Vistas de página en total

sábado, 22 de febrero de 2020

REAL COFRADÍA DE PENITENCIA Y HERMANDAD SALESIANA DEL STMO. CRISTO DE LA REDENCIÓN Y MARÍA STMA. DE LA SALUD


JUEVES SANTO


 REDENCIÓN Y SALUD





Salud . Foto de Fernando Daniel



HISTORIA DE LA REAL COFRADÍA DE PENITENCIA Y HERMANDAD SALESIANA DEL STMO. CRISTO DE LA REDENCIÓN Y MARÍA STMA. DE LA SALUD
                           (GRANADA)


Antonio Padial Bailón



La Amarilla Muerte

¡Señor de la Redención!
macasar de amarilla muerte,

¡Detén tu caminar silente!
Quiero acercarme a tu cruz,
a contemplar tu mirada
rota de amarilla muerte.

¡Palpar tu clavel tronchado!
ver las llagas de tu frente
y que hieras mi mirada
con esa amarilla muerte.

Del Árbol de la Redención
el Cordero está pendiente,
con el pecho lacerado,
lleno de amarilla muerte.

Quiero estar bajo tu cruz,
posar mis labios ardientes 
en la llaga de tu pecho, 
para borrar de tu rostro
tanta...tanta amarilla muerte.


(De mi Pregón de Semana Santa 2012)




Introducción 


Esta hermandad de penitencia tiene como galardón su carácter de salesiana, por tener su origen en el Colegio Salesiano de Granada, en el que muchos de sus fundadores cursaron enseñanza, dentro del espíritu de aquella institución religiosa y docente creada en Turín (Italia) por el "Apóstol de los Jóvenes", San Juan Bosco, y que mereció la aprobación del Papa Pío IX en 1858.

La llegada a Granada de los clérigos salesianos tiene su antecedente en 1906, cuando un sacerdote salesiano realiza una imagen de María Auxiliadora para la iglesia de los Santos Justo y Pastor. Será en 1916 cuando la familia López-Barajas Damas hace donación a los salesianos de una huerta en el Triunfo, cuyos antiguos propietarios eran los frailes capuchinos. No obstante, la construcción del colegio salesiano se demorará hasta los años cuarenta del pasado siglo (1).

A principios de los años cuarenta, cuando la Nación estaba sufriendo la rémora de las consecuencias de la terrible Guerra Civil del final de la década anterior, los salesianos comenzaron a establecerse en los terrenos del Triunfo, junto al convento de los Capuchinos, donde empezaron a impartir sus primeras clases en 1947. Lugar elegido dentro del ámbito de dos barrios humildes, formados principalmente por campesinos y obreros, como eran entonces el de San Lázaro y el de la Calle Real de Cartuja.


San Juan Bosco "Don Bosco". Fot. Salesianos

Con el transcurso del tiempo, la zona del Triunfo se fue transformando para ir cambiando su identidad popular y fisonomía, para poblarse, en cierta medida, de clases profesionales y medias. Ello, junto con el mayor valor de los terrenos en la zona del Triunfo, propició que los salesianos adquirieran unos solares en calle Almuñécar del Barrio del Zaidín para levantar su nuevo colegio, al que se trasladaron en 1971.        

Desde los años cincuenta del pasado siglo, los salesianos estuvieron en contacto con la Semana Santa de Granada, concretamente, participando en la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén en unos años de decadencia de esta hermandad, a través de D. Jaime García Royo, hermano mayor de la misma y persona muy ligada a los salesianos. Él será el que organice la procesión de 1958 con alumnos del colegio, implicando a sus padres para que sus hijos participaran en ella. Al siguiente año, la procesión salió del patio del colegio e, incluso, se pretendió que la hermandad cambiara allí su sede. Tampoco prosperó la hermandad en los años que estuvo saliendo del Colegio y el Domingo de Ramos de 1965 fue el último en el que su procesión saliera del mismo. Pero dieciocho años después, en 1983, ya en el Zaidín, los salesianos volverían a reanudar el contacto con la Semana Santa Granadina, cuando en su seno se fundó ese año por ex-alumnos salesianos la Cofradía del Stmo. Cristo de la Redención y María Stma. de la Salud (2)

Antecedentes en Granada de las advocaciones de Redención y Salud

Ninguna de la advocaciones (Redención y Salud) a las que da culto la Real Cofradía era nueva en Granada, pues ha contado con dos históricas y relevantes hermandades en la antigüedad. Una de ellas, la de Redención, situada en el Convento de Nuestra Señora de Gracia, de trinitarios descalzos, donde el 16 de abril de 1676 se funda la Augusta y Venerable Hermandad de la Confraternidad de la Stma. Trinidad y Redención de Cautivos, al amparo de una Bula del Papa Clemente X, concedida en julio de 1673 a los trinitarios descalzos, dándoles licencia para fundar dichas congregaciones o hermandades de Redención.


Cristo de la Redención de la iglesia de Ntra. Sra. de Gracia

La imagen principal a la que daba culto esa hermandad era un Crucificado, que adquiere el título de Cristo de la Redención, al que se le veneraba en una gran capilla con bóveda de enterramiento de hermanos. Esta capilla estaba situada con entrada independiente a los pies de la iglesia de Ntra. Sra. de Gracia, a la derecha entrando, donde hoy se encuentra la sacristía de la iglesia parroquial de dicho nombre, presidido su retablo por la talla del Cristo de la Redención. La imagen suscitaba una gran devoción, estando las paredes de la capilla repletas de exvotos de los fieles por los favores recibidos del Cristo. 

Pero el Cristo de la Redención de Cautivos no era la imagen actual que hoy se venera con ese título en el altar mayor de la iglesia de Ntra. Sra. de Gracia, pues esa imagen procede de la Catedral granadina, donde al parecer, presidía la bóveda de enterramiento que hay en su subsuelo y que se llevó a la iglesia de Ntra. Sra. de Gracia a mediados del pasado siglo XX, cedido por la Catedral.


La imagen del antiguo Cristo de la Redención de Cautivos, según los datos que expongo en mi blog "la Granada Eterna" sobre aquella Augusta Hermandad de la Redención, fue una imagen de principios del siglo XVII, debida a la gubia del escultor Pablo de Rojas. Veamos cuál de los Crucificados atribuidos a este escultor pudiera ser en antiguo Cristo de la Redención: el convento de trinitarios descalzos de Ntra. Sra. de Gracia sería suprimido y exclaustrados sus frailes en 1835, pasando la mayor parte de sus imágenes a la iglesia del convento de agustinas recoletas (la actual iglesia de la Magdalena) y al cercano Beaterio de Santa María Egipciaca. En éste último había, que sepamos, dos Crucificados de tamaño natural, uno del estilo de Diego de Siloé y otro de Pablo de Rojas, que adquirió en 1947 la Cofradía del Cristo de los Favores de dicho Beaterio para ser su titular (3).  Por ello, me planteé la hipótesis de que éste último, atribuido a Rojas, pudiese ser el Cristo de la Redención del convento de Ntra. Sra. de Gracia que pasara tras su exclaustración a dicho Beaterio. 


Actual Cristo de los Favores, posible antiguo Cristo de la Redención

En cuanto a la advocación de Ntra. Sra. de la Salud, existió hasta tiempo relativamente reciente una antiquísima hermandad dedicada a esta advocación en la iglesia parroquial de San Cecilio. Dicha hermandad fue fundada a finales del siglo XVI con el título de Ntra. Sra. del Mar, que cambió en 1635 por el de Ntra. Sra. de la Salud, debido a que los vecinos del Barrio del Realejo, que habían impetrado la protección de la Virgen, no padecieron una epidemia de cámaras de sangre (disentería), que sí afectó al resto de la ciudad. 

Dicha Hermandad de Ntra. Sra. de la Salud aún mantenía cultos en la iglesia de San Cecilio, allá por los años cincuenta del pasado siglo, ocupando la capilla de la derecha del presbiterio, que se perdió, junto con la imagen, en el incendio de la iglesia producido el 22 de diciembre de 1969 por un cortacircuito en un Belén en la capilla instalado. La imagen con el Niño era de tamaño natural y de talla completa, seguramente realizada, a finales del XVI que se sobrevestía con sayas y mantos.

Desde antiguo la hermandad celebraba una novena de rogativa, función y procesión en el mes de noviembre para impetrar el Patrocinio de la Virgen, acudiendo cada año en procesión a la Basílica de Ntra. Sra. de las Angustias, Patrona de Granada.

Año 1930. Procesión de la Virgen de la Salud de San Cecilio

***

Fundación de la hermandad de penitencia

Dentro de la tercera oleada fundacional de cofradías de penitencia granadinas, que se inicia en 1978 con la Hermandad de Jesús del Amor y la Entrega  y María Stma. de la Concepción, y finalizó con la conversión en penitencial de la Hermandad del Cristo de San Agustín, se funda la Real Hermandad del Stmo. Cristo de la Redención y María Stma. de la Salud. 


Corría el año 1982, en pleno auge de la fundación de cuadrillas de costaleros, cuando se forma por un grupo de jóvenes, entre ellos, Antonio Fernández Muñoz, y gran parte de ellos alumnos salesianos, una cuadrilla costalera para sacar en procesión a María Auxiliadora de la Alhambra, Patrona de los salesianos. Esa era la idea primitiva y no la fundación de una hermandad de penitencia, cosa que iría madurando hacia el año 1983. Sin embargo, dicha cuadrilla que cada vez estaba formada por más componentes salieron también en Semana Santa, sacando los pasos del Cristo de la Buena Muerte y Ntra. Sra. de Amor y del Trabajo (Ferroviarios) y a María Santísima del Sacromonte de la Cofradía de los Gitanos.

La fundación de la hermandad penitencial se realiza en el Colegio Salesiano del barrio del Zaidín por el grupo de costaleros y de otros que no lo eran, muchos de ellos antiguos alumnos de dicho colegio. Fue fundamental el apoyo del sacerdote salesiano D. Rafael Soldevilla, que asume la tarea de convencer a los religiosos salesianos para que en su iglesia se estableciera la cofradía. Uno de los más entusiastas impulsores del cambio de proyecto para constituirse en hermandad fue el capataz del grupo costalero, Juan Manuel Molina Chacón. 

Al inicio del otoño de 1983 un número significativo de personas se había adherido al proyecto, entre ellos, algunos padres de alumnos, decidiendo realizar dos juntas en el mes de octubre para proceder a la fundación. Una de ellas fue el día 18 de dicho mes en la que se redacta el acta fundacional y se aprueban las reglas por la que se debía de regir la hermandad.

