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viernes, 30 de abril de 2021

PONTIFICIA Y REAL HERMANDAD DEL STMO. CRISTO DE LA EXPIRACIÓN Y MARÍA STMA. DEL MAYOR DOLOR (ESCOLAPIOS)

 

EXPIRACIÓN Y MAYOR DOLOR

(Escolapios)

(1935-2021)

VIERNES SANTO

Expiración hacia trbuna oficial por la plaza del Campillo. Foto A. Padial


REAL Y MUY ILUSTRE COFRADÍA ESCOLAPIA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA EXPIRACIÓN, MARÍA SANTÍSIMA DEL MAYOR DOLOR Y SAN JOSÉ DE CALASANZ

Iglesia de San Basilio

(San José de Calasanz)


Antonio Padial Bailón

I. La Expiración de Cristo en la Semana Santa de Granada de los siglos XVI y XVII. 

Granada, después de su reconquista al Islam, comienza su recristianización acelerada con la sacralización de mezquitas y espacios públicos, así como, con el adoctrinamiento en la fe católica de la población musulmana. En esa etapa, surge una religiosidad o piedad popular en España que comenzará a tener un auge paulatino desde finales del siglo XV y principios del XVI: la penitencia pública practicada con disciplinantes, que dará lugar a las hermandades de penitencia.

La nueva Granada cristiana no se podía sustraer a esta modalidad de religiosidad popular y, a partir de 1540, parece que, incluso antes de esa fecha, comienzan a crearse dichas hermandades penitenciales con la fundación de la primera cofradía de penitencia granadina: Hermandad de la Santa Vera Cruz en el convento de San Francisco "Casa Grande", que existía ya antes de esa fecha, pues en 1539, asistió al entierro en Granada de la Emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V (1).

A partir de las citadas fechas, se van fundando diversas cofradías de penitencia, como la de Nuestra Señora de la Angustias, la de la Soledad, que fueron las tres más antiguas, y hacia los años setenta y ochenta del siglo XVI se produce una oleada de fundaciones de hermandades penitenciales, entre las que se va a encontrar la Hermandad de la Inspiración de Nuestro Señor Jesucristo y San Nicolás de Tolentino, que podríamos considerar como antecedente histórico de una hermandad con el título de Stmo. Cristo de la Expiración.

Aquella antigua cofradía de la Inspiración de Ntro. Sr. Jesucristo fue fundada en el convento de Agustinos Calzados, que estaba situado cerca de la Catedral, en el lugar que hoy ocupa el Mercado de San Agustín y espacios aledaños. Allí, se habían instalado los Agustinos Calzados en 1559, procedentes del Albaicín, donde habían fundado su primera casa en Granada en 1513.


Arriba, a la izquierda, el convento de San Agustín, señalado con el nº 5. Plataforma de Ambrosio de Vico

Los Agustinos, grandes impulsores de la devoción al Crucificado, apoyaron en su convento la formación de cofradías que tuvieran como centro de su veneración la imagen de Cristo en la cruz, fundándose en dicho convento, además de la Hermandad de Penitencia de la Inspiración, la del Santísimo Cristo de San Agustín o de Burgos, centro de la devoción cristífera agustiniana.

La Hermandad de la Inspiración de Jesucristo se fundó hacia los años 1576-1578, casi simultánea a la hermandad sevillana del Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de las Aguas (Museo), que lo hizo en 1575 por los plateros de la ciudad. 

La hermandad granadina se puso bajo la protección de la advocación letífica de Nuestra Señora de la Paz, a la que nombró como su patrona. Era usual que en siglos pasados que las hermandades de Cristo agregaran a su devoción la de una imagen de la Virgen, a veces letífica, como en este caso, e, incluso, la procesionaran en sus estaciones de penitencia, ataviando a la Virgen con vestimenta de luto para la estación de penitencia. Esta advocación de la Virgen a la que daba culto la hermandad nos la transmite el cronista Henríquez de Jorquera, cuando hace referencia a las hermandades que había en dicho convento agustino, y cita a ésta , diciendo que: " (...) en su capilla se venera otro sancto Cristo de la espiración muy devoto y una soberana imagen de nuestra Señora de la Paz" (2)

No sabemos con certeza documental la imagen de Cristo de la Inspiración o Expiración a la que diera culto la hermandad de penitencia. De las imágenes de esa época de la fundación de la hermandad, es decir, del inicio del último cuarto del siglo XVI, no existe en Granada, al menos que conozca, ninguna que represente el momento pasionista de la Expiración, a excepción de la que se encuentra en la antigua iglesia parroquial de Santiago, por cierto, templo cercano al que fue convento de San Agustín.    

Dicha imagen del Cristo de la Expiración ha sido tradicionalmente atribuido al maestro Pablo de Rojas, que empezó, no obstante, a trabajar en Granada algo después de los años en los que se pudo fundar la hermandad, sin embargo, no posee la imagen, a mi juicio, algunos de los grafismos escultóricos que más lo caracterizan, aunque pudiera ser la escultura de su época temprana, cuando aquellos aún no se hubieran terminado de definir. 


Cristo de la Expiración de la iglesia de Santiago (Servicio Doméstico)

También sabemos, que en la iglesia de Santiago se veneraba, hasta tiempos relativamente recientes, una imagen de la Virgen de la Paz, que pudiera ser la de la antigua Hermandad de la Inspiración de Jesucristo. Constancia de la existencia de esta imagen nos la da un inventario de la iglesia que se realizó en el año 1899, año en el que se establecieron en Granada y se hicieron cargo de la iglesia y sus anejos las religiosas de la Orden Madres de María Inmaculada (llamadas del Servicio Doméstico). Dicha imagen no está en la iglesia, pero la pueden tener las monjas dentro del convento. 

En dicho inventario se recoge que una de las capillas de la iglesia era la de la Virgen de la Paz con un retablo blanco y dorado con columnas salomónicas, coronado por la cabeza de un santo " (...) cabeza de un santo en la cornisa del retablo (...)". También, se describe a la imagen de la Virgen, sosteniendo al Niño Jesús, y ambas vestidas con corona, más un cetro de plata en una de las manos de la Virgen. En dicha capilla se encontraban también las imágenes de San Bruno, San Jerónimo Penitente y una Virgen con el Niño. 

Hoja del inventario de 1899 en la que se refiere a la Virgen de la Paz y su capilla (AHDGr)

La hermandad realizaba su estación de penitencia a la temprana hora de las dos de la tarde, la primera de las de ese día por ser la de menos antigüedad, tras de ella, salía la Cofradía de la Sangre de Jesucristo del Convento de la Merced Calzada y la Soledad. También lo hacía la del Santo Entierro y Ntra. Sra. de las Tres Necesidades, a partir de 1616, aunque es probable que para esa fecha no lo hiciera la de la Inspiración, que había sido reducida a las tres más antiguas en 1597. Tampoco hay noticias de que lo hiciera después de la reducción, pues no todas las hermandades de penitencia salían cada año, y, a veces, lo hacían solo de forma esporádica, dependiendo de la situación económica de cada hermandad, y ésta no era una cofradía de las llamadas ricas.

Tampoco, el hecho de que no se tengan noticias de que hiciera estación de penitencia durante el siglo XVII indique que la hermandad hubiera desaparecido, pues algunas cofradías de penitencia dejaron de realizar estación en Semana Santa para dedicarse al culto privado o interno de sus imágenes titulares. Puede ser, que la Cofradía de la Inspiración del convento agustino fuera la que difundió por Granada y la demarcación de su Reino la devoción a la Expiración de Jesucristo, pues tanto en la ciudad, como en dicha demarcación las cofradías de esta advocación proliferaran de forma importante. En la ciudad hubo varias imágenes y hermandades, algunas de vía sacra, con el título de Expiración (en San Gil, en el Sagrario o en Santo Domingo), y en los pueblos de la provincia las hay bastante numerosas. 

La imagen del Crucificado y de la Virgen de la Paz podría haber llegado a esta antigua iglesia parroquial de Santiago tras la exclaustración de 1836 del convento de los Agustinos Calzados, tal vez por ser la iglesia parroquial más próxima a dicho convento. 


II. La fundación de la cofradía de penitencia actual del Cristo de la Expiración y María Santísima del Mayor Dolor 

No volverá a fundarse otra hermandad de penitencia con la advocación del Cristo de la Expiración hasta la recuperación de la Semana Santa de Granada con nuevas hermandades de penitencia en los años veinte del pasado siglo, surgiendo la actual cofradía en el año 1935. Eran tiempos convulsos los del nacimiento de la hermandad; la II República había producido un enfrentamiento radical entre las diversas ideologías con graves consecuencias en el panorama político, social y religioso, que comenzó con la quema de iglesias y conventos en algunas ciudades españolas en 1931, el mismo año del comienzo de la República, con la consiguiente pérdida de patrimonio artístico y documental. Granada sufrió esta pérdida en 1932 con la quema de la iglesia de San Nicolás, la de San Luis en 1933 y la del Salvador en marzo de 1936. 

Ante el clima de inseguridad y por temor a algún acto incívico y de ofensa a la religión o a las imágenes, las cofradías no realizaron sus estaciones de penitencia en esos años, a excepción de 1935, en el que con un clima político algo más sosegado se decidieron a celebrar las procesiones de Semana Santa, aunque no lo hicieron la del Silencio y la de los Favores por tener sus sedes en barrios más conflictivos. Tampoco la del Vía Crucis realizó su procesión de la madrugada del Viernes Santo por el Albaicín, aunque si lo hizo el Martes Santo, después de rezar las estaciones en la Catedral ante sus 14 tapices del Santo Vía Crucis. 

En este contexto, el 8 de febrero de ese año se realiza una primera junta o reunión de constitución de la hermandad de la Expiración, que fue impulsada por don Miguel García Batlle, hermano mayor de la Santa Cena y presidente de la Federación de Cofradías, por don José Gómez Sánchez-Reina, más otros profesores, exalumnos y alumnos escolapios, para constituir una hermandad en el Colegio de los PP. Escolapios, que venerara y procesionara la imagen de un Crucificado, representando el pasaje evangélico de la Expiración de Cristo. Entre dichos fundadores, además de los citados, estaban: Don Matías Fernández Figares, los Padres Eusebio Gómez y Oscar Fidalgo, Juan Feixas Sánchez, José Feixas del Álamo, Francisco Simáncas Señán.

Iglesia de Ntra. Sra. del Destierro del Convento de San Basilio (hoy San José de Calasanz)

Parece que aquélla no fue la primera idea de constituir una hermandad en el citado colegio, ya en 1931 se había intentado su constitución por el religioso escolapio, don Oscar Fidalgo, y don Félix Infante Vílchez, que después sería hermano mayor de la hermandad y Presidente de la Federación de Cofradías; a ellos se unieron diversos profesores y alumnos escolapios, pero las circunstancias políticas y sociales que en ese año se desencadenaron hicieron demorar la constitución de la hermandad (3).

Constituida la hermandad de penitencia, aunque no de derecho o formalmente por carecer aún de aprobación formal, aunque, parece que con el beneplácito de la autoridad eclesiástica, los fundadores de aprestan a preparar la procesión del Jueves Santo de 1935, que ante la falta de sustento legal que la permitiera presentarse como hermandad, se anuncia como "Procesión del Santísimo Cristo de la Expiración, organizada por la Hermandad de la Santa Cena".


Primera imagen que procesionó la hermandad en 1935

La incipiente cofradía encontró la imagen a la que procesionar en la iglesia de San Ildefonso. Se trata de un Crucificado de finales del siglo XVI, que se enmarca en la órbita artística del escultor Pablo de Rojas, gran creador de prototipos pasionistas dentro del naturalismo que imperaba en el último cuarto de dicho siglo dentro de la transición del Renacimiento al Protobarroco. Parece, que dicho Crucificado con una Dolorosa a sus pies procedían del Convento de la Merced Calzada y estaban en la capilla de la Hermandad de la Sangre de Jesucristo; así se describe en un inventario de la  Desamortización publicado el 30 de agosto de 1837, y de esta forma se colocaron a su llegada a la iglesia de San Ildefonso procedentes del contiguo convento mercedario. También hay una coincidencia entre la época de realización del Crucificado con la de la fundación de la antigua cofradía de penitencia  de la Sangre de Jesucristo con sede en el citado convento; la misma Federación de Cofradías, en su acta de 23 de marzo de 1935, denomina al Crucificado, como "Cristo de la Merced", por lo que parece que había sido investigada su procedencia por los fundadores de la hermandad escolapia (4)

Las imágenes de este Cristo y de la Dolorosa de candelero que estaba situada a sus pies, fueron procesionadas por los años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX en la tarde del Viernes Santo en un vía crucis que se hacía por el barrio organizado por los feligreses de San Ildefonso. En dicho vía crucis participaban la hermandad de labradores, sita en la ermita de San Isidro, y la del Cristo de la Yedra, con sede en la ermita de su nombre, que estaba situada al final de la calle Real de Cartuja. Ambas pertenecían entonces a la jurisdicción de San Ildefonso y en ellas el vía crucis hacía estación. Después lo hacía en la ermita del Santísimo, ya que tal vía crucis, del que tengo recuerdos de mi niñez, llegaba algunos años a la Basílica de San Juan de Dios, desde donde regresaba a la iglesia de San Ildefonso. Hoy este Crucificado se encuentra en la iglesia de Ntra. Sra. de las Mercedes en la barriada "Casería de Montijo" y la Dolorosa en el convento de Carmelitas Observantes "Calabaceras".


III. La primera salida procesional

Aquella primera salida procesional de la nueva Cofradía de la Expiración en el Jueves Santo, día 18 de abril de 1935, se realizó a las nueve de la noche y en forma de "Silencio", es decir, con el acompañamiento sonoro redoble de cuatro tambores de sonido "destemplado" o de acorde monótono. Esta forma lúgubre de musicalidad, que había iniciado en Granada la Hermandad del Silencio, se había extendido a otras que procesionaban Crucificados, como la de los Favores, ésta de la Expiración y, posteriormente, la de Cristo del Consuelo de los gitanos. Estas tres últimas con el tiempo introducirían bandas de música en sus procesiones. 

Foto del Periódico "Patria" con el Cristo de San Ildefonso o de la Merced

La hermandad, en esta primera salida procesional, apenas tenía enseres, abriendo la procesión la cruz de guia de la hermandad de la Santa Cena Sacramental, que prestó, asimismo, muchos otros enseres. Se dirigió desde la iglesia de San Basilio (San José de Calazánz) hacia el puente del río Genil entre una muchedumbre de gente que la esperaba al otro lado del río para ver tal novedad. Era la primera cofradía que salía de aquella zona, más allá del Genil, y será la única, hasta que en 1984 se fundan las primeras cofradías del Barrio del Zaidín. Con el paso único del Cristo iban las representaciones de las demás hermandades de la ciudad, imprimiendo un variado colorido con su diversidad de hábitos.

El Paso del Cristo consistió en una parihuela, seguramente con ruedas, como en esa época se acostumbraba en la mayor parte de las cofradías, y adornado con un calvario cubierto de plantas naturales, entre las que sobresalían algunas pitas o agaves, procesionándose la imagen con su cruz plana original. Según la única foto que de ese año conozco, parece que no llevaba hachones, sino reflectores para iluminar la imagen. Una de las anécdotas que se han transmitido oralmente fue que en esa estación de penitencia los nazarenos vestían el hábito blanco de la Hermandad de la Santa Cena cuyos capillos eran reversibles: rojos por el exterior y negros en el interior, utilizándose en esta ocasión la parte interior negra, colores que han quedado hasta el momento presente. 

Ese primer año, el paso del Cristo se detuvo ante la portada de la Basílica de las Angustias, patrona de Granada, como lo hará hasta nuestros días, y desde allí, siguió hasta Puerta Real, Reyes Católicos, Gran Vía, Cárcel Baja, Pie de la Torre, Capuchinas, Plaza de la Trinidad, Mesones, Marqués de Gerona, Plaza de las Pasiegas, para entrar en la Catedral, donde finalizó la procesión. Parece que ese primer año la procesión finalizó en la Catedral, porque la vuelta a la iglesia escolapia, ya entrada la madrugada, creyera la hermandad que suponía correr el riesgo por la situación de inseguridad ciudadana de aquel tiempo. La hermandad fue recibida por el Arzobispo, don Agustín Parrado, que dirigió, ante el monumento del Jueves Santo, una oración de desagravio por los acontecimientos antirreligiosos de aquellos años. 

Varios cantaores de saetas había contratado la Federación de Cofradías para la Semana Santa de ese año, tales como: El Canario de Madrid, la Niña del Patrocinio, el Niño de Madrid y Rafaelillo, que se apostaron para entonar sus saetas en la tribuna, montada ante el antiguo edificio de Correos, que estaba en lo que hoy es Plaza de Isabel la Católica, y al Cristo de la Expiración le cantaron en la calle de Mesones, cuando iba hacia la Catedral (5). Ya ese primer año, al paso de la imagen por el puente del Genil, que llaman "romano", se encendieron las bengalas, que se harán típicas en la hermandad.

Después de 1935, durante el periodo de la Guerra Civil, no salieron las procesiones de Semana Santa y no se pudo realizar la inscripción de la cofradía en el Registro de Asociaciones hasta el año 1939 en el que finalizó la contienda fratricida. Tampoco hubo procesiones ese año, por celebrarse la Semana Santa del día 2 al 9 de abril y la guerra haber finalizado el día 1 de ese mes. 

Las cofradías tendrían un año para reorganizarse y preparar la Semana Santa de 1940, en cuya fecha, el día 5 de febrero, las reglas de la hermandad fueron aprobadas por la autoridad eclesiástica. El año anterior había sido nombrado por la hermandad al Cardenal de Granada, don Agustín Parrado, hermano mayor honorario.

Tres nuevas cofradías se habían gestado en esos años bélicos (Expiración, Dolores y Consuelo) y la hermandad de los Escolapios alegó ese año, en una carta a la Federación, tener una antigüedad mayor que la que le concedían sus reglas, invocando que era "cofradía antigua". No sabemos el contenido de dicha carta, pero sí la contestación de la Federación, denegándole la antigüedad que solicitaba. Quizá algún erudito en contacto con la cofradía la informó sobre algunas de las  hermandades de la Expiración que hubo en Granada en pasados siglos, de las varias que hubo y a las que nos hemos referido al principio de este artículo (6).




