MARTES SANTO
LA LANZADA
Antecedentes
No existió en Granada en siglos anteriores antecedente penitencial sobre una hermandad que diera culto al momento pasionista de la Lanzada de Longinos en el costado del cuerpo inerte de Ntro. Señor Jesucristo.
También, puede que existiera una hermandad que diera culto a una imagen de Ntra. Sra. de la Caridad, pero ciertamente existió, al menos, una Virgen de esta advocación en el Convento de Agustinos Descalzos, que estaba situado en el Albaicín, frente al convento de monjas agustinas de Santo Tomás de Villanueva, llamadas por el vulgo "Tomasas". Ocupaba el convento de estos agustinos y su iglesia, dedicada a Ntra. Sra. de Loreto, el solar donde, tras la desaparición de este cenobio, se construyó el Carmen de San Agustín, inmediato a la placeta del Abad.
La noticia que tengo de esta imagen viene en un inventario de la Exclaustración de 1837, sobre las bienes que quedaron en el convento agustino descalzo, una vez que éste se suprimió. La Virgen de la Caridad estaba situada en un altar o capilla, junto con las imágenes de San Buenaventura, San Juan de Sahagún, santo leonés de la orden agustina, y San Antonio.
Se describía en el citado inventario: Altar de Nuestra Señora de la Caridad. Imagen con manto de seda y adornos de hojalata. Imagen de San Buenaventura, San Juan de Sahagún y San Antonio, con paño de seda con ramos; cuadro grande de la Purísima y dos pequeños, representando un martirio; otro cuadro de Santa Rita; una cruz y cuatro candelabros de madera; un atril, dos macetas con flores contrahechas y cuatro cornucopias pequeñas (1).
Parece, que tras la exclaustración, dicha imagen de la Virgen paso al convento frontero de las monjas de la misma orden, las Tomasas, donde se le seguiría dando culto, pues hay constancia de ello en 1853, en el que se le dedica una función con jubileo en el día 4 de septiembre de ese año, que predicó el Padre Nicolás Brieva. Estos cultos se seguirán celebrando, al menos, hasta 1857 (probablemente también se celebrarían los años anteriores y posteriores) (2).
Parece que hacía los años ochenta del siglo XIX le imponen la advocación de Ntra. Sra. de Amor Hermoso, realizándole función el primer domingo de junio por la mañana y procesión por la tarde. En la siguiente década de los noventa de dicho siglo, se le dedican en esa misma época del año los cultos a la Preciosísima Sangre junto a un Crucificado que , también, le dan la advocación de Cristo del Amor Hermoso.
Con toda seguridad, que la imagen agustina de la Virgen de la Caridad, o con su otra advocación del Amor Hermoso, permanecerá aún dentro de la clausura del convento de Santo Tomás de Villanueva "Tomasas", aunque, por las dificultades lógicas de la clausura no ha sido posible hacerme con una fotografía de la imagen.
Será a finales del siglo XX, concretamente en 1984, cuando se funde una hermandad para dar culto y procesionar dicho misterio de la Lanzada con su imagen mariana de María Santísima de la Caridad.
Fundación de la Hermandad
Será el día 20 de Noviembre 1983, cuando un grupo de cofrades y vecinos del barrio del Zaidín realizan una reunión con el objeto de fundar una hermandad en un sector de Granada, como es dicho barrio, que en aquella época carecía de cofradías de penitencia, y dónde residían muchos vecinos procedentes de barrios cofradieros como el Albaicín o el Realejo.
La reunión se celebró en la cafetería “Zaidín”, propiedad de José Pedro Rojas Mesa, que muchos años había sido hermano mayor de la Cofradía de María Santísima de la Aurora. Entre los reunidos se encontraban Cayetano Junco Martínez y Francisco Beltrán Jiménez, que con otras personas constituyen una especie de gestora para realizar los trámites y actividades conducentes a la fundación de la Hermandad.
Primeramente, se dirigen a la parroquia del Corpus Christi, en el centro del barrio, pero las gestiones que realizan con el párroco no dieron el resultado apetecido y optan por acudir a otra iglesia parroquial del barrio: la de Nuestra Señora de los Dolores, situada en el borde del Zaidín, en el lugar conocido desde antiguo como la Cruz de Lagos, junto a la Avenida que conduce a Armilla, y frente al Parque de las Ciencias.
En esta ocasión, logran convencer al párroco, D. Francisco Hoya Linares, que deseaba dar vida a la parroquia con grupos parroquiales integrados en ella, para que acogiera en la iglesia a esta hermandad en ciernes.
En sus reuniones en la "Cafetería Zaidín" coincidían con un grupo de jóvenes del cercano Colegio de los Salesianos, que estaban constituyendo en el Colegio otra hermandad de penitencia: la del Cristo de la Redención, y por la gran proximidad de las sedes de ambas fundaciones pensaron en la posibilidad de fusionar ambas hermandades, pero dado que la idea de aquellos alumnos era imprimir en su hermandad el espíritu salesiano, no consideraron oportuna la unión de ambos proyectos.
En principio no tenían una idea muy clara de cuáles iban a ser las advocaciones de sus Sagrados Titulares - aunque siempre con la idea de que el paso debería de ser de los llamados de “Misterio”- y entre las opciones que consideraron estaban la de la Quinta Angustia y Lanzada, ganando más adeptos esta última.
Pensaron, que el paso debía de representar el momento pasionista del Calvario en el que centurión Longinos asesta un golpe de lanza al costado del Salvador, para comprobar la efectividad de su muerte. Para ello, se contempló encargar la imagen de un Crucificado y el romano Longinos montado a caballo en actitud de clavar la lanza en el costado de Cristo, provocando la sagrada llaga. También, irían en el paso las imágenes de una Virgen Dolorosa, San Juan y María Magdalena, para lo que encargan una gran parihuela que pudiera acoger a las imágenes componentes del misterio.
La disposición y las imágenes del paso vendrían inspiradas en el misterio homónimo de la ciudad de Cartagena. No era la primera vez en la historia de nuestra Semana Santa, que se mirara hacia el Levante, para inspirarse por algunas de nuestras cofradías.
Estos fundadores redactan la Reglas de la cofradía, que son aprobadas canónicamente a los pocos
meses de presentarlas en el Arzobispado, el 25 de Mayo de 1.984, con el título de Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Lanzada y María Santísima de la Caridad.
Pensaron en que José Pedro Rojas Mesa debía de ser el primer hermano mayor, pero el hecho de ser, a su vez, directivo de la Cofradía de la Aurora constituía un impedimento, por lo que se propuso para el cargo a Luis Garzón Martín, feligrés del barrio y miembro de las hermandades de la Patrona de Granada y del Cristo del Consuelo.
Finalmente, a José Pedro Rojas Mesa, se le eligió para el cargo de mayordomo mayor, siendo el párroco de la iglesia sede, D. Francisco Hoya Linares, su primer consiliario. También se nombra Hermano Mayor Honorario al Cuerpo de la Intendencia Militar.
Pero, definitivamente, la primera directiva de la hermandad estuvo formada por el hermano mayor, Luis Garzón Martín; vicehermano mayor, Enrique Robles Martínez; secretario, Cayetano Junco; tesorero, Antonio Martos López; contador, Francisco Beltrán Jiménez; albacea, Miguel Colacio. También formaban parte de ella: Serrano Tubio, Agustín Pacetti López, Elvira Sánchez Sánchez y Purificación Alférez, además de Cristina, la esposa de José Pedro Rojas Mesa que fue la primera camarera mayor (3).
La imagen del Cristo de la Lanzada
Inmediatamente, encargan al escultor granadino Antonio Barbero Gor, de tradicional familia de escultores, la imagen del Santísimo Cristo de la Lanzada, que tiene finalizada la obra para su bendición, que se lleva a efecto el día 16 de febrero de 1985, en solemne función religiosa celebrada en la iglesia sede de Ntra. Sra. de los Dolores.
La bendición del Cristo de la Lanzada
Previamente, la imagen fue visitada el día 8 de febrero por representantes de la Real Federación de Cofradías para comprobar si la talla efectuada se avenía a las normas artísticas y estéticas para poder procesionarla de dicho organismo cofrade, cuyo informe resultó ser positivo. Así como, lo fue con respecto a los enseres con los que iba a procesionar la hermandad.
Dicha comisión estuvo formada por el Consiliario de la Federación, D. Carlos del Castillo; su Presidente, D. Miguel López Escribano; el hermano mayor de la cofradía de la Alhambra, Sr. Olivares; de la Cofradía de las Penas, D. Francisco Gómez Montalvo y de la Santa Cena, D. José Gómez Sánchez-Reina. También les acompañó el Delegado de Arte de la Curia Eclesiástica, D. Antonio Espigares.
A mediados de los años ochenta la Federación de Cofradías mostraba una mayor preocupación para que las imágenes y enseres de las cofradías, especialmente las de nueva fundación, cumplieran las exigencia mínimas en el aspecto artístico y estético para poderlas procesionar y darle culto. Serían esta cofradía y la del Cristo de la Redención las primeras en someterse a dichas exigencias por parte de la nueva Comisión de Arte y Ornato para poder procesionar.
La imagen del Señor fue situada en el presbiterio de la iglesia de Ntra. Sra. de los Dolores, sobre una parihuela y paño burdeos en posición inclinada rodeada de cirios de cera blanca y varios centros de flor de clavel rojo. Fue bendecida por el párroco, Sr. Hoya Linares y por el consiliario de la Federación, D. Carlos del Castillo, asistiendo a la ceremonia representantes de varias cofradías, entre ellas, las que apadrinaron a la hermandad (Cofradía de las Angustias de la Alhambra y la del Silencio), la de Jesús Nazareno de Baza y de la Real Federación.
Después de la bendición la imagen fue colocada en posición vertical en el testero derecho de la iglesia, según se accede a ella, lugar donde se veneró durante varios años. También se bendijeron la cruz de guía, realizada por Mariscal y remates de orfebrería Angulo de Lucena, faroles de artesanía granadina granadinos y diversos enseres, que había encargado la hermandad para procesionar.
Las dificultades que presentaba la escasa puerta de la iglesia de los Dolores, unido al largo itinerario, hicieron que se pensara en efectuar la salida procesional desde otro templo. Los fundadores acudieron para ello al Sagrario de la Catedral y al convento de San Antón, negándose las monjas capuchinas a la propuesta. Por el contrario, sí lograron que el párroco del Sagrario consintiera en que se iniciara la estación de penitencia desde esta céntrica iglesia, pero el cese del párroco por una fractura de cadera hizo que acudieran a la Catedral, sirviéndose de la ayuda del sacristán, Antonio Almirón y de los familiares de Luis Garzón, campaneros del templo metropolitano, para obtener la autorización para salir de la Catedral, aunque el regreso sería a su sede de los Dolores (3).
La primera salida penitencial
Como prólogo a su primera salida la hermandad instituyó un pregón en la Cuaresma que fue pronunciado por el periodista Tito Ortiz en el Colegio del Carmelo de Carmelitas Misioneras, ubicado en el Barrio del Zaidín.
Se acercaba la Semana Santa de 1985 y la hermandad contaba, en tan escaso tiempo desde su fundación, con una nómina de cerca de 600 hermanos y con los elementos indispensables para realizar su primera estación de penitencia por el centro de la ciudad y por la Carrera Oficial.
Se le había asignado por la Real Federación como día de salida el Lunes Santo de aquel año, iniciando su estación de penitencia desde la Santa Iglesia Catedral Metropolitana a la cinco de la tarde, como primera cofradía del día, para realizar el más dilatado recorrido de las hermandades que entonces existían.
Era el 1 de abril de 1985, cuando la Cofradía se puso por primera vez en la calle. Ese primer año siguió la hermandad el siguiente itinerario: calle de la Cárcel, Gran Vía, Plaza de Isabel la Católica, Pavaneras, San Matías, Navas, Plaza del Carmen, Príncipe, Bibrambla, Pescadería, Marqués de Gerona, Pasiegas, Puerta de la Catedral, Pie de la Torre, Cárcel, Gran Vía, Pavaneras, San Matías, Plaza de Mariana Pineda, Campillo, Carrera de la Virgen, donde realizó estación ante el templo de la Patrona de Granada, para desde allí, cruzando el río Genil, adentrarse en su barrio.
Una cruz de taracea granadina escoltada por dos grandes faroles de estilo nazarí iniciaban la marcha, seguidos por dos filas de nazarenos con hábito blanco, capillo y capa de seda morados; finalizando con el paso del Cristo de la Lanzada sobre una gran parihuela, la mayor de la Semana Santa de Granada, que se había fabricado con vistas a procesionar el gran "paso de misterio", que antes hemos expuesto; llevaba con cuatro hachones en las esquinas, realizados por A. Moreno Carrasco. Lirios en el pie de la cruz y calvario de clavel rojo era el exorno floral, y rematando el contorno, unos respiraderos de malla dorada.
Asistió a la estación de penitencia el Senador Díaz Berbel, el concejal Castillo Higueras, Tomás Sola y Santiago Lozano, por la Asociación de la Prensa Hermano Mayor Honorario, cerrando la comitiva una representación de la Cruz Roja (4).
También el escultor Barbero Gor tuvo finalizada la figura de Longinos para esta Semana Santa, que figuró de pie, esgrimiendo la lanza, tal como hoy aún se representa.
Para el año siguiente de 1986, la hermandad encarga al escultor Miguel Zúñiga Navarro, discípulo de Domingo Sánchez Mesa, la imagen de la Virgen de la Caridad, que la tuvo finalizada para inicios de 1986, siendo bendecida por al arzobispo de Granada, D. José Méndez Asensio el día 23 de febrero de ese año en la iglesia sede. Como representante del Ayuntamiento estuvo presente en la ceremonia el concejal José Miguel Castillo Higueras. También el Prelado bendijo a continuación la primera casa de hermandad, que estaba situada en la cercana Circunvalación nº13.
Parece ser, que se había encargado al escultor Antonio Barbero una imagen de talla de la Virgen para que ese año formara parte del paso a los pies de la cruz del Cristo de la Lanzada, pero no sabemos las circunstancias por las que dicha imagen no se llegó a realizar (5). Seguramente, la falta de medios económicos, en unos años en los que se había hecho un gran esfuerzo para poner en marcha la cofradía pudiera haber sido la causa de desistir de ese proyecto.
La Virgen de la Caridad se situó en un altar del presbiterio en el lado del Evangelio para su bendición, adornado con clavel blanco, que será la flor que usará durante muchos años en su paso de palio, y alumbrada con cirios blancos y una cruz solitaria de Calvario con sudario de encaje a sus espaldas, signo de la Soledad de la Virgen tras el Descendimiento.
Este segundo año de la salida procesional de la hermandad, realizada el día 25 de marzo, en el que ya formaba parte de la Real Federación de Cofradías, se le asignó como día de salida el Martes Santo, como primera cofradía del día, y así ha permanecido hasta nuestras fechas. Se inició la estación de penitencia en la Catedral para encerrarse en su iglesia sede, como el anterior año, y así continuará en los siguientes.
La Virgen iba bajo palio de terciopelo negro con fleco dorado y dos borlones en cada uno de los varales realizados en metal niquelado, siendo el exorno floral de clavel blanco y gladiolo rosa pálido. Una randa de malla dorada hacía las veces de respiradero, y en lugar de ciriales llevaba faroles de artesanía granadina.
Un largo manto de terciopelo negro cubría a la imagen, con dos faroles de orfebrería, realizados por el taller de los Hermanos Moreno y que parecen que eran los del paso de Ntra. Sra. de la Soledad del Calvario, de la Hermandad del Santo Entierro, situados en las esquinas traseras del paso de palio.
El paso de la Virgen empezó a ser procesionado por hermanas costaleras; una novedad en la ciudad de Granada, y tal vez, en todas las ciudades andaluzas, que sería secundado en años sucesivos por otras cofradías, como la del Trabajo y la de los Estudiantes. Gran impresión causó en el público que contemplaba la procesión por el buen hacer de estas hermanas, que se constituiría en un referente a imitar.