La advocación que se le da a la imagen de Cristo Crucificado es el de Redención en razón de celebrarse en 1984 el Año Santo de la Redención. La principal preocupación fue la de conseguir una imagen de Cristo Crucificado de las muchas que existen en las iglesias granadinas, siendo la que concitaba más posibilidades la del Stmo. Cristo de las Ánimas de la Iglesia de San Matías; una imagen realizada por Jaime Folch en 1794, donación de un devoto para la Hermandad de las Ánimas del Purgatorio de esa parroquia (4).


Cristo de las Ánimas de San Matías (Jaime Folch 1794).

Después de unas conversaciones de los fundadores con el párroco de San Matías para explicar su proyecto y solicitarle que accediera a cederles la imagen del Crucificado y que únicamente abarcaría dicha cesión a permitir que se procesionara en Semana Santa, el párroco se negó rotundamente a dicha cesión.

Ante las perspectivas de nuevos fracasos en la consecución de una imagen la cofradía decidió encargar una propia a algún escultor granadino, manteniendo contactos en este sentido con Antonio Barbero Gor, pero el presupuesto comunicado por el Sr. Barbero excedía de las limitadas posibilidades económicas de la nueva cofradía, decidiendo que fuera otro artista de presupuesto más asequible el que realizara el Crucificado de la Redención. La elección recayó en Antonio Díaz Fernández, más moderado en el precio, que ascendía a la cantidad de 300.000 o 325.000.-Ptas., para pagar en tres plazos, el último a la entrega de la imagen en el mes de abril de 1984. El escultor la realizó en un taller que tenía en el sótano de una casa en el Camino de Ronda, entre las calles Maestro Lecuona y la Ribera del Genil.

En cuanto a la ejecución formal de la imagen, el Padre Soldevilla, consiliario de la hermandad, propuso que se realizara con un diseño semejante al del Cristo de la Noche Oscura de la ciudad de Úbeda. Se trata de una impresionante talla del escultor Palma Burgos realizada en 1966 para la hermandad salesiana de penitencia de su título en Úbeda. Es una imagen sobre madero plano con largo sudario y con el torso y cabeza vencidos hacia adelante en una dramática torsión. La propuesta de Soldevilla fue aceptada por mayoría de votos de la nueva cofradía.



Los estatutos de la Hermandad tardaron en aprobarse algo más de lo esperado, pues se hicieron algunas correcciones en ellos por parte de la autoridad eclesiástica, que fueron aceptadas por la cofradía en ciernes. La inquietud de los directivos era enorme, porque se acercaba la Semana Santa de 1984 sin tener noticias de su aprobación, que, finalmente, fue otorgada el día 6 de abril de ese año y firmada por el arzobispo de Granada, D. José Méndez Asensio. 

En el primer cabildo de elecciones de eligió hermano mayor a Juan Manuel Molina Chacón, que como se ha dicho, fue también el capataz de los costaleros de María Auxiliadora, grupo que estuvo en la raíz fundacional de la Hermandad del Cristo de la Redención, nombrando vice-hermano mayor a José Rodríguez Alférez; mayordomo mayor a Alfredo Iniesta Rodríguez; secretario a Miguel González Campos; como tesorero a Manuel Martín Borja; como albacea a Manuel Moreno Leyva; como fiscal a Francisco Cañas Padilla; como vicesecretario a Juan J. Rodríguez Viedma; vicetesorero, Juan Hernández Muñoz;  y cuatro vocales en las personas de Alfredo Iniesta Molina, José Luis González Castilla, José Luis Santaella Ortega y Gustavo Adolfo Romero Aranda.

Mientras se esperaba la aprobación de los estatutos la nueva cofradía no permanecía ociosa; ya había encargado, como se ha dicho, la imagen del Cristo de la Redención, que se trajo a hombros de los componentes de la junta de gobierno y cofrades desde el taller a la iglesia salesiana, por el camino más corto (5). La bendición de la talla se realizó el Viernes de Dolores, día 13 de abril de 1984, en una solemne función religiosa en la iglesia de María Auxiliadora, oficiada por el padre salesiano, delegado inspectorial de la congregación religiosa, D. Francisco Escribano López. De forma muy sencilla el Cristo de Díaz Fernández fue colocado en la escalera del presbiterio con dos ramos de flores de claveles y gladiolos detrás de los brazos de la cruz.


Día de la bendición, el 13 de abril de 1984



Primera estación de penitencia

Con imagen a la que rezar e implorar y con los enseres sencillos y más indispensables se aprestaron los hermanos a preparar la primera estación de penitencia que se habría de realizar una semana después de la bendición, es decir, el Sábado Santo día 21 de abril de 1984. Dadas la escasas dimensiones de las puertas de la iglesia de los salesianos, templo moderno que fue construido en los años setenta del pasado siglo, la cofradía no podía salir del interior del mismo por lo que decidió la junta montar el paso en el altillo exterior  situado ante las puertas de la iglesia de María Auxiliadora, su sede canónica, que no obstante también presentaba la dificultad de tener una extensa escalera de acceso.

Una comisión de la nueva hermandad formada por el presidente de la asociación de antiguos alumnos salesianos,  el secretario, y el Sr. Cañas Padilla habían tenido una reunión con la Real Federación de Hermandades y Cofradías a fin de que le señalara aquel primer año un día de la Semana Santa para realizar por el itinerario oficial su primera procesión. No se pudo conseguir dado que dicho organismo cofrade se negó a ello, alegando que las recientes normas prohibían a una hermandad nueva realizar su procesión por dicho itinerario, antes de hacerlo por el barrio. Así que se decidió realizar su primera estación de penitencia para llegar a la parroquia del Corpus Christi.

Aunque, en un principio, la cofradía pensaba haber procesionado aquel año al Cristo en posición horizontal sobre unas simples angarillas, pero, finalmente, se consiguió para esta primera salida penitencial el préstamo del paso del Cristo de la Buena Muerte, cedido para ello por la Hermandad de los Ferroviarios. Era un paso de los años cincuenta, que había sido restaurado, dándole unas dimensiones más reducidas. En él fue procesionado el Cristo de la Redención para llevarlo por las calles del Zaidín, hasta la parroquia del Corpus Christi, por ser la más antigua del barrio, y en la que realizó estación ante su puerta. 

Gran cantidad de vecinos del barrio se concentraron a las siete y media de la tarde en la calle Rodríguez de la Fuente para ver la primera salida de la hermandad y la difícil bajada del paso por las escaleras sin rampa de la iglesia salesiana, momento que se convertirá en clásico de esta cofradía. Era la primera vez que una cofradía de penitencia recorría las calles del barrio del Zaidín, aunque no tardarían en hacerlo otras, como la de la Lanzada en el año siguiente, y poco después la del Cristo del Trabajo y María Stma. de la Luz y la de Resurrección. 



Aunque parte de la junta de gobierno abogó porque la procesión sólo llevara el sonido de un tambor repetitivo y destemplado, al modo de los Hermandad del Silencio, o como lo llevó antiguamente la de los Favores o la de los "Gitanos", finalmente se impuso la necesidad de que fuera con una banda de cornetas y tambores. Algunos de los enseres de ese año fueron prestados por la cofradía de los ferroviarios, como la cruz de guia o faroles, y los dos ciriales que iban delante del paso lo fueron por la Cofradía de María Stma. de la Estrella.

Sí, por el contrario, la cofradía tuvo finalizado su guion o "bacalá" bordada en "recorte" con tisús dorados en el que figuraba el escudo de la hermandad (la cruz con el emblema de María rodeados por la corona de espinas) y unas granadas, así como, elementos vegetales en el resto del guion y formando una cenefa alrededor del mismo.




A pesar de no llevar aún el paso de la Virgen ese primer año se permitió la salida de señoras vestidas de mantilla delante del paso del Cristo, estrenándose los hábitos nazarenos consistentes en una túnica negra, con capa de raso negro y vuelta azul, al igual que el capillo, también de raso y dicho color azul. Así mismo, se llevó un sencillo estandarte con la efigie en óvalo del rostro del Cristo de la Redención sobre fondo de terciopelo negro.





Finalizada la Semana Santa de 1984, había que resolver el problema de dónde colocar la imagen de forma digna dentro de la iglesia de María Auxiliadora. Al ser un templo moderno, no se habían concebido en su proyecto capillas, asignándole los salesianos, que tenían premura por colocar la imagen para que no estuviese en las escaleras del presbiterio, un hueco entre dos columnas o pilares para que allí se diera culto a la imagen. Primeramente, se cubrió la pared con un lienzo o cortina de terciopelo color burdeos a modo de baldaquino con dos faroles colgados a los lados y una reja o baranda para delimitar el espacio. Esa somera capilla o altar, realizada en principio con premura, no terminaría de habilitarse hasta junio de 1985.




Terminada la Semana Santa se remodelaría la junta de gobierno de la hermandad, nombrándose como mayordomo mayor a José Arcos Urbano; un nuevo tesorero en Antonio Garrido Barranco. También se cambió el albacea, nombrándose a Fernando Egea Fernández Montesinos, y a los vicesecretario y vicetesorero, Miguel Mesa Muñoz y Antonio Hernández Muñoz, y como vocal a José Luis Sáez Hidalgo, que después será Hermano mayor. Otros vocales, como José Mesa Muñoz, José Caballero Hidalgo, Francisco Álvarez Calvo, Ángel Martínez López, Manuel García Molina, Jesús Torres Muñoz y Mariano Ruiz Ruiz.

Lógicamente, una hermandad en proceso de crecimiento sufría en estos años iniciales determinadas crisis y desajustes en cuanto a los cargos de algunas de las personas que formaban la junta directiva, lo que obligaba pronto a realizar algunos ajustes en la misma. Así, poco tiempo después de esta remodelación, un hombre que empezó a destacar en la hermandad fue José Luis Sáez Hidalgo, que paso de vocal a mayordomo mayor, no sin la protesta de José Arcos Urbano, que poco antes había sido nombrado para ese cargo.


Finalizada la Semana Santa de 1984, la junta directiva de la cofradía celebró varias sesiones para llevar a efecto diversos proyectos que se querían tener finalizados para la de 1985, entre ellos, la cruz de guia, que como se ha dicho, fue prestada para la primera salida, aprobándose que fuese en taracea cartujana con pinturas de la Pasión. Varios proyectos y presupuestos se examinaron, eligiéndose el de Carpintería Escolano por un importe de 150.000-.Ptas.




Varios proyectos se estudiaron para realizar el paso del Cristo, que habría de ser en madera barnizada en caoba, por unos importes superiores al medio millón de pesetas, que resultaron inasequibles para la economía de la hermandad, aprobándose finalmente otro que presentó el tallista que había realizado la imagen del Cristo, Antonio Díaz Fernández, por un importe de 275.000.-Ptas., cuyo contrato fue firmado a principios del mes de septiembre de 1984.  