IV. La incorporación de María Santísima del Mayor Dolor

Ese año la cofradía había incluido una titular mariana a la que venerar y procesionar: María Santísima del Mayor Dolor. El primer hermano mayor elegido fue don Félix Infante Vílchez, que junto con el rector de los Escolapios, don Óscar Fidalgo, acordaron presentar como  titular a la Dolorosa, que desde hacía décadas se veneraba en el Colegio. Se trataba de una imagen de vestir que le había sido donada en 1887 por el médico, don José López Martín, cuyo escrito de donación dice:

 "José López Martín, por sí y en nombre de su familia, y como dueño y propietario de una imagen de Nuestra Señora de los Dolores, de vestir, declara que cede expontáneamente a la PP. Escolapios de esta ciudad la expresada imagen a fin de que se le pueda dar culto en la iglesia de este colegio" (7).

Dicho culto se le ofreció a la Virgen de forma continuada desde 1888 hasta 1931 con la llegada de la II República. En todas las Cuaresmas se le dedicaba un devoto setenario a los Siete Dolores de la Virgen y función principal en el Viernes de Dolores, dándole en esa época la advocación de Ntra. Sra. de la Soledad. A dichos cultos asistía las capilla de música de la Catedral o la del Maestro Valladar y el Arzobispo le concedió a los fieles asistentes al setenario 80 días de indulgencia. Aquellos cultos eran costeados por algunas personas de la burguesía granadina, como don José Toledo, los Duques de Gor o las familias Zayas, Creus, Carrasco, Tello y Valenzuela-Damas, y en los que intervienen famosos oradores sagrados de la época, como el padre Jiménez Campaña.

A la Virgen se le costeó en 1887 por diversas familias devotas un manto negro bordado en oro por Concepción Gómez Moreno y Concepción López Carrasco, que estrenó la imagen el Viernes Santo de ese año (8). La Virgen de la Soledad de los Escolapios había creado una devoción importante en aquel sector de la ciudad y se le seguirá tributando esos cultos durante los cuarenta y cinco siguientes años, hasta 1931, último en el que se le ofreció el dicho setenario y función. En tales cultos, se situaba la imagen en el altar mayor de la iglesia y fueron muy concurridos y solemnes, con asistencia en muchos años de capillas de música, tenores y barítonos de fama en la ciudad.  

Durante los años de la República y Guerra Civil, parece que dejaron de ofrecerle a la Virgen tales cultos, debido a las penosas circunstancias por las que atravesaba la nación, hasta llegar a 1940 en el que se la elige para ser la titular de la Hermandad de la Expiración, con la advocación de Mayor Dolor. 



En la Semana Santa de 1940 salió la hermandad a realizar su estación de penitencia con el nuevo paso de palio de la Virgen. Era, también, Jueves Santo y en el paso de Cristo siguió procesionándose al Crucificado de la Merced o de San Ildefonso sobre un "trono" de flores y plantas, iluminado con reflectores de luces verdes y violetas (que probablemente era el color que reflejaban las plantas y flores que lo adornaban). 


Semana Santa de 1940 con el Cristo de la Merced o de San Ildefonso. Diario "Patria"


A la Virgen del Mayor Dolor se le hicieron nuevas manos separadas por el escultor granadino Domingo Sánchez Mesa (9), pues las anteriores eran entrelazadas, según el patrón de las antiguas Dolorosas granadinas. Salió ese primer año con un palio de terciopelo negro y un manto de igual tela y color con sencillos bordados, que parece que ya formaba parte del ajuar de la imagen. El palio se sostenía por unos varales metálicos color bronce, entre los que llevaba las jarras repletas de flores, completando el adorno unas lámparas eléctricas y, delante de la Virgen, que iba engalanada con numerosas joyas, una abundante candelería con velas de cera encendidas.

Las camareras, ese primer año, regalaron a la Virgen un estandarte bordado por las Adoratrices con una corona de espinas en el centro. Según describía el periódico "Ideal de Granada", a los capillos de los penitentes se les puso la Cruz de Santiago, calzando unos chapines de charol. Ese año, la procesión hizo un cambio de itinerario, llegando a Puerta Real por Puente de Castañeda y calle de San Antón, en lugar de hacerlo por el Embovedado, como ocurrió en el primer año.


V. Años cuarenta. La Formación de la hermandad

La hermandad cambió de día de salida en 1941 para pasar a realizar su estación de penitencia el Miércoles Santo, año en el que aún se apagaban las luces al paso de la cofradía, aunque fue acompañada por una banda de cornetas y tambores, realizando su procesión en una mezcla de silencio y música; probablemente la banda iría abriendo la procesión, como era costumbre en las cofradías de Granada y lo ha sido hasta tiempos relativamente recientes, e, incluso en la actualidad algunas han optado por llevar tres bandas, una de ellas de cabecera. La Virgen también llevó ese año la Banda del Ave María, volvió la cofradía a dirigirse hacia el Puente de Castañeda y San Antón para subir por Reyes Católicos, Gran Vía, Cárcel Baja, Trinidad, Mesones, Puerta Real y regresar por San Antón, Castañeda y Carrera de la Virgen. 


Diario Patria 1942. Miércoles Santo

 

La Federación de Cofradías que venía realizando carteles de Semana Santa desde 1931, a excepción de los años de la República y Guerra Civil, decide en 1942 elegir uno que representara a la Hermandad de la Expiración.  Todos los carteles que se publicaban en esos años eran de pintura, encargándolo ese año al pintor Manuel Párrizas y editándolo la Litografía Ventura. Consistía en una vista de la procesión atravesando el Puente del Genil, lugar desde entonces emblemático en el recorrido de la cofradía. Es una composición, que tiene como fondo la iglesia de San Basilio con los cipreses de su compás, mientras las siluetas del Cristo y los capirotes negros de los nazarenos pasan el puente del Genil entre el resplandor de los cirios, apreciandose el paso de palio iniciando su entrada por el puente. Esta composición, según Marino Antequera, constituía una clara inspiración sevillana con la recreación de un Crucificado, como el "Cachorro" de Sevilla, cuando pasa por el Puente de Triana.




Para esa Semana Santa de 1942, el párroco de San Ildefonso decidió no prestar a la hermandad la imagen del Cristo de la Merced, alegando el estado de deterioro en el que se encontraba, no quedándole a la cofradía otro remedio que buscar nueva imagen para ese año. Sería el Crucificado de la Expiración -quizá se le impuso esta advocación desde ese año- que se conserva en la iglesia de Santo Domingo (hoy está en la capilla de la Hermandad de las Tres Caídas). Es una imagen del siglo XVI, que tal vez fuera la titular de la antigua hermandad del Cristo de las Penas y Ntra. Sra. de la Paz; que iba desde Santo Domingo, donde tenía su sede, a recorrer la vía sacra al convento de Carmelitas Descalzos de los Mártires. El Crucificado presenta un paño de pureza corto y ajustado a su anatomía, que denota como época de su hechura la de los últimos años del Renacimiento español (10).

Era una imagen, que durante el primer cuarto del siglo XX estaba recibiendo cultos cada año por un grupo de devotos de la feligresía de Santa Escolástica, que le dedicaban un Quinario en Cuaresma. Parece que la elección de este Crucificado tuvo que hacerse con cierta precipitación, pues en una fotografía del periódico "Ideal" aparece, aún en los cultos de Cuaresma de la hermandad escolapia el Crucificado de la  iglesia de San Ildefonso a los pies de la Virgen del Mayor Dolor. Pudo ser que directivos de la Cofradía de la Santa Cena, tan ligada a esta hermandad desde su fundación, los que consiguieran que se cediera este Crucificado de la iglesia de Santo Domingo para la estación de penitencia de 1942.




En la Semana Santa del año siguiente (1943) vuelve a procesionar esta imagen del Crucificado de Santo Domingo, sería el último año que lo hiciera. La Virgen del Mayor Dolor estrenó en la delantera y trasera del palio unos bordados, realizados, según diseño de los Sres. Vázquez y Parra, y para el que don Juan de Borbón dio un donativo de 5.000 pesetas, nombrándole hermano mayor honorario de la hermandad, nombramiento que acepta el 24 de septiembre de 1943, año desde el que la cofradía ostenta el título de Real Hermandad, que será ratificado en su día por su hijo, el Rey don Juan Carlos I (11)

El palio llevaba bordado el escudo de la ciudad de Granada, escoltado por dos  ángeles trompeteros en las bambalinas delanteras, y el de la cofradía en las traseras, llevando la escoltas de los referidos ángeles, y en las laterales, llevaba los atributos de la Pasión. Asimismo, se bordó el techo del palio con un corazón traspasado por siete espadas, en representación de los Siete Dolores que padeció la Virgen en la Pasión de Jesucristo. El paso se adornó ese año con azucenas blancas y guirnaldas hechas con plantas y flores en el respiradero, que consistía en una randa de encaje blanco. También, se estrenan ese año 17 capas negras para los mayordomos.



La Cofradía había en estos años adelantado su hora de salida a las siete y media de la tarde y seguía saliendo en forma de silencio con el alumbrado de las calle apagado. Aquel Miércoles Santo de 1942 había vuelto a cambiar su itinerario para dirigirse hacia la tribuna, que se había instalado delante del Ayuntamiento, por el Campillo Bajo, Plaza de la Mariana, San Matías y Navas (12).

La experiencia de haberse visto la hermandad en la necesidad de pedir prestada en dos ocasiones la imagen del Cristo, hizo que se planteara la necesidad de contar con una imagen propia, que representara el momento de la Expiración en la cruz, cosa que los anteriores Crucificados no lo hacían. Para llevar a efecto esta decisión se convoca una junta general, que se celebró el día 24 de septiembre de 1943, en la que se aprobó mandar la realización de una nueva imagen. El escultor elegido para esta labor fue el granadino, nacido en Churriana de la Vega, Domingo Sánchez Mesa (1903-1989), con el que se contrató la hechura de la imagen por un precio cercano a las 10.000.-Ptas.

Para la realización de la imagen el escultor se valió de la observación del natural, posando de modelo el joven miembro de la junta de gobierno de la cofradía, Alfonso Robles del Castillo, que acudía para ello a la Calle de las Ánimas, que desemboca en la Cuesta de Gomérez, donde el escultor tenía su taller. Según testimonio de don José Feixas, allí acudía Alfonso Robles y varios directivos "donde se desnudaba y los crucificábamos". Alfonso era mayordomo y, después, vocal de la junta directiva, albacea desde 1947, representaba a la cofradía en la Federación en 1952.




La nueva imagen del Cristo estuvo terminada para la Cuaresma  siguiente, realizándose  su bendición en una solemne ceremonia el Miércoles de Pasión, día  25 de marzo de 1944, (13) -seguramente era el primer día del quinario- en la que intervino el Obispo Auxiliar de Granada, don Manuel Hurtado García, y actuó como orador sagrado, para realizar el panegírico, el famoso canónigo, don Juan Cuenca. La imagen se colocó en el lado del Evangelio de la iglesia en un artístico altar adornado con flores y plantas, asistiendo a la ceremonia el Secretario Provincial del Movimiento, Sr. Robles Jiménez, y por el Ayuntamiento asistió el concejal, Sr. Perera.

La extraordinaria imagen de Sánchez Mesa, se presenta clavada en una cruz plana, mirando hacia el cielo en una sublime y estililizada verticalidad. Marchó en silencio, como era costumbre de la hermandad,  sobre un calvario de rocas, plantas y flores, alumbrado por un reflector y sin hachones en las esquinas, tal y como se aprecia en la fotografía de la prensa de ese año. Delante del paso, formando un semicírculo, iban los nazarenos representantes de las distintas cofradías de Granada. Ese año, también había realizado Sánchez Mesa las bellas imágenes del paso de la Oración en el Huerto.

Entonces, la junta de gobierno estaba formada por Felix Infante Vílchez, como hermano mayor; José Feixas, como mayordomo; José Gómez Sánchez Reina, como secretario; siendo vocales: Ramón Moreno Roldán, Jesús Tomás, Antonio Vílchez, Alfonso Robles del Castillo, Juan y Manuel Cobo del Valle, Antonio Velasco, Jaime Muñoz y Manuel Carnicero Cueto (14).


Cristo de la Expiración de Sánchez Mesa por Puente del Genil. Primera salida 1944. Diario Patria


1944 fue, también, un año de reconocimiento de la hermandad por parte de la Federación de Cofradías, que eligió como su presidente al hermano mayor de la cofradía, don Félix Infante Vílchez, que desempeñó dicho cargo hasta 1946, como séptimo presidente de dicho órgano cofrade. Sucederá a don Ramón Contreras Pérez de Herrasti y a don Miguel García Batlle, ambos habían sido de los principales puntales del renacimiento de las cofradías granadinas del primer tercio del siglo XX.

Fueron tan brillantes los resultados de la Semana Santa de 1945, durante el mandato como presidente de la Federación del Sr. Infante Vílchez, que le ofrecieron sus miembros un homenaje de reconocimiento y una ratificación ese año de su mandato por aclamación de su junta directiva. La caballerosidad impregnaba las relaciones entre los directivos de aquella época, al menos, en sus manifestaciones externas, pero algún desliz que se produjera en la actividad de los cargos llevaba consigo la dimisión, lo que no está reñido con la caballerosidad a la que nos referimos. Así, la tardanza del Sr. Infante en rendir las cuentas al Pleno de Federación del ejercicio 1944-45 hizo que se le exigiera tal rendimiento de cuentas, lo que motivó el enfado del Sr. Infante, probablemente por poner en duda su integridad, que dejó de asistir a algunas sesiones, mandando las cuentas a través del tesorero a la sesión de 23 de octubre de 1945, que, no obstante, fueron aprobadas por el  Pleno por estimarlas correctas. A a pesar de ello, el Sr. Infante Vílchez presentó su dimisión como presidente de la Federación en la sesión siguiente de 21 de diciembre de 1945, alegando "ineludibles obligaciones" (15)

Para las estaciones de penitencia de 1945 y 1946 se van a realizar algunas mejoras en los pasos, como unos sencillos hachones para las esquinas del paso de la Expiración, que siempre se adornada con flores blancas de calas mezcladas hojas vegetales y lirios. Ese último año, el Cristo llevó cuatro hacheros en las esquinas de su paso, que realizó Sánchez Mesa, al que se le encargó, también, para el paso de palio una peana de madera labrada, que fue estrenada en la Semana Santa de 1946. 

Algunos días de la Semana Santa de ese año se presentaron lluviosos, pero la cofradía y todas las del Miércoles Santo pudieron hacer sus estaciones de penitencia al cesar de llover en aquella tarde, abarrotándose de público las calles del centro de la ciudad. Las procesiones de aquel Miércoles Santo fueron: Expiración, Rosario, Consuelo (Gitanos) y Favores. El horario de salida de la cofradía se había vuelto a atrasar a las 21 horas; parece que ese horario de salida tan tardío se pudo deber a querer potenciar el carácter de recogimiento y de silencio que entonces tenía la hermandad en su estación de penitencia y que perdería en los siguientes años.


Foto de 1945. La imagen del Cristo de la Expiración de Sánchez Mesa cruza el Puente del Genil. Revista Eco de Granada de 1946.

Al año siguiente (1947) la hermandad nombra Hermano Mayor Honorario al Ejército del Aire. Eran tiempos en los que las cofradías concedían ese título a instituciones, como el Ejército, Ministros del Gobierno y otras; era una forma de adquirir cierta relevancia social -en ello había también una muestra de cierta competitividad entre las cofradías-, y, asimismo, tener la esperanza de conseguir ciertas dádivas económicas de las que siempre están faltas las hermandades para su desenvolvimiento y sus proyectos. De hecho, las hermandades de Málaga consiguieron un gran impulso por parte de algunos ministros y altos cargos, que pasaban allí sus vacaciones y que contribuyeron a su esplendor. 

Para entregar el pergamino con el título se trasladó a Madrid el día 21 de marzo de 1947 una comisión de la cofradía, presidida por el hermano mayor, Félix Infante, que fue recibida en el Ministerio del Aire por su subsecretario don Apolinar Sáenz de Buruaga y Polanco. Unos años después, el 2 de marzo de 1950, el Ejercito del Aire, representado por el Sr. Sáenz de Buruaga, le hizo ofrenda de una corona de plata sobredorada a la Virgen del Mayor Dolor, realizada por el orfebre granadino Miguel Moreno Grados, que con ciertas modificaciones aún hoy la lleva la imagen. Fue bendecida por el Arzobispo de Granada, don Balbino Santos Olivera, con asistencia del Ayuntamiento y de altos mandos del Ejército del Aire, como el General Jefe del Alto Estado Mayor, don Francisco Fernández- Longoria. También estuvieron presentes en el acto las máximas autoridades provinciales. En el momento de la imposición de la corona por el Arzobispo la Banda municipal de música entonó el Himno Nacional, según se reflejaba en la prensa (16). 

El nombramiento era una forma de agradecer la asistencia de mandos representativos del Ejército del Aire a la procesión de la hermandad, a cuyo frente en los siguientes años cincuenta estará el Teniente General, Apolinar Sáenz de Buruaga, enviándose por dicho Cuerpo de Ejército cada año a la procesión alguna de sus bandas de música. Ello transformaría el carácter de hermandad de silencio, optando por una presentación menos severa que la de sus primeros años. 

Según el programa oficial de la Semana Santa, al año siguiente (1948), la cofradía realizó su estación de penitencia en la tarde del Viernes Santo, con salida a las siete. Pero poco duraría en dicho día, pues en el de 1952, la realiza en el Martes Santo, saliendo de sus templo a las ocho y media de la tarde. En tan corto periodo la hermandad había procesionado en cuatro de los días de la Semana Santa.


Virgen del Mayor Dolor. Revista Eco de Granada 1946


VI. La década de los cincuenta. Primer esplendor

Ese año de 1950 se nombró hermano mayor al don José Gómez Sánchez-Reina, que era, asimismo, hermano mayor de la Hermandad de la Santa Cena, y, dos años después, sería presidente de la Federación de Cofradías. El señor Gómez Sánchez-Reina era secretario de la hermandad de los Escolapios hasta ese momento y en el nacimiento de la cofradía había sido uno de sus impulsores junto a su tío político, don Miguel Garcia Batlle.

