la imagen de bulto del Señor, alegando que: (...) para el año que viene de 1683, y con lo que procediere, se pueda hacer la ymagen de Ntro. Señor de bulto y demás alaxas que necesita. Esta finalidad de realizar la imagen se repite en diversas partes del documento (37).

El Provisor en su auto manda, efectivamente, limitar dichos gastos para atender a esa finalidad. Por ello, con toda probabilidad, la imagen tuvo que realizarse en dicho año de 1683, y hasta ese momento estuvieron dando culto al cuadro, al que nos hemos referido que al principio de este trabajo.

Tres Caídas ante los Hospitalicos

Otra túnica para el Señor se estará abordando en 2011, en el taller de bordado del granadino Rubén Mesa, según diseño de Eloy Téllez. También una nueva saya de salida en terciopelo azul en para la Virgen, en esta ocasión será el diseño de Álvaro Abril, y llevó a cabo en trabajo de realce, el también granadino Jesús Arco, figurando elementos  barrocos y renacentistas con dibujos vegetales en oro, plata y sedas. Será regalo de las camareras para lo que recogieron donativos diversos. 

Detalle de la saya de  Arco- Abril

La saya estuvo finalizada el 26 de marzo de 2012 y la estrenó la Virgen en la estación de penitencia de ese año. Bello contraste presentaba entre el brillo de los oros de los bordados del manto y del palio, las platas de los varales y candelería y el azul velado por el oro y sedas de la saya.

Ese año 2012, el autor de este trabajo de historia, tuvo el honor de escribir la leyenda del pergamino de la Vera Sententia Christus Nazarenus, que porta el Centurión en su mano derecha, y que se cumplirá al llegar Jesús al monte Gólgota, otros pregoneros de la Semana Santa de Granada lo redactarán en los años siguientes. 

Nuevo hermano mayor toma posesión, así como los componentes de su nueva junta en la función de septiembre a San Mateo celebrada ante la imagen de Jesús en Santa Isabel la Real. El hermano mayor elegido fue Jorge González Guijosa, con Miguel A. Martínez Lapresta de teniente de hermano mayor, que antes había sido prioste 1º; serán consiliarios Francisco Castro Medina y María del Carmen Sáez;  María José Toribio Mateos de secretaria 1ª; José A. Morales de diputado mayor de gobierno; Cándido Medina de albacea; Fernando Coronel de prioste 1º y Carlos I.  Martínez de contador.  Otras doce personas más formarán esta junta como vocales y otros cargos.

Jesús en su traslado a Santa Isabel ante su mosaico colocado en el antiguo convento de San Francisco "Casa Grande", su sede primitiva.



Entre los proyectos inmediatos estaba la realización de un nuevo guión o estandarte principal de la Hermandad; lo diseñó Álvaro Abril y lo bordará Jesús Arco, dos jóvenes artistas granadinos que se estaban proyectando en otras provincias de Andalucía. El guión lo protagoniza en su parte superior la Virgen del Rosario, titular de la Archicofradía, que dio origen a la corporación nazarena, enmarcada en una capilla; bajo la Virgen, en marfil, realizadas por Dolores León, los Reyes Católicos orando, fundadores de dicha Archicofradía. La zona inferior, la protagoniza el escudo de la Hermandad con la tiara papal y las llaves de San Pedro coronándolo; sobre él, la imagen del Señor de las Tres Caídas en pintura al óleo de Juan de Dios Losada. Otros artistas intervendrán, como Orfebrería Triana en las imágenes en plata de ley.

La Hermandad venía celebrando cada año en la noche del Viernes de Dolores un acto muy popular que se vino a denominar el retranqueo. Dicho acto consiste: en que una vez finalizado el montaje de los pasos, estos se sacan a la nave de la iglesia por los costaleros y ejercitan ciertos movimientos y levantás para comprobar que todo está fijo y bien colocado. Es una especie de estado de revista, para evitar luego sorpresas en la estación de penitencia. Después se colocan los pasos en las capillas de la derecha del templo para esperar al Miércoles Santo.