Para la Semana Santa de 1987 se le bordó a la Virgen de la Caridad 54 estrellas doradas en el manto negro, que fueron costeadas por igual número de hermanos y bordadas por la Esclavas del Santísimo, que también bordaron el guión; en el techo se pusieron dos grecas de pasamanería, y en el "gloria", una pintura de la Inmaculada. También, la imagen llevaba una corona realizada en los talleres de Angulo de Lucena.
Otra importante novedad se produce en 1988, cuando la hermandad, que había estado solicitando de la Federación de Cofradías, debido a su extenso itinerario, el salir de la Catedral y pasar por la carrera oficial en sentido inverso al de las restantes hermandades, para dirigirse a su sede directamente desde la finalización de la carrera oficial. La Federación aprueba este cambio de sentido dicho año, evitando tener volver a la Catedral una vez pasado el itinerario oficial.
Ello le permitía atrasar su salida a las 7:15 y, al regreso, visitar parte de su barrio, donde se realizaba un homenaje de cohetes, luz y agua en las fuentes de la Circunvalación, donde tenía su casa de hermandad la cofradía. Era una costumbre de algunas cofradías, que procedía de los años cuarenta del siglo pasado, el realizar estos homenajes, con bengalas u hogueras.
El nuevo itinerario sería dirigirse desde la Catedral a las Calles Marqués de Gerona, Pescaderia, Bibrambla, Príncipe, Plaza del Carmen, donde estaba la tribuna, y seguir por Navas, Cuadro de San Antonio, Ganivet y Plazas de Mariana y Campillo, para dirigirse hacia al Zaidín. Este sentido inverso del itinerario oficial no perjudicaría al resto de las hermandades del día, por ser la Lanzada la primera de la jornada.
Al llegar la cofradía al Zaidín, no iba directamente a su templo sino que se internaba en él por la Calle Poeta Manuel de Góngora y Andrés Segovia, hasta la Plaza de Fontiveros, Palencia y Avenida de Cádiz, Los Cisnes, encerrándose en su templo a las 2:30 de la madrugada.
Ese año 1988 se estrena el Simpecado de la Virgen en seda blanca y bordados con dibujos vegetales en oro, y una escultura en el centro de la Inmaculada Concepción, realizada por Miguel Zúñiga. Fue donación realizada por la devoción de un cofrade y el bordado por el taller de las camareras de la Virgen.
En el año 1989 un nuevo núcleo se incorpora a la cofradía, en esta ocasión será de carácter musical y fue la creación de una banda propia de cornetas y tambores de cabecera para abrir la marcha de la cofradía. Para seguir a cada uno de los Titulares se contrató a la Banda Municipal del Padul para el Cristo y a la Banda Municipal de Dúrcal para el paso de la Virgen. En 1990 seguirá ampliando su banda de cornetas y tambores; ese año, también se contratará a la banda sevillana de la localidad de Utrera.
Eran los años en los que se empezaba a proliferar estos grupos musicales dentro de las hermandades, y la de la Lanzada fue una de las primeras en contar con banda agregada a la cofradía. Ese año la hermandad apadrina a una nueva cofradía que se funda en el Barrio del Zaidín: la del Señor de la Resurrección y María Santísima del Triunfo, en la zona de los Vergeles. Se le obsequió a la nueva hermandad con un llamador costeado conjuntamente con la otra hermandad madrina, la de Santa María de la Alhambra.
Llevaba cinco años la hermandad iniciando su estación penitencial desde la Catedral y cada año aumentaba la presión del cabildo catedralicio para que abandonara el templo metropolitano. Ya en 1990 se le prohibió que saliera por la puerta principal, para que lo hiciera por la bella portada del Perdón, de Diego de Siloé. Finalmente, se llegó un acuerdo, permitiéndose la salida por la principal, pero debiendo de subir por la calle de la Cárcel y Gran Vía hacia el itinerario oficial.
Por aquellos años de principios de los noventa se apreciaba un sensible estancamiento en la cofradía, sin ningún proyecto de cierta envergadura y con la inseguridad de su estancia en la Catedral para la salida penitencial.
La hermandad en ese año realizó los trámites oportunos para liberar a un preso, pero su solicitud le fue denegada por la autoridad competente. No era la primera vez en Granada que una cofradía deseaba realizar este acto de liberación, en otras ocasiones, también lo habían gestionado las cofradías de la Soledad, la del Santo Vía Crucis y la de María Santísima de la Aurora.
No se contemplaba ya la posibilidad de realizar un paso de misterio por diversas causas, entre ellas: el largo recorrido con un paso de dichas dimensiones y peso; la imposibilidad material de poder salir por la pequeña puerta de la iglesia un paso de esas características, unido a la necesidad de abandonar la Catedral como templo de salida, y la escasez de medios económicos con que contaba la cofradía.
Debido a ello, se decidió acortar la gran parihuela prevista para el paso de misterio, pero se eleva ésta de altura, puesto que sólo, y de momento, se iba a procesionar al Cristo Crucificado y a la figura de Longino.
Se comienza a observar a partir de 1992 indicios de cierta recuperación con respecto a los años anteriores; así en ese año se le realiza una saya bordada en oro a la Virgen de la Caridad, donativo de una feligresa, realizada en el taller de Ángel Perea, remates de los brazos de la cruz del Cristo, el llamador de su paso, vara del hermano mayo (Ángulo. Lucena) y varios faroles.
El paso del Crucificado de la Lanzada se alzó en 1992 dentro de la Catedral al martillazo del llamador, golpeando el madero el director de "Hipercor", Francisco Rojas, para marchar sobre los hombros de sus 44 costaleros, que iban mandados en estos años por el capataz Rafael Párrizas. Al traspasar la puerta del templo comenzaron los acordes musicales de la Agrupación de "Santa María del Triunfo". La banda de cabecera de cornetas y tambores de la hermandad, había pasado ese año a formar parte de la Agrupación Cristo del Consuelo. No obstante, en la hermandad se había formado una agrupación musical propia, cuyo uniforme estaba basado en el de la Infantería de Marina, que estrenaría en 1996.
La Virgen de la Caridad sobre sus costaleras, mandadas por el capataz José González, marchaba con su ya tradicional Banda Municipal de Dúrcal. Un nutrido número de representaciones acompañaban a la cofradía en estos años: Cuerpo de Intendencia Militar, Caja Rural, Asociación de la Prensa, Cruz Roja y Ayuntamiento de Granada.
La hermandad en estos años pasaba a su regreso al templo sede por las calles de la Alhóndiga y San Antón para pasar el río Genil por el puente del Palacio de Congresos y adentrarse en el barrio por la calle Profesor Tierno Galván, Avenida de Italia y Palencia.
La hermandad estaba decidida a acometer este nuevo proyecto de paso del Señor de más reducido tamaño, y en diciembre de 1992 encarga al tallista de Priego de Córdoba, Cristóbal Cubero, la realización de la talla del mismo, que se verá en una primera fase en la Semana Santa de 1993.
Sería 1993 el último año que se saliera de la Santa Iglesia Catedral. No se pudo dilatar más el tiempo de permanencia para su salida desde este templo, acordando con la autoridad eclesiástica y, especialmente, por la buena acogida del párroco del Sagrario, D. Manuel Morcillo, que se hiciera en años sucesivos desde la iglesia de Santa María de la O (Sagrario de la Catedral), y allí, se montaron los pasos para el Martes Santo de 1994 (también allí estaba acogida para su salida la Hermandad de Jesús Cautivo).
Ese año la hermandad contaba con un nuevo hermano mayor: Francisco Beltrán Jiménez, uno de los fundadores de la hermandad y hombre de gran entusiasmo por su cofradía. Había sido en principio contador de la misma, ocupando después diversos cargos en la cofradía, y en éste, de hermano mayor, impulsó la entrada de jóvenes en la directiva y la total realización del paso del Señor.
Los pequeños incidentes que forman parte del anecdotario cofrade, diremos que a la salida de la iglesia del Sagrario se le suprimió el remate superior de la cruz del Cristo para que no rozara con el dintel de la puerta (hay que afirmar que con esta nueva puerta los costaleros habían de salir en cuclillas), pero luego, quizá con la emoción de la salida, al prioste o al encargado de ello, se el olvidaría devolver el remate de la cruz a su lugar hasta la calle de Navas, donde se le puso antes de entrar en tribuna (6).
El día 1 de abril de 1995 se realiza el traslado de los Sagrados Titulares desde la iglesia de los Dolores, sede de la hermandad, hasta la parroquial del Sagrario, para en los siguientes días proceder al montaje de los pasos.
Ese año, se completó la talla del paso del Cristo de la Lanzada por el tallista Cubero y se bordó la nueva bambalina frontal del palio de la Virgen en trabajo dorado de recorte, realizado por Ángel Perea con fleco de los llamados de bellota. La Caridad, como de costumbre, iba con exorno floral de clavel blanco y los frisos, esquinas y jarritas de orquídeas.
La iniciación del dorado del paso del Cristo se produjo en 1996, saliendo esa Semana Santa con el canasto dorado en pan de oro y unos ángeles en las esquinas policromados por Cristóbal Cubero, de Priego de Córdoba.
La amenaza de lluvia se cernía desde la mañana del Martes Santo de 1996, pero por la tarde se despejó y la cofradía puso ponerse en la calle sin temor a incidente meteorológico alguno. Un casco azul iba a los pies del Cristo de la Lanzada puesto por uno de sus costaleros, que había estado en misión humanitaria en Bosnia.
En septiembre de ese año la hermandad obtiene la aprobación de sus nuevas reglas adaptadas a las disposiciones del Estatuto Marco, elaborado por la diócesis granadina.
Todo discurrió normalmente el Martes Santo de 1997, aunque al llegar la hermandad al Palacio de Congresos empezó a llover y hubo de acelerarse la marcha, evitando el paso por algunas calles para llegar por la Avenida de Barcelona a su templo de los Dolores. De todas formas, no se pasaría por las Fuentes de la Avenida de Dilar, suprimiéndose el encendido de bengalas que se hacía este lugar durante los anteriores años, lo que causaba un adelanto del horario de regreso en poco más de media hora.
Eran en estos años capataces: Rafael Tapias, que mandaba a los costaleros del Cristo, y Juan Moreno a las hermanas costaleras del paso de palio, que en 1997 iba adornado con bellas rosas blancas. Por causas de índole personal del tallista dorador, Sr. Cubero, no se pudo ese año estrenar el dorado del respiradero, que era la novedad prevista en esa Semana Santa.
La incomodidad de tener que realizar su salida penitencial desde un templo del centro de la ciudad, como es el del Sagrario de la Catedral para volver al mismo lugar cuando realizaba el itinerario oficial y desde aquí emprender el regreso al Zaidín, hizo que la hermandad tuviera que adoptar una decisión que había estado demorando varios años: el montaje de una carpa en la pequeña placeta de la iglesia de Ntra. Sra. de los Dolores, donde se formaran los pasos y salieran el Martes Santo de ella.
No era una decisión que gusto de nadie, pero las circunstancias obligaban a ello. Y fue, en 1998, cuando la hermandad se decidió a esta solución, sin dejar de prever la posibilidad de que en un futuro se pudiera contar con una capilla de salida o agrandar la entrada de la iglesia.
Tras el Concilio Vaticano II, tan poco proclive a las manifestaciones religiosas populares, buscando una espiritualidad más íntima del fiel y más cercana a la interrelación creyente-Eucaristía, no se había percatado o, al menos, no le había concedido relevancia a la necesidad de que en los templos de nueva erección se construyeran puertas suficientes para dotar al nuevo templo de la holgura oportuna para las salidas procesionales tradicionales y ancestrales andaluzas, con paso de gran envergadura necesarios para representar los misterios de la Pasión.
Como sucedáneo de una correcta salida procesional desde el interior de la iglesia, se realizó una carpa donde montar y albergar los pasos, aunque ello llevara anexo otras dificultades y trabajos extra de algunos hermanos, para desmontar los pasos a regreso de la estación de penitencia a altas horas de la madrugada del Miércoles Santo. Pero el entusiasmo y amor a sus imágenes hacían insignificante este extraordinario y penoso trabajo de desmontaje.
Pero salía de su sede en 1998 para volver a ella, haciendo el itinerario completo, que ha ido realizando desde ese año hasta nuestros días. Con la amplia Avenida de Armilla, rebosando de gente, el Cristo de la Lanzada y la María Santísima de la Caridad hicieron desde allí su primera salida a los acordes de la marcha "Señora de Sevilla" interpretada por su agrupación musical, recibiendo su hermandad y Titulares el fervoroso aplauso de los numerosos vecinos allí presentes. La Virgen llevaba el homenaje de centenares de claveles blancos y orquídeas que adornaban su paso de palio.
La Hermandad realizaba por estos años un solemne triduo cuaresmal con función el siguiente domingo, en la que se procedía a un besapies de la imagen del Cristo y en el mes de mayo otra función a la Virgen de la Caridad, así como en el día de la Inmaculada su tradicional besamanos con función.
En 1999 se realizaron un ciclo de conferencias en la casa de hermandad sobre historia de la Semana Santa, el orden de las insignias procesionales y la estación de penitencia. También se formaron grupos de oración y de liturgia, los miércoles de cada semana.
Se estrenó en la Semana Santa de 1999 un llamador para el paso del Señor, que representa a Longino con la lanza sobre un caballo, que fue realizado por el orfebre Ramón León de Sevilla. Y se aprobó un nuevo proyecto para el palio de María Stma. de la Caridad, por lo que el bordado del palio en recorte se paralizó desde ese momento.
La Hermandad había cambiado de casa de hermandad por este tiempo, pasándola a la Avenida de Barcelona nº 8. Edificio "Las Palmas", también cerca de sus sede de la iglesia de los Dolores.
También, cambiaría de capataz el paso de la Virgen, que hasta el momento había sido un varón, para que las costaleras de María Santísima de la Caridad fuese portada por una mujer, que en este caso fue Consuelo Camarero Castillo. También la imagen iba siendo vestida por una mujer: Elvira Sánchez Sánchez.
La Hermandad en el siglo XXI
La Semana Santa de Granada a finales de los años noventa y principios del siglo XXI estaba alcanzando unos niveles de participación de jóvenes y ciudadanos en general no conocido desde hacía cinco décadas.
Por otra parte, las relaciones entre las cofradías y la autoridad eclesiástica se vio en un momento de acercamiento no conocido, al acceder a la diócesis granadina el nuevo arzobispo D. Antonio Cañizares Llovera, que abrió las puertas de la Catedral a las cofradías granadinas en la Semana Santa de 2000, como Año Jubilar, para realizar la tan anhelada estación de penitencia dentro Metropolitano y ante su Capilla Mayor.
Este año 2000, la lluvia se presentó el Domingo de Ramos y el Martes Santo, cuando todas las cofradía estaban en la calle, obligando a algunas a regresar a sus templos. La de la Lanzada se vio afectada por los chaparrones cuando regresaba a su templo, teniendo que acelerar su marcha, descomponiéndose en determinados momentos el orden de su procesión. No obstante, la finalidad primordial de ese año, la estación de penitencia en la Catedral y ganar el Jubileo, la vio cumplida.
Por fin, en la Semana Santa de 2001 se estrenó el respiradero totalmente dorado en pan de oro, en esta ocasión, por los doradores granadinos Cecilio Reyes Espínola y Encarnación Rodríguez. Un Martes Santo en el que los granadinos admiraron este bello paso de Cristo a falta del cambio de los tradicionales hachones, que iban a ser sustituidos por candelabros de guardabrisa tallados en madera y dorados.