Poco duró como hermano mayor de la cofradía el Sr. Gómez Sánchez-Reina, quizá por serlo a la vez de la Hermandad de la Santa Cena o por haber sido nombrado presidente de la Federación de Cofradías en 1952. Para sucederlo, es nombrado hermano mayor a un antiguo alumno escolapio llamado don Antonio Parera Vialard, al que sucederá don Ramón Fernández Alonso, que estuvo ostentando el cargo hasta 1963, y durante su mandato la hermandad logró importantes avances. El Sr. Fernández Alonso fue nombrado después de su mandato hermano mayor honorario y uno de los supervivientes de la fundación de la hermandad, que falleció en 1996.

Desde sus primeros años la hermandad celebraba un solemne septenario y función principal en la Cuaresma; cultos continuadores de aquel que se celebraba en honor de la Virgen desde finales del siglo XIX por los devotos de la imagen, profesores y alumnos del colegio.

En 1952, a la hermandad se le asigna un nuevo día de salida, anticipándola al Martes Santo, el mismo día que hacían su estación de penitencia otras cuatros cofradías: la de la Oración en el Huerto, de la Aurora, de la Sentencia y del Vía Crucis. Poco tiempo estaría la hermandad procesionando en el Martes Santo, pues en 1953 se traslada su estación al Viernes Santo, día en el que aún hoy lo hace.

Ese año 1953, se había fundado la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte (Ferroviarios) y realizó su primera estación de penitencia con el requisito, por no estar federada aún, de que la realizara unida o como sección de una hermandad federada. La cofradía elegida para ello fue la del Cristo de la Expiración y María Stma. del Mayor Dolor, que al pasar ambas por la Plaza de "la Mariana" la de los Ferroviarios se le unió en su parte inicial, como primera sección de la misma, y así continuar por las calles de San Matías y Navas hasta pasar la tribuna de la Plaza del Carmen. Terminada la carrera oficial se separaron y cada una se fue hacia su barrio y sede.

Ese año el Cristo de la Expiración estrenó nuevos hacheros en las esquinas del paso de más entidad artística que los que tenía, seguramente realizados por Sánchez Mesa, al igual que hizo los que se iban a sustituir. El paso del Señor había cambiado el estilo de su exorno floral, elevándose la imagen sobre un calvario de claveles rojos en el que se emplearon 300 docenas de dicho flor. Con ello, se suprimieron aquellas mezclas de flor blanca (normalmente calas y ramos de plantas), para darle la uniformidad del clavel rojo. Asimismo, se estrenaron cuatro faroles de estilo granadino, para acompañar a la cruz de guía (17)

La imagen de la Virgen no llevaba en estos años toca de sobremanto, haciendo las veces de ella una mantilla blanca, que resaltaba sobre el manto negro salpicado de estrellas; los faldones del paso llevaban unos dibujos con las atributos de la Pasión y los respiradero estaban formados por un randa de encaje blanco, que se desecharían al estrenar en 1955 unos respiraderos realizados en madera tallada y dorada por Luis Fajardo y , seguramente, la crestería del palio. Este artífice había realizado en años anteriores las nuevas manos y el trono de la Virgen del Amor y del Trabajo de la Hermandad de los Ferroviarios.  

 
 Archivo Federación. Finales de los cincuenta. Aún no lleva los nuevos varales

La Cofradía estaba pasando en aquellos tiempos momentos de verdadero esplendor con un mejoramiento notable de los pasos de sus titulares, especialmente en de la Virgen, al que le había realizado nueva candelería, el respiradero, al que nos hemos referido, y tenía importantes proyectos para los años inmediatos, como un nuevo manto bordado y palio, para comenzar, después, a engrandecer el paso del Cristo.

Con gran brillantez se desarrolló la estación de penitencia de 1957 a la que acudió el Teniente General del Aire, don Apolinar Sáenz de Buruaga, acompañado de importantes mandos del Ejército del Aire. El Sr. Sáenz de Buruaga obsequió a la Virgen con su fajín de General que le fue impuesto en una ceremonia celebrada el Jueves Santo por la mañana a la que asistieron diversos cargos de dicho ejército, el Asesor Técnico de la NATO, Sr. Theodore Von Karna, el Director General de Enseñanza, don Gregorio Millar, y otras personalidades de la ciudad. Al día siguiente, la Virgen luciría en la procesión dicho fajín y sería acompañada por la Banda del Ejército del Aire, que causó enorme interés en la ciudad (18).

1957. Imposición del fajín por Sáenz de Buruaga. Diario Ideal

El nuevo manto se comenzaría a bordar ese año de 1957, habiéndose diseñado por un profesor de la Escuela de Artes y Oficios, que lo concibió con una ancha greca y una espesa trama de hojas vegetales, que recuerda el bordado de estilo decimonónico. Parece que le sirvió de inspiración  para este manto unas fotografías que se trajeron de Sevilla, sobre cinco mantos de estilo juanmanuelino de los mejores que vestían las Dolorosas de esa ciudad. 

Para el tejido se utilizó terciopelo sedoso de un especial color morado, cercano al lila, adquirido en la ciudad francesa de Lyón, llevándose a efecto su bordado por la Madres Adoratrices de Granada, entre ellas, Sor Paula, Sor Fredesvinda y Sor Mercedes, más algunas alumnas de su colegio. En el bordado se emplearon 25 kilos de hilo de oro, afanándose las laboriosas mujeres en torno a un gran bastidor que se adquirió en Sevilla. Tal era el entusiasmo que se creó por la realización de ese proyecto que las monjas recibían asiduamente la visita del hermano mayor y otros miembros de la junta para ver la marcha del trabajo de bordado, hasta el punto que las religiosas se negaron a la realización de dichas visitas, que probablemente les dificultaba concentrarse en su labor (19).

El manto se intentó estrenar, sin estar terminado, en el Viernes Santo de 1958, pero la lluvia, que se presentó ese día, hizo que la hermandad suspendiera su estación de penitencia. En esa época, la amenaza de lluvia, a veces, no solía arredrar a la cofradías en su decisión de salir a la calle; de hecho, se atrevieron a hacerlo ese año, a pesar de la lluvia, las Cofradía de los Ferroviarios y la del Santo Entierro, que tuvieron que regresar a sus templos sin haber cubierto su itinerario. La de los Escolapios la presentación ese año de una pieza de tan alto valor, como era el manto, determinó, seguramente, su decisión de suspender la procesión.

Sería el Viernes Santo de 1959, cuando los granadinos vieron en la estación de penitencia de ese año el extraordinario manto de María Stma. del Mayor Dolor; pieza de bordado única y aún, posiblemente, no superada entre los mantos de las Dolorosas granadinas, tal vez, a excepción del de Nuestra Señora de la Soledad de Santa Paula, aunque éste último, de menores dimensiones, que fue bordado en 1881 por las monjas jerónimas de Santa Paula, que tardaron tres años en su realización.



Tan costosa prenda, y en tan corto plazo realizada, superaba las posibilidades económicas de la cofradía, cuyo costo, de unas 300.000.-Ptas., tuvo que ser adelantado por el hermano mayor, Sr. Fernández Alonso, y por el Rector del Colegio más algunos miembros de la junta directiva, para que la hermandad pudiera asumirlo en los años sucesivos. El sobrante, del mismo material textil del manto, se aprovechó para realizarle al paso de la Virgen unos faldones y un nuevo palio del estilo de los llamados de "cajón" o de bambalinas rectangulares, que fueron terminadas en pasamanería, aprovechándose el friso o crestería de madera dorada del paso anterior. 

Aquel año, la presencia del paso de palio por las calles granadinas constituyó la admiración del mundo cofrade de la ciudad y de cuantos lo contemplaron. Pero un manto de tal categoría no podía ir acompañado de unos varales de palio de metal liso, que eran los que llevaba en ese momento; por ello, se decidió realizar unos nuevos doce varales de orfebrería labrada a cincel, que fueron labrados por el orfebre granadino Manuel Palma Cuadros. En ellos se utilizó un bañado de plata de unas monedas que se emitieron en 1870 y que el pueblo denominaba del "tío sentao", varales que fueron estrenados en la Semana Santa de 1960 y que, como el manto, aún luce la Virgen actual del Mayor Dolor en las estaciones de penitencia.

Granada contaba entonces con una élite de magníficos artesanos en casi todas las artes relacionadas con la Semana Santa, encargándose por sus cofradías piezas de una gran calidad, como estas que relatamos, y que aún conservan muchas  de nuestras hermandades. Con la crisis de las cofradías, que se producirá paulatinamente a partir de estos años que comentamos, y que tendrá su momento de mayor declive en los años setenta del pasado siglo, también se irá perdiendo, por diversos motivos, la actividad de aquellos artistas (orfebres, tallistas, escultores, bordadoras, doradores..etc.). De ahí, que al recuperarse las hermandades a partir de los años ochenta, estas tengan que acudir a profesionales sevillanos, primordialmente, para el encargo de dichos trabajos. Afortunadamente, en los últimos veinte años han ido renaciendo en Granada aquellas actividades artesanas y artísticas, y hoy vamos contando con magníficas labores de artistas granadinos. 

Mayor Dolor con los varales de Palma Cuadros 

Las relaciones con diversas instituciones y órganos del Ejercito del Aire seguían en su mejor momento y, en 1959, también se había nombrado a la Academia General del Aire de San Javier, localidad murciana donde está ubicada, con el título de Hermano Mayor Honorario, en la persona de don Rafael Rodríguez López-Sáez (20)

VII. Los años sesenta. Síntomas de decadencia

El Viernes Santo de 1961, un percance imprevisto hizo que la hermandad realizara su estación de penitencia con uno solo de sus pasos: el de la Virgen del Mayor Dolor, que llevaba una abundante sección de mantillas con la camarera mayor Amparo Navajas Fernández Crehuet. El Cristo de la Expiración tuvo que quedarse en su templo por una atrofia del mecanismo de bajada y elevación de la cruz, que se manifestó en el momento de la salida del paso, impidiendo que se pudiera bajar al Crucificado para salvar la escasa altura de dintel de la portada de la iglesia. La imagen, parece que no sufrió daño alguno, según los directivos de la cofradía, aunque el autor de la misma, Domingo Sánchez Mesa,  había declarado haberlos sufrido. Ese año no hubo representación de la Aviación; no sabemos si es que no acudió a la procesión o por haberse quedado el Cristo en la iglesia determinaron que no saliera esa representación ni su sección de aviadores (21).    

Con una tradición de un cuarto de siglo los granadinos acudían en gran número a la entrada de la hermandad, ya de madrugada, para verla pasar por el Puente del Genil entre el humo de las bengalas y las llamas de las hogueras que se encendían el el lecho del río. La imagen del Cristo de la Expiración, mirando hacia el cielo y navegando entre la bruma y el resplandor de las hogueras, nos transportaba al relato evangélico del último suspiro de Jesús en el que se cubrieron los cielos y las nubes se iluminaron por el resplandor de los rayos de la tormenta, mientras suplicaba al Padre: "Perdónalos, porque no saben lo que hacen".



En 1963, vuelve a quedarse la hermandad en su templo por causa de una lluvia incesante que se había presentado durante la tarde del Viernes Santo. Sólo la Soledad salió de su sede de Santa Paula, aprovechando una pausa en el tiempo, pero inmediatamente tuvo que volver a su capilla conventual desde la Gran Vía.

La hermandad vuelve a cambiar en 1965 de día de salida procesional, para hacerlo en el Martes Santo, y en ese día continuará hasta el final de la década. También, acorta su itinerario por esos años, sin llegar a la calle de Elvira y Plaza Nueva, regresando desde Reyes Católicos por Santi Spíritu a la calle de San Matías, plaza de la Mariana y Campillo Bajo, para bajar por la Carrera de la Virgen. Este último tramo del itinerario también lo recorría a su inicio, dirigiéndose a la calle de Navas para entrar en la tribuna de la plaza del Carmen. 

Ese año, con un Martes Santo de tiempo magnífico, la hermandad hizo su procesión con esplendor, asistiendo a ella los jefes y oficiales de la Aviación, pero la banda de música que la acompañó fue la de Guardia Civil. Ya se empezaba a apreciar cierto distanciamiento con el Cuerpo de Aviación, cuyas relaciones no era las mismas que cuando participaba Sáenz de Buruaga.  

A partir de mediados de los años sesenta del pasado siglo la hermandad comienza a sufrir un estancamiento, que coincide con la salida del cargo de hermano mayor del Sr. Fernández Alonso, que había estado gobernando la cofradía más de tres lustros, y en los que se apreció un significativo esplendor. Sin embargo, las condiciones en las que se desarrollaban las cofradías granadinas en ese tiempo habían cambiado, para empeorar por diversas circunstancias. Ya España había iniciado un periodo de crecimiento económico, que propició la emigración de los barrios históricos hacia las viviendas de los nuevos barrios más periféricos (Zaidín, Chana o Cartuja), lo que llevó consigo un desarraigo de los barrios eminentemente cofradieros (Albaicín, Realejo o Centro). 

Otras circunstancias también intervinieron, como la emigración de los pueblos a la capital con personas ajenas a la Semana Santa de la ciudad. Otros elementos económicos y sociológicos también intervinieron, que serían extensos de tratar, aunque en la historia de algunas hermandades, de las que he tratado en este medio y en otros, me he referido a ellos.

Al Sr. Fernández Alonso lo sucedió, como hermano mayor don José Luis Alemán Alemán  y, a éste, don Ricardo López Prieto-Moreno, que tuvieron que padecer las circunstancias más adversas para la hermandad y para el resto de la cofradías granadinas. Las relaciones con la comunidad escolapia no pasaron entonces por sus mejores momentos por la falta de apoyo de esta Orden (22). El Sr. Alemán no abandona, de todas formas, su actividad en la Semana Santa, pues en 1972 es nombrado secretario de la Federación de Cofradías.




VIII. La gran crisis de los años setenta

Durante aquellos años de finales de la década de los sesenta del pasado siglo la cofradía no presentará ningún nuevo elemento ni enser de interés, solo se limitaba a que la hermandad siguiera realizando sus estaciones de penitencia y los cultos a sus imágenes más ineludibles. Su presentación en la estación de penitencia del Martes Santo seguía realizándose con cierta normalidad, así como, el encendido de las bengalas y hogueras al cruzar a su regreso el Puente del Genil. Los jefes y oficiales de la Aviación seguían asistiendo a la procesión, pero ya no venían los altos mandos nacionales, sino los de la cercana Base de Armilla. La decadencia paulatina se iba palpando cada año.

La crisis de todas las hermandades estaba llegando a su punto culmen en los años siguientes de la década de los setenta, hasta llegar a no poder salir a realizar sus estaciones de penitencia, entre ellas, esta del Cristo de la Expiración -en 1975 solo pudieron salir trece hermandades-. Sin medios económicos y sin los apoyos de otros tiempos la hermandad volvió a realizar su estación en 1976. 

Con una junta de gobierno prácticamente inexistente la hermandad se encontraba ese año en el momento más difícil de su  historia, hasta el punto de que en la Semana Santa de 1977 estuvo a punto de no salir por no tener elementos humanos que la organizara. Ya cerca de la Semana Santa, el presidente de la Federación de Cofradías, Sr. Gómez Montalvo, y don José Gómez Sánchez Reina, que había sido hermano mayor de la hermandad a principios de los años cincuenta, y, también presidente de dicha Federación, se entrevistan con el párroco de San José de Calasanz (San Basilio), sede de la cofradía, y consiguen que se organice, más que la cofradía, una procesión con solo con el paso del Cristo de la Expiración (23). 



Quizás esas gestiones se hicieron tarde, cuando ya estaban organizados por la Federación los días y hermandades de cada uno de ellos, pues se le asignó a esta procesión del Cristo de la Expiración el Viernes Santo para realizarla. En dicho día ya no quedaban nada más que dos cofradías (Favores y Soledad), pues la de los Ferroviarios había desaparecido y la del Santo Entierro salió el Sábado Santo. 

La hermandad con pocos hermanos y los padres escolapios sin el más mínimo interés por la misma, aquel Viernes Santo pudimos verla en el estado más lamentable. El único paso, el del Señor, caminaba sin apenas costaleros bajo él, realizando vaivenes y tambaleos, sin apenas adorno floral y con escasas insignias, por no encontrar cofrades que las llevaran. El hermano mayor, José Luis Alemán, se había encontrado prácticamente solo para organizar la procesión, según manifestaciones de otro miembro de la Federación de Cofradías, el Sr. Medina Píñar, hermano mayor de la Entrada en Jerusalén. Estas manifestaciones del Sr. Medina libraron a la hermandad de una sanción de dicho órgano cofrade, pues el informe de este organismo tenía aspectos muy negativos sobre el desarrollo de la procesión de la hermandad, que decía: "que presentaba aspectos deficientes, dando la impresión de improvisación y falta de cuidado en el único paso" (24)

Ese año fue el Canto del Cisne de una hermandad en la más absoluta penuria, sin apenas hermanos. Tampoco contaba con el apoyo del Colegio, cuyos alumnos habían sido el alma de la hermandad durante tantos años; también, habían contado con el apoyo del escolapio Padre Rogerio, que había fallecido. A partir de 1977, la cofradía quedó deshecha durante varios años, pero tendría los cimientos hondos y suficientes para su recuperación y experimentar un nuevo esplendor.

Las dos últimas estaciones de penitencia las había realizado con un itinerario de regreso novedoso: al bajar por San Matías, se dirigió por la calle de Jesus y María hasta la plaza de Santo Domingo y a la de los Campos, para bajar por la Cuesta de Aixa y seguir por Ancha de la Virgen, para salir a la Carrera de la Virgen de las Angustias, ante su Basílica, y de allí seguir hacia el Puente del Genil y su sede.



IX. Recuperación de la Hermandad

Granada había perdido una de sus hermandades más significativas, representativa de un momento de la Pasión de Cristo, que era ineludible en la Semana Santa: la Expiración del Salvador. 
Será en 1980 cuándo se comience a  tratar de recuperar la hermandad. La iniciativa parece que partió de un grupo de cofrades de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Granada, con su hermano mayor, Antonio Sánchez Ramírez, El Compadre, junto con antiguos alumnos de los Escolapios y el apoyo del padre escolapio, don Enrique Iniesta Coullaut-Valera. Una documentación importante, como eran los libros de actas de la hermandad, donde venía reflejada parte de su historia, se recuperó asimismo.