Por esa fecha también dimite el hermano mayor, Sr. Molina Chacón debido a determinadas desavenencias, al parecer, derivadas de la actuación ante la Federación de Cofradías, pidiendo que la nueva hermandad se admitiese en dicho órgano cofrade para realizar estación de penitencia por el itinerario oficial en la Semana Santa de 1985. La respuesta por parte de la Federación de Hermandades fue, en principio, negativa. Este organismo cofrade estaba debatiendo la necesidad de exigir a las nuevas hermandades que en esos años se estaban fundando un mínimo de calidad artística en enseres e imágenes para aprobar su participación en el itinerario oficial, y planteó algunos inconvenientes a las hermandades de la Lanzada y de la Redención.

A la dimisión del hermano mayor Molina Chacón le sucedió la elección de Alfredo Mattei Boni, también antiguo alumno salesiano desde los tiempos en que el Colegio estaba en el Triunfo. No obstante, el Sr. Molina Chacón seguirá realizando labores de hermano mayor durante cierto tiempo por las dificultades de índole laboral del Sr. Mattei Boni, que tenía una empresa de imaginería en el barrio de San Lázaro.

Finalmente, en febrero de 1985 se aprobó en la Federación rebajar las exigencias en cuanto a los enseres y que las nuevas hermandades enviaran un proyecto de las imágenes titulares que pensaban realizar para dar o no su beneplácito. La Hermandad del Cristo de la Redención obtuvo, no sin determinadas reticencias y la oposición de algunas cofradías, la aprobación de la Federación para recorrer la carrera oficial el Martes Santo de 1985, a pesar de que había solicitado el realizarla el Jueves Santo. 

La Cofradía aceptó salir el Martes Santo, a pesar de que estaba dispuesta a no aceptar otro día distinto al Jueves Santo, incluso se pensó en salir el Sábado Santo para llegar a la Basílica de la Virgen de las Angustias y hacer ese año la estación en el templo de la Patrona de Granada. Finalmente, el día 2 de abril de 1985 con la aceptación del Martes Santo la corporación pudo hacer su estación de penitencia por la carrera oficial y ser miembro de pleno derecho de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Granada.




Primera salida oficial de la hermandad

El paso que le realizara el tallista Antonio Díaz Fernández era en realidad una parihuela sin canasto, sólo consistía en un respiradero tallado y barnizado en caoba, representando hojas de acanto que se alargaba en las esquinas y centros de de cada lado; el escudo tallado de la Cofradía ocupaba el centro del frontal, y fue pintado por el padre salesiano Francisco Fuentes. Cuatro hachones pequeños de madera en las esquinas del paso y dos jarras de orfebrería con bolas de clavel rojo escoltaban al Cristo en los centros de los laterales, irguiéndose la cruz sobre un apretado calvario de rojo clavel, costeado por la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos. Todo el conjunto se remataba con faldones color burdeos.

Dado el largo itinerario, la cofradía salió a las 4:45 de la tarde, partiendo hacia la Avda. de Dílar, las calles Pablo Picasso y Poeta Manuel de Góngora para cruzar el río Genil por el Puente Romano y hacer estación en la basílica de las Angustias. El regreso lo hizo por la calle de San Antón, Puente de Castañeda y Carrera de la Virgen, tratando de recorrer parte del Zaidín y llegar a la Plaza de Fontiveros y Camino de la Zubia, volviendo a su templo por la calle de Palencia, para rodear las fuentes de la Avda. de Dílar. La cofradía llegó a su sede, tras 10 horas de recorrido, a las tres de la madrugada. Allí, la recibieron los vecinos con las luces apagadas en la oscuridad, penumbra y el luto expresado en silencio con que Granada siempre ha recibido a sus Cristos muertos en la cruz.

Apadrinada la cofradía por las hermandades de la Estrella, Aurora y Soledad, abría la marcha la banda de cornetas y tambores de Alcalá la Real, y detrás de la cruz de guía 160 nazarenos, 100 camareras y 24 mayordomos, que con los costaleros y músicos la comitiva se acercaba a los 500 personas; cifra nada despreciable para una hermandad que comenzaba su caminar. El Cuerpo de Sanidad Militar, que había sido nombrado hermano mayor honorario, envió una representación a la procesión y soldados para que escoltaran el paso del Cristo de la Redención.




Aquel Martes Santo impuesto por la Federación resultó paradójicamente un éxito de tiempo y temperatura, pues el Jueves Santo, día deseado por la hermandad, cayeron "chuzos de punta" con una gran tormenta que hizo refugiarse a la Aurora y Concepción en la Audiencia Territorial y suspenderse la procesión del Silencio. De haber salido el Jueves Santo, se habría visto la hermandad desconcertada y deslucida por la lluvia. La responsabilidad de la procesión estuvo a cargo del mayordomo mayor, José Luis Sáez Hidalgo.

El hermano mayor, Sr. Mattei, pretendió dar agilidad y más frecuencia a las reuniones de la junta de gobierno, para lo que creo una "mini junta" más ejecutiva, formada por el hermano mayor o vice-hermano mayor más el fiscal, secretario, tesorero y mayordomo mayor. También, para los asuntos de desarrollo de iniciativas y proyectos se propuso que la hermandad funcionara a base de comisiones, como la creada para el proyecto de paso de palio para Ntra. Sra. de la Salud, que ya había sido encargada su hechura a Antonio Díaz Fernández, mismo autor del Cristo (6).

También, el Sr. Mattei remodeló la junta directiva, formada por José Luis Sáez Hidalgo, Manuel Molina Chacón, el albacea Miguel Hermida, tesorero y vicetesorero, José Álvarez y José Arcos, incorporándose nuevos miembros, como José Luis Serrano, Agustín Heredia, Aguilera, Alfonso Guerrero Santisteban, Manuel Segura, como secretario, y Ana Carmona, vocal de camareras. Aunque la hermandad permitía a las mujeres que formaran parte en las filas de nazarenos, no estaban presentes aun en los cargos, a excepción en el relacionado con las camareras.




La Virgen de la Salud

El boceto de la imagen de presentó en septiembre de 1985 con la perspectiva de que pudiera salir en su paso de palio en la estación de penitencia de 1986. El respiradero después de determinados debates se acordó que se hiciera en madera tallada recubierta la talla con pintura plateada, pese a la oposición de algunos directivos, como el anterior hermano mayor, Sr. Molina Chacón que lo deseaba de orfebrería. Todo el proyecto se encargó también al tallista Antonio Díaz Fernández, que lo habría de realizar con un presupuesto de 635.000.- ptas.

La Federación de Cofradías en cuanto tuvo noticias de la contratación de la imagen de la Virgen de la Salud manifestó su malestar por no haberle informado la hermandad del proyecto para que dicho organismo lo aprobara. Esta necesidad de aprobación derivaba de acuerdos más o menos formales, porque los estatutos de la Federación silenciaban el asunto, cosa que fue manifestada en descargo por el Sr. Sáez Hidalgo, así como, que los defectos que pudiera presentar la talla podrían ser subsanados a posteriori. Sí, por el contrario, se había comunicado a la Curia Eclesiástica y a la Comisión de Arte y Ornato, que no habían puesto reparo alguno.

El resultado de la labor de Antonio Díaz Fernández era bien reconocida en la tarea de la talla de la madera, pero no tanto con respecto a su labor de escultor de imágenes. Hizo una Dolorosa que no contentó a nadie, salvo quizás a personas poco entendidas en arte o a los propios que la encargaron. Prueba de ello, fue que la imagen fue mandada por la cofradía a retallar por el escultor Israel Cornejo veinte años después de su hechura. Aquello era la consecuencia, entre otras cosas, de la falta de medios económicos de que adolecían las nuevas cofradías y la premura por contar con imágenes para procesionar, unido a la negativa sistemática por parte del clero a ceder para dar culto y procesionar a muchas de las imágenes de considerable mérito artístico que encierran los conventos e iglesias granadinas.  

La Virgen de la Salud la realizó Antonio Díaz en el nuevo taller que había montado en la calle Conde de las Infantas, entre la Plaza de la Trinidad y el Convento de la Piedad. Estuvo terminada para mediados de noviembre de 1985, habiéndose encargado al orfebre sevillano Manuel de los Ríos la corona que se el iba a imponer el día de la bendición de la imagen. 

La bendición de la Virgen se llevó a efecto el día 15 de febrero de 1986 en la iglesia de María Auxiliadora por el arzobispo de Granada, D. José Méndez Asensio, que pronunció una bella homilía  sobre el significado de la advocación de "Salud" en sus sentidos material y espiritual, así como del amparo de la Virgen mediadora y corredentora. Fue una ceremonia solemne en la que se le impuso por el arzobispo a María Stma. de la Salud la corona de plata sobredorada de estilo  imperial que le realizó Manuel de los Ríos. La bendición fue apadrinada por el hermano mayor de la cercana y zaidinera Hermandad de la Lanzada, Luis Garzón.




A la Virgen también se le habilitó en la iglesia salesiana un lugar para colocarla y altar donde venerarla. Fue en parte opuesta o frontal a la del Cristo de la Redención, en el lado del Evangelio. El adorno consistió en un baldaquín con el escudo de la Cofradía, con un fondo de tela adamascada.

Antes, y desde el mes de noviembre la corporación nazarena ostentaba el título de Real Cofradía, que había sido solicitado por ésta ese mismo otoño de 1985. Pronto contestó de forma afirmativa la Casa Real, mediante una credencial de 4 de noviembre de ese año del Jefe de la Casa Real, D. Sabino Fernández Campos, aceptando el nombramiento de la Infanta Cristina de Borbón y Grecia como "Camarera Mayor Honoraria" de la cofradía salesiana. Desde entonces, el escudo de la hermandad lleva la corona real sobre el resto de los atributos. 



En la Cuaresma de 1986 gran actividad embargó a la cofradía para preparar todos los actos de aquella Semana Santa, que se celebraba a finales de marzo, y en la que por primera vez se iba a procesionar su titular mariana. La Real Cofradía había conseguido, mediante una solicitud en el mes de noviembre pasado, que la Federación de Hermandades y Cofradías aceptara el traslado de la estación de penitencia al Miércoles Santo, día 26 de marzo y primera salida procesional de Nuestra Señora de la Salud. 

Esa Cuaresma se creó formalmente el cuerpo de camareras de la hermandad, nombrándose a Encarnación Caballero Hidalgo camarera mayor, si bien las hermanas habían podido salir vestidas de mantilla los dos años anteriores acompañando al Cristo de la Redención. También se creó un cuerpo de mayordomía en el que participaban aquellos que tenían la misión de cuidar de las diversas secciones y misiones en la procesión. 