La Virgen de la Caridad también estrenó en 2001 una toca de maya bordada en hilo de oro por el taller sevillano de García y Poo. La hermandad, como otras muchas, había contratado a profesionales sevillanos para muchos de sus trabajos.
En 2001 la hermandad adoptó el sistema de costal para portar el paso del Cristo de la Lanzada. Muchas cofradías granadinas estaban en esos años optando por esta forma de llevar sus pasos, tan característica de la Semana Santa de Sevilla y que había calado extraordinariamente en el gusto de capataces y costaleros, aunque algunas hermandades se mostraban reacias a introducirlo. En los años siguientes se generalizaría.
Casi terminado el paso del Cristo de la Lanzada (a falta de los candelabros), la hermandad se ocupará en los años venideros de proceder a la reforma y enriquecimiento del paso de palio de la Virgen de la Caridad y que iremos apreciando su transformación en los siguientes años. Así, en 2002, ya se prepara el armazón de madera de su respiradero, adornándolo estética y provisionalmente con maya de tisú color dorado. Ese año, al entrar en el barrio, una bella petalá , recibió a la Virgen de la Caridad, que iba adornada con flores de cera y dos Marías de igual estilo a los lados, y que seguía siendo vestida por una mujer, Cristina Sánchez Tubio.
Ese año se celebra cabildo de elecciones en el que resultó elegido hermano mayor José Manuel Cuadros Estévez y vice-hermano mayor, José Pedro Rojas Mesa, siendo consiliario, Antonio Guerrero Álvarez y diputado mayor de gobierno, José A. Quirantes Castro, antes lo había sido, Miguel Ángel Fernández.
Asimismo, la hermandad había cambiado, era la tercera vez, de casa de hermandad, para situarla en la Colonia de San Sebastián en su bloque 10, frente a Carrefour de la Avenida de Armilla.
Se había contratado con el orfebre sevillano Ramón León Peñuelas la hechura de un respiradero de orfebrería para el paso de la Virgen, que se estrenaría en la Semana Santa de 2003. También, los faroles de la cruz de guía, realizados por el mismo orfebre, inspirándose en la fachada de la Basílica de la Patrona de Granada, y que sustituyeron a los primitivos de artesanía granadina.
Un nuevo simpecado y de original diseño se estrenó ese año, sustituyendo el de 1988 que bordaron las camareras de la Virgen. Éste también fue bordado por ellas para conmemorar el 150 Aniversario de la Proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción de María.
La cofradía a las cuatro de la tarde se puso en marcha hacia el centro de Granada y llegó a la Catedral en su estación penitencial, pero apenas había salido por la Puerta del Perdón, cuando comenzó a llover con tal intensidad que la hermandad decidió regresar al interior del templo catedralicio.
Ya había habido un aviso al poco tiempo de ponerse en la calle cuando cruzaba la cofradía el Puente Romano, intensificándose con un chaparrón al llegar a la basílica de la Patrona de Granada; cesó y se pudo continuar hasta la Catedral, donde llegaron y permanecieron los cofrades en perfecto orden.
Ese año, en el paso del Cristo se estrenaban los candelabros de guardabrisa, suprimidos los hachones, que había llevado durante 19 años. Dichos candelabros fueron tallados por Antonio Ibáñez, de Sevilla, aunque ese año aún no estaban con el dorado.
En la Cuaresma de 2004 la hermandad aparte de los cultos tradicionales del triduo y función celebró el Sábado de Pasión el descendimiento del Cristo y un vía crucis con la imagen, que finalizó en un devoto besapies. Era el prólogo de la elevación de la imagen al paso para la estación de penitencia del Martes Santo.
La cofradía iba completando insignias y enseres; ese año se realizó el Senatus, donado por un grupo de cofrades, y bordado por Genoveva Rodríguez, con vara de orfebrería de Ramón León (estrenado en 2005), más una toca de sobremanto para la Virgen bordada en hilo de oro, realizada por las hermanas de la cofradía.
Al contrario de 2003, con un tiempo espléndido se presentó el Martes Santo de 2004 y la Cofradía hizo su estación de penitencia, deteniéndose, como era habitual, ante la Basílica de la Patrona, verdadera estación para la Hermandad.
Había pasado a su entrada en el centro de la ciudad por el Puente Romano del Genil, uno de los sitios más relevantes por los que la cofradía discurría; lo mismo que, al regreso a su templo, lo constituía la calle de San Antón, con su estación ante el Cristo de San Agustín, en el Convento del Ángel Custodio.
La corrección con la que efectuó esta cofradía su estación de penitencia de 2003 y la compostura y acierto con que resolvió el incidente, cuando se vio sorprendida por la lluvia, le valió la concesión del premio "Nazareno del Año", que otorgaba Radio Granada cada año. Premio que se le entregó en mayo de 2004, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Granada.
En este esplendor externo mostrado por la hermandad en 2004 no se correspondía con su situación interna de grave crisis de gobierno, que respondía a unos hechos que se produjeron a principios de 2004.
Ocurrió, que miembros de la hermandad acudieron a Sevilla para adquirir a la Orfebrería de los "Hermanos Jiménez" unos varales para el paso de la Virgen, cerrando el trato el día 29 de diciembre de 2003. Cuando los varales llegaron a la sede de la hermandad el hermano mayor, José Manuel Cuadros Estévez, manifestó su sorpresa al no estar informado de dicha adquisición, ni había dado autorización para ello, siendo la autoridad máxima de la corporación (8).
El Sr. Cuadros, ante esta situación de creerse orillado por los que actuaron sin su consentimiento, presentó su dimisión como responsable mayor de la hermandad. El Rvdo. Padre D. Antonio Guerrero Álvarez, consiliario de la hermandad, suspendió el cabildo general y trasladó el asunto a la Curia para darle la solución más adecuada.
No obstante, la cofradía cumplió con la celebración de los actos de Cuaresma y Semana Santa que se avecinaban y pasadas estas celebraciones, el nuevo arzobispo, D. Javier Martínez nombró el 9 de julio de 2004 una "Comisión Gestora", para dirigir temporalmente la hermandad.
Dicha Comisión la presidía el Sr. Peláez Pérez, asistido de Miguel Ángel Paláez Hinojosa, Manuel Sánchez Manzano, Rosario Martínez Viñas y Manuel Pérez Expósito. Afortunadamente, la hermandad siguió funcionando con toda normalidad, realizando un magnífico altar de cultos para la festividad de la inmaculada y funcionado con charlas y reuniones en su casa de hermandad, manifestando una encomiable unión entre sus grupos, tanto de costaleros como de costaleras.
En estos años, ya no acompañaba al Cristo de la Lanzada su Agrupación Musical y la hermandad se ve en la necesidad de contratar en 2005 bandas foráneas, como la de cornetas y tambores del Cristo de la Expiración de Huéscar, y para la Virgen, la Banda "Virgen del Castillo" de la Lebrija, bandas que también irán los tres siguientes años, cambiándose ésta última en 2008 por la de Aznalcóllar.
El Martes Santo de 2005 se estrena el dorado de de uno de los candelabros de guardabrisas delanteros del paso del Señor, que siempre llevan pabilo morado, con lirios morados en el pie de la cruz, que contrastan con el calvario de apretado clavel rojo. También se estrenó el Senatus ya terminado.
Los ansiados varales de la Virgen los lucirá en el Martes Santo de 2006; esta vez, encargados al orfebre que en estos años trabajaba para el palio de la hermandad, es decir, Ramón León, sustituyendo a los que había llevado desde la fundación de metal niquelado y lisos.
La Virgen de la Caridad tantos años vestida por Elvira Sánchez o otra camarera, este año se reclaman los servicios para ello a Fernando González, uno de los más reputados vestidores de esos años y que la seguirá vistiendo varios años después. Éste de 2006 el bordador García y Poó le realizada una nueva saya de salida de color blanco bordada en oro.
La hermandad se plantea en 2007 la posibilidad de contar con una edificio en la calle Venezuela del Zaidín (también se estaban estudiando otros lugares), para tener en un futuro casa de hermandad y capilla de salida para su estación de penitencia, para lo que se diseña, incluso, una fachada a portada de la misma.
El llevar casi diez años saliendo de una carpa no era lo más estético ni digno de la devoción que le debía a sus Titulares. Aunque esta decisión conllevaba sus aspectos negativos, como tener que salir de una zona del barrio un tanto alejada, abandonando la feligresía y vecindad de la parroquia de los Dolores en el acto, quizá más importante para una hermandad de penitencia, como es la simbiosis entre vecinos y feligreses y la estación de penitencia.
El otro inconveniente era el que siempre aqueja a nuestras hermandades: la escasez de medios económicos, en una ciudad y área metropolitana en la que, si bien, acude masivamente a presenciar sus cofradías, no se acerca a ellas para participar como cofrades, ni coge el cirio para hacer estación de penitencia, teniendo exclusivamente el mérito del esplendor con que hoy se nos presentan un número escaso de hermanos y hermanas que participan en las cofradías, de una población metropolitana cercana a los 600.000 habitantes.
Ese Martes Santo, día 3 de abril de 2007, amenazando lluvia, la hermandad pasó la tribuna oficial, pero cuando estaba en las cercanías de la Catedral comenzó a llover fuertemente, debiendo de cubrir los pasos con plásticos y acelerar la marcha hasta refugiarse el dicho templo catedralicio. Fue la única cofradía del día en llegar a ella. Ese año, llevaba el paso del Señor, finalizado por Cecilio Reyes el dorado de los dos candelabros de guardabrisa traseros.
Los pasos quedaron en la Catedral, donde se disolvió la procesión. Allí fueron desmontados y trasladados a su iglesia el Jueves Santo, y las dos imágenes lo hicieron el Sábado Santo a las cuatro de la tarde en solemne traslado en andas hasta la iglesia de los Dolores.
Mandaba los costaleros el capataz general, José Gabriel Tapia; los del paso de Cristo, José Ángel Pozo y las costaleras de la Virgen, Francisco Carrasco. Dirigiendo la procesión como diputado mayor de gobierno, Miguel Ángel Peláez Hinojosa.
La Virgen iba estos años adornada con sus orquídeas de exquisita composición, debida a la veterana en este oficio familia Vedia, que se encargaba estos años de la composición floral de ambos pasos.
Dos veces salió a la calle la hermandad en la Semana Santa de 2009, el Martes Santo en su estación de penitencia usual, y el Sábado Santo, con motivo de la Conmemoración del Centenario de la procesión del Santo Entierro Antológico, iniciado en 1909, hasta 1924, raíz de la Semana Santa actual, después de muchas décadas de haber desaparecido la antigua. Casi todos los pasos de la Pasión de Jesucristo que componen la Semana Santa granadina -algunos no lo hicieron al tratarse de la misma escena- salieron de la Catedral en esta otra procesión antológica conmemorativa, denominada Passio Granatensis.
Los pasos marchaban sin banda de música, que recuperaron al finalizar la procesión para conducirlos a sus respectivos templos sede. El Cristo de la Lanzada cambió apreciablemente su exorno floral de clavel rojo en su calvario por otro realizado de hojas de plantas; también Longino fue vestido con una capa color oscura, y en la cabeza, casco con plumero de color azul muy oscuro, en contraposición de las plumas blancas que habitualmente lleva, y una calavera o canina a los pies de la cruz.
Una tercera vez salió el paso del Cristo de la Lanzada en el año 2009. Fue el 3 de octubre para conmemorar el XXV Aniversario de la fundación de la hermandad. Se montó un altar en el próximo Parque de la Cruz de Lagos, para realizar una Eucaristía concelebrada con el arzobispo de Granada D. Javier Martínez. Hubo representaciones de varias hermandades del barrio, como la de Resurrección, Trabajo y Redención, además de la del Cristo de la Buena Muerte (Ferroviarios) y de la del sagrado Corazón de Jesús.
Terminada la ceremonia, se recorrió procesionalmente parte del Zaidín, para visitar las sedes canónicas (Corpus Christi, San Miguel Arcángel y María Auxiliadora) de las cofradías del barrio.
En 2010, hay un cambio de capataces en los pasos, así como, de bandas de música para la salida penitencial de 2010. Parece que se suprime la figura de capataz general para poner un primer y un segundo capataz en cada paso.
Pero existen noticias contradictorias en las fuentes que he consultado. En la revista "Jesús Despojado" se anunciaba que en el paso del Cristo serían los capataces Javier Sierra Antequera y Alejandro Martín Muñoz. Sin embargo en la revista "Gólgota" de junio de 2010, es decir después de Semana Santa, comunicaba que ese año lo fueron José Carlos Torres Milena y Manuel Álvarez. Quizá debamos conceder credibilidad a esta última por describir el tema una vez pasada la Semana Santa. En el de la Virgen coinciden en los capataces, Francisco Carrasco y Curro Carrasco.
Por su parte la cofradía llevó en 2010 la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Despojado, tras el paso del Cristo de la Lanzada, y que sería el último año que acompañaría al Cristo, y la Municipal de Torredonjimeno tras el paso de palio.
La Virgen iba sobre una nueva peana de orfebrería, parece que del orfebre habitual, Ramón León, realizada en 2009, y un cambio espectacular de flor, sustituyendo las orquídeas de años anteriores por rosas, calas y fresias.
Para finalizar el curso cofrade la hermandad celebra cabildo general en el que resulta elegido hermano mayor Miguel Ángel Peláez Hinojosa, antiguo y comprometido cofrade de la hermandad en la que había formado parte de la Comisión Gestora en aquellos momento difíciles que ya se relataron.
En 2010, concretamente, el día 8 de diciembre, después de la función a la Inmaculada se inaugura una nueva casa de hermandad, situada esta vez en las inmediaciones de la iglesia, en la calle Motril, y que fue bendecida por el consiliario, D. Antonio Guerrero.
La hermandad participaba en diversas obras de caridad en el barrio y fuera de él en las que participaba muy activamente el "grupo joven" : la operación de recogida de alimentos "Carretilla" y reparto de juguetes en el día de los Reyes Magos. Actividades sociales, como convivencias con otras hermandades, teatro, viajes cofrades, charlas de historia, formación religiosa y cofrade...etc. y la edición de la revista Sangre y Agua eran algunas de las actividades desarrolladas entre los hermanos.
La hermandad vuelve a cambiar de banda de música para el paso de María Santísima de la Caridad en la Semana Santa de 2011, contratándose a la del "Maestro Escobar" de Cádiz, y contratándose para el cuatro siguientes años a la del Cristo de la Tres Caídas, para el paso del Cristo de la Lanzada. La Virgen llevaba ese año los candelabros de cola cedidos por la Hermandad del Resucitado, habiéndose suprimido los dos faroles de cola que desde el inicio de este paso había llevado cada Semana Santa.
Una importante decisión de adopta en 2011 a nivel de la Semana Santa granadina: el cambio en la Carrera Oficial de las hermandades, instalándose la tribuna principal en la calle de Ángel Ganivet, en vez de en la Plaza del Carmen, en la que tantas décadas se instalado. Ello suponía para la Cofradía de la Lanzada, acortar algo su itinerario, puesto que desde la Plaza de Mariana Pineda entraría en Ganivet, para seguir por Mesones hacia la Catedral.
Ese año el volvió a sacar Longino su capa y casco azul oscuro, que había vestido en la Passio Granatensis. El paso de los costaleros en rotundo caminar siguiendo los compases de la Banda de las "Tres Caídas" y a las órdenes de José Carlos Torres Milena "Chiqui". Nuestra Señora con sus costaleras, ya, quizá, de otra generación de aquellas que en 1986 la llevaron por vez primera, la mecían entre orquídeas a las órdenes de Francisco Carrasco. Todo el orden de la procesión se guió según las directrices y vigilancia del diputado mayor de gobierno, Javier Sierra Antequera.
Amagos de lluvia al paso por la nueva tribuna de la calle Ganivet, como estaba siendo ya corriente en algunos años de esa década, pero sin ir a más, logrando una espléndida estación de penitencia.