Durante unos meses los reorganizadores estuvieron realizando los preparativos necesarios y la reunión de enseres para que la Hermandad del Cristo de la Expiración pudiera realizar su estación de penitencia en la Semana Santa de 1981, asignándole la Federación el Viernes Santo para efectuarla con hora de salida a las seis y media de la tarde y de recogida a las dos de la madrugada.

Gran expectación creo la nueva salida procesional de la hermandad, que concentró gran cantidad de personas en las inmediaciones de su templo. Hizo ese día un recorrido inédito por su barrio, pues fue hacia el Paseo del Violón, para adentrarse en él por el Callejón del Ángel, Sos del Rey Católico, Poeta Manuel de Góngora y, de ahí, cruzar el río Genil. El deseo de los organizadores de crear una adhesión del barrio a su cofradía, le harían realizar este itinerario al comienzo de su estación, pero los habitantes del mismo eran en su mayoría familias de "aluvión", venidas de otros puntos de la ciudad o de fuera de ella, que no tenían demasiado arraigo en el mismo (25)




Por entonces, las cofradías hacían estación en las puertas de la Catedral, sin entrar en ella, por no tener permiso para ello de la autoridad eclesiástica; así que, para acceder a dichas puertas la cofradía, después de su paso por la tribuna de la plaza del Carmen, fue por la calle Príncipe, plaza de Bibrambla, Arco de las Cucharas, Mesones, Marqués de Gerona y plaza de la Catedral o de las Pasiegas. El regreso a su iglesia lo haría por San Antón, Puente de Castañeda a la Carrera de la Virgen. Dicho itinerario de regreso lo cambió la hermandad al año siguiente (1982), para bajar desde el Realejo por la Cuesta de Aixa y Ancha de la Virgen, como lo había hecho en los dos últimos años, 1976 y 1977, antes de dejar de salir. La cofradía también recuperó la costumbre del encendido de bengalas a su paso por el río Genil y las hogueras en el lecho del mismo.

Ese año la hermandad se presentó con la dignidad que le permitía su estado de precariedad y gracias a la ayuda de los Costaleros de la Santa Cruz, que fueron los que portaron el paso de la Virgen, y a los de Paciencia y Penas que lo hicieron con el del Cristo de la Expiración, mandados por Jorge Mario Martín, como capataz, ahorrándose de esta forma el crecido gasto que representaba contratar costaleros profesionales. 

Cartel de Semana Santa 1983 Cristo de la Expiración ante alas Angustias

Para el paso del Cristo de la Expiración dio tiempo a realizarle unos respiraderos de madera barnizada en color caoba, cuyo trabajo se había encargado al tallista granadino Antonio Díaz Fernández. Éste hizo una talla de líneas rectas con elementos renacentistas, enmarcando unos espacios rectangulares de labrado barroco, que simulaban elementos vegetales. En las esquinas delanteras se le pusieron dos grandes faroles, siendo el adorno floral del paso un monte o calvario de apretados claveles rojos. A la Virgen, cuyo paso estaba, desde antes de la crisis, mucho más completo que el del Cristo, se le pusieron dos grandes faroles de orfebrería en las esquinas traseras, pertenecientes a Jesús de la Paciencia y que parece que fueron prestados por la Hermandad de las Penas.

También, el tallista Díaz Fernández realizó una nueva cruz de guía en madera tallada y pintada en caoba y oro, más unos hacheros, que parece que fueron una reforma simplificada de los que realizó Sánchez Mesa en 1953, y un canasto, que completó en 1984, del mismo estilo del respiradero, desde el que partía el calvario de claveles rojos. También, labró el escudo de la hermandad, insignia que solían procesionar antiguamente algunas hermandades granadinas. 


El paso del Cristo se fue completando en los dos años siguientes  con cartelas y capillas en el frontal, trasero y  laterales; en la frontal presentaba una imagen en alabastro de la Virgen de la Angustias, patrona de Granada. La hermandad se iba recuperando en estos a años, si bien, aún no llegaba a alcanzar el esplendor de los años cincuenta del pasado siglo; había perdido muchos hermanos, aunque sí se presentaba en sus estaciones de penitencia con dignidad, algunos enseres nuevos y un nuevo paso del Cristo. En estos primeros años de la nueva etapa la hermandad estuvo regida por Antonio Caballero Luis, como hermano mayor.

En general, en casi todas las cofradías se apreciaba una gran recuperación y vigor tras los años de la profunda crisis, que las afectó especialmente en el periodo de 1965 a 1975. Algunas hermandades se habían perdido, como esta de la Expiración y la de los Ferroviarios, pero la Semana Santa de Granada había renacido con fuerza y estaban fundándose nuevas hermandades, siete de ellas entre los años 1978 y 1984 (Concepción, Estrella, Estudiantes, Nazareno, Cautivo, Lanzada y Redención) y las seguirían otras cinco más en los años siguientes.


La Semana Santa de 1985 se presentó con un tiempo magnífico, que llegó estropearse al final de la semana. El Viernes Santo, cuando la hermandad de los Escolapios volvía de regreso a su templo la sorprendió un aguacero al iniciar su paso por el Puente del Genil. No obstante, se encendieron las hogueras y las bengalas y apenas provocó deslucimiento tal incidente meteorológico, ni arredró al gentío que allí la esperaba pacientemente.    

En 1986, se elige un nuevo hermano mayor, aquel que había luchado unos años antes por el renacer de la cofradía y fundador de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Granada: Antonio Sánchez Ramírez "El Compadre". En la Cuaresma de ese año organizó una exposición de enseres cofrades en el Palacio de los Condes de Gabia, para conmemorar el Cincuentenario de la fundación de la Hermandad de los Escolapios (1935-1985). Otra iniciativa que se debe a su mandato fue la creación del cuerpo de costaleros de la Hermandad del Cristo de la Expiración, que se formó, en gran parte, con alumnos y exalumnos del Colegio de los Escolapios.
 
Expiración 1986. Fot. A. Padial

Algunas dificultades aquejaron a la hermandad durante su estación de penitencia del año 1987, como la rotura de un dedo de la imagen del Señor de la Expiración por la dificultad que tenia la salida debido a las escasas dimensiones de la puerta de la iglesia. Más adelante, cuando pasaba la procesión por la Carrera de la Virgen el andén central de esta vía se hallaba ocupado por tenderetes o puestos de venta, por lo que tuvo que hacerlo por uno de los carriles laterales de esta avenida. También, a la recogida de la cofradía y su paso por el puente, donde tradicionalmente se ponían las bengalas, estas se hallaban consumidas por la acción de algún gamberro que las había prendido antes de la llegada de la hermandad. 

Ese año, se estrenaban los costaleros del nuevo cuerpo creado, llevando a la Virgen del Mayor Dolor. Había sustituido a los "Costaleros Nazarenos", que habían portado algunos años los pasos de la hermandad. En esta estación de penitencia de 1987 también se estrenaron los doce ciriales de los pasos, según anunciaba la prensa.

Pero a toda la Semana Santa y a sus cofradías le esperaría en 1988 un hecho que motivó incertidumbres e, incluso, algún enfrentamiento en la Federación de Hermandades. Fue que el Gobierno ese año quiso hacer laborable el día 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción; decisión que contó con la oposición de las cofradías de penitencia de la Nación, dada la tradición histórica inmaculista de estas corporaciones, desde los inicios del siglo XVII y aún antes. La Federación en un primer momento manifestó su oposición, suprimiendo las estaciones de penitencia de ese año, pero en la medida que el gobierno se mostró dispuesto a cambiar o estudiar esta cuestión en lo sucesivo, comenzaron algunas cofradías a entender precipitado el acuerdo de no salir procesionalmente, lo que provocó grandes tensiones entre ellas dentro del seno de la Federación. Finalmente, ante las recomendaciones del Arzobispo, pidiendo que se realizaran las procesiones, se acordó hacerlo, con la oposición de las cofradías del Cristo del Consuelo y de las Penas, que decidieron no salir.  Una Semana Santa que se celebró sin estas dos cofradías, más la del Cristo de los Favores, que estaba sancionada con no poder ese año realizar su estación de penitencia.  



Una hermandad que había comenzado en sus primeros años como cofradía de silencio, apagándose las luces en las calles de su itinerario, con los sonidos de cuatro tambores "destemplados", había ido evolucionando en las décadas siguientes, convirtiendo su acompañamiento musical en bandas de cornetas y tambores y de música, especialmente cuando comenzaron sus relaciones con el Arma de Aviación, que enviaba sus bandas de música a la procesión en los años cincuenta, sesenta y principios de los setenta del pasado siglo. Después, siguió procesionando con bandas de música de Granada y de la provincia, para en 1989 cambiar por bandas sevillanas, que ese año contrató para acompañar a ambos pasos: la de Carrión de los Céspedes, que marchó con el paso del Cristo de la Expiración, y la del Arahal, que acompañó a María Stma. del Mayor Dolor. 

Restauración de la Virgen. Después de más de cien años expuesta al culto público en la iglesia de San Basilio la imagen de la Virgen necesitaba una restauración, que fue encargada al imaginero granadino Miguel Zúñiga Navarro. El día 21 de enero de 1990 fue trasladada la imagen, después de dedicarle un misa en la iglesia sede, al taller de dicho imaginero, que tuvo finalizada la restauración para los cultos de la Cuaresma de 1990. Después, la imagen fue se trasladada a su templo por medio de una pequeña procesión de entronización, que partió del cercano asilo del Refugio hasta San José de Calasanz.

En dicha restauración la imagen adquirió una policromía algo más oscura, que le restaba ese matiz marfileño tan propio de las policromías de las Dolorosas granadinas antiguas. Por lo visto, las técnicas de policromía que utilizaban nuestros antiguos imagineros parecen que son difíciles de reproducir en todo su virtuosismo en la actualidad.


Una Semana Santa muy deslucida por el mal tiempo fue la de 1990, después de un invierno muy seco pocos días estuvieron libres de la lluvia. El Viernes Santo fue uno de los peores en este sentido; la Hermandad de los Ferroviarios tuvo que encerrase en la Catedral; la del Santo Entierro, que ese año procesionaba a la sublime Virgen Servita, hoy conocida como la Soledad del Calvario del insigne José de Mora, tuvo que volver a su iglesia de Santa Ana protegida con plásticos; igual ocurrió con la Hermandad de los Favores y con ésta de los Escolapios, y la Soledad de Santa Paula, hoy en San Jerónimo, no llegó a ponerse en la calle por el insistente aguacero. Ese año se le hicieron a la Virgen del Mayor Dolor unos basamentos a los varales del palio y un juego de jarrillas, además de una saya nueva de color "Burdeos" con bordados antiguos.



X. Hacia una nueva estética y esplendor

A principios de los años noventa se apreciaba la recuparación de la hermandad de los efectos que la llevaron a su casi desaparición en los setenta. Nuevos e importantes proyectos se proponía llevar a efecto en los siguientes años; el más inmediato fue la renovación total de su concepto de paso de palio mantenido hasta el momento. La realización de dicho proyecto se comenzó ya al inicio de los años noventa del pasado siglo, abandonando el concepto del llamado de "cajón", que había mantenido más de treinta años y más propio de las cofradías austeras o de "Silencio", por el palio de bambalinas casi exentas y de terminaciones más o menos curvas. La utilización del palio de "cajón" es la estética más antigua en las cofradías y data de siglos anteriores, y se viene utilizando en aquellas hermandades que quieren dar una impronta de hermandad de silencio o de severidad.  

La nueva estética del palio de María Santísima del Mayor Dolor se empezó a contemplar en su salida procesional del Viernes Santo de 1991, durante el mandato como hermano mayor del Sr. García Rejón. Ese año estrenó las bambalinas delantera y trasera, bordadas en estilo de "recorte" por el taller del granadino Ángel Perea. Eran bambalinas de terminado semicircular con remate de fleco de "bellota", centrando en la caída delantera el escudo  coronado de la hermandad. La cofradía ese año siguió conservando el palio de cajón en las caídas laterales, lo que producía un extraño efecto, aunque a dichos laterales se les adornó con cordones y dos borlas en hilo de oro que se anudaron a los doce varales del palio. Ramos de flores de cera en la delantera del paso y claveles y orquídeas blancas en las jarras.


Mayor Dolor 1991. Nuevas bambalinas.


Al año siguiente (1992) le fue suprimido al paso de la Virgen el respiradero estrecho de madera tallada y dorada, que más bien constituía un friso que remataba la mesa del palio, con el que venía procesionando en los años anteriores. Ese friso de madera fue cambiado ese año al hacerle al paso una nueva mesa o baquetón del que partían, a modo de respiradero, unos bordados hechos ese año en hilo de oro y en forma vertical, que flanqueaban unas zonas en maya bordada con dibujos vegetales. Este respiradero de maya fue realizado y sufragado por la firma comercial Hipercor, que en estos años, gracias al siempre inestimable apoyo de su directivo don Ramón Burgos,  venía patrocinando a muchas de nuestras cofradías con diversas aportaciones para enriquecer su patrimonio e imaginería. 

La obra de bordado en maya del respiradero se iría tratando de finalizar en los años siguientes en los talleres de arte de esa firma comercial. Dicha entidad fue nombrada por dicho apoyo como hermano mayor honorario de la hermandad escolapia. 

Mayor Dolor 1992


En la salida procesional del Viernes Santo de 1992 el paso de la Virgen fue llevado a modo de costal por sus costaleros, por vez primera. Poco a poco, se iban suprimiendo en las cofradías granadinas el estilo tradicional de llevar las trabajaderas de los pasos, que era a hombro, por el costal más propio de Sevilla, que se ha ido imponiendo en casi todas las hermandades. La cofradía, que seis años atrás fundó el cuerpo de costaleros para llevar el paso de palio, en esos años había logrado hacerse con un considerable número de costaleros para completar las exigencias de ambos pasos, que eran dirigidos por Federico Navarrete Mayas, como capataz del paso del Cristo, que también será hermano mayor de la hermandad, y Jesús Ortiz dirigía el paso de la Virgen del Mayor Dolor.

Al año siguiente (1993) se estrenaría el Gloria del techo de palio, realizado en pintura al óleo por el pintor granadino Manuel López Vázquez, como donación personal del artista. Se trataba de una representación del Lucero de la Mañana en un cielo triunfante orlado de querubines, que actualmente ya no lleva en el techo del palio (26).

Ese año, el día 25 de noviembre, S.M. el Rey don Juan Carlos I, ratificó el nombramiento de Hermano Mayor Honorario de la hermandad que se le hizo a su padre, don Juan de Borbón, en los años cuarenta, aceptándolo como continuador o heredero de dicho título, ratificando con ello el carácter de Real Hermandad que ostenta la cofradía.

Tiempos de crecimiento de la hermandad eran estos, pero también de cierta convulsión; cosa natural, cuando una agrupación humana o una cofradía tiene vida y se plantea la realización de diversos proyectos para los que existen diversidad visiones u opiniones. El hermano mayor, Sr. García Rejón, dimite en noviembre de 1993, teniéndose que celebrar elecciones en las que resultó elegido Francisco Javier Navarrete Mayas (27). 

El Sr. Navarrete procedía del grupo de costaleros de la hermandad y era capataz del paso del Cristo de la Expiración. Se vivía una época en la que miembros de los cuerpos de costaleros estaban accediendo al gobierno de  las hermandades, lo que venía a constituir un exponente de la fuerza que esos cuerpos estaban adquiriendo dentro de las mismas, y, también, un revulsivo de juventud en ellas, lo que no dejaba de ser, asimismo, causa de diversas problemáticas en ellas. La finalidad del mandato del Sr. Navarrete se centraría en continuar el proyecto de paso de palio, iniciado por la junta directiva anterior, y reforzar el sentido de hermandad entre los cofrades.

El Viernes Santo de 1994 estrenaría las jarras que van entre los varales y las jarrillas delanteras, que fueron realizadas por el orfebre granadino Manuel Martín Álvarez. También, se estrenó ese año la vara del Simpecado, que bordaron las monjas Adoratrices en hilo de oro en 1940, vara que realizó el taller granadino de Oriol.



La Cofradía, había sido acompañada en la estación de penitencia de estos años por la Agrupación Musical Virgen de la Estrella, que iba con el paso del Cristo de la Expiración, y por la Banda de Música de la cercana localidad de Churriana de la Vega, que acompañó a la Virgen. Pero, en 1995, quiso la hermandad formar una banda de música propia, llamada del "Mayor Dolor", para que fuera con la Virgen, y concertó con la banda de cornetas y tambores de Jesús Despojado de sus Vestiduras el acompañamiento musical del Crucificado de la Expiración, con un tipo de música, quizá más apropiado para un paso de Cristo, que el de una agrupación musical. 

La nueva junta de gobierno, presidida por el Sr. Navarrete, optó por trabajar en una nueva estética del paso de palio, tanto en las bambalinas como en los respiraderos. Se decidió abandonar el proyecto de bordado del respiradero, para realizar una nueva concepción del mismo basada en la orfebrería y paramentos de maya de hilo de oro. Consistía en realizar un baquetón o moldura de orfebrería, que inicia un respiradero en el que se mezclan  la alpaca plateada con unos rectángulos en maya dorada en la que se centran unos óvalos con cartelas, también de orfebrería. Respiradero que aún lleva en la actualidad el paso de la Virgen del Mayor Dolor.

El trabajo se encargó al orfebre sevillano Manuel de los Ríos, que tuvo terminada una primera fase, que se estrenó en la Semana Santa de 1996, y totalmente finalizado en la de 1997, año en el que la Virgen fue también sobre una nueva peana, realizada por dicho orfebre. Año este último en el que se le suprimen al palio las bambalinas laterales de cajón, que desentonaban con las delanteras y traseras bordadas, y se le ponen unas caídas lobulares, aunque aún sin bordar.