Los primeros años de la segunda década de este siglo fueron lluviosos en la Semana Santa; muchas hermandades tuvieron que suspender sus estaciones de penitencia o la lluvia les sorprendió en la calle. La Cofradía, no obstante, hizo sus salidas los primeros años sin que el fenómeno meteorológico le afectara, pero en 2013 no se libró de él y tuvo que suspender su salida después de una espera de media hora. Tras unas preces de los hermanos se abrieron las puertas de Santo Domingo para que entrara el público a ver los pasos. La gente formaba en la plaza una larga cola para entrar.

Ese año 2013, no obstante, si pudimos admirar a María Santísima del Rosario en la calle con motivo de la peregrinación de las imágenes de la Virgen a la Basílica de la Patrona de Granada, la Stma. Virgen de las Angustias en el Centenario de su coronación canónica. Fue otra magna procesión mariana con las imágenes de las titulares de nuestras hermandades de penitencia más la Virgen del Rosario histórica, verdadera copatrona de Granada. Otras patronas de varios pueblos formaron parte de esta Magna Mariana para ganar el Jubileo especial.



Con un tiempo inseguro partió a las 4:30 de la Catedral  la procesión "Magna Mariana". Por la mañana de ese día 18 de mayo fueron trasladadas desde primeras horas de la mañana las diversas imágenes que participaron, para ser colocadas en las naves de la Catedral a la espera de la procesión de la tarde. 

Se hicieron varios itinerarios para que formaran un cortejo los pasos de un mismo barrio. En la Catedral, Ntra. Sra. del Rosario se colocó junto a la Soledad de José de Mora. Allí, durante toda la mañana fueron visitados los pasos por una incesante fila de personas de Granada y del resto de provincias de Andalucía.

La Virgen del Rosario iba ataviada con la saya que le hiciera Jesús del Arco con diseño de Álvaro Abril, y en las jarras una delicada composición de rosas de diversos tamaños de color pastel, rosa pálido y blanco, que, también, adornaban el friso del respiradero. Y alrededor de Ella la envolvía la blancura inmaculada de los ramos de era.

Aunque no es propiedad de la Hermandad la imagen del Cristo de la Expiración (S.XVI) que reside en su capilla la Cofradía lo restaurará en 2013 como gesto de colaboración en la conservación del patrimonio artístico de la iglesia de Santo Domingo. Como se ha expuesto a lo largo de esta historia, el Cristo fue procesionado por la corporación como tercer paso de la misma en tiempos pasados. La obra se llevó a efecto por la restauradora María del Carmen González.

Cristo de la Expiración de Santo Domingo

En noviembre de ese año se nombra capataz general de la Hermandad a Miguel García Almagro, que estará al mando de la ya considerable cifra de 180 costaleros con que contaba la Cofradía. Antes, en septiembre, también dejó de ser capataz de la Virgen Álvaro Jiménez Herrera, que lo había sido durante ocho años. Tampoco se pudo celebrar en septiembre la función anual a San Mateo por estar en obras la iglesia de Santa Isabel la Real.

Llegaban los cultos de la Cuaresma de 2014, con el tradicional triduo, donde la hermandad se esmeraba cada año en ofrecer a sus imágenes titulares un magnífico altar de cultos, superándose cada año en montarlo de forma más artística con los valiosos enseres con los que ya contaba la Hermandad. En la Función Principal de ese año se bendijo el guión, ya terminado de bordar por Jesús Arco, que se estrenará el Miércoles Santo de 2014.

  
La Semana Santa de 2014 brilló con un esplendor en cuanto al tiempo (si exceptuamos el Domingo de Resurrección) desconocido en las anteriores años. Granada se volcaría en sus calles ese año y los siguientes. La Semana Santa granadina era ya digna de vivirla, pues se presenciaban una mayoría de cortejos procesionales de un esplendor y organización que no se conocía a lo largo de su historia. La conjunción de estas comitivas con el sin par paisaje urbano de la ciudad hacía de estos días una visión de la Pasión irrepetible. 