Era inminente la celebración del XXV aniversario de la bendición de la Virgen de la Caridad y ese año la acompañó el Martes Santo representaciones de órdenes e instituciones de Caridad, como los Hermanos de la Cruz Blanca, los Hospitalarios de San Juan de Dios, los Capuchinos, representantes del Beato Fray Leopoldo, los Hermanitas de los Pobres y Cáritas Diocesana.
Después de Semana Santa, en la próxima festividad del 3 de mayo, la hermandad instaló un a cruz en el Centro Cívico del Zaidín, para celebrar el día y recaudar fondos con destino a los proyectos que se avecinaban. Como, asimismo, se montó un altar para la procesión del Corpus en el Pasaje Diego de Siloé, que obtuvo el primer premio.
También se organizó una capea de vaquillas el domingo 12 de junio, día de hermandad y relaciones fraternas entre los cofrades, que se repetirá otros años.
Un importante proyecto de futuro aprobó la hermandad en el cabildo general de 7 de julio: el diseño para el futuro palio de María Santísima de la Caridad, que correspondió, entre los varios que se presentaron al del artista granadino Álvaro Abril. Este proyecto era toda una revolución con respecto al concebido desde el principio de la fundación de la Cofradía; el manto, faldones y palio negros se sustituirían por los nuevos adoptados en color carmesí.
Era un proyecto a largo plazo por su elevado coste, del que de forma inmediata se abordaría en cuanto a manto, faldones y palio sin el bordado; éste se dejará para una última fase.
Se conmemoraba el XXV Aniversario de la bendición de la imagen de María Stma. de la Caridad, y el día 1l mes de septiembre de 2011, después de haber celebrado en días anteriores los cultos de la onomástica de la Virgen, a las 8:30 de la mañana, se procesionó la imagen en Rosario de la Aurora extraordinario hasta la Basílica de San Juan de Dios. En el trayecto se rezaron los Cinco Misterios, haciendo estación en las iglesias del trayecto (Capilla de San Agustín, la Magdalena y Santos Justo y Pastor), realizando él último en la Basílica del Santo de los Pobres.
Las hermandades residentes en estos templos (San Agustín, Rescate y Mediación) salieron a recibir a la Virgen con sus guiones y la de Jesús Cautivo ofreció una petalá a la imagen al pasar por el Convento de la Encarnación. María Stma. de la Caridad, con manto azul bordado, llevaba una ráfaga o aura de plata alrededor e iba alumbrada por los candelabros del Cristo de la Lanzada.
La Virgen permaneció con los enfermos en el Hospital de San Rafael, anejo a la Basílica de San Juan de Dios, hasta el sábado siguiente en el que, desde la Basílica, fue trasladada en procesión hasta su sede de la iglesia de los Dolores.
En diciembre de ese año la Cofradía contó con un azulejo conmemorativo, en esta ocasión y aunque con cierto retraso, de la fundación de la Hermandad. Es obra que representa al Cristo de la Lanzada es del artista Rafael Reina y fue presentado por el hermano Enrique Trujillo, para ser colocado en una fachada de la calle Motril, donde se ubica la casa de hermandad.
La primera fase del nuevo proyecto en el paso de palio, es decir, el nuevo manto, bambalinas y faldones color carmesí, no pudo contemplarse en la calle en la Semana Santa de 2012, porque a la hora de la salida la lluvia no cesaba de caer y la junta de gobierno decidió suspender la estación de penitencia y abrir la carpa para que los fieles accedieran a ver a los Titulares en sus pasos.
Las lágrimas de los ojos de los hermanos, allí, en aquella carpa antequerana, caían silenciosas, sustituyendo a las lágrimas de cera de los cirios, que no pudieron ese año regar las calles de Granada. Las ilusiones de los cofrades y de los feligreses se veían defraudadas con estos fenómenos del cielo.
La Virgen aparecía bellamente vestida por Fernando González para su onomástica de 2012 con una valiosa saya azul con bordados de estilo morisco del siglo XVII restaurados. Ese año, se sustituyó su ofrenda florar tradicional por una de productos de consumo primordial para entregar a los Franciscanos de la Cruz Blanca y contribuir en la labor caritativa de esta Orden con los necesitados.
El día 19 de octubre de ese año (2012) se celebró cabildo general en el que se decidió que María Stma. de la Caridad no participara en la procesión Magna Mariana que se celebraría en el mes de mayo de 2013, con motivo del jubileo conmemorativo del Centenario de la Coronación de la Virgen de las Angustias, patrona de Granada.
Los pasos de la Virgen de la Semana Santa granadina participarían en esta peregrinación hasta la Basílica de la Patrona, a excepción del paso de palio de la Virgen de la Caridad. Los motivos fueron que la hermandad debía de volcar sus esfuerzos en las obras de caridad con las entidades que, en esos momentos, estaba colaborando, como eran las de Cáritas de la parroquia, los Hermanos de la Cruz Blanca y la Clínica de San Rafael.
Después de pasadas la Navidades, a principios de enero de 2013, la imagen fue retirada de su lugar en el presbiterio de la iglesia, para llevarla a restaurar al taller de Inés Osuna Cerdá y María José Ortega Gálvez, restauradoras de patrimonio artístico, donde estuvo en ese proceso un mes. La imagen regresó a su sede, para colocarla en su lugar de culto habitual, el altar mayor de la iglesia. Unos días
La restauración consistió en limpieza de humos e impurezas acumuladas, así como, de algunas grietas, producidas durante los casi treinta años de su realización por Antonio Barbero. De todas formas, la imagen aparecía con una policromía algo más clara y clásica, aunque ello pudiera deberse a la citada limpieza.
Así, en la Semana Santa de ese año (2013) salió la imagen restaurada y una curiosa novedad: Longino no llevaba el casco con el plumero, sino que este posaba a sus pies. Las cofradías, en determinados momentos, muestran estos detalles con un significado simbólico, que escapan a la mayoría de los observantes, pero que, sin duda, desean indicar. No sabemos en este caso concreto, cuál fue el significado que se quiso expresar, seguramente fuese el luto por el ex-hermano mayor y fundador fallecido, Sr. Beltrán Jiménez. Tal vez, por ello, ese año iba el centurión romano con el uniforme y capa oscuros, con calvario sin flor, tan sólo con plantas y dos ramos de iris a los lados del Cristo.
El Sol de las cinco de la tarde se tornó rojo carmesí, el color de la Caridad, en el nuevo palio y manto de la Virgen, mientras con primor la mecían sus costaleras entre los acordes de la sublime pieza "Caridad del Guadalquivir" de la Banda de Consolación de Huelva. Era en recuerdo de aquél que faltaba y que tanto la amaba, el ex-hermano mayor Francisco Beltrán, y era el Genil y no el Guadalquivir quién le llevaría sus sones y recuerdo.
La Hermandad comenzaría el curso cofrade eligiendo un nuevo vestidor de la Virgen. El diseñador del mismo nuevo palio, Álvaro Abril. Quizás en sus sueños de diseño, Álvaro había imaginado como tendría que ir ataviada Nuestra Señora, para que formara un todo de armonía en esaa obra artístico-devocional. Ya, Fernando González había pensado tanto en Ella, que nos descubrió con su buen hacer matices desconocidos en la faz de esta bella Virgen.
De un esplendor muchos años esperado, se presentó la Semana Santa de 2014. Con tiempo casi veraniego Granada se echó a sus calles, llenándolo todo. También, se había modificado el itinerario oficial, nunca concluido; en esta ocasión se suprimió la calle de los Mesones, tormento de los costaleros, por la de Alhóndiga, más espaciosa y con la posibilidad de instalar nuevas tribunas.
Era el segundo año que la Virgen de la Caridad venía al centro de Granada con su nuevo palio a falta de los bordados, que por sus costes, quizá tardarán en llegar. Pero estrenaba la cartela central de la peana (donada por un grupo de hermanos) que realizó Ramón León. Representa a San Juan de Dios ante la aparición del Niño Jesús de Granada, y que dedicó su vida a derrochar caridad entre los afligidos y necesitados, continuada por la Orden que el fundó. También le realizó este orfebre sevillano el juego de jarras del paso.
Quizá la experiencia de un adorno austero en la flor del paso de Cristo, inspirara su repetición en el Martes Santo de 2014, en el que Longino volvió a vestir su capa roja y casco con gran plumero blanco.
Ese año correspondía cabildo general de elecciones el 30 de junio y resultó elegido el antes diputado mayor de gobierno, Javier Sierra Antequera, que conducirá a la hermandad hasta los días de este relato. También habrá otro padre consiliario D. Daniel García Miranda, que sustituirá a D. Antonio Guerrero, que dio su misa de despedida el día 27 de septiembre.
La nueva junta formada por el Sr. Sierra estaba constituida en octubre y se componía de:
Hermano mayor: Javier Sierra Antequera, vice hermano mayor, Iván Sánchez Vázquez; camarera mayor, Luz Ortega Solera; diputada mayor, Inmaculada Melero Canalejo, con Angustias Carreras Castro de vice-diputada; secretaria, Lidia Sánchez Bayo; tesorero, Miguel Vicente Prados; prioste, Juan F. López Sánchez; Formación, Raquel Sánchez Chica; Cultos, Almudena Cámara Giralte; Caridad, Elizabet Domínguez García; Costaleros, Raúl Fernández Castro; Costaleras, Desireé Nogueras Almendros. Una numerosa representación femenina como no se ha visto aún en ninguna cofradía de Granada, en la que las mujeres superan a los hombres.
Inmejorables fueron las Semanas Santas de 2014 y 2015. Todo se conjuró para mostrar la Semana Santa de Granada que el mundo conoce...de la Granada universal, de la Granada Eterna... Fueron dos Semanas Santas en la que nuestras cofradías, junto a una inmejorable meteorología, se mostraron en el esplendor adquirido en las dos últimas décadas. Paisaje urbano granadino, elegancia y buen gusto en enseres y comitivas procesionales; belleza y devoción a sus imágenes en sus pasos procesionales. Granada, llenando sus calles, plazas y sus barrios ancestrales y modernos. La Sierra Nevada, las cuestas del Albaicín, el bosque de la Alhambra, veredas de pitas sacromontanas y recónditas callejas del Realejo, junto al calor y color del Zaidín.
Sólo hay que superar algo que parece difícil: hermanos con cirio en sus hermandades, en la humildad anónima del puesto en las filas... en el disfrute interior de la devoción de alumbrar a sus Sagrados Titulares. Cientos de hermanos y de granadinos en cada cofradía, sin más protagonismo, que su humildad escondida tras el capillo.
Ese año 2015 el tradicional Calvario sobre el que se alza el Crucificado no se formó con el habitual clavel rojo, sino que erguía sobre un montículo de rocas o simulación de ellas, que contrastaba con otro exorno floral en los frisos, formado con espiga de flor color lila, parecida al antirrhinum, combinada o salpicada con otra flor color fucsia. La Virgen llevaba su tradicional orquídea y ramos de cera. Adornos florales parecidos repetirían el Martes Santo de 2016.
Otro aniversario de amor y devoción a la patrona de la hermandad, la Stma. Virgen de la Caridad, preparaba la cofradía para 2016: el XXX Aniversario de tenerla junto a sus cofrades. Para ello se crea una comisión de preparativos y actos formada por Fray Juan José Hernández Torres, rector de la Basílica de San Juan de Dios, Dolores Peláez Hinojosa, Inmaculada Melero Canalejo, Benjamín Rodríguez González Ramón Herrera Serrano, J. Cecilio Cabello Velasco, José Francisco Ortega Solera y Concepción González Insua.
Para el día 13 febrero de 2016 se organiza un evento audio visual y musical cofrade con saetas denominado "La Pasión según Andalucía" en el Palacio de Congresos del Violón. Intervinieron la Filarmónica del Carmen de Salteras y la banda de Jesús de las Tres Caídas y las saeteras "Gemelas de Triana". Lo recaudado sería para los importantes proyectos que tenía que abordar la hermandad en el futuro.
La Hermandad en las vísperas de Semana Santa organiza en su casa "la Noche del Nazareno". Es el viernes por la noche, como un preparativo de cordialidad, amistad y convivencia previo al gran acto del año: la estación de penitencia, razón de ser de las cofradías de Semana Santa. Todo lo demás, como la Eucaristía y la espiritualidad interior...etc. es importantísimo, mucho más importante que todo, pero estas hermandades nacieron para dar testimonio y manifestación de la representación y catequesis plástica del drama de la Pasión de Jesucristo, para el pueblo creyente y no creyente. Sí, algo mucho menos importante, pero es que se fundaron para ello y es su razón de ser.
Este año 2016, fue la Guardia Civil con doce de sus miembros la que trasladó la imagen del Cristo de la Lanzada a su paso procesional del Sábado de Pasión. Dicho cuerpo de vigilancia y protección a los ciudadanos se le nombró hermano mayor honorario de la Cofradía. Representación de mandos de este Cuerpo acompañaría a las imágenes en esa Semana Santa.
La Semana Santa de 2016 no se presentó óptima en el sentido meteorológico, especialmente, el Domingo de Ramos y Martes Santo. Con tiempo incierto la cofradía pasó por la tribuna oficial, comenzando a llover cuando salió de ella; el último quejío de la saeta se lo ofreció el veterano Compadre al salir la Virgen de la Caridad a Puerta Real.
La Hermandad del Cristo de la Lanzada logró llegar a la Catedral, pero ante la incertidumbre del tiempo y el largo recorrido hasta su iglesia se decidió finalizar su estación en el primer templo de Granada. Allí permanecieron las imágenes hasta el Lunes de Pascua en que fueron trasladadas con cortejo de hermanos vestidos de paisano a su templo de los Dolores.
Los actos del XXX Aniversario de la Virgen de la Caridad comenzaron el 23 de abril de 2016 con la presentación del Cartel por Carlos Alberto Marcos Martín y un pregón de Encarna Ximénez de Cisneros en el salón Mariana Pineda del Ayuntamiento de Granada. Le siguió un triduo extraordinario, que celebraron los sacerdotes, Sres. Castillo Urquizar, Valero Mesa y García Miranda consiliario y capellán de la Hermandad.
Pasado el verano y tras los cultos de la onomástica de la Virgen de la Caridad, ésta saldría de forma extraordinaria en Rosario de la Aurora el día 8 de octubre de 2016 hacia la Basílica de San Juan de Dios, como se había realizado en el XXV Aniversario, pero en esta ocasión para regresar al día siguiente a su templo de los Dolores.
Un broche de orfebrería con diversos símbolos de la advocación de la Virgen, de San Juan de Dios, de Granada y de la hermandad se realizará, según diseño de Benjamín Rodríguez, para que lo porte la Virgen en sus cultos y procesiones.
También Benjamín Rodríguez ha diseñado una nueva saya para la Virgen, cuya hechura y bordado se abordará inmediatamente para que sea estrenada en la salida procesional del Martes Santo de 2017.
Solución a la puerta de salida del templo. Una nueva etapa
Y uno de las decisiones más importantes de la Hermandad que se adoptó en el cabildo de 21 de octubre de 2016. Ha sido la solución al problema de la salida procesional desde su templo sede, debido a las escasas dimensiones de la puerta del templo. Se decidió, puesto que había espacio y altura suficiente en la fachada de la iglesia, abrir una gran puerta de acceso y salida de dicho templo, respetando el estilo del mismo y permitiendo con ello la salida decorosa de los pasos desde el interior de su sede.
La solución del problema se encargó a una comisión presidida por Miguel Ángel Peláez Hinojosa, que estuvo trabajando casi tres años para paliar los inconvenientes y obtener los acuerdos pertinentes, con la implicación del consejo parroquial y de los párrocos y consiliarios, D. Alberto Fernández Pérez y D. Daniel García Miranda.