Ese año 1986, se procedió a instalar en el altillo de exterior del templo una gran carpa de lona azul para montar los dos pasos y protegerlos de las posibles inclemencias del tiempo. Así ocurrirá cada año hasta que la Cofradía consiguió construir las dos capillas, de las que en su momento se tratará.



Más conocida en el barrio, esta nueva cofradía después de sus dos anteriores salidas y con la novedad de procesionar por primera vez la imagen de la Virgen de la Salud, motivó que gran cantidad de gente se congregara a la salida de la hermandad aquel Miércoles Santo de 1986, para verla partir hacia el centro de Granada a las 16:30 de la tarde.

La Virgen fue bajo un palio azul oscuro, sostenido por los primitivos varales calados de María Stma. de la Estrella, que le habían sido prestados por dicha cofradía albaicinera. La Virgen de la Salud, cobijada por este palio, aparecía entre un enjambre de cirios y flores blancas en el friso y en las sencillas jarras, en contraste con los ramos de las esquinas repletos de gladiolos rosa; los faldones de la misma tela de terciopelo y color que el palio y un manto celeste de tela de damasco.




Los respiraderos fueron realizados en madera tallada y plateada por el tallista Antonio Díaz Fernández (autor de la Virgen), constituyendo una singularidad dentro de los pasos de palio, ya en esa época casi todos realizados en orfebrería. Sin embargo, los respiradero de los antiguos palios granadinos se realizaban en madera con talla barroca, normalmente dorada en pan de oro, hasta que a finales de los años cuarenta del pasado siglo empezaron algunos a realizarse en orfebrería, siguiendo la costumbre sevillana. 

Los pioneros en este cambio a la orfebrería serían los pasos de palio de la Virgen de la Misericordia y el de la Virgen de las Maravillas; dos hermandades sumamente "sevillanizadas" ya en los años cuarenta. Solo un paso de Virgen, aunque no con palio, presentó su trono de orfebrería en plata en el año 1931: el de las Angustias de Santa María de la Alhambra, realizado por Indalecio Ventura. Era, en realidad, el "canasto" que hoy conocemos, pues carecía de respiradero puesto que los hombres de trono que llevaban el paso lo hacían por el exterior del mismo.



El Grupo Regional del Cuerpo de Sanidad Militar, hermano mayor honorario de la cofradía, envió su banda de música para acompañar en la estación de penitencia (7). También llevaba la hermandad la banda de cornetas y tambores de los años anteriores, abriendo la marcha de la procesión en la cabecera de la misma.

Las llamadas de atención con las que la Federación de Hermandades había advertido a la Cofradía, en cuanto la necesaria presentación a dicho organismo de los proyectos de nuevas imágenes, no fueron cumplidas por ésta, que procesionó a la Virgen de la Salud sin la previa aprobación de la idoneidad artística por dicha Federación. Ello, motivó la imposición de una sanción a la hermandad de 50.000.- Ptas., cantidad importante para aquella época, agravada por los escasos recursos económicos de la hermandad y los muchos gastos necesarios para ponerla al nivel de las otras hermandades

Después de Semana Santa dimite el hermano mayor, Alfredo Mattei, por motivos de carácter personal, y se modifican algunos de los artículos de los estatutos de le cofradía a fin de actualizarlos. En el mismo cabildo general, celebrado el 17 de mayo de 1986, se proponen los presentes a cuatro candidatos: los señores Moreno Aguilar, Sáez Hidalgo, Mattei Boni y Serrano Hidalgo; estos dos últimos rechazaron ser propuestos y se procedió a la votación de los dos primeros, que una primera votación empataron, retirando su candidatura el Sr. Moreno Aguilar y resultando elegido hermano mayor José Luis Sáez Hidalgo.

El Sr. Sáez Hidalgo tratará de organizar el gobierno de la cofradía con medidas internas, reguladas por un estatuto de régimen interno, aprobado el 25 de octubre de 1986, y con reuniones mensuales de la junta directiva, pensando en favorecer el espíritu de hermandad y la integración de la cofradía en el barrio y recíprocamente. Propuso un programa de austeridad, reduciendo las deudas de la hermandad muy aumentadas por los gastos necesarios para ponerla en marcha. Esta medida se hizo efectiva antes de la Semana Santa de 1987 y se redujeron las deudas de 1.200.000.-Ptas. a sólo 200.000. 

Otra de las medidas que adoptó la nueva junta, que estaba formada sustancialmente por los mismos componentes de la anterior, fue tratar de integrar al cuerpo de costaleros de María Auxiliadora en un nuevo cuerpo de la hermandad: Esta medida provocó la dimisión del vocal de costaleros Sr. Moreno Aguilar. Tras diversas negociaciones la junta de la cofradía seguía manteniendo su propósito de crear dicho cuerpo y ofreció a los componentes del de María Auxiliadora de integrarse en el nuevo cuerpo específico de la cofradía, cosa que se consiguió en gran medida pese a las reticencias de muchos. 


Costaleros de la Redención. Foto del libro "Análes" de la Cofradía

También, en la Cuaresma de 1987 se crean nuevos actos de exaltación de los titulares de la cofradía, como un Pregón de Semana Santa, pronunciado ese primer año por Antonio Sánchez Ramírez "El Compadre", entonces hermano mayor de la Cofradía de los Escolapios; y desde el punto de vista devoto y religioso, la celebración de un Vía Crucis por las calles del barrio con los dos titulares de la hermandad y que se repetirá cada año en lo sucesivo. En honor a la Virgen de la Salud se le celebrará una Fiesta Externa en febrero para conmemorar su bendición, con ánimo de continuidad. Todas estas actividades se realizarán anualmente hasta nuestros días.

Ante las reticencias de la Federación en darle el visto bueno a la Virgen se produjo una intervención en 1987 de la talla de la imagen por su mismo autor. Dicha intervención parece que consistió en limar ciertas deficiencias, como la excesiva frontalidad e hieratismo, procediendo el escultor a introducir una cuña de madera en la parte superior del busto de la imagen, provocando así una leve inclinación hacia adelante. Parece que con esa intervención se complació a la Federación de Cofradías.




El extenso recorrido de la cofradía en su estación de penitencia alargaba innecesariamente su paso por el barrio del Zaidín, pues al final de su largo itinerario se visitaba la Plaza de Fontiveros, bastante alejada de su sede. Esto hizo que se acortara dicho itinerario final, limitándolo a las calles más cercanas a su sede canónica para llegar  solo hasta la fuentes iluminadas de la Avenida de Dílar. Con los años acortaría la hermandad aún más este recorrido por el Zaidín.

El régimen de austeridad que se había propuesto la junta directiva para poder abordar proyectos futuros más costosos hizo que en esa Semana Santa de 1987 se estrenaran escasos enseres, como fue el estandarte de las camareras, costeado por ellas y bordado en hilo de oro por las dominicas de Torredonjimeno, y su vara realizada por Manuel de los Ríos, que hizo también ese año la del Senatus. Asimismo. la Virgen de la Salud llevó los candelabros de cola de María Stma. de la Estrella, dentro de ese espíritu de colaboración que animaba a muchas de nuestras cofradías.

De todas formas, los débitos de la hermandad no eran excesivos, apenas ascendían a medio millón de pesetas, que se solventaron con un prèstamo avalado por los directivos, en una cofradía que había realizado grandes esfuerzos para ponerse en marcha estos primeros años.

Para los nuevos retos que se tenían que afrontar el hermano mayor, Sr. Sáez Hidalgo, nombró una junta directiva en 1988 con escasos miembros, siendo vicehermano mayor, Antonio García Aguilera y consiliario el Padre Soldevilla. Otros cargos fueron: José Caballero Hidalgo, como mayordomo mayor; Alfonso Guerrero Santisteban, como secretario; Ángel Martínez López, como vicesecretario y Antonio Hernández Muñoz, como albacea. También estaban previstos los cargos de tesorero, contable y fiscal que de momento no los cubrió. Luego, con la aportación de otros hermanos, se harían comisiones para tratar asuntos específicos.




Seguramente esa mínima junta se debió a desear tener colaboradores más inmediatos y de su entera confianza, para evitar determinados conflictos que ya se habían producido en la hermandad, y que no habían desaparecido totalmente, especialmente los que afectaban al cuerpo de costaleros de María Auxiliadora. Quizás, en en esta causa podo estar la decisión del hermano mayor, Sr. Sáez, de dimitir de su cargo en diciembre de 1987, dimisión que no se llegó a producir, pero sí la desvinculación del cuerpo de costaleros de María Auxiliadora de la Real Cofradía en la Cuaresma de 1988. No se habían podido superar las diferencias entre ambas corporaciones y como consecuencia se creó el nuevo cuerpo de costaleros de "Redención y Salud" en el que se integraron algunos miembros del de María Auxiliadora, otros terminarían con el paso del tiempo en integrarse en el de la Hermandad del Cristo de la Buena Muerte (Ferroviarios). Dicho nuevo cuerpo de costaleros no tuvo en principio suficiente número de ellos para sacar ambos pasos en la procesión de penitencia, ayudando algunos costaleros de la Cofradía de los Escolapios y utilizándose algunos muy jóvenes, incluso menores de 15 años en el paso de la Virgen.

El Miércoles Santo de 1988, que cayó el 30 de marzo, no fue lluvioso pero sin con un viento atroz que hacía volar mantillas y capillos, afectando a los cirios y candelerías, que permanecieron apagados en el trayecto procesional. Solo al regreso de la hermandad el viento, que había restado esplendor a la procesión empezó a amainar. 

Tres corporaciones musicales acompañaron a la Real Cofradía ese año, abriendo la comitiva procesional la banda de cornetas y tambores del Zaidín, como en años anteriores; la Agrupación Logística nº 2 de Granada con el Cristo y la joven banda de Manuel Alonso con el paso de la Virgen de la Salud.

Ese año de 1988 se originó un conflicto en las cofradías por la supresión por el Gobierno de la festividad de la Inmaculada, que ya hemos tratado en la historia de otras cofradías. Las del Cristo de la Paciencia y la Virgen de la Penas y la del Consuelo de los gitanos, no salieron en señal de protesta. Al no salir la Hermandad de la Paciencia, que iba detrás de la Redención en el itinerario oficial, quedaba desajustado el horario, por lo que la del ésta última hubo de ralentizar su marcha para llegar media hora más tarde a la tribuna y que no se produjera un corte demasiado ostentoso con la tercera cofradía del día, que era la de las Tres Caídas. 

Quizá no resultó operativa la junta directiva de escasos miembros pues en octubre de 1988 el hermano mayor, Sr. Sáez, incrementa la junta para estar formada por 18 miembros más los componentes del cuerpo de mayordomos con cinco miembros, el de camareras con siete miembros y el de costaleros dirigidos por Juan José Rodríguez Viedma y Juan Manuel Rodríguez Viedma y otros cinco más, entre ellos, el capataz, Ramón Moya.