Nuevas perspectivas urbanas ofrecerán desde 2011 y 2013 las cofradías en su discurrir por el centro de la ciudad, al cambiar el itinerario oficial por el traslado de la tribuna oficial a la Calle de Ganivet en el primer año citado, y por su paso por la Calle de Alhóndiga, en el segundo. Más amplitud para las comitivas procesionales y la posibilidad de ampliar el número de palcos en dichas calles y Puerta Real, que se convertirá en el centro de la Semana Santa. 

Otra vez la Hermandad de Ntra. Sra. del Rosario contaba con grandes y artísticos pasos y una extensa comitiva de hermanos ( aunque no tanta como deseáramos si los granadinos participaran más en sus hermandades como cofrades). Estos pasos de la Cofradía, sus ricas insignias, bandas de música y sus filas de nazarenos, adquieren más esplendor por este nuevo itinerario, sin menoscabo de su contemplación por el singular paisaje del Realejo, donde hay que ver, sin duda, a la Cofradía.


Después de la Semana Santa de 1014 el escultor Antonio Bernal hizo una conveniente revisión del estado en que se encontraba la estructura interna de la imagen de la Virgen y le realizó ciertas mejoras en su candelero. Estas revisiones son necesarias para evitar la acumulación de desperfectos de más difícil arreglo cuando estos se acumulan.

Una Semana Santa completa y repleta de entusiasmo fue la de 2015, con tiempo casi veraniego que favoreció la salida a la calle de las personas mayores y de los niños hasta altas horas de la noche; de los encuentros entre amigos; de la devota contemplación de los Cristos sufrientes; de los pasos de palio, con las bellas Dolorosas granadinas, que reprimen su dolor y lo transforman en pálida belleza, mientras las mecen sus costaleros, al compás sentidas marchas, que hacen aflorar la lágrima. Son días, también, de familia y de la tapa, la cerveza y el churro de la madrugada en las churrerías de la Plaza de Bibrambla o la de Mariana Pineda, que también Dios lo quiere.  

Sale el Rosario. Foto de Armando López-Murcia. Revista Gólgota.
La Virgen del Rosario, en su magnificencia, lloraba entre sonrisa aquel Miércoles Santo de 2015, distraída en su palio dorado por la luz de los cirios y el olor blanco del clavel y la rosa. Ella marchaba gloriosa a los sones sevillanos de la banda de la Soledad de Cantillana, que tantos años la ha acompañado. 

Pero ese año será el último que la vista Paco Garví, después de mimar su atuendo y realzar su belleza durante nueve de ellos de forma desinteresada. Los tiempos, como nuestras vidas, no se están quietos, cambian y pasan, pero siempre dejan el recuerdo del bien hacer. Otro gran artista de nuestra Semana Santa, Álvaro Abril, recogerá el difícil testigo dejado por Garví, y le dará, asimismo, su valioso sello personal, luciendo su pena contenida, tan bella como en los años precedentes. Ya la vistió de luto en el mes de difuntos; de reina para el besamanos de la Inmaculada y de hebrea para la Cuaresma de 2016.  

La  Virgen lució en el besamanos tradicional del día de la Inmaculada de ese año un manto cedido por la Hermandad de la Esperanza de Triana y la magnífica saya blanca que le realizó García y Poó. La Virgen del Rosario en su capilla cubierta de colgaduras color burdeos la presidía delante de un dosel de tipo imperial y con elementos de adorno de su respiradero y candelería.

Besamanos 2015. Foto de la web de la Hermandad

Una Cuaresma llena de actos musicales, culturales y tertulias cofrades, como nos tiene acostumbrados esta Hermandad desde hace más de dos décadas; el solemne y devoto traslado-vía crucis del Señor con su túnica blanca, bajando desde el Albaicín para reunirse con su Santa Madre en el  triduo y función principal.

Finalizados los dos pasos la Hermandad destina este año sus esfuerzos, aparte de los obras caritativas, a enriquecer vestimentas y enseres. Así, parece que el Miércoles Santo de 2016, se estrenarán cuatro bocinas con paños realizados  por Otilio Durán, aprovechando bordados de la mítica bordadora Trinidad Morcillo procedentes del Carmen de los Mártires.