Con ello, quedaba atrás aquella solución de adquisición de un solar o casa para construir una capilla de salida, que gravaría a la Hermandad de forma costosa y por muchos años, además de alejarla de su entorno, de los devotos y de los vecinos de esa zona periférica del gran barrio del Zaidín.
Una hermandad puramente de barrio, cuya evolución fascina en las cortas décadas de su existencia. Paso a paso, en la medida que sus recursos humanos y económicos, siempre escasos, lo han permitido, ha ido aquilatando su personalidad y avanzando en su espíritu caritativo con el buen hacer de las escasas generaciones que la han llevado hasta nuestros días. Ahora comienza una nueva etapa de esplendor, que siempre constituirá el esplendor de la Semana Santa de Granada.
Patrimonio musical
Añoranza de Herrera
Bajo tu palio, Caridad de Esther López
LLoras por nosotros, Caridad de Víctor González García, 1995.
Cristo de la Lanzada de Aniceto Giner Arranz
Mi Caridad de F. David Álvarez Barroso.
Caridad zaidinera A. Barrós Jódar, 2006.
El sentir de mi alma de Alberto Benavente Ruiz.
Longinos lloró de Víctor Ojea Aguilera, 2013.
Entre suspiros de Caridad.
Virgen de la Caridad de Aniceto Giner Arranz.
Mi Cristo de la Lanzada
Hermanos Mayores
1984- 1993? Luis Garzón Martín
1993- 2002 Francisco Beltrán Jiménez
2002- 2004 José Manuel Cuadros Estévez
2004- 2005 Comisión Gestora presidida por Miguel Peláez Pérez
2006- 2010 Francisco J. Rabaza Espigares 2010- 2014 Miguel Ángel Peláez Hinojosa 2014- Javier Sierra Antequera
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1. Boletín Oficial de la Provincia de Granada de 9 de septiembre de 1837.
2. Diarios "La Constancia" en su número de 4 de septiembre de 1853 y "La Alhambra" en su número de 13 de septiembre de 1857.
3. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Fundación. Revista Gólgota, Semana Santa 2001, p.75.
4. Periódico "Ideal" de 2 de abril de 1985.
5. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Semana Santa de Granada a través de la Federación de Cofradías, p.p. 298-300. Granada 2002.
6. Revista Semana Santa de Granada 1986, Caja de Ahorros de Granada.
7. Revista Despojado de 1994.
8. "Ideal Digital" 2004.
9. Mis notas y varias revistas de Semana Santa, web de la Hermandad..
No existió en Granada en siglos anteriores antecedente penitencial sobre una hermandad que diera culto al momento pasionista de la Lanzada de Longinos en el costado del cuerpo inerte de Ntro. Señor Jesucristo.
También, puede que existiera una hermandad que diera culto a una imagen de Ntra. Sra. de la Caridad, pero ciertamente existió, al menos, una Virgen de esta advocación en el Convento de Agustinos Descalzos, que estaba situado en el Albaicín, frente al convento de monjas agustinas de Santo Tomás de Villanueva, llamadas por el vulgo "Tomasas". Ocupaba el convento de estos agustinos y su iglesia, dedicada a Ntra. Sra. de Loreto, el solar donde, tras la desaparición de este cenobio, se construyó el Carmen de San Agustín, inmediato a la placeta del Abad.
La noticia que tengo de esta imagen viene en un inventario de la Exclaustración de 1837, sobre las bienes que quedaron en el convento agustino descalzo, una vez que éste se suprimió. La Virgen de la Caridad estaba situada en un altar o capilla, junto con las imágenes de San Buenaventura, San Juan de Sahagún, santo leonés de la orden agustina, y San Antonio.
Se describía en el citado inventario: Altar de Nuestra Señora de la Caridad. Imagen con manto de seda y adornos de hojalata. Imagen de San Buenaventura, San Juan de Sahagún y San Antonio, con paño de seda con ramos; cuadro grande de la Purísima y dos pequeños, representando un martirio; otro cuadro de Santa Rita; una cruz y cuatro candelabros de madera; un atril, dos macetas con flores contrahechas y cuatro cornucopias pequeñas (1).
Parece, que tras la exclaustración, dicha imagen de la Virgen paso al convento frontero de las monjas de la misma orden, las Tomasas, donde se le seguiría dando culto, pues hay constancia de ello en 1853, en el que se le dedica una función con jubileo en el día 4 de septiembre de ese año, que predicó el Padre Nicolás Brieva. Estos cultos se seguirán celebrando, al menos, hasta 1857 (probablemente también se celebrarían los años anteriores y posteriores) (2).
Convento de Agustinas del Albaicín "Tomasas". Frente al mismo, donde aparece el ciprés, se elevaba la iglesia y convento de Agustinos Descalzos que guardaba la imagen de Ntra. Sra. de la Caridad |
Parece que hacía los años ochenta del siglo XIX le imponen la advocación de Ntra. Sra. de Amor Hermoso, realizándole función el primer domingo de junio por la mañana y procesión por la tarde. En la siguiente década de los noventa de dicho siglo, se le dedican en esa misma época del año los cultos a la Preciosísima Sangre junto a un Crucificado que , también, le dan la advocación de Cristo del Amor Hermoso.
Con toda seguridad, que la imagen agustina de la Virgen de la Caridad, o con su otra advocación del Amor Hermoso, permanecerá aún dentro de la clausura del convento de Santo Tomás de Villanueva "Tomasas", aunque, por las dificultades lógicas de la clausura no ha sido posible hacerme con una fotografía de la imagen.
Será a finales del siglo XX, concretamente en 1984, cuando se funde una hermandad para dar culto y procesionar dicho misterio de la Lanzada con su imagen mariana de María Santísima de la Caridad.
Fundación de la Hermandad
Será el día 20 de Noviembre 1983, cuando un grupo de cofrades y vecinos del barrio del Zaidín realizan una reunión con el objeto de fundar una hermandad en un sector de Granada, como es dicho barrio, que en aquella época carecía de cofradías de penitencia, y dónde residían muchos vecinos procedentes de barrios cofradieros como el Albaicín o el Realejo.
La reunión se celebró en la cafetería “Zaidín”, propiedad de José Pedro Rojas Mesa, que muchos años había sido hermano mayor de la Cofradía de María Santísima de la Aurora. Entre los reunidos se encontraban Cayetano Junco Martínez y Francisco Beltrán Jiménez, que con otras personas constituyen una especie de gestora para realizar los trámites y actividades conducentes a la fundación de la Hermandad.
Primeramente, se dirigen a la parroquia del Corpus Christi, en el centro del barrio, pero las gestiones que realizan con el párroco no dieron el resultado apetecido y optan por acudir a otra iglesia parroquial del barrio: la de Nuestra Señora de los Dolores, situada en el borde del Zaidín, en el lugar conocido desde antiguo como la Cruz de Lagos, junto a la Avenida que conduce a Armilla, y frente al Parque de las Ciencias.
Parroquial de Ntra. Sra. de los Dolores |
En esta ocasión, logran convencer al párroco, D. Francisco Hoya Linares, que deseaba dar vida a la parroquia con grupos parroquiales integrados en ella, para que acogiera en la iglesia a esta hermandad en ciernes.
En sus reuniones en la "Cafetería Zaidín" coincidían con un grupo de jóvenes del cercano Colegio de los Salesianos, que estaban constituyendo en el Colegio otra hermandad de penitencia: la del Cristo de la Redención, y por la gran proximidad de las sedes de ambas fundaciones pensaron en la posibilidad de fusionar ambas hermandades, pero dado que la idea de aquellos alumnos era imprimir en su hermandad el espíritu salesiano, no consideraron oportuna la unión de ambos proyectos.
En principio no tenían una idea muy clara de cuáles iban a ser las advocaciones de sus Sagrados Titulares - aunque siempre con la idea de que el paso debería de ser de los llamados de “Misterio”- y entre las opciones que consideraron estaban la de la Quinta Angustia y Lanzada, ganando más adeptos esta última.
Pensaron, que el paso debía de representar el momento pasionista del Calvario en el que centurión Longinos asesta un golpe de lanza al costado del Salvador, para comprobar la efectividad de su muerte. Para ello, se contempló encargar la imagen de un Crucificado y el romano Longinos montado a caballo en actitud de clavar la lanza en el costado de Cristo, provocando la sagrada llaga. También, irían en el paso las imágenes de una Virgen Dolorosa, San Juan y María Magdalena, para lo que encargan una gran parihuela que pudiera acoger a las imágenes componentes del misterio.
La disposición y las imágenes del paso vendrían inspiradas en el misterio homónimo de la ciudad de Cartagena. No era la primera vez en la historia de nuestra Semana Santa, que se mirara hacia el Levante, para inspirarse por algunas de nuestras cofradías.
Pensaron en que José Pedro Rojas Mesa debía de ser el primer hermano mayor, pero el hecho de ser, a su vez, directivo de la Cofradía de la Aurora constituía un impedimento, por lo que se propuso para el cargo a Luis Garzón Martín, feligrés del barrio y miembro de las hermandades de la Patrona de Granada y del Cristo del Consuelo.
Finalmente, a José Pedro Rojas Mesa, se le eligió para el cargo de mayordomo mayor, siendo el párroco de la iglesia sede, D. Francisco Hoya Linares, su primer consiliario. También se nombra Hermano Mayor Honorario al Cuerpo de la Intendencia Militar.
Pero, definitivamente, la primera directiva de la hermandad estuvo formada por el hermano mayor, Luis Garzón Martín; vicehermano mayor, Enrique Robles Martínez; secretario, Cayetano Junco; tesorero, Antonio Martos López; contador, Francisco Beltrán Jiménez; albacea, Miguel Colacio. También formaban parte de ella: Serrano Tubio, Agustín Pacetti López, Elvira Sánchez Sánchez y Purificación Alférez, además de Cristina, la esposa de José Pedro Rojas Mesa que fue la primera camarera mayor (3).
La imagen del Cristo de la Lanzada
Foto de Manuel Lirola |
Inmediatamente, encargan al escultor granadino Antonio Barbero Gor, de tradicional familia de escultores, la imagen del Santísimo Cristo de la Lanzada, que tiene finalizada la obra para su bendición, que se lleva a efecto el día 16 de febrero de 1985, en solemne función religiosa celebrada en la iglesia sede de Ntra. Sra. de los Dolores.
La bendición del Cristo de la Lanzada
Previamente, la imagen fue visitada el día 8 de febrero por representantes de la Real Federación de Cofradías para comprobar si la talla efectuada se avenía a las normas artísticas y estéticas para poder procesionarla de dicho organismo cofrade, cuyo informe resultó ser positivo. Así como, lo fue con respecto a los enseres con los que iba a procesionar la hermandad.
Dicha comisión estuvo formada por el Consiliario de la Federación, D. Carlos del Castillo; su Presidente, D. Miguel López Escribano; el hermano mayor de la cofradía de la Alhambra, Sr. Olivares; de la Cofradía de las Penas, D. Francisco Gómez Montalvo y de la Santa Cena, D. José Gómez Sánchez-Reina. También les acompañó el Delegado de Arte de la Curia Eclesiástica, D. Antonio Espigares.
A mediados de los años ochenta la Federación de Cofradías mostraba una mayor preocupación para que las imágenes y enseres de las cofradías, especialmente las de nueva fundación, cumplieran las exigencia mínimas en el aspecto artístico y estético para poderlas procesionar y darle culto. Serían esta cofradía y la del Cristo de la Redención las primeras en someterse a dichas exigencias por parte de la nueva Comisión de Arte y Ornato para poder procesionar.
Cristo de la Lanzada el día de su bendición |
La imagen del Señor fue situada en el presbiterio de la iglesia de Ntra. Sra. de los Dolores, sobre una parihuela y paño burdeos en posición inclinada rodeada de cirios de cera blanca y varios centros de flor de clavel rojo. Fue bendecida por el párroco, Sr. Hoya Linares y por el consiliario de la Federación, D. Carlos del Castillo, asistiendo a la ceremonia representantes de varias cofradías, entre ellas, las que apadrinaron a la hermandad (Cofradía de las Angustias de la Alhambra y la del Silencio), la de Jesús Nazareno de Baza y de la Real Federación.
Después de la bendición la imagen fue colocada en posición vertical en el testero derecho de la iglesia, según se accede a ella, lugar donde se veneró durante varios años. También se bendijeron la cruz de guía, realizada por Mariscal y remates de orfebrería Angulo de Lucena, faroles de artesanía granadina granadinos y diversos enseres, que había encargado la hermandad para procesionar.
Las dificultades que presentaba la escasa puerta de la iglesia de los Dolores, unido al largo itinerario, hicieron que se pensara en efectuar la salida procesional desde otro templo. Los fundadores acudieron para ello al Sagrario de la Catedral y al convento de San Antón, negándose las monjas capuchinas a la propuesta. Por el contrario, sí lograron que el párroco del Sagrario consintiera en que se iniciara la estación de penitencia desde esta céntrica iglesia, pero el cese del párroco por una fractura de cadera hizo que acudieran a la Catedral, sirviéndose de la ayuda del sacristán, Antonio Almirón y de los familiares de Luis Garzón, campaneros del templo metropolitano, para obtener la autorización para salir de la Catedral, aunque el regreso sería a su sede de los Dolores (3).
1985. Primeros enseres |
La primera salida penitencial
Como prólogo a su primera salida la hermandad instituyó un pregón en la Cuaresma que fue pronunciado por el periodista Tito Ortiz en el Colegio del Carmelo de Carmelitas Misioneras, ubicado en el Barrio del Zaidín.
Se acercaba la Semana Santa de 1985 y la hermandad contaba, en tan escaso tiempo desde su fundación, con una nómina de cerca de 600 hermanos y con los elementos indispensables para realizar su primera estación de penitencia por el centro de la ciudad y por la Carrera Oficial.
Se le había asignado por la Real Federación como día de salida el Lunes Santo de aquel año, iniciando su estación de penitencia desde la Santa Iglesia Catedral Metropolitana a la cinco de la tarde, como primera cofradía del día, para realizar el más dilatado recorrido de las hermandades que entonces existían.
Era el 1 de abril de 1985, cuando la Cofradía se puso por primera vez en la calle. Ese primer año siguió la hermandad el siguiente itinerario: calle de la Cárcel, Gran Vía, Plaza de Isabel la Católica, Pavaneras, San Matías, Navas, Plaza del Carmen, Príncipe, Bibrambla, Pescadería, Marqués de Gerona, Pasiegas, Puerta de la Catedral, Pie de la Torre, Cárcel, Gran Vía, Pavaneras, San Matías, Plaza de Mariana Pineda, Campillo, Carrera de la Virgen, donde realizó estación ante el templo de la Patrona de Granada, para desde allí, cruzando el río Genil, adentrarse en su barrio.
Una cruz de taracea granadina escoltada por dos grandes faroles de estilo nazarí iniciaban la marcha, seguidos por dos filas de nazarenos con hábito blanco, capillo y capa de seda morados; finalizando con el paso del Cristo de la Lanzada sobre una gran parihuela, la mayor de la Semana Santa de Granada, que se había fabricado con vistas a procesionar el gran "paso de misterio", que antes hemos expuesto; llevaba con cuatro hachones en las esquinas, realizados por A. Moreno Carrasco. Lirios en el pie de la cruz y calvario de clavel rojo era el exorno floral, y rematando el contorno, unos respiraderos de malla dorada.
Asistió a la estación de penitencia el Senador Díaz Berbel, el concejal Castillo Higueras, Tomás Sola y Santiago Lozano, por la Asociación de la Prensa Hermano Mayor Honorario, cerrando la comitiva una representación de la Cruz Roja (4).
También el escultor Barbero Gor tuvo finalizada la figura de Longinos para esta Semana Santa, que figuró de pie, esgrimiendo la lanza, tal como hoy aún se representa.