1997. Mayor Dolor. Respiradero finalizado y nuevas bambalinas laterales

En 1996 y 1997, también se realizaron 200 hábitos nuevos para los nazarenos a los que se cubre con capa negra, haciéndolo extensivo a todos ellos, pues antes solo llevaban capa los cargos o mayordomos de la cofradía. La incorporación de la capa se haría con la idea de darle una estética de hermandad de barrio. Asimismo, las tradicionales hogueras y bengalas, que se encendían al paso de la cofradía por el Puente del Genil, ya no se volverían a encender desde ese mismo año de 1997. La nueva impronta que se le quería dar a la Semana Santa de Granada exigía la supresión de estas luminarias festivas o de homenaje a las imágenes, que tanta tradición tenían en muchas procesiones de la ciudad. 
 
Unas nuevas reglas o estatutos de la cofradía se habían aprobado el 24 de febrero de 1997, con objeto de adaptar las que hasta ese momento regían la hermandad al Estatuto Marco Diocesano para las hermandades y cofradías. La nueva normativa exigía la celebración de elecciones al cargo de hermano mayor, que entre otros muchos preceptos innovadores limitaba el cargo y con ello las juntas directivas a un plazo de cuatro años, con el límite de prórroga de otros cuatro. Por ello, después de la Semana Santa de ese año se procedió a la elección ordenada por dicha normativa en la que resultó elegido hermano mayor, Juan García Montero, cuya elección fue impugnada. Pero, mientras la autoridad eclesiástica resolvía el recurso de impugnación se nombró un Comisario para regir la hermandad, nombramiento que recayó en Juan Jesús López. Finalmente, la resolución del recurso por el Arzobispo no hizo más que confirmar en el cargo al candidato electo, Juan García Montero.

Las aguas no habían vuelto a su cauce en la hermandad, aunque exteriormente ésta seguía su curso de crecimiento, al menos, así se manifestaba externamente. En este camino de avances, la hermandad estrenó en la Semana Santa de 1998 la candelería completa del paso de palio. Hasta ese momento la candelería consistía en candeleros niquelados de líneas salomónicas, que se sustituyen por unos labrados a base de nudos de intersección, que realizó Manuel de los Ríos, con lo que la orfebrería del paso estaba finalizada.

Mayor Dolor 1997 con candelería antigua

1998. Mayor Dolor con candelería de M. de los Ríos

En 1999, había quedado prácticamente terminada la orfebrería con los candelabros de cola, labrados por Manuel de los Ríos, que utilizó en el diseño de los mismos unos faroles en lugar de tulipas guardabrisas. Con ello, esta zona trasera del paso quedaba totalmente transformada de estilo, en cuanto le fueron suprimidos los dos grandes y solitarios faroles, propios de pasos de palio severos o de luto, que la imagen había llevado desde la recuperación de la hermandad en los años ochenta. Antiguamente en dicho lugar llevaba las dos esquinas con flores a las que más tarde se le pusieron dos jarrones.

Ese Viernes Santo de 1999 la Virgen pudo lucir los estrenos previstos para 1998 (candelería, plateado restaurador de varales, bandera de las Escuelas Pías...etc.) ya que la estación de penitencia de ese año se tuvo que suspender debido a la insistente lluvia, que nos ofreció un Viernes Santo desangelado en el que salieron todas las hermandades, excepto esta de la Expiración, que la suspendió. Las otras cuatro cofradías, unas regresaron a sus templos (Favores, Soledad y Sepulcro) y la de los Ferroviarios se tuvo que refugiar en la Catedral. 


1999. estreno de los brazos de cola de faroles de Manuel de los Ríos


El nuevo arzobispo, Monseñor Cañizares Llovera, anunció públicamente en el Pregón de la Semana Santa que en el año 2000, con motivo de Jubileo del Milenio, autorizaba a las hermandades a realizar estación de penitencia en la Catedral Metropolitana, ante el altar del Santísimo Sacramento en la capilla mayor de dicho templo. Era una vieja aspiración de las cofradías de penitencia, que lo habían estado solicitando desde 1940. Con gran alborozo y un aplauso intenso y largo fue recibido el anuncio de dicha licencia por los asistentes en el Teatro Isabel la Católica. La autorización fue concedida ad experimentum, pero, dado el ejemplar comportamiento de las cofradías en dicha estación, se ha venido desarrollando hasta nuestros días.

El realizar estación de penitencia en la Catedral, no constituía un hecho novedoso ni reciente; ya estas hermandades penitenciales realizaban tal acto de presencia y penitencia en la Catedral casi desde su primer establecimiento y fundación en el siglo XVI, pero tras años de prohibición o reducción se las volvió a autorizar en el siglo XVII. A veces, se les pedió que realizaran determinadas aportaciones para el embellecimiento del nuevo templo catedralicio, como el sufragar el costo del dorado de la capilla mayor en tiempos del Arzobispo don Pedro González de Mendoza (28)

XI. Una nueva Dolorosa del Mayor Dolor

Ese año la Hermandad del Cristo de la Expiración dejó de procesionar a la imagen antigua de María Santísima del Mayor Dolor. La cofradía y su nueva junta de gobierno, presidida por el Sr. García Montero, habían decidido encargar una nueva Dolorosa al escultor sevillano Luis Álvarez Duarte, alegando el mal estado de conservación o deterioro de la imagen histórica de la cofradía. La nueva Dolorosa estuvo finalizada para la Semana Santa de 2000, bendiciéndose por el párroco, don Francisco Santos, el día 20 de febrero de ese año, acto que fue apadrinado por la Hermandad del Santísimo Cristo de San Agustín. En días posteriores, se le ofreció a la imagen un triduo y besamanos como primeros cultos.

Se trata de una bella Dolorosa, que sigue los patrones de las imágenes sevillanas y, dentro de ellos, los del escultor de principios del XIX, Juan de Astorga (Archidona 1779- Sevilla 1849). No hay nada más que observar algunas Dolorosas de este autor, como María Santísima de la Esperanza de la Trinidad, Ntra. Sra. de la Presentación, de la Hermandad del Calvario, o la Virgen de la Angustia de la Cofradía de los Estudiantes, y tantas otras salidas de sus manos o atribuidas a él. En ella, se expresan unas refinadas maneras, manifestadas en la expresión dulce y juvenil de Virgen, dirigidas a llamar a la devoción mediante la delicadeza y la ternura. 

María Stma. del Mayor Dolor de Álvarez Duarte. Fot. A. Padial

La anterior e histórica Dolorosa fue trasladada, en principio, a una hornacina en las escaleras del claustro del colegio escolapio o antiguo convento de los Basilios, aunque hoy parece que se encuentra en la capilla interior de dicho colegio.  

Con la nueva Dolorosa la hermandad realizó su estación de penitencia el Viernes Santo de 2000, entrando la hermandad en la Catedral, por vez primera, para ganar el Jubileo del Milenio. Ese año se habían preparado diversos estrenos, como la nueva saya de la Virgen en terciopelo verde, que se realizó con el pasado de los bordados de la antigua saya; la terminación del bordado de las bambalinas laterales por el taller de la hermandad, según diseño del sevillano José Asián Cano; la corona de la Virgen de plata sobredorada, realizada en 1950 por el orfebre Moreno Grados, que fue ampliada por el sevillano Ramón León Peñuelas; se elevaron, dándoles más altura, los varales del palio y estrenó un relicario con reliquia de San José de Calasanz, entre otras novedades.

Bendición de la nueva imagen del la Virgen del Mayor Dolor


XII. María Santísima del Mayor Dolor a Roma

Con nueva imagen de la Virgen y un paso de palio finalizado, según los parámetros de aquellos años, la hermandad se aprestaba a realizar uno de los mayores acontecimientos de su historia: la peregrinación a la Ciudad Eterna, presentándose con el altar ambulante de su paso de palio para hacer estación ante la Basílica de San Pedro de Roma, sede de los Pontífices de la Cristiandad Católica.

Se había convocado en Roma el II Congreso Eucarístico Internacional, con motivo del Jubileo del Tercer Milenio, y con este acontecimiento la Hermandad de la Expiración en un cabildo de 1998 había acordado la posibilidad de ir en peregrinación a Roma la conmemoración en 1999 del IV centenario de la Fundación de las Escuelas Pías. No fue posible realizarlo en esa ocasión, pero se presentó otra oportunidad de realizar tal peregrinación en el Congreso Eucarístico y Jubileo citados. El Arzobispo, don Antonio Cañizares, dio su autorización para hacer las gestiones oportunas ante el Vicariato Vaticano para el Jubileo del año 2000, que aprobó oficialmente en 1999 la participación de la hermandad en los actos de las jornadas de fraternidad y clausura del Congreso y Jubileo, a celebrar el 18 de junio de 2000.

En Granada, se convocaron diversos actos culturales preparatorios, como un concierto de marchas procesionales, dedicadas a la Dolorosa del Mayor Dolor, en el que se estrenaron las piezas musicales: "Virgen de Andalucía", del maestro Miguel Sánchez Ruzafa, o "Virgen del Mayor Dolor", de Ángel López Carreño. Ya el Viernes Santo de 2000 se estrenó en la estación de penitencia la marcha "Reina de Roma", que interpretó la Banda de Jesús Despojado. También se presentó por el sacerdote escolapio y cofrade, don Enrique Iniesta, el cartel oficial de la peregrinación, realizado por el pintor granadino Juan Vida, acto que fue celebrado en el Carmen de los Mártires, y otro pregón se pronunciaría en Roma en la iglesia de San Pantaleón por el padre escolapio, Antonio María Perrone, miembro de la Curia Romana...etc.

La Virgen del Mayor Dolor fue trasladada a Roma  para depositarla en la iglesia de San Juan de los Florentinos, acompañada de los priostes de la hermandad, que fueron los encargados de realizar en dicho templo el montaje del paso de palio. Entonces, era vestidor de la imagen, Manuel Sánchez Salmerón, que estuvo en Roma para ataviar a la Virgen para su salida procesional por las calles de la capital de la Cristiandad. El día 16 de junio de 2000 se celebró ante la Virgen, presentada ya en su paso en su paso, una misa de recepción para los peregrinos y el día 18, después de la misa celebrada en el histórico Circo Máximo, bajo el monte Palatino, se dirigió la hermandad a la iglesia de San Juan de los Florentinos, próxima al río Tíber y relativamente cerca del Vaticano, para iniciar la procesión con la Virgen del Mayor Dolor. Salió el paso del templo al compás de la Marcha Real, para iniciar su caminar hacia la plaza de San Pedro, donde fue contemplada por el Papa Juan Pablo II, que impartió su bendición apostólica a los cerca de mil granadinos que allí peregrinaron con la hermandad escolapia. 

Foto portada revista "Gólgota" diciembre 2000. Archivo Francisco Ruiz "Braserito"


Cual si fuera Semana Santa, la Virgen del Mayor Dolor en su paso de palio fue por las calles de Roma, siendo la primera vez que una Virgen de España estaba procesionando por las calles de Roma. Allí, la admiró con especial unción una inmensa multitud, que con espíritu asombrado, veía una comitiva procesional andaluza, que había transportado a la cuna del Catolicismo esta forma especial nuestra de procesionar y dar culto público a una imagen mariana.  Allí, contemplaron los romanos, por vez primera, la belleza particular de nuestras insignias procesionales; la elegante belleza del adorno de nuestras imágenes marianas y de sus pasos de palio; la pericia y singularidad del andar de nuestros costaleros, así como, la sintonía e idiosincrasia de nuestras marchas procesionales, de las que se ofrecieron a Ella algunas tan sublimes como: Amarguras, Encarnación Coronada o La Madrugá

Era el Domingo de la Santísima Trinidad y ofició la misa delante de Ella el arzobispo de Granada, don Antonio Cañizares LLovera, y partió la procesión hacia el Vaticano a las tres y media de la tarde, regresando a San Juan de los Florentinos, entre las sombras de los fustes de la columnata de Bernini, cuando ya agonizaba el día. Y, como siempre, la despidieron las aguas de un río, esta vez al pasar sobre los arcos del Tíber, mientras los romanos, empañados sus ojos por las lágrimas, no pudieron evitar sus gritos devotos de ¡Viva la Madonna! Allí quedó para siempre presente María Santísima del Mayor Dolor, representada por un cuadro situado en la capilla de San Juan de los Florentinos, lugar en el que la Virgen estuvo durante su estancia en Roma. Después, en la estación de penitencia de la hermandad de 2002, el párroco de San Juan de los Florentinos, don Luigi Veturi, asistirá en Granada a dicha estación de penitencia.

XIII. En el nuevo milenio. Un nuevo paso para el Cristo de la Expiración

El paso de palio de la Virgen había sido renovado en los años previos a la procesión romana con una nueva concepción y restaurados los elementos, como los varales, que se conservaban del antiguo paso. Después, en los años sucesivos, la hermandad dedicará sus esfuerzos a dotar al Cristo de la Expiración  de un nuevo paso digno de la imagen y de la devoción de sus hermanos. A la materialización de ese proyecto se dedicarán las juntas de gobierno de aquellos años y de los siguientes.

La cofradía encargó el proyecto del nuevo paso del Cristo al reconocido taller sevillano Manuel Guzmán (hijo de Guzmán Bejarano), que ya pudo ofrecernos un avance del mismo en el Viernes Santo de 2001 con una primera fase, consistente en la ebanistería y talla en el canasto, así como en los candelabros guardabrisas de sus esquinas. El paso antiguo no se perdió, fue adquirido por la Cofradía de la Entrada en Jerusalén de la localidad granadina de Guadix, a excepción de las cartelas laterales que se conservan en el retablo de la Virgen del Mayor Dolor en la iglesia escolapia.

Primera fase del nuevo paso del Cristo de la Expiración del taller de Guzmán Bejarano


La Semana Santa de Granada de 2001, primera del nuevo milenio y la segunda en la que sus hermandades hicieron estación de penitencia en la Catedral, se presentó esplendida en todos sus aspectos. Llenos en las tribunas y en las calles de los itinerarios cofrades con naturales y foráneos que coparon los abundantes hoteles de la ciudad y de su área metropolitana.

El estreno de un nuevo óvalo del "Gloria" en el techo de palio de la Virgen fue otra de las novedades de 2001. Vino a sustituir al que había realizado años antes el pintor López Vázquez, que a pesar de su calidad artística, la hermandad decidió sustituirlo por su excesivo tamaño. El nuevo lo realizó Miguel Lobato, representando en él la aparición de la Virgen a San José de Calasanz.

Año este de 2001 en el que también se convocaron elecciones al cargo de hermano mayor, para sustituir a Juan M. García Montero. Se presentaron dos candidaturas: la de Fernando J. García Romera y la de Manuel de la Plata, resultado elegido el primero de ellos, que estará sólo dos años al frente de la cofradía. Prácticamente, apenas hubo novedades y realizaciones importantes durante su mandato, reavivándose las buenas relaciones con el Cuerpo de Aviación, que asistirá con gastadores a la procesión. También, se designó como vestidor de la Virgen del Mayor Dolor a Fernando González.

Sí se comenzará el bordado del techo de palio por el taller de la hermandad, especialmente por el "grupo joven", y realizado según el diseño del cofrade Cristóbal Casares, aunque no se estrenó hasta la estación de penitencia del Viernes Santo de 2004. El bordado de dicho techo esta realizado con elementos de tipo vegetal de bello efecto y elaborado según la técnica llamada de "recorte". 

Mayor Dolor con el techo de palio bordado


Como hemos anticipado, el hermano mayor, Fernando J. García Romera, no llegó a completar el mandato mínimo de cuatro años, dejando el cargo para el que había sido elegido. La autoridad eclesiástica nombró una Comisión Gestora que rigiera la hermandad, que estaba presidida por Nicasio García García, con los vocales Manuel Luis Gutiérrez Obrero y Valeriano Arias Moreno. Esta comisión continuó los proyectos que la hermandad tenía pendientes, especialmente el del paso del Cristo, que estaba paralizado.

En los primeros meses de 2004 se había organizado por la Hermandad del Huerto de los Olivos una exposición sobre imágenes realizadas por el escultor Domingo Sánchez Mesa, que se celebró en la iglesia de las Comendadoras de Santiago, sede de dicha hermandad. No podía faltar una de las imágenes más representativas de su arte escultórico, como es la del Cristo de la Expiración, que fue trasladado en andas hasta el convento de las Comendadoras, donde permaneció expuesto desde el día 20 de enero hasta el 8 de febrero de dicho año. Como final de los actos sobre dicha exposición el autor de este artículo dio una conferencia en el Centro Cultural Caja Granada sobre la imaginería pasionista del escultor a la que asistió su hijo, profesor de Historia del Arte, Sr. Sánchez-Mesa Martín.

Una Semana Santa la de 2004 en la que sus últimos días se presentaron nefastos desde la perspectiva meteorológica, especialmente el Jueves y Viernes Santos, quedándose en su templo la hermandad del Cristo de la Expiración, que ese año presentaba tallados los nuevos candelabros laterales del paso del Señor. No pudo salir a la calle, aunque esta cofradías como las restantes del día recibieron la visita del Arzobispo, don Javier Martínez, para darles ánimo a los cofrades, así como, la del Alcalde de la ciudad. Después, se abrieron las puertas del templo para que numerosas personas visitaran a las imágenes y les ofrecieran sus plegarias. 

Expiración 2004 con candelabros laterales. Fot. Antonio Guzmán.

Ese año, con motivo de la conmemoración del CL Aniversario del Dogma de la Inmaculada Concepción la Vírgenes granadinas se expusieron en besamanos en sus sedes respectivas, para que los fieles con su asistencia masiva expresaran su adhesión al dogma. María Stma. del Mayor Dolor se colocó en su paso de palio, totalmente montado y con una escalerita de acceso para que los fieles accedieran a la imagen y efectuar el besamanos. 

Este acto se realizó los día 6 y 7 de diciembre de 2004 y ese último día todas las hermandades acudieron a la Catedral con sus simpecados en una procesión con la imagen de la bella Inmaculada de la iglesia de San José, atribuida a Diego de Mora, y que en la antigüedad fue la titular de la hermandad de los santos zapateros San Crispín y San Crispiniano. El paso que se utilizó para procesionar a la Inmaculada fue el de la Virgen de la Cabeza de la iglesia de la Magdalena. Al día siguiente, festividad de la Inmaculada Concepción, se celebró por el Arzobispo, don Javier Martínez, una misa de pontifical, como apertura de la conmemoración del Dogma.