Anochecer ante la Basílica de la Patrona, la Virgen de las Angustias
La Real Cofradía desde la incorporación de la Virgen de la Salud había aumentado sus festividades en la dedicada a esta advocación que se celebraba el 27 de noviembre (en 1994 se cambió al segundo domingo de noviembre) en la que en esos años intervenía el coro de la Hermandad de la Virgen del Rocío, que fue nombrada hermano mayor honorario. La ceremonia religiosa incluía también ofrenda floral y besamanos a la Virgen de la Salud. En dicha festividad en el año 1988 se le impuso a la Virgen el fajín del General D. Diego de Orbe Machado, donado por su esposa para que lo luciera la imagen en las estaciones de penitencia.

Los ingresos de la hermandad iban creciendo a la par que con ello se conseguía mayor posibilidad de gasto. No solo debido al incremento de hermanos, también a diversas actividades, funciones y recitales de cante flamenco con la actuación de Chiquetete en los Jardines Neptuno; de poesía, como el ofrecido por el poeta Manuel Benítez, o de guitarra por el afamado guitarrista Manuel Cano Tamayo. Sin embargo, dado el escaso interés por estos actos que padecen gran parte de nuestros cofrades, no se recaudó ninguna cantidad significativa, aunque sí sirvió para realizar alguna obra de caridad. No obstante, estaban los cofrades dispuestos a viajar, recaudándose en el viaje realizado a la Aldea del Rocío una cantidad significativa, excursiones que se repetirán en el futuro con éxito.

Ese año de 1989, la Virgen fue acompañada por la Agrupación Virgen de la Estrella de la localidad sevillana de Dos Hermanas. Aunque se acordó para el año 1990 suprimir la banda de cabecera de la procesión, muy común desde tiempo inmemorial en las cofradías granadinas. Nuevamente, Sevilla imponía sus patrones procesionales a otra hermandad granadina, para que abriera la procesión solamente la cruz de guia, lo que, por otra parte, suponía un ahorro considerable para las hermandades. Año éste en el que una segunda gran tribuna se instaló por vez primera en la Plaza de las Pasiegas, ante la Catedral, donde hasta sus puertas acudían las cofradías a hacer estación, por no estar aún permitida la entrada al interior por la autoridad eclesiástica.

No estarían los hermanos insatisfechos con la gestión del hermano mayor, Sr. Sáez Hidalgo, porque en el cabildo general de elecciones de junio de 1989, celebrado en el Salón Verde de los Salesianos, solo se presentó su candidatura y fue reelegido por unanimidad de los asistentes, para el próximo mandato de cuatro años. Nuevo consiliario tuvo la cofradía en el Padre Manuel Martos, pues el Sr. Soldevilla había sido trasladado a Úbeda. El Sr. Caballero Hidalgo, como mayordomo mayor, formando parte de esta junta, nombrada en octubre de 1989, gran parte de las personas de la anterior y continuando en el cargo de camarera mayor, Encarnación Caballero. Asimismo, por renuncia del presidente del cuerpo de costaleros, Juan José Rodríguez Viedma, se nombró de forma interina a Eugenio Fernández López. 


Cristo de la Redención por  el Puente del Genil. Foto de Manuel Lirola

El curso comenzaba con la gran noticia de la donación de 350.000.- Ptas. por parte del Presidente del Granada Club de Fútbol, D. Antonio Suárez Mendía, que fue nombrado cofrade de honor en la festividad de Ntra. Sra. de la Salud. Ya este señor donaría el respiradero para la Virgen de la Luz, de otra nueva cofradía zaidinera.

La necesidad de un compromiso serio con la hermandad aquejaba a muchas cofradías, entre ellas, a ésta. No se encontraban demasiadas personas dispuestas a asumir cargos de responsabilidad, a pesar de que la cofradía en tan pocos años tenía una nómina de hermanos que sobrepasaba los 500. Quizá la escasa tradición cofrade granadina pudo ser la causa de la falta de compromiso del ciudadano y de la escasez de hermanos en nuestras cofradías, pues la ciudad perdió casi todas sus hermandades de penitencia a principios del siglo XIX y su Semana Santa actual databa de menos de ochenta años.

La Cofradía pasa a procesionar el Jueves Santo

El Miércoles Santo de 1989, la Hermandad de los Gitanos se pasó a este día para su estación de penitencia, dejando de hacerlo el Jueves Santo. Seis cofradías procesionaron ese Miércoles Santo, debiendo de adelantar su horario la de la Redención a las cuatro de la tarde. Sin embargo, también fue la ocasión para que la Real Cofradía del Cristo de la Redención solicitara el cambio de día a la Real Federación, para realizar su estación de penitencia en la tarde del Jueves Santo, cosa que le fue concedida para el siguiente año de 1990. 

No estuvo este cambio exento de dificultades, pues en principio la Federación denegó la petición para que la cofradía variara de día. No tuvo la hermandad salesiana dificultades con la Cofradía de María Stma. de la Aurora, que apoyó dicho cambio, aunque sí con algunas de las otras hermandades de Jueves Santo, alegando que aun la de la Redención no reunía condiciones exigibles y de presentación suficientes para dicho gran día. La protesta por dicho trato vejatorio se dirigió a la Curia Eclesiástica y por una carta  a la Real Federación. Muchos hermanos mayores apoyaron a la joven cofradía, consiguiéndose, finalmente, que la Federación aprobara la inclusión de la hermandad salesiana en la nómina de hermandades del Jueves Santo granadino. Desde entonces ese ha sido su día procesional (9).


Regreso de la Hermandad en los Primeros años. Del libro "Anales".

Habiéndose presentado lluviosa la Semana Santa de 1990, el Jueves Santo, día 12 de abril hubo una tregua en el tiempo y salieron las cofradías de ese día, siendo la primera la salesiana de la Redención, que lo hizo a las 16:30 horas. Ligada a la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Granada, cuya representación acompañaba a esta cofradía en su estación de penitencia, la Virgen de la Salud comenzó su marcha a los sones de la flauta y tamboril de Alfonso e Ismael Garrido que entonaron con estos instrumentos la conocida marcha "Campanilleros". Luego, al regreso en la madrugada, se entonó la "Salve Rociera" a la Virgen y el "Padrenuestro" al Cristo de la Redención (10).  

En esos años el regreso de la cofradía llegaba a su iglesia entre el efecto de la penumbra que se producía con las luces apagadas de la calle y antorchas y bengalas que se encendían que provocaban una neblina con sus humos entre la que caminaban los pasos, consiguiéndose un clima especial de misterio. Esta costumbre de algunas cofradías de encender bengalas al regreso de la estación de penitencia en homenaje a sus titulares se fue perdiendo paulatinamente, conservándose  aún por la de los "Gitanos" a su regreso al Sacromonte.


Ese año estrenó la hermandad el nuevo Senatus que bordaron los dominicas de Torredonjimeno (Jaén) según diseño de Luis Ignacio Fernández Aragón con vara del orfebre Manuel de los Ríos. La Virgen de la Salud lucía ese año cinco flores de esmeraldas en su pecherín, al modo de las que lleva desde hace más de cien años la Esperanza Macarena de Sevilla, llamadas "Mariquillas", que le fueron regaladas en 1913 por el torero Joselito, "el Gallo". También se estrenó en 1990 un "llamador" para su paso, obsequio de Luis Mariscal Mejías, hermano mayor de la Cofradía de los "Gitanos".

A finales de 1990 y principios de 1991 se produjeron ciertos ajustes en la junta directiva y una mayor exigencia de compromiso de los cargos y hermanos con la cofradía trató de imponer el hermano mayor, produciéndose, asimismo, algunos conflictos y dimisiones, como la de José Luis Serrano y Joaquín Melgar. También el salesiano consiliario, Padre Martos, por enfermedad fue sustituido por el Padre Miguel Aragón Ramírez. También era por estos años capataz del Cristo Ramón Moya (11).


La Cofradía también tenía una agenda cultural anual cada vez más extensa. Se celebraba pregón propio de Semana Santa, que ese año de 1991 lo pronunció el cofrade y costalero poeta, José Manuel Rodríguez  Viedma; presentación de Cartel, que se celebraban en el salón del actos del colegio salesiano; la edición de una revista de la hermandad; viajes culturales ...etc.

El Jueves Santo de ese año, con buen tiempo, la cofradía volvió a adelantar su horario de salida a las 16:00 horas, estrenando la Virgen unos varales propios, para sustituir a los que entonces le prestaba la Hermandad de la Estrella. Dichos varales, así como el "llamador", los realizó el orfebre que le trabajaba en esos años a la hermandad: el sevillano Manuel de los Ríos y que son los que actualmente aún luce en la estación de penitencia. También, vistió la imagen una saya nueva de color blanco y bordada en tisúes dorados que le bordó el granadino Ángel Perea, siendo una donación de la familia Rodríguez Viedma (Carmen y su hija María del Carmen, ésta última era secretaria de la hermandad).


Salud en 1990. Foto de M. Lirola (revista "Gólgota" 1991)


En el mes de noviembre de 1991 se determinó por la junta realizar un palio con caídas en malla y bordado en "recorte" en tisúes en plata para Ntra. Sra. de la Salud. Dicho bordado se encargaría al bordador Ángel Perea, para que lo fuera elaborando en los siguientes e inmediatos años.

Las inquietudes dentro de la junta de gobierno de la cofradía seguían sin cesar y en noviembre de 1991 se produce una nueva remodelación de la misma, nombrándose como albacea a Juan Gómez Suárez y vocal a Manuel López del Castillo, que, además, a principios de 1992 sustituirá como mayordomo mayor a Antonio García Aguilera por dimisión de éste. Fueron años difíciles para el hermano mayor, Sr. Sáez Hidalgo, porque, también, las relaciones con los salesianos no eran tan fluidas como cuando estaba el Padre Soldevilla.

La Cofradía tenía la idea de enriquecer al paso del Cristo de la Redención con unas jarras con claveles rojos colocadas a los costeros del paso, flanqueando la cruz, y el año 1992 satisfizo esa aspiración con unas que le realizó el orfebre sevillano de Orfebrería Sevillana Brihuega. También la Virgen salió ese año con un nuevo manto color azul turquesa, para sustituir al de damasco color celeste que había llevado desde su primera salida procesional de 1986. El palio también se le cambió por uno de malla sin bordar, como inicio del estilo que sería asignaría al nuevo palio que estaba bordando Perea. 