Primera salida procesional 1985 |
Parece ser, que se había encargado al escultor Antonio Barbero una imagen de talla de la Virgen para que ese año formara parte del paso a los pies de la cruz del Cristo de la Lanzada, pero no sabemos las circunstancias por las que dicha imagen no se llegó a realizar (5). Seguramente, la falta de medios económicos, en unos años en los que se había hecho un gran esfuerzo para poner en marcha la cofradía pudiera haber sido la causa de desistir de ese proyecto.
1986. María Santísima de la Caridad, de Miguel Zúñiga Navarro el día de sus bendición |
Este segundo año de la salida procesional de la hermandad, realizada el día 25 de marzo, en el que ya formaba parte de la Real Federación de Cofradías, se le asignó como día de salida el Martes Santo, como primera cofradía del día, y así ha permanecido hasta nuestras fechas. Se inició la estación de penitencia en la Catedral para encerrarse en su iglesia sede, como el anterior año, y así continuará en los siguientes.
La Virgen iba bajo palio de terciopelo negro con fleco dorado y dos borlones en cada uno de los varales realizados en metal niquelado, siendo el exorno floral de clavel blanco y gladiolo rosa pálido. Una randa de malla dorada hacía las veces de respiradero, y en lugar de ciriales llevaba faroles de artesanía granadina.
Un largo manto de terciopelo negro cubría a la imagen, con dos faroles de orfebrería, realizados por el taller de los Hermanos Moreno y que parecen que eran los del paso de Ntra. Sra. de la Soledad del Calvario, de la Hermandad del Santo Entierro, situados en las esquinas traseras del paso de palio.
El paso de la Virgen empezó a ser procesionado por hermanas costaleras; una novedad en la ciudad de Granada, y tal vez, en todas las ciudades andaluzas, que sería secundado en años sucesivos por otras cofradías, como la del Trabajo y la de los Estudiantes. Gran impresión causó en el público que contemplaba la procesión por el buen hacer de estas hermanas, que se constituiría en un referente a imitar.
Otra importante novedad se produce en 1988, cuando la hermandad, que había estado solicitando de la Federación de Cofradías, debido a su extenso itinerario, el salir de la Catedral y pasar por la carrera oficial en sentido inverso al de las restantes hermandades, para dirigirse a su sede directamente desde la finalización de la carrera oficial. La Federación aprueba este cambio de sentido dicho año, evitando tener volver a la Catedral una vez pasado el itinerario oficial.
Ello le permitía atrasar su salida a las 7:15 y, al regreso, visitar parte de su barrio, donde se realizaba un homenaje de cohetes, luz y agua en las fuentes de la Circunvalación, donde tenía su casa de hermandad la cofradía. Era una costumbre de algunas cofradías, que procedía de los años cuarenta del siglo pasado, el realizar estos homenajes, con bengalas u hogueras.
El nuevo itinerario sería dirigirse desde la Catedral a las Calles Marqués de Gerona, Pescaderia, Bibrambla, Príncipe, Plaza del Carmen, donde estaba la tribuna, y seguir por Navas, Cuadro de San Antonio, Ganivet y Plazas de Mariana y Campillo, para dirigirse hacia al Zaidín. Este sentido inverso del itinerario oficial no perjudicaría al resto de las hermandades del día, por ser la Lanzada la primera de la jornada.
Al llegar la cofradía al Zaidín, no iba directamente a su templo sino que se internaba en él por la Calle Poeta Manuel de Góngora y Andrés Segovia, hasta la Plaza de Fontiveros, Palencia y Avenida de Cádiz, Los Cisnes, encerrándose en su templo a las 2:30 de la madrugada.
Ese año 1988 se estrena el Simpecado de la Virgen en seda blanca y bordados con dibujos vegetales en oro, y una escultura en el centro de la Inmaculada Concepción, realizada por Miguel Zúñiga. Fue donación realizada por la devoción de un cofrade y el bordado por el taller de las camareras de la Virgen.
Cristo de la Lanzada en Bibrambla |
En el año 1989 un nuevo núcleo se incorpora a la cofradía, en esta ocasión será de carácter musical y fue la creación de una banda propia de cornetas y tambores de cabecera para abrir la marcha de la cofradía. Para seguir a cada uno de los Titulares se contrató a la Banda Municipal del Padul para el Cristo y a la Banda Municipal de Dúrcal para el paso de la Virgen. En 1990 seguirá ampliando su banda de cornetas y tambores; ese año, también se contratará a la banda sevillana de la localidad de Utrera.
Eran los años en los que se empezaba a proliferar estos grupos musicales dentro de las hermandades, y la de la Lanzada fue una de las primeras en contar con banda agregada a la cofradía. Ese año la hermandad apadrina a una nueva cofradía que se funda en el Barrio del Zaidín: la del Señor de la Resurrección y María Santísima del Triunfo, en la zona de los Vergeles. Se le obsequió a la nueva hermandad con un llamador costeado conjuntamente con la otra hermandad madrina, la de Santa María de la Alhambra.
Llevaba cinco años la hermandad iniciando su estación penitencial desde la Catedral y cada año aumentaba la presión del cabildo catedralicio para que abandonara el templo metropolitano. Ya en 1990 se le prohibió que saliera por la puerta principal, para que lo hiciera por la bella portada del Perdón, de Diego de Siloé. Finalmente, se llegó un acuerdo, permitiéndose la salida por la principal, pero debiendo de subir por la calle de la Cárcel y Gran Vía hacia el itinerario oficial.
Por aquellos años de principios de los noventa se apreciaba un sensible estancamiento en la cofradía, sin ningún proyecto de cierta envergadura y con la inseguridad de su estancia en la Catedral para la salida penitencial.
La hermandad en ese año realizó los trámites oportunos para liberar a un preso, pero su solicitud le fue denegada por la autoridad competente. No era la primera vez en Granada que una cofradía deseaba realizar este acto de liberación, en otras ocasiones, también lo habían gestionado las cofradías de la Soledad, la del Santo Vía Crucis y la de María Santísima de la Aurora.
No se contemplaba ya la posibilidad de realizar un paso de misterio por diversas causas, entre ellas: el largo recorrido con un paso de dichas dimensiones y peso; la imposibilidad material de poder salir por la pequeña puerta de la iglesia un paso de esas características, unido a la necesidad de abandonar la Catedral como templo de salida, y la escasez de medios económicos con que contaba la cofradía.
Debido a ello, se decidió acortar la gran parihuela prevista para el paso de misterio, pero se eleva ésta de altura, puesto que sólo, y de momento, se iba a procesionar al Cristo Crucificado y a la figura de Longino.
Se comienza a observar a partir de 1992 indicios de cierta recuperación con respecto a los años anteriores; así en ese año se le realiza una saya bordada en oro a la Virgen de la Caridad, donativo de una feligresa, realizada en el taller de Ángel Perea, remates de los brazos de la cruz del Cristo, el llamador de su paso, vara del hermano mayo (Ángulo. Lucena) y varios faroles.
El paso del Crucificado de la Lanzada se alzó en 1992 dentro de la Catedral al martillazo del llamador, golpeando el madero el director de "Hipercor", Francisco Rojas, para marchar sobre los hombros de sus 44 costaleros, que iban mandados en estos años por el capataz Rafael Párrizas. Al traspasar la puerta del templo comenzaron los acordes musicales de la Agrupación de "Santa María del Triunfo". La banda de cabecera de cornetas y tambores de la hermandad, había pasado ese año a formar parte de la Agrupación Cristo del Consuelo. No obstante, en la hermandad se había formado una agrupación musical propia, cuyo uniforme estaba basado en el de la Infantería de Marina, que estrenaría en 1996.
La Virgen de la Caridad sobre sus costaleras, mandadas por el capataz José González, marchaba con su ya tradicional Banda Municipal de Dúrcal. Un nutrido número de representaciones acompañaban a la cofradía en estos años: Cuerpo de Intendencia Militar, Caja Rural, Asociación de la Prensa, Cruz Roja y Ayuntamiento de Granada.
La hermandad en estos años pasaba a su regreso al templo sede por las calles de la Alhóndiga y San Antón para pasar el río Genil por el puente del Palacio de Congresos y adentrarse en el barrio por la calle Profesor Tierno Galván, Avenida de Italia y Palencia.
La hermandad estaba decidida a acometer este nuevo proyecto de paso del Señor de más reducido tamaño, y en diciembre de 1992 encarga al tallista de Priego de Córdoba, Cristóbal Cubero, la realización de la talla del mismo, que se verá en una primera fase en la Semana Santa de 1993.
Sería 1993 el último año que se saliera de la Santa Iglesia Catedral. No se pudo dilatar más el tiempo de permanencia para su salida desde este templo, acordando con la autoridad eclesiástica y, especialmente, por la buena acogida del párroco del Sagrario, D. Manuel Morcillo, que se hiciera en años sucesivos desde la iglesia de Santa María de la O (Sagrario de la Catedral), y allí, se montaron los pasos para el Martes Santo de 1994 (también allí estaba acogida para su salida la Hermandad de Jesús Cautivo).
Ese año la hermandad contaba con un nuevo hermano mayor: Francisco Beltrán Jiménez, uno de los fundadores de la hermandad y hombre de gran entusiasmo por su cofradía. Había sido en principio contador de la misma, ocupando después diversos cargos en la cofradía, y en éste, de hermano mayor, impulsó la entrada de jóvenes en la directiva y la total realización del paso del Señor.
1995. Paso terminado de tallar |
El día 1 de abril de 1995 se realiza el traslado de los Sagrados Titulares desde la iglesia de los Dolores, sede de la hermandad, hasta la parroquial del Sagrario, para en los siguientes días proceder al montaje de los pasos.
Ese año, se completó la talla del paso del Cristo de la Lanzada por el tallista Cubero y se bordó la nueva bambalina frontal del palio de la Virgen en trabajo dorado de recorte, realizado por Ángel Perea con fleco de los llamados de bellota. La Caridad, como de costumbre, iba con exorno floral de clavel blanco y los frisos, esquinas y jarritas de orquídeas.
La iniciación del dorado del paso del Cristo se produjo en 1996, saliendo esa Semana Santa con el canasto dorado en pan de oro y unos ángeles en las esquinas policromados por Cristóbal Cubero, de Priego de Córdoba.
La amenaza de lluvia se cernía desde la mañana del Martes Santo de 1996, pero por la tarde se despejó y la cofradía puso ponerse en la calle sin temor a incidente meteorológico alguno. Un casco azul iba a los pies del Cristo de la Lanzada puesto por uno de sus costaleros, que había estado en misión humanitaria en Bosnia.
En septiembre de ese año la hermandad obtiene la aprobación de sus nuevas reglas adaptadas a las disposiciones del Estatuto Marco, elaborado por la diócesis granadina.
Todo discurrió normalmente el Martes Santo de 1997, aunque al llegar la hermandad al Palacio de Congresos empezó a llover y hubo de acelerarse la marcha, evitando el paso por algunas calles para llegar por la Avenida de Barcelona a su templo de los Dolores. De todas formas, no se pasaría por las Fuentes de la Avenida de Dilar, suprimiéndose el encendido de bengalas que se hacía este lugar durante los anteriores años, lo que causaba un adelanto del horario de regreso en poco más de media hora.
Eran en estos años capataces: Rafael Tapias, que mandaba a los costaleros del Cristo, y Juan Moreno a las hermanas costaleras del paso de palio, que en 1997 iba adornado con bellas rosas blancas. Por causas de índole personal del tallista dorador, Sr. Cubero, no se pudo ese año estrenar el dorado del respiradero, que era la novedad prevista en esa Semana Santa.
Paso del Señor en 1997 |
No era una decisión que gusto de nadie, pero las circunstancias obligaban a ello. Y fue, en 1998, cuando la hermandad se decidió a esta solución, sin dejar de prever la posibilidad de que en un futuro se pudiera contar con una capilla de salida o agrandar la entrada de la iglesia.
Tras el Concilio Vaticano II, tan poco proclive a las manifestaciones religiosas populares, buscando una espiritualidad más íntima del fiel y más cercana a la interrelación creyente-Eucaristía, no se había percatado o, al menos, no le había concedido relevancia a la necesidad de que en los templos de nueva erección se construyeran puertas suficientes para dotar al nuevo templo de la holgura oportuna para las salidas procesionales tradicionales y ancestrales andaluzas, con paso de gran envergadura necesarios para representar los misterios de la Pasión.
Como sucedáneo de una correcta salida procesional desde el interior de la iglesia, se realizó una carpa donde montar y albergar los pasos, aunque ello llevara anexo otras dificultades y trabajos extra de algunos hermanos, para desmontar los pasos a regreso de la estación de penitencia a altas horas de la madrugada del Miércoles Santo. Pero el entusiasmo y amor a sus imágenes hacían insignificante este extraordinario y penoso trabajo de desmontaje.
Carpa de lona para salir de su sede ( la foto es de 2003) |
Pero salía de su sede en 1998 para volver a ella, haciendo el itinerario completo, que ha ido realizando desde ese año hasta nuestros días. Con la amplia Avenida de Armilla, rebosando de gente, el Cristo de la Lanzada y la María Santísima de la Caridad hicieron desde allí su primera salida a los acordes de la marcha "Señora de Sevilla" interpretada por su agrupación musical, recibiendo su hermandad y Titulares el fervoroso aplauso de los numerosos vecinos allí presentes. La Virgen llevaba el homenaje de centenares de claveles blancos y orquídeas que adornaban su paso de palio.
Caridad 1997. Fot. Modesto Velasco |
En 1999 se realizaron un ciclo de conferencias en la casa de hermandad sobre historia de la Semana Santa, el orden de las insignias procesionales y la estación de penitencia. También se formaron grupos de oración y de liturgia, los miércoles de cada semana.
Se estrenó en la Semana Santa de 1999 un llamador para el paso del Señor, que representa a Longino con la lanza sobre un caballo, que fue realizado por el orfebre Ramón León de Sevilla. Y se aprobó un nuevo proyecto para el palio de María Stma. de la Caridad, por lo que el bordado del palio en recorte se paralizó desde ese momento.
La Hermandad había cambiado de casa de hermandad por este tiempo, pasándola a la Avenida de Barcelona nº 8. Edificio "Las Palmas", también cerca de sus sede de la iglesia de los Dolores.
También, cambiaría de capataz el paso de la Virgen, que hasta el momento había sido un varón, para que las costaleras de María Santísima de la Caridad fuese portada por una mujer, que en este caso fue Consuelo Camarero Castillo. También la imagen iba siendo vestida por una mujer: Elvira Sánchez Sánchez.
Libro de Reglas |
La Hermandad en el siglo XXI
La Semana Santa de Granada a finales de los años noventa y principios del siglo XXI estaba alcanzando unos niveles de participación de jóvenes y ciudadanos en general no conocido desde hacía cinco décadas.
Por otra parte, las relaciones entre las cofradías y la autoridad eclesiástica se vio en un momento de acercamiento no conocido, al acceder a la diócesis granadina el nuevo arzobispo D. Antonio Cañizares Llovera, que abrió las puertas de la Catedral a las cofradías granadinas en la Semana Santa de 2000, como Año Jubilar, para realizar la tan anhelada estación de penitencia dentro Metropolitano y ante su Capilla Mayor.
Este año 2000, la lluvia se presentó el Domingo de Ramos y el Martes Santo, cuando todas las cofradía estaban en la calle, obligando a algunas a regresar a sus templos. La de la Lanzada se vio afectada por los chaparrones cuando regresaba a su templo, teniendo que acelerar su marcha, descomponiéndose en determinados momentos el orden de su procesión. No obstante, la finalidad primordial de ese año, la estación de penitencia en la Catedral y ganar el Jubileo, la vio cumplida.
Primera estación en la Catedral. Foto "Gólgota". |
La Virgen de la Caridad también estrenó en 2001 una toca de maya bordada en hilo de oro por el taller sevillano de García y Poo. La hermandad, como otras muchas, había contratado a profesionales sevillanos para muchos de sus trabajos.