Besamanos de la Virgen de 2004. Fot. revista "Gólgota" Dic. 2004


Después de una brillante estación de penitencia el Viernes Santo de 2005, la gestora nombrada para la hermandad en 2004 cesó sus funciones, para dar paso a la convocatoria de elecciones para hermano mayor como finalización del año cofrade. En ellas resultó elegido a Manuel Gutiérrez Obrero, que era uno de los tres componentes de la comisión gestora que se había nombrado para normalizar el funcionamiento de la hermandad.

Tomada posesión de sus cargos los miembros de la nueva junta de gobierno del Sr. Gutiérrez Obrero, todas las esperanzas se pusieron en terminar el proyecto del paso de la Expiración, que había sufrido en los anteriores años una paralización, así como, el bordado de la parte interior de las bambalinas del palio. También, se nombró vestidor de la Virgen a Francisco Garví, uno de los más acreditados de Granada en este arte de vestir imágenes marianas, y, asimismo se procedió al nombramiento del compositor, José A. Barros Jódar, de asesor musical de la cofradía, a fin de unificar y asesorar criterios en ese aspecto sobre el tipo de piezas musicales a elegir para cada uno de los pasos en la estación de penitencia (29)

Expiración por el puente 2005

Hacía varios años en los que a la banda de cornetas y tambores de Jesús Despojado la había sustituido la del Cristo del Consuelo (Gitanos) y, en lo sucesivo, sería la de María Santísima de la Amargura (Huerto de los Olivos), que ya actuó en 2006. Para la Virgen seguía la banda de música de la hermandad "Virgen del Mayor Dolor", que hacía diez años que se había creado.

Aquella Semana Santa de 2006, que fue esplendida en casi todos los sentidos, se estropeó el Viernes Santo con chubascos alevosos que sorprendieron a algunas cofradías del día, que decidieron salir, y les llovió. Tres de ellas, ésta de los Escolapios, la del Cristo de la Buena Muerte y la de los Favores, se refugiaron en la Catedral. El regreso a sus templos de dos de estas tres cofradías (Buena Muerte y Cristo de la Expiración) fue realizado en forma de procesión el Domingo de Resurrección y la del Cristo de los Favores la realizó el Lunes de Pascua. 

2006. La hermandad refugiada en la Catedral, junto a la Virgen de la Misericordia


Esta hermandad de los Escolapios hizo el regreso por la mañana temprano, sin acompañamiento musical, pero con gran número de personas que la siguieron hasta su templo de los Basilios. Ese año, la Virgen del Mayor Dolor estrenó el bordado de las bambalinas delantera y trasera, realizados en el taller de la hermandad, que seguía dirigiendo Cristóbal Casares Rodríguez, y que se realizaron en el mismo estilo que su parte exterior. También, la cofradía había adquirido a la Hermandad del Cautivo del Polígono de San Pablo de Sevilla ocho ciriales hechos para esa hermandad la Orfebrería Santos de Sevilla.

Eran aún tiempos en los que algunas hermandades se arriesgaban a continuar con su estación de penitencia, cuando se presentaban chubascos con la esperanza de que estos, si no eran muy intensos, cesaran; a veces, continuaba la procesión, incluso si se presentaba la lluvia estando cerca de sus templos. Esta mentalidad provocaba que llegaran al lugar del refugio en estado lamentable, tanto del cortejo como de los pasos. Afortunadamente, hoy se cuenta con informaciones meteorológicas más puntuales y una conciencia del riesgo más responsable; a veces, exageradamente, porque ante el menor atisbo de posibilidad de precipitaciones se suspenden las estaciones de penitencia. No obstante, más vale exceder las precauciones, dado el valioso patrimonio con el que hoy cuentan nuestras cofradías.

Mayor Dolor. Domingo de Resurrección 2006







Ese año de 2007, se había producido la incorporación al título de la hermandad de San José de Calasanz, con motivo de la conmemoración de 450 aniversario del nacimiento del santo, y reafirmando con ello oficialmente el carácter de "Hermandad Escolapia". Sería el Superior General de la Orden, Padre Jesús María Lecera Sainz, el artífice que suscribió esta concesión en Roma. Con este motivo, la cofradía realizó unos cultos especiales al santo calasancio, ubicándolo en el altar mayor, y se propuso realizar un rosario vespertino en el mes de octubre con la imagen de María Stma. del Mayor Dolor (30), a la que acompañó la banda de música de su nombre. En dicho rosario se llegó hasta la basílica de la Patrona de Granada y al convento del Santo Ángel Custodio, pero la lluvia hizo regresar a su templo a la comitiva procesional, sin completar el rosario en la calle.  

La hermandad con la incorporación del Santo titular de la Orden Escolapia - también titular actual de la iglesia sede- retoma la antigua costumbre de las hermandades de penitencia de siglos pasados de incorporar a las mismas a los patrones de las órdenes religiosas en cuyos conventos tenían su sede canónica. Incluso en aquellas antiguas hermandades los procesionaban en sus estaciones de penitencia (San Francisco de Paula en la hermandad de la Humildad de Jesucristo del convento de Mínimos de la Victoria; San Francisco en la hermandad de la Vera Cruz; San Pedro Nolasco en la de la Sangre de Jesucristo del convento de la Merced...etc.)

 


En la Semana Santa de 2007, se muestra claramente que había salido de su letargo la realización del proyecto del nuevo paso del Cristo de la Expiración, con la ejecución por el taller de Guzmán Bejarano de la talla del respiradero, y algunas cartelas que enriquecían el canasto, aun sin dorar, que había realizado el escultor cordobés José Antonio Cabello. Dichas cartelas representa en talla policromada del Nacimiento de Jesús en la delantera y la Resurrección en la trasera (que se estrenaría en 2008): principio y finalidad de la Redención del género humano.

Fue otra Semana Santa, la de 2007, marcada por la lluvia. Aunque, a pesar de la incertidumbre meteorológica, salieron las cofradías del Viernes Santo. Pero ésta del Cristo de la Expiración, tras retrasar su salida, finalmente acordó suspender su estación de penitencia, realizando un vía crucis en el interior del templo, que una vez finalizado, abrió sus puertas al público para que entrara a contemplar los pasos e imágenes. Fue la única que ese día no hizo su estación de penitencia.

 El 13 de octubre de 2007, vista la calidad de la cartela realizada por José Antonio Cabello, así como de los querubines pasionistas para los laterales del canasto del paso de Cristo, se contrata con dicho escultor la realización de sus capillas, en las que figurarían San José de Calasanz, San Basilio, titular del antiguo monasterio, San Juan Bautista, inspirado en el que se venera en San Juan de los Florentinos de Roma y la del Papa Juan Pablo II, que se hará cuando termine el proceso de su beatificación.

Las buenas relaciones con el Ejército del Aire habían sido fieles y constantes desde que se iniciaron con el General Sáenz de Buruaga en los años cuarenta del pasado siglo, y, a excepción de algunos años de crisis en la hermandad, se continuaban en estos años del siglo XXI. Así, el 20 de febrero de 2008, el que había sido Teniente General de dicho Cuerpo, Sr. García Ruiz, hizo entrega de su batón de mando a la Virgen del Mayor Dolor en una devota Eucaristía, para la que se colocó en el altar mayor de la iglesia a la Virgen y a sus pies el Cristo de la Expiración. Hubo asistencia al acto de diversas autoridades, como el Coronel Jefe de la Base Aérea de Armilla, Sr. Valcárcel Rodríguez, representantes del Ayuntamiento de Granada y de la Federación de Cofradías. 

Antes de Semana Santa se bendijeron los ángeles del cordobés José Antonio Cabello  y el nuevo libro de reglas de la hermandad con pastas bordadas en hilo de oro sobre terciopelo negro por el artista y hermano, Cristóbal Casares Rodríguez. Todo ello se estrenaría en Viernes Santo de 2008, año en el que se le concedió el título de hermano mayor honorario de la hermandad al Padre don Enrique Iniesta Coulant-Varela, verdadera alma espiritual y de aliento permanente a la cofradía, aunque esta tuviera, también, durante muchos años como consiliario a don José Granados.



Ese año se contrató nueva banda de cornetas y tambores para acompañar al Cristo de la Expiración -en este caso fue la del Cristo de la Fe y Consuelo de la localidad jienense de Martos-, y la sucedería inmediatamente la de cornetas y tambores de Jesús de las Tres Caídas de Granada. Parece que en estos años la hermandad no terminaban de satisfacerle las bandas que acompañaban al paso del Señor, después de los muchos años de actuación de la granadina de Jesús Despojado. La Virgen continuaba con la Banda del Mayor Dolor, que presentó magníficos resultados en sus actuaciones.

Parece que en la estación de penitencia de 2008 el Cristo sufrió algún tipo de desperfectos en la policromía de escasa consideración, pero que decidió a la hermandad para proceder a una intervención restauradora a finales de 2008. En esta restauración intervino el profesional granadino Dionisio Olgoso con el asesoramiento de Domingo Sánchez-Mesa Martínez, profesor de historia del Arte de la Universidad de Granada e hijo del escultor de la imagen, Domingo Sánchez Mesa. La intervención se realizó en el mes noviembre de dicho año.

Finalizada la talla del paso del Cristo, el dorado del mismo se contrató con el dorador granadino Cecilio Reyes, que tendría terminados de dorar para la Semana Santa de 2009 los seis candelabros de guardabrisas, esquinas y laterales, y las cartelas frontal y trasera. También estuvo terminada para aquel Viernes Santo la imagen y su estofado de Juan Pablo II, que ocuparía la cuarta de las capillas del canastillo, realizada, también, por José Antonio Cabello, al que se le encargó la hechura de los Arcángeles Gabriel, Rafael, Miguel y Uriel. 
  


Ese año 2009, se celebró la magna procesión llamada Passio Granatensis para conmemorar el centenario del inicio 1909 de la llamada Procesión Antológica del Viernes Santo. En los quince años en  los que dicha procesión antológica se celebró constituyó el aldabonazo por el que se concienció a determinados grupos sociales y artísticos sobre la necesidad de recuperar nuestra antigua Semana Santa en su forma de hermandades de penitencia, tal y como se desarrollaba en la antigüedad. En aquel Santo Entierro Antológico se procesionaron diversas imágenes de gran mérito artístico de las muchas que se conservan en nuestras iglesias y conventos, que, algunas de ellas, en los años posteriores serán titulares de las nuevas cofradías que se fundaron.

La procesión de la Passio Granatensis se celebró en la tarde del Sábado Santo de 2009 con los pasos que representaban distintas escenas de la Pasión de Jesucristo, no participando aquellos que constituían una repetición del momento pasionista. Por la mañana de ese día acudieron desde sus respectivas sedes hasta la Catedral, lugar de partida de la procesión, los distintos pasos seleccionados. No hizo ese traslado el paso del Cristo de la Expiración, que representaría esta escena evangélica, porque ya estaba en dicha Catedral Metropolitana, al haberse tenido que refugiar allí la hermandad en la noche del Viernes Santo por la lluvia que se había desencadenado. 

La ciudad ese día, 11 de abril, estaba a rebosar de naturales y foráneos, llegados del resto de Andalucía y de otras comunidades, pero la tarde no fue tan generosa como se esperaba y la procesión se desarrolló con temperaturas cortas y entre algunos pequeños chubascos, que determinó, que en ocasiones, se tuvieran que proteger las imágenes con plásticos. El mal tiempo no evitó el bullicio y el enorme ambiente en el que se desarrolló el acontecimiento. 

El Cristo de la Expiración con las insignias de la hermandad y su sección de nazarenos iba en la Passio Granatensis sobre su paso, que lucía un bello contraste entre el dorado de sus candelabros y cartelas polícromas con el matiz austero de la madera del canasto y respiradero. Iba la imagen sobre un calvario de rojos claveles salpicado de lirios y rodeado de un friso de flores moradas y color granate. 

La Virgen del Mayor Dolor estaba en su paso de palio en la Catedral por las circunstancias climatológicas del Viernes Santo comentadas y regresó a San José de Calasanz el Domingo de Resurrección por la mañana. El Cristo lo hizo el mismo Sábado Santo, tras su participación en la magna procesión de la Passio Granatensis


Passio Granatensis. Revista Gólgota, jun. 2009

Finalizados estos acontecimientos, ese año correspondía realizar elecciones por el cabildo general de la hermandad, para suceder a Manuel Gutierrez Obrero, y al que se presentaron dos candidaturas: la de José Antonio Gómez Capilla, catedrático de Bioquímica de la Universidad de Granada, y la de Adolfo Soria, joven empresario granadino. En un cabildo al que acudieron cerca de cien hermanos, cantidad considerable si se tiene en cuenta que según el Estatuto Marco de las hermandades, los considerados hermanos activos con derecho a voto son minoría con respecto al resto de los hermanos considerados asociados. Ambos candidatos sacaron numerosos votos, aunque la elección se decantó por José Antonio Gómez Capilla, que sacó mayoría absoluta.   

Setenta y cinco años se cumplían en 2010 desde la fundación de la hermandad escolapia, por lo que se programaron por la nueva junta de gobierno diversos actos y cultos, que comenzaron en el mes de febrero de dicho año con una misa de pontifical en la Catedral con asistencia del Arzobispo y diversos actos en la Cuaresma, como diversas conferencias; el Pregón del Aniversario, pronunciado por Ramón Burgos Ledesma, y un devoto vía crucis con el Cristo de la Expiración que  estacionó en la Basílica de la Patrona y llegó hasta el convento de clarisas del Santo Ángel Custodio, sede del Santísimo Cristo de San Agustín, Sagrado Protector de Granada. 

Aunque, con lentitud, dada la envergadura de la obra y la escasez de medios económicos, la hermandad continuaba presentando novedades en la ejecución del paso del Cristo, del que se estrenó en Viernes Santo de 2010 el dorado del frontal del canasto. A su vez, se finalizaba el bordado del palio del Mayor Dolor con el estreno del interior de las dos bambalinas laterales por el taller de bordados de la hermandad. Talleres de bordado que desde los años ochenta del pasado siglo estaban creando algunas hermandades granadinas ante el costo elevado que representaba el encargo a talleres profesionales. Fue la Hermandad de Jesús Nazareno la pionera, a mediados de los ochenta, en la creación de estos talleres de hermandad.

Expiración 2010. Estreno dorado de frontal del canasto. Fot. Fernando López


La cofradía siguió en el resto del año organizando actos del aniversario, como el viaje que realizó una  delegación de la cofradía a Roma, para visitar en San Pantaleón al Superior de los Escolapios, don Pedro Aguado, y la recepción que hizo al Papa Benedicto XVI a la comisión de la hermandad con su hermano mayor, Sr. Gómez Capilla. Ya en el mes de octubre se celebró el IX Encuentro Nacional de Hermandades Escolapias, organizado por la de Granada, que culminó con la salida procesional extraordinaria de María Stma. del Mayor Dolor el día 6 de noviembre, como finalización, asimismo, del LXXV Aniversario de la fundación de la cofradía y X de la peregrinación a Roma con la imagen de la Virgen (31).

 La procesión extraordinaria con la Virgen fue hasta el convento de Santa Cruz la Real y su iglesia de Santo Domingo, por el especial significado que para la fundación de la hermandad tuvo una de las cofradías de penitencia que allí tiene su sede desde los años veinte del pasado siglo: la Cofradía de la Santa Cena Sacramental y María Stma. de la Victoria. Como se expresó al inicio de este artículo, los directivos de la Hermandad de la Santa Cena fueron los que impulsaron en 1935 la fundación de la hermandad escolapia. Allí, también, se venera la segunda imagen del Crucificado que procesionó la Hermandad de la Expiración a principios de los años cuarenta, hasta que en 1944 el escultor Sánchez Mesa le fabricara la actual y definitiva imagen.

Gran cantidad de hermandades y granadinos asistieron a la procesión extraordinaria, entrado en la plaza de Santo Domingo a lo largo de las calles de Jesús y María y Ancha de Santo Domingo, donde una "bulla" impresionante rodaba al paso de palio del Mayor Dolor. Iba, bellísimamente vestida por su nuevo vestidor, Álvaro Abril Vela, y mecida por sus costaleros, que marchaban al compás de los acordes y las marchas que le ofrecía una agrupación musical de lujo, como era la Filarmónica de Nuestra Señora del Carmen de Salteras, que lleva cuarenta y dos años acompañando a Ntra. Sra. de la Esperanza Macarena en su estación de penitencia de la "Madrugá" del Viernes Santo sevillano. Un glorioso final de aniversario el ofrecido a esa Madre de Dolor, que expresa una delicada ternura en su rostro, a pesar de su dolor al contemplar el último suspiro del Redentor. 


Como hemos narrado, muchos de estos años de la primera década del siglo XXI, estuvieron con Semanas Santas marcadas por el mal tiempo, y así lo fue la de 2011, en la que el Viernes Santo solo salió la Cofradía de los Ferroviarios, a la que le llovió en varias ocasiones, y la de los Favores tuvo que regresar a su templo nada más comenzar su estación de penitencia. La Soledad de San Jerónimo y la del Santo Entierro suspendieron sus procesiones, así como ésta cofradía de la Expiración, que estrenaba una nueva fase del dorado del paso del Cristo, la parte trasera del canastillo.

Ese año, además, fue el de la inauguración de una nueva carrera oficial, abandonándose la Plaza del Carmen como lugar tradicional de la instalación de la tribuna oficial, para situarla a lo largo de la calle de Ángel Ganivet, en la que se sigue instalando dicha tribuna hasta los tiempos actuales.

No llegó el hermano mayor, Sr. Gómez Capilla, ha ostentar el cargo en la totalidad del periodo mínimo para el que fue elegido y que le correspondía (4 años), pues ante sus obligaciones profesionales e incompatibilidad con ellas, puso su cargo a disposición de la hermandad, que en octubre de 2011. Ante esta renuncia, procedió la hermandad a la elección de un nuevo hermano mayor, en la que se eligió a David López Vigil, frente al otro candidato, Francisco Navarrete Mayas, que había sido hermano mayor en los años noventa del pasado siglo. 