Miércoles Santo 2016



Pero un triste hecho se produce después de Semana Santa de 2016: el Padre Álvaro, tantos años consiliario de la Hermandad fallece después de Semana Santa. También, al final del verano, fallecería Paco Toro, capataz durante trece años del paso de la Virgen, devoto de Ella, y quién con primor dirigió su paso, cuando se presentaba a Granada cada Miércoles Santo. 

En junio de 2016, había que renovar la directiva de la Hermandad según los estatutos, celebrándose cabildo de elecciones en el que resultó reelegido hermano mayor Jorge González Guijosa, arquitecto técnico de profesión y con una antigüedad en la Cofradía referida a 1989. Tomó posesión con su junta el día 17 de septiembre en la Función del Espíritu Santo, celebrada en Santa Isabel la Real, con la que comienza el curso cofrade. A continuación, el tradicional devoto besapies al Señor. 

En Santa Isabel la Real Junta directiva 2016 -2020. Foto de la Hermandad

También, hubo un cambio de acompañamiento musical al paso de palio, que en los últimos ocho años venía a cargo de la Banda de Música de Ntra. Sra. de la Soledad de Cantillana (Sevilla) por la Banda Municipal de Morón de la Frontera (Sevilla), con la que se firmó contrato en agosto de 2016.

Otra túnica para el Señor de las Tres Caídas, según diseño del malagueño Eloy Téllez, bordada por las Comendadoras de Santiago, bajo la dirección de Jesús Arco y que se estrenó en la Semana Santa de 2017, aunque fue bendecida en Santa Isabel la Real en la función del Espíritu Santo de 2016. Antes de su estreno, en el mes de marzo de 2017, la túnica sería expuesta en el Salón Apperley del Centro Artística, junto al cartel de la Semana Santa de la Hermandad.

El cartel de la Cofradía de 2017, que reproduce una fotografía de Luis Javier Quesada Sánchez, fue presentado por el cofrade Víctor Burgos. Se trata de una instantánea  del paso de la sección de la Virgen por la Calle de Varela, uno de los rincones más cofrades, descubierto por las cofradías del Realejo no hace demasiados años, aunque la Hermandad de la Paciencia tenía estos lugares en su recorrido hace décadas. 

Cartel 2017 de la Hermandad . Obra de Luis Javier Quesada Sánchez

Y llegó el Miércoles Santo, un día especial de nuestra Semana Santa, un día, que sin buscarlo, Granada se hace Realejo; el barrio donde nació el nombre de Granada: la Garnata al Yahud (la Granada de los Judíos), allí donde fenicios y judíos, setecientos años antes de que naciera Cristo, conocieron nuestra bella tierra y se quisieron quedar en ella, fundando en lo que sería la colina del Mauror su establecimiento comercial.

El Realejo, de tan profundas raíces, convierte al Miércoles Santo en silencios de nazarenos penitentes, luces de cera, buscándonos el misterio de la penumbra; quejíos de tambores y cornetas, marcando el paso de Jesús camino del Calvario; y la flor y el incienso, que envuelven de perfumes el paso de palio, donde Ella camina con su dolor sereno. 

2017 Jesús estrena la túnica de las Comendadoras, diseño de Eloy Téllez

El paso de Jesús de las Tres Caídas irrumpió en la plaza con el himno de la ciudad: la "Granada" de Agustín Lara entonado por su banda de cornetas y tambores; los últimos rayos del Sol, reverberaban en los oros y el rojo "cardenal" de la nueva túnica de la Comendadoras. Mientras, en el interior del templo, la soprano Elvira Galo saludaba a la Virgen del Rosario con la emoción del "Ave María", cuando Ella emprendía su dolorida marcha al son del tintineo de los rosarios de sus varales. Al aparecer en la plaza, otra salve la recibió, la devota "Salve Rociera" al son de la Banda de Morón de la Frontera. Delirios de vivas y aplausos en la Plaza de Fray Luis de Granada de una muchedumbre apretujada. 