En 2001 la hermandad adoptó el sistema de costal para portar el paso del Cristo de la Lanzada. Muchas cofradías granadinas estaban en esos años optando por esta forma de llevar sus pasos, tan característica de la Semana Santa de Sevilla y que había calado extraordinariamente en el gusto de capataces y costaleros, aunque algunas hermandades se mostraban reacias a introducirlo. En los años siguientes se generalizaría.
Paso del Cristo en 2002, a falta de los candelabros de guardabrisa |
Casi terminado el paso del Cristo de la Lanzada (a falta de los candelabros), la hermandad se ocupará en los años venideros de proceder a la reforma y enriquecimiento del paso de palio de la Virgen de la Caridad y que iremos apreciando su transformación en los siguientes años. Así, en 2002, ya se prepara el armazón de madera de su respiradero, adornándolo estética y provisionalmente con maya de tisú color dorado. Ese año, al entrar en el barrio, una bella petalá , recibió a la Virgen de la Caridad, que iba adornada con flores de cera y dos Marías de igual estilo a los lados, y que seguía siendo vestida por una mujer, Cristina Sánchez Tubio.
Ese año se celebra cabildo de elecciones en el que resultó elegido hermano mayor José Manuel Cuadros Estévez y vice-hermano mayor, José Pedro Rojas Mesa, siendo consiliario, Antonio Guerrero Álvarez y diputado mayor de gobierno, José A. Quirantes Castro, antes lo había sido, Miguel Ángel Fernández.
Asimismo, la hermandad había cambiado, era la tercera vez, de casa de hermandad, para situarla en la Colonia de San Sebastián en su bloque 10, frente a Carrefour de la Avenida de Armilla.
Se había contratado con el orfebre sevillano Ramón León Peñuelas la hechura de un respiradero de orfebrería para el paso de la Virgen, que se estrenaría en la Semana Santa de 2003. También, los faroles de la cruz de guía, realizados por el mismo orfebre, inspirándose en la fachada de la Basílica de la Patrona de Granada, y que sustituyeron a los primitivos de artesanía granadina.
Un nuevo simpecado y de original diseño se estrenó ese año, sustituyendo el de 1988 que bordaron las camareras de la Virgen. Éste también fue bordado por ellas para conmemorar el 150 Aniversario de la Proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción de María.
La cofradía a las cuatro de la tarde se puso en marcha hacia el centro de Granada y llegó a la Catedral en su estación penitencial, pero apenas había salido por la Puerta del Perdón, cuando comenzó a llover con tal intensidad que la hermandad decidió regresar al interior del templo catedralicio.
Ya había habido un aviso al poco tiempo de ponerse en la calle cuando cruzaba la cofradía el Puente Romano, intensificándose con un chaparrón al llegar a la basílica de la Patrona de Granada; cesó y se pudo continuar hasta la Catedral, donde llegaron y permanecieron los cofrades en perfecto orden.
Ese año, en el paso del Cristo se estrenaban los candelabros de guardabrisa, suprimidos los hachones, que había llevado durante 19 años. Dichos candelabros fueron tallados por Antonio Ibáñez, de Sevilla, aunque ese año aún no estaban con el dorado.
Toda la flor del paso era en 2003 de orquídeas |
Caridad 2003 |
En la Cuaresma de 2004 la hermandad aparte de los cultos tradicionales del triduo y función celebró el Sábado de Pasión el descendimiento del Cristo y un vía crucis con la imagen, que finalizó en un devoto besapies. Era el prólogo de la elevación de la imagen al paso para la estación de penitencia del Martes Santo.
La cofradía iba completando insignias y enseres; ese año se realizó el Senatus, donado por un grupo de cofrades, y bordado por Genoveva Rodríguez, con vara de orfebrería de Ramón León (estrenado en 2005), más una toca de sobremanto para la Virgen bordada en hilo de oro, realizada por las hermanas de la cofradía.
Al contrario de 2003, con un tiempo espléndido se presentó el Martes Santo de 2004 y la Cofradía hizo su estación de penitencia, deteniéndose, como era habitual, ante la Basílica de la Patrona, verdadera estación para la Hermandad.
2004. Ante la Basílica de la Patrona |
La corrección con la que efectuó esta cofradía su estación de penitencia de 2003 y la compostura y acierto con que resolvió el incidente, cuando se vio sorprendida por la lluvia, le valió la concesión del premio "Nazareno del Año", que otorgaba Radio Granada cada año. Premio que se le entregó en mayo de 2004, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Granada.
Caridad 2004 |
Ocurrió, que miembros de la hermandad acudieron a Sevilla para adquirir a la Orfebrería de los "Hermanos Jiménez" unos varales para el paso de la Virgen, cerrando el trato el día 29 de diciembre de 2003. Cuando los varales llegaron a la sede de la hermandad el hermano mayor, José Manuel Cuadros Estévez, manifestó su sorpresa al no estar informado de dicha adquisición, ni había dado autorización para ello, siendo la autoridad máxima de la corporación (8).
El Sr. Cuadros, ante esta situación de creerse orillado por los que actuaron sin su consentimiento, presentó su dimisión como responsable mayor de la hermandad. El Rvdo. Padre D. Antonio Guerrero Álvarez, consiliario de la hermandad, suspendió el cabildo general y trasladó el asunto a la Curia para darle la solución más adecuada.
No obstante, la cofradía cumplió con la celebración de los actos de Cuaresma y Semana Santa que se avecinaban y pasadas estas celebraciones, el nuevo arzobispo, D. Javier Martínez nombró el 9 de julio de 2004 una "Comisión Gestora", para dirigir temporalmente la hermandad.
Caridad 2005 rodeada de orquídeas |
Dicha Comisión la presidía el Sr. Peláez Pérez, asistido de Miguel Ángel Paláez Hinojosa, Manuel Sánchez Manzano, Rosario Martínez Viñas y Manuel Pérez Expósito. Afortunadamente, la hermandad siguió funcionando con toda normalidad, realizando un magnífico altar de cultos para la festividad de la inmaculada y funcionado con charlas y reuniones en su casa de hermandad, manifestando una encomiable unión entre sus grupos, tanto de costaleros como de costaleras.
En estos años, ya no acompañaba al Cristo de la Lanzada su Agrupación Musical y la hermandad se ve en la necesidad de contratar en 2005 bandas foráneas, como la de cornetas y tambores del Cristo de la Expiración de Huéscar, y para la Virgen, la Banda "Virgen del Castillo" de la Lebrija, bandas que también irán los tres siguientes años, cambiándose ésta última en 2008 por la de Aznalcóllar.
El Martes Santo de 2005 se estrena el dorado de de uno de los candelabros de guardabrisas delanteros del paso del Señor, que siempre llevan pabilo morado, con lirios morados en el pie de la cruz, que contrastan con el calvario de apretado clavel rojo. También se estrenó el Senatus ya terminado.
Los ansiados varales de la Virgen los lucirá en el Martes Santo de 2006; esta vez, encargados al orfebre que en estos años trabajaba para el palio de la hermandad, es decir, Ramón León, sustituyendo a los que había llevado desde la fundación de metal niquelado y lisos.
2006. Jarras y nuevos varales de Ramón León |
La Virgen de la Caridad tantos años vestida por Elvira Sánchez o otra camarera, este año se reclaman los servicios para ello a Fernando González, uno de los más reputados vestidores de esos años y que la seguirá vistiendo varios años después. Éste de 2006 el bordador García y Poó le realizada una nueva saya de salida de color blanco bordada en oro.
La hermandad se plantea en 2007 la posibilidad de contar con una edificio en la calle Venezuela del Zaidín (también se estaban estudiando otros lugares), para tener en un futuro casa de hermandad y capilla de salida para su estación de penitencia, para lo que se diseña, incluso, una fachada a portada de la misma.
El llevar casi diez años saliendo de una carpa no era lo más estético ni digno de la devoción que le debía a sus Titulares. Aunque esta decisión conllevaba sus aspectos negativos, como tener que salir de una zona del barrio un tanto alejada, abandonando la feligresía y vecindad de la parroquia de los Dolores en el acto, quizá más importante para una hermandad de penitencia, como es la simbiosis entre vecinos y feligreses y la estación de penitencia.
Proyecto del arquitecto José Carlos Sánchez |
El otro inconveniente era el que siempre aqueja a nuestras hermandades: la escasez de medios económicos, en una ciudad y área metropolitana en la que, si bien, acude masivamente a presenciar sus cofradías, no se acerca a ellas para participar como cofrades, ni coge el cirio para hacer estación de penitencia, teniendo exclusivamente el mérito del esplendor con que hoy se nos presentan un número escaso de hermanos y hermanas que participan en las cofradías, de una población metropolitana cercana a los 600.000 habitantes.
Ese Martes Santo, día 3 de abril de 2007, amenazando lluvia, la hermandad pasó la tribuna oficial, pero cuando estaba en las cercanías de la Catedral comenzó a llover fuertemente, debiendo de cubrir los pasos con plásticos y acelerar la marcha hasta refugiarse el dicho templo catedralicio. Fue la única cofradía del día en llegar a ella. Ese año, llevaba el paso del Señor, finalizado por Cecilio Reyes el dorado de los dos candelabros de guardabrisa traseros.
Los pasos quedaron en la Catedral, donde se disolvió la procesión. Allí fueron desmontados y trasladados a su iglesia el Jueves Santo, y las dos imágenes lo hicieron el Sábado Santo a las cuatro de la tarde en solemne traslado en andas hasta la iglesia de los Dolores.
Mandaba los costaleros el capataz general, José Gabriel Tapia; los del paso de Cristo, José Ángel Pozo y las costaleras de la Virgen, Francisco Carrasco. Dirigiendo la procesión como diputado mayor de gobierno, Miguel Ángel Peláez Hinojosa.
Traslado de los Titulares desde la Catedral el Sábado Santo de 2007 |
Dos veces salió a la calle la hermandad en la Semana Santa de 2009, el Martes Santo en su estación de penitencia usual, y el Sábado Santo, con motivo de la Conmemoración del Centenario de la procesión del Santo Entierro Antológico, iniciado en 1909, hasta 1924, raíz de la Semana Santa actual, después de muchas décadas de haber desaparecido la antigua. Casi todos los pasos de la Pasión de Jesucristo que componen la Semana Santa granadina -algunos no lo hicieron al tratarse de la misma escena- salieron de la Catedral en esta otra procesión antológica conmemorativa, denominada Passio Granatensis.
Los pasos marchaban sin banda de música, que recuperaron al finalizar la procesión para conducirlos a sus respectivos templos sede. El Cristo de la Lanzada cambió apreciablemente su exorno floral de clavel rojo en su calvario por otro realizado de hojas de plantas; también Longino fue vestido con una capa color oscura, y en la cabeza, casco con plumero de color azul muy oscuro, en contraposición de las plumas blancas que habitualmente lleva, y una calavera o canina a los pies de la cruz.
Una tercera vez salió el paso del Cristo de la Lanzada en el año 2009. Fue el 3 de octubre para conmemorar el XXV Aniversario de la fundación de la hermandad. Se montó un altar en el próximo Parque de la Cruz de Lagos, para realizar una Eucaristía concelebrada con el arzobispo de Granada D. Javier Martínez. Hubo representaciones de varias hermandades del barrio, como la de Resurrección, Trabajo y Redención, además de la del Cristo de la Buena Muerte (Ferroviarios) y de la del sagrado Corazón de Jesús.
Terminada la ceremonia, se recorrió procesionalmente parte del Zaidín, para visitar las sedes canónicas (Corpus Christi, San Miguel Arcángel y María Auxiliadora) de las cofradías del barrio.
Octubre de 2009. XXV Aniversario. Foto Fernando López |
Pero existen noticias contradictorias en las fuentes que he consultado. En la revista "Jesús Despojado" se anunciaba que en el paso del Cristo serían los capataces Javier Sierra Antequera y Alejandro Martín Muñoz. Sin embargo en la revista "Gólgota" de junio de 2010, es decir después de Semana Santa, comunicaba que ese año lo fueron José Carlos Torres Milena y Manuel Álvarez. Quizá debamos conceder credibilidad a esta última por describir el tema una vez pasada la Semana Santa. En el de la Virgen coinciden en los capataces, Francisco Carrasco y Curro Carrasco.
Por su parte la cofradía llevó en 2010 la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Despojado, tras el paso del Cristo de la Lanzada, y que sería el último año que acompañaría al Cristo, y la Municipal de Torredonjimeno tras el paso de palio.
La Virgen iba sobre una nueva peana de orfebrería, parece que del orfebre habitual, Ramón León, realizada en 2009, y un cambio espectacular de flor, sustituyendo las orquídeas de años anteriores por rosas, calas y fresias.
Para finalizar el curso cofrade la hermandad celebra cabildo general en el que resulta elegido hermano mayor Miguel Ángel Peláez Hinojosa, antiguo y comprometido cofrade de la hermandad en la que había formado parte de la Comisión Gestora en aquellos momento difíciles que ya se relataron.
En 2010, concretamente, el día 8 de diciembre, después de la función a la Inmaculada se inaugura una nueva casa de hermandad, situada esta vez en las inmediaciones de la iglesia, en la calle Motril, y que fue bendecida por el consiliario, D. Antonio Guerrero.
La hermandad participaba en diversas obras de caridad en el barrio y fuera de él en las que participaba muy activamente el "grupo joven" : la operación de recogida de alimentos "Carretilla" y reparto de juguetes en el día de los Reyes Magos. Actividades sociales, como convivencias con otras hermandades, teatro, viajes cofrades, charlas de historia, formación religiosa y cofrade...etc. y la edición de la revista Sangre y Agua eran algunas de las actividades desarrolladas entre los hermanos.
La hermandad vuelve a cambiar de banda de música para el paso de María Santísima de la Caridad en la Semana Santa de 2011, contratándose a la del "Maestro Escobar" de Cádiz, y contratándose para el cuatro siguientes años a la del Cristo de la Tres Caídas, para el paso del Cristo de la Lanzada. La Virgen llevaba ese año los candelabros de cola cedidos por la Hermandad del Resucitado, habiéndose suprimido los dos faroles de cola que desde el inicio de este paso había llevado cada Semana Santa.
Caridad 2011 |
Una importante decisión de adopta en 2011 a nivel de la Semana Santa granadina: el cambio en la Carrera Oficial de las hermandades, instalándose la tribuna principal en la calle de Ángel Ganivet, en vez de en la Plaza del Carmen, en la que tantas décadas se instalado. Ello suponía para la Cofradía de la Lanzada, acortar algo su itinerario, puesto que desde la Plaza de Mariana Pineda entraría en Ganivet, para seguir por Mesones hacia la Catedral.
Ese año el volvió a sacar Longino su capa y casco azul oscuro, que había vestido en la Passio Granatensis. El paso de los costaleros en rotundo caminar siguiendo los compases de la Banda de las "Tres Caídas" y a las órdenes de José Carlos Torres Milena "Chiqui". Nuestra Señora con sus costaleras, ya, quizá, de otra generación de aquellas que en 1986 la llevaron por vez primera, la mecían entre orquídeas a las órdenes de Francisco Carrasco. Todo el orden de la procesión se guió según las directrices y vigilancia del diputado mayor de gobierno, Javier Sierra Antequera.
Amagos de lluvia al paso por la nueva tribuna de la calle Ganivet, como estaba siendo ya corriente en algunos años de esa década, pero sin ir a más, logrando una espléndida estación de penitencia.
Era inminente la celebración del XXV aniversario de la bendición de la Virgen de la Caridad y ese año la acompañó el Martes Santo representaciones de órdenes e instituciones de Caridad, como los Hermanos de la Cruz Blanca, los Hospitalarios de San Juan de Dios, los Capuchinos, representantes del Beato Fray Leopoldo, los Hermanitas de los Pobres y Cáritas Diocesana.