También el día 8 de abril de ese año (1992) la Virgen se le impuso y recibió otro fajín de General del Ejercito donado por D. Eduardo Márquez Berdeguer, que lucirá en la estación de penitencia . Al general se le impuso la medalla de la cofradía y se le entregó un pergamino con el nombramiento de mayordomo mayor honorario de la hermandad.

Se finalizaba el año cofrade y la hermandad convocó cabildo de elecciones con la presentación de un única candidatura por Juan Manuel Romero Román, que fue elegido el 30 de mayo de 1992 por aclamación de los asistentes al cabildo presidido por el Padre Ernesto García González y el hermano mayor saliente José Luis Sáez Hidalgo, que había desempañado el cargo durante seis años, quizá en esa etapa inicial de grandes dificultades para la hermandad, que a veces conducían al desaliento. El nuevo hermano mayor, Romero Román, era miembro de la junta de gobierno desde 1988, editor de la revista de la cofradía y había prestado un local para guardar los sus enseres, cuando la cofradía no encontró apoyo para su guarda en alguna dependencia de la comunidad salesiana. 


Redención con las jarras costeras


Con gran regocijo se recibió por los hermanos la vuelta al colegio granadino del Padre Soldevilla a finales de 1992, continuando desde ese momento como consiliario de la cofradía. Muy apreciados eran sus consejos y recomendaciones que en sus chalas impartía para mantener una forma de vida cristiana y cofrade. Asimismo, en la fiesta litúrgica de la Virgen de la Salud asistió  la Asociación de Antiguos  Alumnos Salesianos con su presidente, José Manuel Rodríguez Chacón, primer hermano mayor y fundador de la Cofradía.

No cabe duda, que con el nuevo hermano mayor habían regresados algunos directivos nombrándose para desempeñar cargos a algunas personas que habían sido miembros de la junta de gobierno en anteriores ocasiones, como Antonio García Aguilera, que represa a la junta como mayordomo mayor y que había dimitido un año antes de vice-hermano  mayor.

También, en esta junta de Romero Román estaban Manuel López del Castillo, como vice-hermano mayor, que al año siguiente sería sustituido por Fernando Alcalá Soria; Juan José Rodríguez Viedma, como mayordomo mayor; Antonio Rivas Fernández, como contador; ; Juan Luis Iáñez Vallet, capataz del paso de palio y Ramón Moya del de Cristo, con Juan José Rodríguez Viedma como presidente del cuerpo de costaleros; Baldomero Puertas Aguilera, como fiscal y otros nuevos en la junta, como Antonio Rodríguez Gámiz en el cargo de tesorero (que sería sustituido al siguiente año por José Arcos Urbano), y Bernardo Alcalá Soria.  

Entre los primeros acuerdos que adoptó la nueva junta del Sr. Romero Román estuvo el mandar realizar una nueva cruz de guía al taller de Víctor Molero, de reconocido prestigio en la labor de taracea granadina, cuyo coste se ofreció a pagar el mayordomo mayor, Antonio García Aguilera. También se realizarían sus faroles de acompañamiento en artesanía granadina. 



Ese año 1993 la cofradía realizaría su último pregón de Semana Santa propio, pues en 1994 se integraría en el pregón general que realizaban las hermandades del Barrio del Zaidín. El último pregón propio lo pronunciaría en forma de coloquio el religioso salesiano José María Martín Flores. Pero, también, se realizó un nuevo acto, en cierto modo sustitutivo del pregón, como fue el Cartel anual de la cofradía, acto lírico que realizó José Manuel Rodríguez Viedma.

El Jueves Santo de 1993, la cofradía atrasó su horario para la estación de penitencia, saliendo a las 5 de la tarde y encerrándose oficialmente una hora después de los acostumbrado, es decir, a las 3 de la madrugada del Viernes Santo, en una noche en la que llenaron las calles los granadinos para contemplar sus cofradías. La hermandad tenía prácticamente consolidado su itinerario tradicional, que sólo variará en el futuro para hacerlo algo más corto. Para cruzar el río Genil marchará por las calles Almuñécar, Avda. de Dílar, Picasso y Manuel de Góngora, Humilladero y Carrera de la Virgen, y para su regreso por San Antón, Genil, Palacio de Congresos, Tierno Galván y Avda. de Cádiz.

La Virgen de la Salud salió ese año con su bambalina trasera finalizada por bordador Ángel Perea, en cuyo centro figura el emblema de María, aunque se le puso ese año como bambalina delantera. También un nuevo manto azul turquesa, obsequio del miembro de la junta Antonio Álvarez Urquizar, pues el anterior manto se hallaba bastante deteriorado por dificultades  y espacio para su correcta conservación. También el paso de Cristo estrenó un "llamador", realizado por Jesús García Ligero y donado por el cofrade Carlos Casas Linares (12).

La Cofradía seguía creciendo en orden, severidad y comportamiento de sus hermanos y mantillas en el discurrir de su estación de penitencia, pese a lo extenso de su recorrido. Los pasos llevaban una dinámica apropiada, no retrasándose el paso de la Virgen, como era usual en muchas hermandades, por el excesivo "recreo" de los costaleros que con una mal entendida parsimonia provocan el efecto contrario al deseado, porque no se luce más un paso por realizar las "chicotás" más lentas y cansinas. 


A finales de 1993 se suscitó cierta controversia con la presidencia de la Asociación de Antiguos Alumnos del colegio, por la que se pretendía que la imagen del Cristo de la Redención era de la propiedad de esta Asociación y que ella la había cedido a la Comunidad Salesiana. Se examinaron las actas de la época y demás documentos en los que no existía referencia alguna a dicho asunto. También, el Sr. Sáez Hidalgo, antiguo hermano mayor, manifestó que no existían documentos sobre dicho tema.

Las aguas volvieron a sus cauce y en el cabildo general de la cofradía del 12 de febrero de 1994 se aprobó la reforma de los estatutos de la Real Cofradía en consenso con la comunidad salesiana y la Asociación de Antiguos  Alumnos, reflejaban que la Cofradía a través de dicha Asociación formaba parte de la familia salesiana y participaba de sus espíritu y misión, formando parte su hermano mayor de su Consejo Pastoral, cuyo proyecto era asumido por la hermandad, formando parte de la junta de la Asociación el hermano mayor de la Real Cofradía. A la vez, la Comunidad Salesiana se hacía responsable de la formación de los cofrades, liturgia y cultos de la hermandad, así como del cargo de consiliario. También, la Cofradía aportaría un 5% de su presupuesto de gasto en obras sociales y de caridad.

Los estatutos trataban de conciliar la dicotomía, que ya se producía desde el siglo  XVI en las hermandades entre clero y cofradías en cuanto a la religiosidad popular. Dicha dicotomía se producía entre cuanto a los fines para los que nacieron las cofradías de penitencia de dar culto y procesionar las imágenes representativas de los misterios de la Pasión de Cristo, ofreciendo con ello una catequesis plástica de ellos al pueblo llano, como finalidad primordial. Por su parte, la autoridad eclesiástica en los últimos tiempos ha tratado de implicar a los cofrades en una actitud vital de compromiso evangélico y eucarístico, especialmente desde la Pastoral de los Obispos del Sur sobre cofradías y hermandades, que incidía en estos aspectos, tratando de combinar ambos criterios de catequesis plástica y compromiso evangélico.

Para la Semana Santa de 1994 la Unidad de Asistencia Sanitaria Militar, hermano mayor honorario, tan unida a la hermandad desde sus inicios, le comunicó que ese año no asistiría con sus escoltas a los pasos por prohibirlo la Capitanía General del Sur. Los tiempos políticos iban cambiando paulatinamente, también en este aspecto, y se suprimía la participación de los cuerpos militares que tradicionalmente y desde siglos anteriores habían participado con sus presencia y sus bandas de música en las procesiones de penitencia.



El Jueves Santo de ese año, día 31 de marzo, en la procesión participaron 147 hermanos nazarenos, 98 hermanas de mantilla y 109 costaleros, más las bandas de música  de cornetas y tambores de la Lanzada y de la municipal de Cúllar Vega, lo que formaba una comitiva de  unas 500 personas. Cuatro nuevos cirios más altos que los llevados en años anteriores, donación del mayordomo Antonio Álvarez Urquízar, escoltaban al Cristo de la Redención, que se erguía sobre un apretado calvario de claveles rojos (se pensó en que ese año fuera de iris morado el adorno del calvario)  (13). Sobre dicho calvario, diremos como anécdota, se puso la boina de casco azul del cofrade Guillermo Torres Álvarez que había regresado indemne de una misión militar en Bosnia.  

Otro avance en el bordado del palio de la Virgen de la Salud se estrenó en 1994: la bambalina delantera con el escudo de la Real Cofradía en el centro y la bambalina trasera, ya bordada el año anterior se puso en su lugar. Todo el exorno floral del paso de palio, preparado por la florista Mari ( en años anteriores fue la florista Ana de la plaza de Bibrambla), era de flores blancas, con azucenas en el frontal y rosas blancas con azucenas en el resto. La cruz pectoral de la Virgen la había realizado el orfebre Manuel de los Ríos.




Mes difícil para la cofradía fue mayo de 1994 en el que el hermano mayor Sr. Romero Román disolvió la junta de gobierno y presentó su dimisión por problemas personales al consiliario, Padre Soldevilla y éste tuvo que nombrar una comisión gestora para la dirección de la hermandad. Dicha comisión estuvo formada por Soldevilla, Álvarez Calvo, Puertas Aguilera y Ángel Martínez López. Pronto se convocó cabildo de elecciones en el que resultó elegido el histórico José Luis Sáez Hidalgo, en un tercer mandato en dicho cargo de hermano mayor. Se nombraron dos vice-hermanos mayores en octubre de ese año: a Álvarez Calvo y a Alfonso Guerrero García; como secretario a Ángel Martínez López y como mayordomo mayor a Manuel López Castillo. Volvía como camarera mayor Encarnación Caballero Hidalgo, esposa del hermano mayor. Un total de 34 personas formaron esta extensa junta de gobierno, que pretendía abordar una gama completa de actividades religiosas, cofrades y culturales.

En el Jueves Santo de 1995 con un tiempo esplendido la cofradía partió de sus sede e las 16:30 de la tarde, llevando el Señor de la Redención un calvario combinado de clavel rojo e iris morado, marchando  al los acordes de la Banda Juvenil del Cristo del Consuelo (Gitanos)  y Ntra. Sra. de la Salud con todas las bambalinas de su palio bordadas completamente con sus remates en fleco de "bellota" en oro. María Santísima se erguía entre un verdadero "jardín del paraíso", entre los cirios, flores de cera y claveles con gladiolos naturales, también blancos, en las jarras, frisos y esquinas, con margaritas blancas en las jarrillas delanteras.