Miércoles Santo 2017. Nueva Túnica

Como cada año la corporación celebrará sus cultos tradicionales del último cuatrimestre con una importante efeméride: en el mes de diciembre de ese año se cumplía el 90 Aniversario de la fundación de la Hermandad de Semana Santa. Se fundó, como se ha hecho constar, en 1927, siendo aprobados sus estatutos el 21 de diciembre de dicho año. Por ello, en 2017, se conmemoraba el Aniversario, lo que celebró la Cofradía con una solemne Eucaristía en la iglesia sede de Santo Domingo, dicho día de diciembre, delante de la Virgen del Rosario.



Concluimos este relato histórico de una hermandad, que en 1927, quiere llevar a las calles de Granada, en su Semana Santa,  una devoción secular del pueblo granadino: la de Nuestra Señora del Rosario, esta vez, en la faz doliente de sus Misterios de la Pasión. Décadas de gloria y décadas de postración forman este relato, como ocurre en todas las instituciones que creamos los hombres, en las que las flaquezas, egoísmos y soberbias, suelen imprimir las obras que creamos, pero también surge el desprendimiento, la fervor y la generosidad. Pero ahí está, hoy gloriosa, después de casi un siglo de existencia, porque existe algo más que nos excede: el soplo divino que nos da la devoción.



PATRIMONIO MUSICAL

Tercera Caída en Granada   (Antonio Velasco  1989)
Stella Mari                            (J. Antonio Barrós Jódar 1989)
Rosario de Santo Domingo (Melchor Perelló Lavilla. 2002)
Rosario                                (Manuel Martín Molinero. 2003)
Rosario, Señora del Realejo(F. Javier Alonso Delgado. 2005)
Señorita del Realejo             (Santiago Otero Vela. 2006)
Madre y Reina del Rosario   (J.A. Barrós Jódar. 2007)
Ntro. P. Jesús de las Tres Caídas (J.A. Barrós Jódar. 2008)
Caído bajo la Cruz               (Antonio García Bernárdez 2008)
Al compás de tus rosarios    (Alberto Barea Tejada. 2008)
Madre del Rosario                (Francisco Higuero. 2008)
Rosario es tu Realejo           (Manuel Jesús Guerrero 2011)
Rosario, Capitana del Realejo ( Pablo Ojeda, 2014)
Al cielo Tres Caídas              (Manuel J. Guerrero 2011)
Santa María del Rosario      (Juan de Dios Espinosa. 2012)
Pasa la Virgen del Rosario   ( José A. Boluda Ponce. 2013) 

Varias piezas musicales de capilla forman, también, su patrimonio musical
HERMANOS MAYORES
(Fechas aproximadas de mandato)

1927-1928         Enrique Moreno Agrela
1928-1931        José M. Martín Lagos          
1931-1933         Sin hermano mayor
1933-1944         Genaro González Martínez 
1944-1947         Inocencio Romero de la Cruz
1944-1947      (efectivo)Juan Serrano Castillo
1947-1950         Genaro González Martínez
1951-1954         Alfredo Ramón Laca Primo
1954-1957         José Martínez Ferrol
1957-1959         Alfredo Ramón Laca Primo
1959-1960         Serafín López-Cuervo Arroyo
1960-                 José Sánchez-Reina
1961-1962         Alfredo Ramón Laca Primo
1962-1964        José del Castillo Santiago
1964-1970         Miguel Serrano Castillo y Antonio Muñoz Molina
1971-1975         Enrique Ceres Ruiz  y            Antonio Muñoz Molina
1976-1978         Juan Cobo Torres
1979-1980         Sres Basterra y Vergara
1980-1984        José Ocaña Carmon "El Sota"
1984-1986         Manuel Gómez Fernández
1986                  Juan de Dios Morillas                                        ( en funciones)
1986-1989        José M. López-Barajas Raya
1989-1996        Antonio López Martín
1997-2004        Francisco J. Castro Medina 
2004-2008        José Luis Contreras López
2008-2012        Francisco Castro Medina
2012-2016        Jorge González Guijosa
2016-                Jorge González Guijosa