Momentos difíciles eran aquellos en los que la cofradía tenía por delante la terminación de gran parte del dorado del paso de Cristo y su iconografía. Esta labor se había venido alargando debido a lo costoso del proyecto para los escasos medios económicos de la cofradía, aunque esta y la ciudad de Granada contarían a su finalización con uno de los más espléndidos pasos de Andalucía.

Años difíciles por la crisis económica, eran éstos de la segunda década del siglo XXI, unido a la falta de apoyo suficiente, tradicional a la Semana Santa de Granada, por parte de las instituciones, comercio y ciudadanos, que hacía que las hermandades tuvieran que desarrollar unos esfuerzos titánicos para presentar unas de las más esplendidas manifestaciones procesionales, de culto religioso y culturales de España. La cofradía, para disminuir gastos, tuvo que abandonar la casa de hermandad en la cercana Avenida de Cervantes y alojar el paso en la casa de la Hermandad del Rocío de Granada.

2012 . Expiración en la madrugada del Sábado Santo junto a la Fuente de las Granadas


La de 2012 fue una Semana Santa también marcada por la lluvia, aunque las hermandades del Viernes Santo todas salieron a la calle, retrasando horarios y sin que estuvieran exentas de algún que otro chubasco débil. Ese año la hermandad adelantó su hora de salida sesenta minutos, haciéndolo a las 18:30 de la tarde, ocupando el puesto segundo en pasar por la tribuna oficial de la calle Ángel Ganivet, detrás de los Ferroviarios. Así lo hará los años siguientes, hasta el de 2016 en que vuelve a ocupar el tercer lugar. 

La Virgen del Mayor Dolor, que tradicionalmente siempre había llevado de adorno floral blancas en las jarras y frisos de su paso, éstas se le empezaron a matizar, a partir de entonces, con intercalados de flores de  matices rosados y violáceos.

Ese año, la imagen del Cristo de la Expiración llevaba potencias, normalmente no las llevaba, a excepción de la Passio Granatensis que se le pusieron y algunas veces en años anteriores. Las potencias que estrenaba en 2012, se habían realizado en 2010 en alpaca bañada en oro o sobredorada, que fueron realizadas según el diseño del cordobés Jesús de Julian y donadas por un hermano. No se pudieron estrenar en 2011, al no salir la cofradía debido a la lluvia.

Y así, poco a poco, avanzando en su proyecto más relevante, para la Semana Santa de 2013 se enriquecen las tulipas de los seis candelabros de guardabrisas con unas coronillas de orfebrería dorada que se hicieron en el taller del granadino Alberto Quirós. También, además de dorarse el enmarcado de las cartelas policromadas del canasto, se realizó la cartela delantera del respiradero, representando la Exaltación, que fue ejecutada y policromada por la imaginera gaditana Ana Rey el año anterior.  

Aquel año, la imagen de María Stma. del Mayor Dolor sería la protagonista del Cartel Oficial de la Semana Santa de Granada en una vista del paso de palio delante de la portada de la Basílica de la Virgen de las Angustias con las puertas del templo abiertas. En la escena se aprecia el paso por su parte trasera, estando en un primer plano el valioso manto que bordaran las Adoratrices en 1958, y al fondo el retablo mayor con la imagen de las Angustias en su camarín. Era una preciosa instantánea del fotografo Carlos Choín, en la que el resplandor de la candelería hacía brillar el interior del paso. 





En 2013, salió María Stma. del Mayor Dolor dos veces procesionalmente. Una, el Viernes Santo en la estación de penitencia, estrenando la sección de la Virgen una nueva insignia, el Sine labe Concepta, que presenta la forma de lábaro con bellos bordados de José Manuel Martínez Hurtado en hilo de oro sobre terciopelo de seda de Lyón color azul oscuro de, siguiendo el diseño del cofrade de la hermandad Benjamín Rodríguez González. Otro año más en el que la lluvia hizo que la cofradía acelerara su caminar en el momento del regreso a su sede. 

La segunda vez, sería el 18 de mayo de ese año en la peregrinación mariana a la Basílica de la Virgen de las Angustia, Patrona de Granada y su archidiócesis, con motivo del Jubileo por el Centenario de su coronación canónica (1913-2013). Casi todas de las Dolorosas de Granada que procesionaban, a excepción de María Santísima de la Caridad,  y las patronas de algunos pueblos de la provincia en sus respectivos pasos participaron con sus hermandades en aquella procesión denominada Magna Mariana.  

Por la mañana de ese día se organizaron los correspondientes traslados de los pasos hasta la Catedral granadina, donde estuvieron expuestos con sus imágenes para la visita de muchas personas, que formando largas colas acudieron al templo metropolitano. Por la tarde, partió procesión magna con los pasos de palio y misterios marianos entre una multitud que copaba todo el centro de la ciudad. 

Cada imagen ocupaba el lugar en la comitiva según el orden de antigüedad de su hermandad, de menor a mayor, correspondiendo a María Stma. del Mayor Dolor el decimo octavo lugar, detrás de Ntra. Sra. de los Dolores y delante de la Esperanza. Durante el trayecto, se presentaron momentos de llovizna y un ambiente húmedo y frío para estar en la segunda mitad del mes de mayo. El paso de palio del Mayor Dolor iba elegante en su adorno y en el que nada producía estridencia sino bella armonía; el morado-lila del terciopelo del palio sostenía como fondo al hilo de oro de sus bordados y la flor blanca se matizaba con la de color lila, y todo ello, brillando con el fulgor de la orfebrería. 

Después de orar ante la imagen de la Patrona de Granada, que en sus andas procesionales recibía en la puerta de su basílica a todas las hermandades con los pasos de sus titulares marianas, la comitiva de la Virgen del Mayor Dolor siguió desde la Fuente de las Granadas, en el Humilladero, hacia su iglesia sede de San José de Calasanz. 



Otra nueva modificación de la carrera oficial se produjo en 2014, será la última hasta este momento; desde la calle de Ángel Ganivet, ya no se dirigirían las hermandades en su estación de penitencia a la calle de Mesones, sino hacia su paralela, la de la Alhóndiga, más amplia y menos dificultosa en su pavimento. También, con ello, se producía la posibilidad de instalar más palcos y sillas para el público. La Puerta Real se convirtió, más que nunca, en el epicentro de la Semana Santa de Granada.

Aquella de 2014 fue una Semana Santa de esplendida meteorología que aportó un marco ideal para que las hermandades lucieran con todo el brillo y la magnificencia que habían adquirido en los últimos años. La hermandad escolapia había aumentado su número de nazarenos y de hermanas vestidas con la clásica mantilla negra; la compostura y seriedad en la estación de penitencia, junto con la valía y gusto artístico de su patrimonio en enseres y pasos, le valió el que se le otorgara dos años antes el Premio Sánchez Mesa por el Ayuntamiento. 

Asimismo, la vinculación de la hermandad con el Ejército del Aire, tantas décadas de relación,  se va a ratificar el 14 de noviembre de ese año con la imposición de la medalla de la Asociación de Damas de la Virgen de Loreto, Patrona de la Aviación, a la Virgen del Mayor Dolor. La presidenta de dicha asociación, Dª. Josefa Llamas, en el transcurso de la Eucaristía fue la que efectuó la imposición de la medalla. 



Mejor aún sería la Semana Santa de 2015, en la que todas las hermandades pudieron realizar sus estaciones; en 2014 había llovido el Domingo de Resurrección, afectando a las procesiones de los Resucitados. Granadinos y forasteros abarrotaron las calles en un Viernes Santo en el que la Hermandad de los Escolapios vio finalizado el dorado del canastillo del paso de la Expiración, magnífico trabajo del granadino Cecilio Reyes y Encarnación Rodríguez.

Después de la Semana Santa de 2015 se convoca cabildo de elecciones para hermano mayor y en el que resultó reelegido David López Vigil para un segundo mandato, con lo que la hermandad encara una época de estabilidad para proseguir con el importante reto de finalizar el paso del Cristo, en el que llevaba atareada desde 2001.



En noviembre de ese año, el Cardenal don Antonio Cañizares Llovera, otrora Arzobispo de Granada, trae de Roma la reliquia tan esperada del Santo Padre, Juan Pablo II, canonizado ya en 2014. A Valencia, donde el Cardenal es hoy Arzobispo de esa diócesis, fue una comisión de la hermandad para recibir de él la reliquia de sangre, que se había colocado como relicario en la cruz pectoral del Cardenal, obsequio de Benedicto XVI. La entrega y bendición oficial del relicario se realizó el día 2 de mayo de 2016 mediante una Solemne Eucaristía, que fue celebrada por el Cardenal Cañizares, y participada por Delegado Episcopal, don Manuel Reyes, junto con el párroco, don Francisco Santos, y los rectores de la Basílica de San Juan de Dios y de los Escolapios (32).

También, la Virgen del Mayor Dolor recibirá en febrero de 2016 unas nuevas ofrendas del Ejercito del Aire, consistentes en diversos distintivos de los zapadores paracaidistas (Ezapac), entregados por el teniente de zapadores, Juan Rodríguez Soriano, a cuyo acto de entrega asistieron diversos mandos de dicho cuerpo aéreo. 

Un nuevo impulso, casi definitivo, se le dará al paso del Cristo de la Expiración, para presentarlo finalizado con el dorado total del respiradero, que lo realizó de forma completa Cecilio Reyes, para estrenarlo el Viernes Santo de 2016. Ese año como los anteriores, será la banda de cornetas y tambores de las Tres Caídas de Realejo la que acompañará al paso de la Expiración, mientras que con la Virgen lo hará la banda de música "San Isidro" de Armilla, que estrenó las nuevas marchas dedicadas a los Titulares de la hermandad, como Regina Romae y Parasceve.

2016. Cristo de la Expiración estrena dorado del respiradero


2016. Mayor Dolor en Fuente de las Granadas


A partir de 2016, la hermandad retrasará media hora su horario de salida, para hacerlo a las siete de la tarde, pasando de ser la segunda en su paso por la tribuna oficial, al puesto tercero; la segunda fue la del Cristo de los Favores, que ocupará su lugar. Ese año, la Virgen del Mayor Dolor recibirá para los cultos del día de la Inmaculada y besamanos una nueva saya de terciopelo granate, bordada en hilo de oro por José M. Martínez Hurtado. Era un obsequio de una pareja de cofrades, que manifestaba de ese modo su fervorosa devoción a una imagen, que en el mundo cofrade, se había ganado el apelativo de "Reina de Roma". Porque Ella, al menos en aquellos días romanos, fue asombro de éstos y de los foráneos que la vieron pasear triunfante por sus calles en su paso de palio.

Una magnífica instantánea de Luis Javier Quesada Raya, que representa a la imagen de la Virgen en su paso de palio en el momento en el que pasaba por el Humilladero, ante la Fuente de las Granadas, sería elegida como portada de "Gólgota", Cuaresma de 2017, de esta revista oficial de la Semana Santa de Granada. 


Gólgota 2017. Fot. Luis J. Quesada Raya


Además de la saya, a la que nos hemos referido, ese año se estrenaron en la estación de penitencia del Viernes Santo dos nuevos llamadores para los pasos de ambas imágenes, que diseñó Martínez Hurtado, y se labraron en el taller de orfebrería de Alberto Quirós (Armilla), y una corona de espinas para el Cristo de la Expiración, realizada por Antonio Hernández.

Ese año, para el otoño, se proyectaba realizar una exposición en Sevilla de obras del escultor Álvarez Duarte, organizada por la Hermandad de las Aguas de esa ciudad con motivo del cincuentenario de la hechura por dicho escultor de María Stma. de Guadalupe, titular de la referida hermandad, que se celebraría en el Hospital de la Caridadde aquella ciudad. La imagen granadina de María Stma. del Mayor Dolor fue solicitada para dicha exposición, como una de sus obras más significativas. La exposición no fue celebrada por falta de financiación, aplazándose para 2018. El escultor moriría en el mes de septiembre del año siguiente. 




En la Semana Santa de 2018 estrena la Virgen una saya negra bordada en oro con piezas del Siglo XIX que se trasladaron a ella. También, un bello pañuelo de seda sostenido en su mano derecha con bordados en hojilla y canutillo de plata. La Virgen en estos años había cambiado el tocado de rostrillo y pechera de blondas de encajes, que era como tradicionalmente se la presentaba, por otro tocado liso de estilo de venda en la frente y tablillas a los lados, más un  pecherín de tablas semicirculares. No será definitiva esta modalidad que alternará con la tradicional en cultos y procesiones. 

También, estrenaría ese año una daga de oro para el pecho y, en noviembre de ese año, estrenará un peto bordado con piezas del siglo XIX, como los de las antiguas Dolorosas granadinas, que aún luce la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada, o la Virgen de la Soledad y llevaba, también, en sus primeras salidas procesionales la Virgen del Amor y del Trabajo. Esta Dolorosa de la Cofradía de los Ferroviarios lo ha vuelto a recuperar hace algunos años, y recuerdo que ya lo reivindiqué para nuestras Dolorosas en el libro que publiqué en 2003 sobre la historia de esa hermandad (34).

Mayor Dolor con el peto granadino. Fot. pag. facebook de la hermandad

Una nueva saya le ofrecieron los costaleros a la Virgen en febrero de 2019; había sido realizada con bordados de un traje de luces, que había donado el torero onubense José Antonio Ruiz "Espartaco", parece que no se le ha puesto nada más que para cultos internos.

XIV. Setenta y cinco Aniversario del Cristo

Setenta y cinco años se cumplían en 2019 de la realización de la imagen del Cristo de la Expiración (1944-2019), que quizá sería una de las efemérides más importantes en la historia de esta hermandad hasta ese momento. Este acontecimiento cogía a la hermandad en un momento de crecimiento y esplendor como no había conocido en su trayectoria histórica. Momentos de gloria en los años cuarenta y cincuenta, seguidos de decadencias, alguna que la situó al borde de su extinción o desaparición en los años setenta; momentos de conflictos entre facciones, que finalmente logró superar. Ninguno de estos avatares consiguió que la hermandad desapareciera; ninguna de estas vicisitudes, posiblemente, dejará de presentarse en el futuro, pero el bagaje de esas experiencias y la fortaleza adquirida hasta estos momentos han forjado unas profundas raíces, que la podrán preservar de posibles huracanes futuros. 



La efeméride comenzó con la elaboración y presentación de un cartel conmemorativo el día 21 de febrero de dicho año. El acto se celebró en la iglesia sede de San José de Calasanz (San Basilio) por el que fue hermano mayor de la hermandad y concejal del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero. La obra en pintura se debe al linarense, Juan López Jiménez, y representa un primer plano del rostro del Stmo. Cristo de la Expiración con entornos difuminados.  Ese primer plano es una síntesis del misterio pasionista, que refleja el rostro expirante de un Jesús, en el que el escultor ha renunciado al drámatismo trágico de la muerte, para imprimirle la dulzura singular, que requiere la súplica al Padre de "Perdónalos porque no saben lo que hacen" y en la serenidad de haber cumplido el "Mandato", estando ya "todo consumado".



Los actos se sucedieron con conferencias y un concierto extraordinario a cargo de la Banda Municipal de Música de Granada, dirigida por López Carreño, que se celebró, asimismo, en la iglesia de San José de Calasanz. La cofradía quiso que los cultos de la Cuaresma revistieran de un singular esplendor debido a esta conmemoración y preparó el Quinario del día 11 al 15 de marzo, presidiendo el mismo la imagen del Cristo en su paso de salida procesional, colocado en el crucero delante del retablo de la Virgen.

Allí permaneció hasta el día 15 por la tarde en el que la hermandad partió para la Catedral, llevando procesionalmente en su paso a la imagen del Crucificado, que por la conmemoración había sido elegida para presidir el vía crucis anual y oficial de la Real Federación del Hermandades y Cofradías. Salió en silencio a las 18:30 de la tarde con sus cofrades portando cirios y con el guion representativo de la hermandad, dirigiéndose a la Catedral por la Carrera de la Virgen, Plaza de la Mariana, Ganivet, Mesones y Plaza de la Trinidad, entrando a las puertas de la Catedral por el Pie de la Torre. 

Al día siguiente, el Cristo de la Expiración, situado en el crucero de la Catedral y a los pies de su capilla mayor, presidió la función principal de la hermandad con una solemne Eucaristía, a la que asistieron representantes de las hermandades y autoridades invitadas. La ceremonia se celebró a las siete de la tarde, a cuyo fin, procedió la hermandad a regresar a su sede, mediante una procesión extraordinaria por los 75 años en los que la imagen recibe el fervor de sus cofrades y está entre los granadinos. 

Expiración 2019

La procesión extraordinaria de regreso a su templo se desarrolló hacia la Romanilla, plaza de la Trinidad y Alhóndiga para llegar hasta la iglesia parroquial de la Magdalena, donde salió a su puerta la venerada imagen de Jesús del Rescate en andas. Despues de esta visita, siguió por la calle de San Antón, llegando hasta el convento del Santo Ángel Custodio, sede de la Hermandad del Cristo de San Agustín, Sagrado Protector de la ciudad de Granada. Un gran gentío acompañó a la hermandad en su recorrido procesional, que siguió detrás de la imagen hasta llegar a su iglesia. 

XV. Los últimos años

El Cristo, en esta procesión extraordinaria llevaba unas nuevas potencias, obsequio de la cuadrilla de costaleros, que, según diseño de José M. Martínez Hurtado, había realizado en su taller de Armilla el orfebre Alberto Quirós, y coronado por la corona de espinas, que le había realizado Antonio Hernández.  

Para la Semana Santa de ese año (2019) una diversidad floral, elegida con notable elegancia, adornaba el paso de palio de María Stma. del Mayor Dolor: rosas blancas y de color lila, lisiamtus rosa y lila; estatices blancos y lila; boris blancos, margaritas botón verde, auturium, flor de arroz, miroclaudio...etc. Con manifiesta elegancia, el exorno floral de la Virgen había evolucionado, desde el tradicional unicolor blanco a esta bella y difícil combinación floral de matices armoniosos, exentos de estridencia.




Después de Semana Santa la corona de la Virgen, realizada por Moreno Grados en 1950, como obsequio del Ejército del Aire, se llevará a restaurar al orfebre cordobés Manuel Varela. Casi setenta años desde su realización requerían una restauración, dándole el orfebre un baño de oro y la incrustación de algún elemento de joyería.