Año este de 1995 de cierta concordia en la hermandad y con la comunidad salesiana, que aprobó venerar a la imagen del Cristo de la Redención, presidiendo el presbiterio de la iglesia salesiana, y desde ese año hasta el presente allí lo podemos contemplar. Unos once años había estado en su humilde altar del costado derecho del templo.


1995. "La Salud" llegando al Humilladero. Mandando a los costaleros Juan Luis Iáñez Vallet y música de Cúllar Vega
1996 fue para la cofradía año de aniversarios. Se conmemoraba el L Aniversario de la presencia en Granada de la comunidad salesiana, celebrándose diversos actos en los que participó la Real Cofradía del Cristo de la Redención, que organizó un Encuentro Regional de Cofradías Salesianas en el que participaron representaciones de las de Málaga, Montilla, Córdoba, Úbeda y Pozoblanco. Asimismo, se cumplían 10 años de la hechura y bendición de la imagen de Ntra. Sra. de la Salud, celebrándose una función en el mes de mayo con ofrenda floral y participación musical de la banda "Felipe Moreno" de Cúllar Vega. 

Aunque la Semana Santa de ese año fue lluviosa, el jueves Santo se presentó con tiempo espléndido, permitiendo a las hermandades unas muy lucidas estaciones de penitencia. El Cristo de la Redención iba sobre su tradicional calvario de clavel rojo, pero con la innovación por la colocación de un centro de iris morado al pie de la cruz y otros en las esquinas del paso. La Virgen estrenó peana de orfebrería realizada por el taller granadino de Manuel Martín Álvarez, según diseño de Luis Ignacio Fernández Aragón, que bendijo el Padre Soldevilla (14)

Dicha peana representa en su frontal la elevación por Moisés de la serpiente de bronce durante el éxodo y a los lados la alegoría de San Juan en la que así se elevará en el Calvario en la Crucifixión a Cristo Redentor y la de la serpiente que simboliza la salud de la medicina para los enfermos. Detalles todos estos que son difíciles de observar en la calle pero sí, acudiendo el Jueves Sabto por la mañana a visitar los pasos.

La Virgen con un novedoso exorno floral, formado por rosas de ese color, un frontal de iris y claveles y gladiolos blancos en las jarras y esquinas, inició su caminar ese año con la marcha procesional  a ella dedicada por el Maestro Higuero "María Stma. de la Salud".




El empeño del hermano mayor, Sr. Sáez Hidalgo en consolidar económicamente a la cofradía, equilibrando su presupuesto sin abordar nuevos gastos de importancia, así como, integrar a los cofrades en el espíritu salesiano de Don Bosco y, a algunos de ellos en los órganos de gobierno de la hermandad en combinación con los veteranos,fue lo que realizó en el último trimestre de 1996.

No le pudo dar tiempo a más, pues el día 2 de enero de 1997, de forma inesperada, falleció el Sr. Sáez Hidalgo a la edad temprana de 51 años;  triste suceso que conmovió a los hermanos de la cofradía y al mundo cofrade granadino. Veterano de la hermandad, en la que ingresó en 1984, había estado al frente de la misma durante nueve años de los catorce de existencia de la cofradía en esos momentos. Era cofrade antiguo, pues procedía de la Hermandad del Señor de la Paciencia de la iglesia de San Matías.

Jueves Santo de luto para la hermandad aquel de 1997. El Cristo llevó crespón en el báculo de hermano mayor por el fallecido Sr. Sáez Hidalgo puesto en el frontal del respiradero y la Virgen en sus varales. Doble luto porque también había perdido la vida en un accidente el costalero Daniel Pérez López y sus órganos vitales habían sido donados para salvar alguna vida.

El Cristo de la Redención fue levantado a pulso por sus costaleros, mandados por Ramón Moya, entre un silencio impresionante, comenzando a andar con la marcha, "A mi Cristo de Marfil", que había compuesto para la imagen Rafael Ortega Pérez, director de la Agrupación Musical "Cristo del Consuelo". Al llegar a la Plaza de las Pasiegas, frente a la Catedral, el paso entró en silencio, llevando los componentes de la Agrupación musical "Cristo del Consuelo", que marchaba tras el Cristo, las cabezas descubiertas y las gorras de su uniforme en la mano. Solo se oía el rachear de las pisadas de los costaleros entre un silencio sobrecogedor, hasta que desapareció la imagen de la Redención camino del Pie de la Torre.

Y al llegar de madrugada la cofradía a su sede zaidinera, no se encendieron las bengalas tradicionales, sino que ardieron multitud de lamparitas de ánimas en la oscuridad de la noche de aquella madrugada del Viernes Santo en señal de duelo.



Ese año por exigencia preceptiva del Estatuto Marco de la Diócesis para las hermandades, la cofradía hubo de adaptar sus reglas a las exigencias de dicho Estatuto Marco. Estas nuevas reglas se aprobaron en día 15 de mayo de 1997. Según dichas exigencias, la hermandad tuvo que convocar elecciones a hermano mayor, lo que hizo inmediatamente, también, por estar la cofradía sin persona que la rigiera por el fallecimiento del Sr. Sáez Hidalgo. 

Se presentaron dos candidaturas para el cargo: la de Francisco José Álvarez Calvo y la de Antonio Marín Cámara, resultando elegido hermano mayor por escasos votos de diferencia del primero de ellos sobre el segundo. El Sr. Álvarez Calvo había estado presente en la junta de gobierno de la cofradía desde su fundación, desempeñando el cargo de vice-hermano mayor y formando parte de la gestora que rigió la hermandad en 1994.

La nueva junta, que formó en el otoño de 1997 Francisco Álvarez Calvo, estaba formada por veteranos de la cofradía que habían ostentado cargos en sus juntas de gobierno, como Juan Manuel Romero Román, Ángel Martínez López, Rafael Fandila Lozano, Ramón Moya, Juan Luis Iáñez, Ramón Muñoz, José Luis Jiménez Fernández, Ricardo Fajardo, Manuel Salas, Fernando Alcalá Soria...etc., y alguna nueva, como Bernardo Alcalá Soria, y como camarera mayor a Josefa Jiménez Rodríguez. Quizá, buscaba el nuevo hermano mayor gente con experiencia y que hubiera estado comprometida verdaderamente con la cofradía.

Se desarrollaron los cultos oficiales y culturales a las imágenes como de costumbre en un año en el que se cumplía el XV Aniversario de la fundación de la Cofradía. El año 1998 sería el último en el que la imagen de Ntra. Sra. de la Salud saldría en el vía crucis de Cuaresma que celebraba anualmente la hermandad por las calles del barrio, hasta el Asilo de las Hermanitas de los Pobres. En adelante, se haría solo con la imagen del Cristo de la Redención.   

Grandes estrenos en ese año del Aniversario se produjeron el Jueves Santo de 1998, como los nuevos respiraderos del paso de la Virgen, realizados en orfebrería (se desechaba la talla de madera) por el taller sevillano de José Brihuega. En el mismo taller se hicieron los ciriales que preceden a la Virgen y la tapa del Libro de Venías. También estrenó una toca de sobremanto, muy empleadas cuando los mantos no están bordados, para enriquecer el conjunto, y que fue bordada en hilo de oro por el taller de Francisco Franco Ortega, de Coria del Río.


La Virgen de la Salud a su salida con los nuevos respiraderos de orfebrería. Foto de Fernando Daniel Fernández
Para sufragar los altos costes de estos estrenos, la Cofradía se valió de actividades extraordinarias y de una política de severidad en los años anteriores, así como, de la constante labor de las hermanas camareras, que recababan donaciones de cofrades, devotos y simpatizantes.

Terminaba un ciclo de cierta bonanza atmosférica en la Semana Santa y la del año 1998 se presentó lluviosa en cuatro de sus días. La cofradía salía ese año de un nuevo tinglado, más acorde e idóneo que el montado hasta ese fecha. El Jueves Santo no llovía a la salida de la hermandad y le permitió llegar hasta la calle de Navas, cercana a la tribuna oficial, donde empezó a lloviznar intermitentemente. Después, pasada la carrera oficial, y cuando la hermandad transcurría por la Plaza de la Trinidad, una tromba de agua obligó a la hermandad a volver sobre sus pasos, y la media comitiva final tuvo que refugiarse en la Catedral; la otra mitad se dirigió a dicho templo, pero por la calle Marqués de Gerona, para entrar detrás de la Cofradía de la Aurora, que lo estaba haciendo en ese momento. El Sábado Santo regresó a su templo cubiertos los pasos con plásticos, porque también llovía.

Se iniciaba el curso cofrade 1998-1999 con algunos problemas costaleros. El 9 de octubre de 1998 se convocó una reunión de la junta de gobierno para dirimir y estudiar algunas cuestiones suscitadas entre algunos costaleros, los capataces y la junta directiva. Ésta última acordó suprimir la directiva de los costaleros y nombrar un vocal dentro de dicha junta como único interlocutor entre ambos, así como, realizar un reglamento de régimen interno de los costaleros, nombrando un capataz general con mando sobre las dos cuadrillas y sobre los capataces específicos de cada paso.




Como capataz general se nombró a un maestro veterano en esas lides, José Carvajal Gálvez, que se incorporó en enero de 1999, y como capataces de las cuadrillas del Cristo y la Virgen siguieron Ramón Moya y Juan Luis Iáñez, respectivamente. 

Los problemas costaleros con este nombramiento de Carvajal se agravaron en lugar de aplacarse, pues muchos no entendían cómo se había buscado un capataz general que no era hermano ni formaba parte de los costaleros de la cofradía. Ello, pese al prestigio y saber hacer de este capataz, muy reconocido en el mundillo cofrade. No obstante, de los dos capataces de los pasos, el de la Virgen, Sr. Iáñez, acataba la decisión de la junta de gobierno, única que tenía potestad para los nombramientos, que optó por proceder al cese del capataz del paso de Cristo, Sr. Moya (15)Ante el estado de malestar y tensión entre los costaleros, y a pesar del apoyo de la directiva, el Sr. Carvajal presentó su dimisión a finales de febrero de ese año.

Después de esta dimisión se produjo una tormentosa sesión, que tuvo que abandonar el Padre Soldevilla por su delicado estado de salud. Se llegó a una solución de compromiso, propuesta por el vice-hermano mayor, Ramón Muñoz Pérez, dejando el debate para después de Semana Santa. Con esta solución provisional, se nombró capataz del Cristo a Juan Luis Iáñez, y como segundo a Juan Carlos Jiménez. Para el de la Virgen se recuperó a Ramón Moya y de segundo a Javier García Marina. Finalmente, se fueron aplacando los ánimos al comprender muchos costaleros que la decisión correspondía a la junta de gobierno, pero se estudió la petición de aquéllos de que no era necesaria el nombramiento de un capataz general.