                 
Hermanos mayores honorarios


D. Antonio Gallego y Burín, alcalde.
La Armada Española
Ayuntamiento de Granada
Diputación Provincial
Colegio Oficial de Notarios
Federación Granadina de Hostelería
Federación Granadina del Comercio



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1. Revista "Gólgota 89´", p. 172. 
2. "Ideal de Granada" de 10 de marzo de 1942.
3. Archivo Histórico del Arzobispado de Granada, legajo 34 f (b), pieza 13.
4. PADIAL BAILÓN, Antonio, Fue en 1683 cuando se realizó la imagen de Jesús de la Tres Caídas. Revista "Gólgota" diciembre de  
2011, págs. 19-23.
5. PADIAL BAILÓN, Antonio, "La Granada Eterna, Venerable Hermandad con el título de Jesús de las Tres Caídas", entrada del 31 de enero de 2013, apaibailon. blogs.pot.com.
6. "El Defensor de Granada" en su número de 17 de abril de 1881, 25 de marzo de 1909 y 18 de marzo de 1913.
7. "El Defensor de Granada" en su número de 4 de abril de 1928.
8. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Semana Santa de Granada según las actas de la Federación de Cofradías 
9.  Periódico "Ideal" de 13 de octubre de 1934
10. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Semana Santa de Granada según las actas de la Federación de Cofradías
11. Acta de la Hermandad de Santa María de la Alhambra  de 10 de marzo de 1935.
12. Periódico "Ideal" de 17 de marzo de 1940.
13. Diario "Patria" de 6 de abril de 1944.
14. Periódico "Ideal" de 17 de abril de 1946.
15. PADIAL BAILÓN, Antonio, Rosario, 75 años de devoción, pág. 92         Granada, febrero de 2004.
16. Periódico "Ideal" de 14 de abril de 1949.
17. Revista "Eco de Granada",  Semana Santa 1950.
18. Diario "Patria" de 8 de abril de 1954. Declaraciones del hermano mayor Alfredo Ramón Laca Primo.
19. Diario "Patria" de 12 de marzo de 1959.
20. Acta de la Federación de Cofradías de Granada de 12 de febrero de 1960 y PADIAL BAILÓN, Antonio, La Semana Santa de Granada según las actas de la Federación de Cofradías 
21. PADIAL BAILÓN, Antonio, 75 años de Favores, pág. 109. Granada 2003. Editorial Clave Granada.
22. Diario "Patria" de 29 de marzo de 1961.
23. Para mayor detalle: PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. Rosario, 75 años de devoción, Cap. VIII. Granada, febrero de 2004.
24. PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. págs. 103-107.
25. PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. págs. 110.
26. Testimonio de D. Antonio Muñoz Molina.
27. Libro de actas de la Hermandad "Memoria de 1976".
28. Ibídem de 6 de noviembre de 1980.
29. La Cofradía de Semana Santa, estuvo en desacuerdo con el lugar que la Archicofradía le había asignado en la procesión de octubre. Acta de la Hermandad de 26 de septiembre de 1988.
30. Acta del Cabildo General de la Hermandad de 23 de enero de 1989.
31. Acta de la Hermandad de 31 de octubre de 1994.
32. PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. págs. 134 y 135.
33. Acta de la Hermandad de 8 de mayo de 2000.
34. PADIAL BAILÓN, Antonio, opus cit. p. 144.
35. Archivo Histórico del Arzobispado de Granada, legajo 34 f (b),          pieza 13.
36. MIGUEL GARCÍA-VALDECASAS RODRÍGUEZ, CCCXXV ANIVERSARIO de la devoción de Granada a Jesús de las Tres Caídas. Revista Gólgota "Crónica ´2006", págs. 51-55.
37. PADIAL BAILÓN, Antonio, ¿Fue en 1683, cuando se realizó la imagen de Jesús de las Tres Caídas de Granada? Revista "Gólgota, diciembre 2011", p.p, 19-23.

Otras fuentes para la época actual : 

Página web de la Hermandad, Revistas Gólgota y Despojado, testimonio de cofrades...etc.