Parece, que la concentración de actos, ceremonias y cultos para el 75 Aniversario de la imagen del Señor, en los meses previos a la Semana Santa de 2019, pudo deberse a que en el segundo trimestre de ese año la hermandad entraba en proceso electoral para elegir nuevo hermano mayor.  Así, a principios de junio de ese año con tres candidaturas presentadas (José Luis Carmona, José Antonio Maldonado y Juana Ramos) resultó elegido hermano mayor José Luis Carmona Jiménez con amplia mayoría de votos.




Su junta de gobierno estaba compuesta por veintiuna personas más el director espiritual, don José Granados Puerto: Juan Jesús López-Guadalupe Muñoz, como  teniente de hermano mayor; Juan M. García Montero y Manuel L. Gutiérrez Obrero, como consiliarios; Ignacio Cuerva Valdivia y Estefanía Soria Pérez, como mayordomos; Francisco de Asís La Torre Comino y Fátima Sánchez Valenzuela, como secretarios 1º y 2ª; Natalia Padilla Zea, como diputada mayor de gobierno; Juan P. Morillas Martos y Francisco J. Sánchez Valenzuela, como priostes; José Luis Linares Robles, Juana M. Ramos Lebrón, Manuel Linares Moreno, María del Puy Sánchez Delgado, Gerardo Cuerva Valdivia y José F. Moreno Ferro, con la responsabilidad de las diversas diputaciones de la hermandad.

Serán, también, vocales de la junta Antonio G. Jiménez-Amposta García y Jorge Heredia Castillo. Éste último, se le nombrará nuevo vestidor de María Stma. del Mayor Dolor, que sustituirá en este cometido a Francisco Garví. Jorge Heredia acumulaba una notable experiencia y habilidad en este oficio, habiendo vestido a Ntra. Sra. de la Esperanza Coronada, de la Concepción o Aurora Coronada. Asimismo, se confirmaron en su cargo a los capataces de los pasos, que venían dirigiéndolos desde años anteriores, como era Agustín Ortega Guerra, en el del Cristo, y Manuel Sánchez Valenzuela, en el de la Virgen.

Una de las primeras acciones de la nueva junta de gobierno será la creación, previa negociaciones, de una banda de cornetas y tambores que llevará el nombre de Cristo de la Expiración, iniciativa que fue aprobada por el cabildo general de 27 noviembre de 2019. Los integrantes de dicha banda proceden de la del Cristo de la Expiración del municipio cercano a la capital de Vegas del Genil, con cuyos directivos, Rafael Guijarro y Alberto Benavente Ruiz (Presidente y Director), se llegó a un acuerdo para asociar la banda a la cofradía. 

Será el día 5 de diciembre de ese año, en los días de triduo a la Virgen del Mayor Dolor, cuando se firme el acuerdo de constitución de la banda de cornetas y tambores del Cristo de la Expiración, que en las próximas Semanas Santas lo acompañe.





Nuevos e importantes proyectos se empezaron a programar para los años venideros. El más destacado será la aprobación de un nuevo palio para la María Stma. del Mayor Dolor, que sustituirá al diseñado por Juan Jesús López Muñoz y el afamado sevillano, ya fallecido, José Asián Cano. Después de contrastar los cuatro proyectos presentados por dos bordadores sevillanos (Esperanza Elena Caro y Jesús Rosado), uno del granadino, Juan Manuel Martínez Hurtado, y otro del cordobés, Francisco Pérez Artés, que fue a quién, finalmente, se le confió el encargo de realizar el bordado en hilo de oro y en realce, y que comprenderá el palio completo (bambalinas y techo). El contrato se firmó en marzo de 2020, cuando ya asolaba al mundo la pandemia de covid-19, comprometiéndose el artista a tenerlo finalizado para 2025, año en el que se celebra el 25 Aniversario de la hechura de la Virgen y de su peregrinación a Roma.  

No obstante, la junta anterior ya había iniciado el proyecto de un nuevo palio para la Virgen, examinando los presentados por Martínez Hurtado y Benjamín Rodríguez. No obstante, la nueva junta deseaba un proyecto que se acercara al concepto juanmanuelino, es decir, inspirado el los diseños de Juan Manuel Rodríguez Ojeda (1853-1930), famoso diseñador y bordador sevillano de finales del XIX y principios del XVIII). Con este concepto, el diseño del cordobés Pérez Artés cumplía el requisito deseado, y que también se inspirará, fundamentalmente, en el diseño del actual palio  (35). Así, existirá en el futuro palio un cierto punto de continuidad estética con el palio actual.

XVI. Tiempos de pandemia

Inesperadamente cuando la hermandad empezaba a realizar los preparativos usuales para la Cuaresma y  Semana Santa de 2020, España, como todos los países del mundo, se vieron sorprendidos por una pandemia de un virus desconocido, el covid-19, que se extendió rápidamente. Con ello, la Humanidad, creyendo que con sus conocimientos en el Siglo XXI tenía dominio sobre la Naturaleza, se ha visto amedrentada ante esta realidad desconocida. Pero Dios, que no nos ha dado las condiciones físicas de las demás especies para nuestra protección, nos ha dotado del arma de defensa más poderosa de la Naturaleza: la inteligencia y ésta nos va dando el remedio para nuestra inmunidad ante el mortal virus.  

Declarado por el Gobierno el día 14 de marzo el estado de alarma y la reclusión en nuestras casas, se suspenden los actos previstos por las hermandades para la Cuaresma y Semana Santa de 2020, así lo confirman el Ayuntamiento, el Arzobispado y la Real Federación de Hermandades y Cofradías. Con estas prohibiciones, la hermandad escolapia suspende el concierto de la Asociación Musical San Isidro de Armilla y de la de cornetas y tambores del Cristo de la Expiración, que tenía previsto celebrar el día 27 de marzo en el Teatro Municipal del Zaidín. También comunica, que se realice el vía crucis tradicional de la hermandad desde los hogares de los hermanos, siguiendo los actos y recomendaciones de la hermandad a través de las redes sociales.



No pudo haber estación de penitencia en la calle, pero en cada hogar del cofrade se revivió el Viernes Santo con los medios que el mundo actual nos brinda: estar cerca de los Titulares Sagrados a través de fotografías, de vídeos procesionales de años anteriores, subidos en la redes de internet, siguiendo las páginas web de las hermandades...etc. Y así se vivió esa Semana Santa y ese Viernes Santo de 2020.
 
La actividad de la hermandad, no obstante, y con todas estas limitaciones, siguió comunicándose durante la Pascua de Resurrección; la Virgen fue vestida para el mes de mayo, como si sus cultos de ese mes se hubieran celebrado presencialmente, con un manto morado y saya blanca, con un lazo negro en su pecho por las muchas víctimas de la pandemia. Relajado el confinamiento a finales de mayo, con las medidas oportunas se podrían visitar a las imágenes titulares en la misa mensual de hermandad, en la que en nombre de los costaleros se ofrecieron ramos de flores a la Virgen.  En junio sería el homenaje a ésta con una misa conmemorativa el día 18 de los veinte años de su peregrinación a Roma.

De igual manera y con las recomendaciones y restricciones ordenadas se celebraría a partir del día 12 de septiembre el triduo y función a la Virgen del Mayor Dolor con el nuevo párroco, Sr. Amat Medina, que sustituyó al Padre Granados, director espiritual de la hermandad durante tantos años. A la Virgen se le montó su altar de cultos y se vistió a la imagen por Jorge Heredia de acuerdo con la solemnidad de estos cultos.

Por otra parte, en octubre se inició el bordado del nuevo palio de la Virgen del Mayor Dolor, con el acto simbólico de la "primera puntada", con la asistencia y presencia del bordador cordobés, Francisco Pérez Artés. También, se celebró la Eucaristía para conmemorar la festividad del Papa Juan Pablo II y la misa de "requiem" por los difuntos de la hermandad, así como, la festividad de San José de Calasanz, en el mes de noviembre. Asimismo, se celebró el triduo y función a la Virgen para la festividad de la Inmaculada Concepción, con limitación de aforo.  En esta celebración, la Virgen se expuso delante de su altar y en su hornacina la insignia del Sine labe Concepta, símbolo de la Inmaculada Concepción.

Saya de la Virgen con bordados del XIX


En esos meses de otoño de 2020 se vuelve a recrudecer la pandemia en nuestra ciudad y se toman nuevas medidas restrictivas. Las esperanzas de que en la Semana Santa próxima de 2021 pudieran salir las cofradías a realizar sus estaciones de penitencia se va diluyendo conforme la situación sanitaria empeora con una tercera ola pandémica, que se produce después de las fiestas de Navidad. 

Desde la inseguridad en la evolución de la pandemia y con los requisitos de reunión establecidos, la hermandad continúa en los primeros meses de 2021 celebrando sus cultos habituales, como la conmemoración del los 21 años de la realización de la bendición de la Virgen en el mes de febrero y el Quinario de Cuaresma al Stmo. Cristo de la Expiración, con el montaje en el presbiterio del artístico altar de cultos con la imagen del Crucificado y a sus lados la Virgen del Mayor Dolor y el San Juan Evangelista, formando Calvario y la función principal que lo sigue.

Expiración al Pie de la Torre y entrando en la Romanilla

En el mes de marzo de 2021 el bordador del palio, Sr. Pérez Artés comunica que ya se había iniciado el bordado de varias piezas e reinterpretado el diseño inspirador de Asián,. para añadir en la parte inferior de las bambalinas unas unas zonas de malla bordada, que darán más luminosidad de día al interior del palio y transparencia para que en la noche se iluminen dichas mallas con el resplandor de los cirios de las candelerías. 

Con la tercera ola de la pandemia se siguen prohibiendo las reuniones y las manifestaciones externas que daban lugar a aglomeraciones, como es el caso de la Semana Santa. De este modo, los actos de culto de la Cuaresma y Semana Santa se celebraron en el interior del templo con la limitación de personas indicadas por las autoridades competentes.

Así celebró la hermandad el Miércoles de Ceniza, el 21 aniversario de la realización de la Virgen, el Quinario al Cristo y la función principal, montando por la priostía los altares de cultos con las imágenes como se hacía antes de la pandemia y retransmitiéndose a los hermanos y fieles por canal youtube, como una forma de estar el contacto con la hermandad y sus imágenes.

Llegado el Viernes Santo por la mañana, se abrió el templo para que hermanos y público en general pudieran visitar a las imágenes titulares de la hermandad escolapia. La Virgen, ataviada con saya bordada y el peto, se había colocado en el altar mayor de la iglesia y, delante, en las escaleras del presbiterio, la imagen tumbada del Cristo de la Expiración, realizando un aprisco con seis candeleros grandes de madera antiguos. En el retablo de la Virgen, en el crucero del lado del Evangelio, se montó el monumento eucarístico de Jueves Santo. Multitud de personas visitaron el templo, así como, la Real Federación de Cofradías con el Vicario General de la Diócesis, que, asimismo, hicieron la visita a todas la hermandades que debían de tener su estación de penitencia ese día, así como, el alcalde de Granada y otros grupos asociativos.

Viernes Santo 2021. Fot. de pág. facebook de la hermandad

Un nuevo logro ha conseguido la hermandad en los últimos meses de este año 2021: contar con nueva casa de encuentro de la hermandad. Después de las dificultades para esta aspiración se le ha cedido a la cofradía uno de los edificios religiosos más significativos en la historia cofrade de la ciudad: la ermita de San Sebastián, antiguo morabito musulmán, construido en 1218 y sacralizado en el siglo XVI como ermita de ese devoto santo. También es un lugar histórico por su procedencia y, en cuanto, allí se eligió el lugar para solemnizar la entrega de llaves de la ciudad  de Granada por el Rey Boabdil a los Reyes Católicos. También, fue un lugar de devoción al santo y una de las sedes de su histórica hermandad del siglo XVI, a la que se llevaba su imagen en determinadas procesiones, desde su sede permanente en la iglesia del Hospital de San Sebastián y San Fabián, que estaba en la Plaza de Bibrambla, en la esquina con la calle Príncipe.

La hermandad cuidará de dicha ermita, revitalizando su culto y, probablemente, celebrar en ella actos culturales, sociales y de encuentro entre cofrades y ciudadanos. 

Ermita de San Sebastián en el Violón

Una hermandad del Cristo de la Expiración, que como tantas otras de penitencia de la ciudad de Granada, puede ser el resumen de los esfuerzos de nuestras hermandades, desde su renacer en las primeras décadas del siglo XX, hasta nuestros días. Ellas han sufrido los más diversos avatares para mantener una Semana Santa, que renació cual Ave Fenix de las cenizas a las que se redujeron por múltiples acontecimientos históricos, que ocurrieron durante los siglos XVIII y XIX, primordialmente. Historia de esfuerzos, a veces heroicos, de privaciones, de miserias...etc., pero también de glorias y esplendores.







Patrimonio Musical

Expirando al cielo de Granada Tesifón Rojas (1994)
Expiración                           Miguel Mejías
Mayor Dolor                        López Carreño (2000)
Virgen de Andalucía            Sánchez Ruzafa (2000)
Sacra Expiración                Pacheco Palomo (2009)
Reina y Madre Escolapia    Vílchez Checa  (2010)
Señora de los Basilios         Manuel Ortega (2012)
Filius Dei                             Alonso Barba   (2013)
Mi alma en tus Manos         Vázquez Mateo (2014)
Regina Romae                     Gómez Cuenca (2015)  
Madre y Dolorosa                Perelló Lavilla (2015)
Parasceve                             Perelló Lavilla (2016)
El Mayor Dolor                    López Gándara (2017)
Reina Escolapia       Santiago Vico (2018)  Madonna                              Santiago Vico  (2019)  

Música de Capilla 
Ora pro nobis                   Cano Jiménez (2018)    Expiración                            Santiago Vico (2019)


Hermanos Mayores

1935- 1950            Felix Infante Vílchez

1950- 1951            José Gómez Sánchez-Reina

1951- 1952?          Antonio Parera Vialard

1952?-1965?         Ramón Fernández Alonso

1965- 1977            José Luis Alemán Alemán

                              Ricardo López Prieto-Moreno

1977-1981     (periodo sin hacer estación de penitencia) 

1981-1986            Antonio Caballero Luis

1986- 1988?         Antonio Sánchez Ramírez

1988?-1993          Manuel García Rejón

1993-1997            Francisco J. Navarrete Mayas

1997-2001            Juan M. García Montero

2001-2003            F. Jorge García Romera

2004-2005       Comisión Gestora (Nicasio García)

2005-2009            Manuel Gutiérrez Obrero

2009-2011            José Antonio Gómez Capilla  

2011-2019            David López Vigil   

2019-2023           José Luis Carmona Jiménez 

2023-                   Fátima Sánchez Valenzuela




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1. Antonio Padial Bailón, "Pervivencia y decadencia de las cofradías de penitenciales y de vía sacra de Granada. Del protobarroco a las Ilustración", p. 80, en II Simposio de Historia de la Semana Santa de Granada, Semana Santa de Granada: devoción y arte, de varios autores. Granada, 2019. 

2. Francisco Henríquez de Jorquera, Anales de Granada, pp, 234-235, edición de Antonio Marín Ocete, serie Archivum. Universidad  y Ayuntamiento de Granada, 1987.  

3. Antonio Padial Bailón, La Semana Santa de Granada a través de la Federación de Cofradías, pp. 126-127. Federación de Hermandades y Cofradías. Granada 2002.  

4. Antonio Padial Bailón, op. cit., La Semana Santa de Granada..., p. 127, y "La hermandad de penitencia de la Sangre de Jesucristo",  revista Gólgota nº 39, junio 2008, p.p., 69-71. 

5. Periódico El Defensor de Granada de 13 y 14 de abril de 1935.

6. Acta de la Federación de Cofradías de 8 de enero de 1940.

7. Según el P. Escolapio, don Enrique Iniesta Coulant-Varela.

8. Periódico La Política de 6 de abril de 1987.

9. José Miguel González Izquierdo, "Centenario de la cesión de Ntra. Sra. del Mayor Dolor a los Padres Escolapios", revista Gólgota 1990, p. 152. 

10. Antonio Padial Bailón, blogspot La Granada Eterna,  http://apaibailon.blogspot.com/2014/11/hermandad-del-santo-cristo-de-las-penas.html.

11. José Miguel González Izquierdo, Revista Gólgota 1989, nº 1 pp. 146-152. Federación de Cofradías de Granada; periódico Ideal de Granada de 15 de abril de 1943 y 4 de abril de 1944.

12. Periódico Ideal de 1 de abril de 1942.

13. Ibídem de 24 de marzo de 1944.

14. Diario Patria de 4 de abril de 1944.

15. Antonio Padial Bailón, op. cit, La Semana Santa de Granada a través... pp. 159-160. 

16. José Miguel González Izquierdo, en artículo citado, p.149. y el periódico Patria de 23 de marzo de 1950.

17. Periódico Patria de 2 de abril de 1953.

18. Periódico Ideal de Granada de 13 y 18 de abril de 1957.

19. Página web de la Hermandad en su apartado "Historia".

20. Periódico Patria de 26 de marzo de 1959.

21. Ibídem de 1 de abril de 1961 e Ideal de Granada de 2 de abril de 1961.

22. José Miguel González Izquierdo, artículo citado, p. 151.

23. Antonio Padial Bailón, op. cit, La Semana Santa de Granada a través...p., 264.

24. Ibídem, p, 265, y acta de la Federación de Hermandades y Cofradías de Granada de 9 de mayo de 1977.

25. Apuntes del autor, basados en ser testigo presencial.

26. Periódico Ideal de Granada de 11 de abril de 1993.

27. Revista "Gólgota,94", p.48. Actualidad.

28. Francisco Henríquez de Jorquera Anales de Granada, tomo II, pág. 571. Edición, Antonio Marín Ocete, Granada 1987.

29. Revista "Guia de Jesús Despojado" 2006, pp. 80-81.

30,32,33. https://hermandadescolapiosgranada.blogspot.com/p/historia.htm

34. Antonio Padial Bailón, La Cofradía de los Ferroviarios: Buena Muerte y Amor y Trabajo. Reseña histórica, p.69. Granada 2003.

35. Diario Granada Hoy, de 27 de febrero de 2020.