2011. Curiosa imagen de Longino sin casco. Foto de la Hermandad |
También se organizó una capea de vaquillas el domingo 12 de junio, día de hermandad y relaciones fraternas entre los cofrades, que se repetirá otros años.
Un importante proyecto de futuro aprobó la hermandad en el cabildo general de 7 de julio: el diseño para el futuro palio de María Santísima de la Caridad, que correspondió, entre los varios que se presentaron al del artista granadino Álvaro Abril. Este proyecto era toda una revolución con respecto al concebido desde el principio de la fundación de la Cofradía; el manto, faldones y palio negros se sustituirían por los nuevos adoptados en color carmesí.
Era un proyecto a largo plazo por su elevado coste, del que de forma inmediata se abordaría en cuanto a manto, faldones y palio sin el bordado; éste se dejará para una última fase.
Las hermandades residentes en estos templos (San Agustín, Rescate y Mediación) salieron a recibir a la Virgen con sus guiones y la de Jesús Cautivo ofreció una petalá a la imagen al pasar por el Convento de la Encarnación. María Stma. de la Caridad, con manto azul bordado, llevaba una ráfaga o aura de plata alrededor e iba alumbrada por los candelabros del Cristo de la Lanzada.
Rosario de la Aurora de septiembre 2011. Fotos Web de la Hermandad |
La Virgen permaneció con los enfermos en el Hospital de San Rafael, anejo a la Basílica de San Juan de Dios, hasta el sábado siguiente en el que, desde la Basílica, fue trasladada en procesión hasta su sede de la iglesia de los Dolores.
En diciembre de ese año la Cofradía contó con un azulejo conmemorativo, en esta ocasión y aunque con cierto retraso, de la fundación de la Hermandad. Es obra que representa al Cristo de la Lanzada es del artista Rafael Reina y fue presentado por el hermano Enrique Trujillo, para ser colocado en una fachada de la calle Motril, donde se ubica la casa de hermandad.
La primera fase del nuevo proyecto en el paso de palio, es decir, el nuevo manto, bambalinas y faldones color carmesí, no pudo contemplarse en la calle en la Semana Santa de 2012, porque a la hora de la salida la lluvia no cesaba de caer y la junta de gobierno decidió suspender la estación de penitencia y abrir la carpa para que los fieles accedieran a ver a los Titulares en sus pasos.
Las lágrimas de los ojos de los hermanos, allí, en aquella carpa antequerana, caían silenciosas, sustituyendo a las lágrimas de cera de los cirios, que no pudieron ese año regar las calles de Granada. Las ilusiones de los cofrades y de los feligreses se veían defraudadas con estos fenómenos del cielo.
La Virgen aparecía bellamente vestida por Fernando González para su onomástica de 2012 con una valiosa saya azul con bordados de estilo morisco del siglo XVII restaurados. Ese año, se sustituyó su ofrenda florar tradicional por una de productos de consumo primordial para entregar a los Franciscanos de la Cruz Blanca y contribuir en la labor caritativa de esta Orden con los necesitados.
El día 19 de octubre de ese año (2012) se celebró cabildo general en el que se decidió que María Stma. de la Caridad no participara en la procesión Magna Mariana que se celebraría en el mes de mayo de 2013, con motivo del jubileo conmemorativo del Centenario de la Coronación de la Virgen de las Angustias, patrona de Granada.
Los pasos de la Virgen de la Semana Santa granadina participarían en esta peregrinación hasta la Basílica de la Patrona, a excepción del paso de palio de la Virgen de la Caridad. Los motivos fueron que la hermandad debía de volcar sus esfuerzos en las obras de caridad con las entidades que, en esos momentos, estaba colaborando, como eran las de Cáritas de la parroquia, los Hermanos de la Cruz Blanca y la Clínica de San Rafael.
Después de pasadas la Navidades, a principios de enero de 2013, la imagen fue retirada de su lugar en el presbiterio de la iglesia, para llevarla a restaurar al taller de Inés Osuna Cerdá y María José Ortega Gálvez, restauradoras de patrimonio artístico, donde estuvo en ese proceso un mes. La imagen regresó a su sede, para colocarla en su lugar de culto habitual, el altar mayor de la iglesia. Unos días
La restauración consistió en limpieza de humos e impurezas acumuladas, así como, de algunas grietas, producidas durante los casi treinta años de su realización por Antonio Barbero. De todas formas, la imagen aparecía con una policromía algo más clara y clásica, aunque ello pudiera deberse a la citada limpieza.
Así, en la Semana Santa de ese año (2013) salió la imagen restaurada y una curiosa novedad: Longino no llevaba el casco con el plumero, sino que este posaba a sus pies. Las cofradías, en determinados momentos, muestran estos detalles con un significado simbólico, que escapan a la mayoría de los observantes, pero que, sin duda, desean indicar. No sabemos en este caso concreto, cuál fue el significado que se quiso expresar, seguramente fuese el luto por el ex-hermano mayor y fundador fallecido, Sr. Beltrán Jiménez. Tal vez, por ello, ese año iba el centurión romano con el uniforme y capa oscuros, con calvario sin flor, tan sólo con plantas y dos ramos de iris a los lados del Cristo.
El Sol de las cinco de la tarde se tornó rojo carmesí, el color de la Caridad, en el nuevo palio y manto de la Virgen, mientras con primor la mecían sus costaleras entre los acordes de la sublime pieza "Caridad del Guadalquivir" de la Banda de Consolación de Huelva. Era en recuerdo de aquél que faltaba y que tanto la amaba, el ex-hermano mayor Francisco Beltrán, y era el Genil y no el Guadalquivir quién le llevaría sus sones y recuerdo.
La Hermandad comenzaría el curso cofrade eligiendo un nuevo vestidor de la Virgen. El diseñador del mismo nuevo palio, Álvaro Abril. Quizás en sus sueños de diseño, Álvaro había imaginado como tendría que ir ataviada Nuestra Señora, para que formara un todo de armonía en esaa obra artístico-devocional. Ya, Fernando González había pensado tanto en Ella, que nos descubrió con su buen hacer matices desconocidos en la faz de esta bella Virgen.
Caridad 2013 |
De un esplendor muchos años esperado, se presentó la Semana Santa de 2014. Con tiempo casi veraniego Granada se echó a sus calles, llenándolo todo. También, se había modificado el itinerario oficial, nunca concluido; en esta ocasión se suprimió la calle de los Mesones, tormento de los costaleros, por la de Alhóndiga, más espaciosa y con la posibilidad de instalar nuevas tribunas.
Era el segundo año que la Virgen de la Caridad venía al centro de Granada con su nuevo palio a falta de los bordados, que por sus costes, quizá tardarán en llegar. Pero estrenaba la cartela central de la peana (donada por un grupo de hermanos) que realizó Ramón León. Representa a San Juan de Dios ante la aparición del Niño Jesús de Granada, y que dedicó su vida a derrochar caridad entre los afligidos y necesitados, continuada por la Orden que el fundó. También le realizó este orfebre sevillano el juego de jarras del paso.
Quizá la experiencia de un adorno austero en la flor del paso de Cristo, inspirara su repetición en el Martes Santo de 2014, en el que Longino volvió a vestir su capa roja y casco con gran plumero blanco.
Ese año correspondía cabildo general de elecciones el 30 de junio y resultó elegido el antes diputado mayor de gobierno, Javier Sierra Antequera, que conducirá a la hermandad hasta los días de este relato. También habrá otro padre consiliario D. Daniel García Miranda, que sustituirá a D. Antonio Guerrero, que dio su misa de despedida el día 27 de septiembre.
La nueva junta formada por el Sr. Sierra estaba constituida en octubre y se componía de:
Hermano mayor: Javier Sierra Antequera, vice hermano mayor, Iván Sánchez Vázquez; camarera mayor, Luz Ortega Solera; diputada mayor, Inmaculada Melero Canalejo, con Angustias Carreras Castro de vice-diputada; secretaria, Lidia Sánchez Bayo; tesorero, Miguel Vicente Prados; prioste, Juan F. López Sánchez; Formación, Raquel Sánchez Chica; Cultos, Almudena Cámara Giralte; Caridad, Elizabet Domínguez García; Costaleros, Raúl Fernández Castro; Costaleras, Desireé Nogueras Almendros. Una numerosa representación femenina como no se ha visto aún en ninguna cofradía de Granada, en la que las mujeres superan a los hombres.
Caridad 2014. Foto de José Velasco |
Inmejorables fueron las Semanas Santas de 2014 y 2015. Todo se conjuró para mostrar la Semana Santa de Granada que el mundo conoce...de la Granada universal, de la Granada Eterna... Fueron dos Semanas Santas en la que nuestras cofradías, junto a una inmejorable meteorología, se mostraron en el esplendor adquirido en las dos últimas décadas. Paisaje urbano granadino, elegancia y buen gusto en enseres y comitivas procesionales; belleza y devoción a sus imágenes en sus pasos procesionales. Granada, llenando sus calles, plazas y sus barrios ancestrales y modernos. La Sierra Nevada, las cuestas del Albaicín, el bosque de la Alhambra, veredas de pitas sacromontanas y recónditas callejas del Realejo, junto al calor y color del Zaidín.
Sólo hay que superar algo que parece difícil: hermanos con cirio en sus hermandades, en la humildad anónima del puesto en las filas... en el disfrute interior de la devoción de alumbrar a sus Sagrados Titulares. Cientos de hermanos y de granadinos en cada cofradía, sin más protagonismo, que su humildad escondida tras el capillo.
Lanzada 2015 |
Otro aniversario de amor y devoción a la patrona de la hermandad, la Stma. Virgen de la Caridad, preparaba la cofradía para 2016: el XXX Aniversario de tenerla junto a sus cofrades. Para ello se crea una comisión de preparativos y actos formada por Fray Juan José Hernández Torres, rector de la Basílica de San Juan de Dios, Dolores Peláez Hinojosa, Inmaculada Melero Canalejo, Benjamín Rodríguez González Ramón Herrera Serrano, J. Cecilio Cabello Velasco, José Francisco Ortega Solera y Concepción González Insua.
Para el día 13 febrero de 2016 se organiza un evento audio visual y musical cofrade con saetas denominado "La Pasión según Andalucía" en el Palacio de Congresos del Violón. Intervinieron la Filarmónica del Carmen de Salteras y la banda de Jesús de las Tres Caídas y las saeteras "Gemelas de Triana". Lo recaudado sería para los importantes proyectos que tenía que abordar la hermandad en el futuro.
La Hermandad en las vísperas de Semana Santa organiza en su casa "la Noche del Nazareno". Es el viernes por la noche, como un preparativo de cordialidad, amistad y convivencia previo al gran acto del año: la estación de penitencia, razón de ser de las cofradías de Semana Santa. Todo lo demás, como la Eucaristía y la espiritualidad interior...etc. es importantísimo, mucho más importante que todo, pero estas hermandades nacieron para dar testimonio y manifestación de la representación y catequesis plástica del drama de la Pasión de Jesucristo, para el pueblo creyente y no creyente. Sí, algo mucho menos importante, pero es que se fundaron para ello y es su razón de ser.
Este año 2016, fue la Guardia Civil con doce de sus miembros la que trasladó la imagen del Cristo de la Lanzada a su paso procesional del Sábado de Pasión. Dicho cuerpo de vigilancia y protección a los ciudadanos se le nombró hermano mayor honorario de la Cofradía. Representación de mandos de este Cuerpo acompañaría a las imágenes en esa Semana Santa.
Caridad de luto |
La Semana Santa de 2016 no se presentó óptima en el sentido meteorológico, especialmente, el Domingo de Ramos y Martes Santo. Con tiempo incierto la cofradía pasó por la tribuna oficial, comenzando a llover cuando salió de ella; el último quejío de la saeta se lo ofreció el veterano Compadre al salir la Virgen de la Caridad a Puerta Real.
La Hermandad del Cristo de la Lanzada logró llegar a la Catedral, pero ante la incertidumbre del tiempo y el largo recorrido hasta su iglesia se decidió finalizar su estación en el primer templo de Granada. Allí permanecieron las imágenes hasta el Lunes de Pascua en que fueron trasladadas con cortejo de hermanos vestidos de paisano a su templo de los Dolores.
Pasado el verano y tras los cultos de la onomástica de la Virgen de la Caridad, ésta saldría de forma extraordinaria en Rosario de la Aurora el día 8 de octubre de 2016 hacia la Basílica de San Juan de Dios, como se había realizado en el XXV Aniversario, pero en esta ocasión para regresar al día siguiente a su templo de los Dolores.
Un broche de orfebrería con diversos símbolos de la advocación de la Virgen, de San Juan de Dios, de Granada y de la hermandad se realizará, según diseño de Benjamín Rodríguez, para que lo porte la Virgen en sus cultos y procesiones.
También Benjamín Rodríguez ha diseñado una nueva saya para la Virgen, cuya hechura y bordado se abordará inmediatamente para que sea estrenada en la salida procesional del Martes Santo de 2017.
Solución a la puerta de salida del templo. Una nueva etapa
Y uno de las decisiones más importantes de la Hermandad que se adoptó en el cabildo de 21 de octubre de 2016. Ha sido la solución al problema de la salida procesional desde su templo sede, debido a las escasas dimensiones de la puerta del templo. Se decidió, puesto que había espacio y altura suficiente en la fachada de la iglesia, abrir una gran puerta de acceso y salida de dicho templo, respetando el estilo del mismo y permitiendo con ello la salida decorosa de los pasos desde el interior de su sede.
La solución del problema se encargó a una comisión presidida por Miguel Ángel Peláez Hinojosa, que estuvo trabajando casi tres años para paliar los inconvenientes y obtener los acuerdos pertinentes, con la implicación del consejo parroquial y de los párrocos y consiliarios, D. Alberto Fernández Pérez y D. Daniel García Miranda.
Con ello, quedaba atrás aquella solución de adquisición de un solar o casa para construir una capilla de salida, que gravaría a la Hermandad de forma costosa y por muchos años, además de alejarla de su entorno, de los devotos y de los vecinos de esa zona periférica del gran barrio del Zaidín.
Cartel de la Hermandad de 2017. Foto premiada de Alberto Ortega |
Caridad 2015 |
Patrimonio musical
Añoranza de Herrera
Bajo tu palio, Caridad de Esther López
LLoras por nosotros, Caridad de Víctor González García, 1995.
Cristo de la Lanzada de Aniceto Giner Arranz
Mi Caridad de F. David Álvarez Barroso.
Caridad zaidinera A. Barrós Jódar, 2006.
El sentir de mi alma de Alberto Benavente Ruiz.
Longinos lloró de Víctor Ojea Aguilera, 2013.
Entre suspiros de Caridad.
Virgen de la Caridad de Aniceto Giner Arranz.
Mi Cristo de la Lanzada
Hermanos Mayores
1984- 1993? Luis Garzón Martín
1993- 2002 Francisco Beltrán Jiménez
2002- 2004 José Manuel Cuadros Estévez
2004- 2005 Comisión Gestora presidida por Miguel Peláez Pérez
2006- 2010 Francisco J. Rabaza Espigares 2010- 2014 Miguel Ángel Peláez Hinojosa 2014- Javier Sierra Antequera
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1. Boletín Oficial de la Provincia de Granada de 9 de septiembre de 1837.
2. Diarios "La Constancia" en su número de 4 de septiembre de 1853 y "La Alhambra" en su número de 13 de septiembre de 1857.
3. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Fundación. Revista Gólgota, Semana Santa 2001, p.75.
4. Periódico "Ideal" de 2 de abril de 1985.
5. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Semana Santa de Granada a través de la Federación de Cofradías, p.p. 298-300. Granada 2002.
6. Revista Semana Santa de Granada 1986, Caja de Ahorros de Granada.
7. Revista Despojado de 1994.
8. "Ideal Digital" 2004.
9. Mis notas y varias revistas de Semana Santa, web de la Hermandad..
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