Para la Semana Santa de 1999 se modificó el itinerario oficial para suprimir de tramo de la Plaza de Bibrambla, debido a la proliferación de terrazas y bares de esta plaza y ruidos producidos, que no contribuían al recogimiento consustancial de las estaciones de penitencia. Ese tramo de itinerario se sustituyó, accediendo a la plaza de las Pasiegas, después de la salida de la tribuna de la Plaza del Carmen, por la calle Reyes Católicos, Puerta Real y Mesones, Marqués de Gerona y Pasiegas (Catedral). Fue el primer año en el que se instalaron pasillos regulados para cruzar puntos estratégicos de la carrera oficial.

Como anécdota diremos, que ese año el tinglado o carpa, que se montaba para cobijo de los pasos en meseta de entrada a la iglesia, fue desmantelado por la furia del viento, problema que fue subsanado con inmediatez. Ese año, la Virgen estrenaba un nuevo manto de terciopelo azul y faldones, pues el anterior había sufrido el deterioro producido por los chaparrones que padeció la cofradía en la estación de penitencia del año anterior de 1998. La Virgen lucía un bello tocado realizado por su vestidor, Esteban Cruz, muy solicitado por las cofradías en ese tiempo.


Nazareno y Farol. Foto Luis F.

En el mes de enero de 2000 ya había calado en la junta de gobierno la necesidad que se venía dilucidando desde 1999 de realizar un nuevo paso para el Cristo de la Redención. Las cofradías granadinas empezaban a aprobar paulatinamente una nueva forma, más esplendorosa y artística de presentar a sus imágenes titulares en sus estaciones de penitencia. El modelo de estética y comitiva procesional que caló en la mayor parte de Andalucía sería Sevilla y Granada, muy proclive a esta influencia, especialmente desde los años cuarenta del pasado siglo, no se sustraería de ella en esta ocasión.

En esta circunstancia, la Real Cofradía de la Redención, ya en enero de 2000 se expone a la junta unos bocetos que se traen de Sevilla por el vice-hermano mayor Ramón Muñoz Pérez y Fernando Alcalá Soria. La idea, en principio, era de realizar el paso en madera barnizada en forma de cuarterones con apliques de orfebrería y cuatro hachones en las esquinas. Proyecto que fue acogido con cierta frialdad por parte de la junta de gobierno, de modo que la decisión sería aplazada hasta la celebración de un cabildo extraordinario para final de dicho año. Al año siguiente el proyecto se tomaría en serio.

Entre tanto, la cofradía, aprobó en febrero de 2000 un hermanamiento con la Agrupación Musical Cristo del Consuelo, que venía con asiduidad actuando con la hermandad durante los años antecedentes. Dicho hermanamiento fue ratificado por unanimidad de la junta el día 10 de febrero de 2000.

Se presentaba la Semana Santa de ese año con la consecución por parte de las cofradías granadinas de un anhelo largamente acariciado, al menos desde 1940: la entrada en la Catedral Metropolitana de las hermandades para realizar estación de penitencia. Un deseo que se había conseguido gracias a la disponibilidad para ello del nuevo arzobispo D. Antonio Cañizares Llovera. Probablemente, sin la empatía con las cofradías de este gran Arzobispo, hoy Cardenal de la Iglesia, no se hubiera conseguido esta aspiración, pues a lo largo del tiempo, los cabildos eclesiásticos habían sido contrarios, dando siempre su reiterada negativa.


2000. Cristo de la Redención en la Catedral. Foto de Armando López-Murcia

Así, el Jueves Santo, 21 de abril de 2000, fue un día con un tiempo casi veraniego en el que los granadinos se echaron a la calle masivamente a ver pasar sus cofradías. Los zaidineros se agolpaban a la salida de la hermandad con aplausos fueron incesantes durante la peculiar bajada de los pasos por la extensa escalinata que baja desde la iglesia a la calle. Curiosamente, ese año, los pasos fueron escoltados por soldados de GEO IV del Tercio Ampurdán, sito en Barcelona, cosa que no había ocurrido desde que la Unidad de Sanidad del Ejército dejó a acompañar de escolta a los pasos. Sería el cofrade y costalero José Pérez Gualda, que prestaba servicios en dicho Tercio, el que realizó los trámites para ello. 

Otra curiosidad fue la ceremonia del "Encuentro" entre las dos imágenes que se hacía ante la iglesia salesiana al regreso de la estación de penitencia, que provocaba los consiguientes aplausos del público. Era una costumbre que tenían algunas de nuestras cofradías, entre ellas, ésta en sus primeros años, costumbre criticada por capillitas y "doctores" de la ortodoxia cofrade, que se fue perdiendo paulatinamente. 

Se aprueba el proyecto de nuevo paso para el Cristo de la Redención

Grandes decisiones se adoptaron a finales de 2000 por el cabildo general de 21 de noviembre de ese año: uno de ellas fue la presentaron al mismo de dos proyectos de nuevo paso para el Cristo por parte del vice-hermano mayor, Ramón Muñoz Pérez, y el vocal de relaciones, Fernando Alcalá Soria. Uno de dichos proyectos había sido elaborado por Martín Farfán y el otro por Guzmán Bejarano, ambos de Sevilla, que elaboró el de mayor presupuesto de los dos, que ascendía a 20.000.000.- Ptas. Sometido a votación, fue aprobados por 32 votos y dos abstenciones. Finalmente, se  aprobó la realización de una primera fase: canasto, entrantes en plata y candelabros guardabrisas, más barnizado y parihuela en pino de Flandes por un importe de 16. 900.000.-Ptas. El respiradero se dejaría para más adelante.

Resulta curioso, que una decisión de tal envergadura se hubiera adoptado solo con la asistencia de 34 hermanos, teniendo, además, en cuenta que solamente la junta de gobierno la forman unas veinte personas. Ello pone de relieve, una vez más, y ello se aprecia en la mayor parte de las cofradías, que la falta de implicación de nuestros cofrades en los asuntos de importancia de sus hermandades es muy débil, y más, cuando en ellas, el número de hermanos es, como mínimo, de 500 en la inmensa mayoría; ésta concretamente contaba, por entonces, con más de 600.

Pero, también, otros proyectos importantes se adoptaron dicho día: la realización de las nuevas jarras del paso de palio de la Virgen de la Salud, para las que se presentaron dos proyectos, uno de Orfebrería Villareal, y otro de Orfebrería Santa María; obtuvo la aprobación el primero de ellos por inmensa mayoría. El tercer proyecto aprobado fue el de los candelabros de cola, que hasta esa fecha carecía de ellos, más con el de las jarras y entrevaral ascendían a 3.962.000.-Ptas., que también fue aprobado por la mayoría de los asistentes, para que los realizara, asimismo, Villareal.



Para la Semana Santa de 2001 se había aprobado la restauración del Cristo de la Redención, que presentaba un deterioro considerable, después de haber transcurrido quince años en su procesionar y realizar los correspondientes vía crucis. Varias grietas habían aparecido en la talla a la altura de los hombros, además de otras en la espalda y cabeza de la imagen, unido a determinados defectos en la policromía.

La junta examinando a posibles restauradores se decantó por Francisco Marín Cruces, con bastante experiencia y técnica en estas cuestiones, y que, en esos años había restaurado varias imágenes de nuestras cofradías y de otras localidades, como Antequera, Úbeda...etc. En febrero de 2001, Marín ya estaba trabajando en la restauración en unas dependencias de la zona de la secretaría de la hermandad, situada bajo el templo salesiano. Ya, para los cultos de Cuaresma y vía crucis tendría finalizado el trabajo, y en la Semana Santa de 2001 el Cristo saldría restaurado en la estación de penitencia. 

También, la hermandad en el Jueves Santo de ese año procesionó al Cristo en el nuevo paso, aunque sólo realizada la ebanistería del canasto, sin candelabros de guardabrisa aún, por lo que se siguieron colocando ese año los cuatro cirios o hachones en las esquinas que lo habían caracterizado desde sus primeras salidas procesionales. Guzmán Bejarano le había realizado una nueva cruz plana en la que figuraba una simulación de los nudos de la madera, como presentan las cruces de tipo arbóreo.



La Virgen de la Salud fue levantada para iniciar la estación de penitencia al golpe dado por el capataz, Oscar Ferrer con un nuevo "llamador", que había realizado Manuel Salas. El paso de la Virgen, con sus nuevos candelabros de cola y las jarras, que también se estrenaban repletas de rosas blancas, y con friso de azucenas, inició su caminar al son de las marchas procesionales de la Escuela de Música "Felipe Moreno" de Cúllar Vega, que llevaba varios años acompañándola en la procesión.  

Pasada la Semana Santa se celebraría el cabildo extraordinario de elecciones por vencer el mandato de Fco. Álvarez Calvo. Dos candidaturas se presentaron: la de Ángel Martínez López, bastantes años tesorero y secretario y con cargos casi desde que se fundó la hermandad, y la de Rafael Fandila Lozano, perteneciente al cuerpo de costaleros, del que había sido su secretario. De la votación salió elegido como nuevo hermano mayor, Ángel Martínez López con cerca de 90% de los votos.

Ángel Martínez nombró como vice-hermano mayor a Antonio Hernández Muñoz, que había sido vicesecretario y albacea; a Fernando Alcalá Soria, que había sido vice-hermano mayor con Romero Román; al hermano mayor saliente, Sr. Álvarez Calvo, lo nombra vocal de la Presidencia; a Juan Rodríguez Hidalgo, como secretario general, y poco después se nombrará un vicesecretario en la persona de José Velasco Fernández; Rafael Fandila Lozano, como albacea, que dimitió dos meses después, sustituyéndolo Rafael Lozano Villa (16);  Manuel Jiménez Rodríguez, como tesorero. La camarera mayor será Josefa Jiménez Rodríguez y como capataces Iáñez Vallet, para el Cristo y Antonio Hernández Muñoz (vice hermano mayor), como capataz para el paso de la Virgen. Se trataba de una junta de gobierno muy nutrida, formada por gente veterana y nuevos hermanos, y un total de 26 miembros, aunque tuvo que rebajar su número, por exigencias de la Delegación Diocesana, para que se acomodara a los estatutos. 

También, se incorporó, una vez más, como consiliario el padre Soldevilla, que había estado ausente en Úbeda y regresó a Granada. La nómina de hermanos era de unos 800, aunque se dio de baja a unos 250 por no pagar sus cuotas ni mantener contacto alguno con la hermandad.



Los costaleros a los que se debe en gran parte la recuperación de la Semana Santa de Granada después de la crisis de los años sesenta y setenta del pasado siglo, también constituían una fuente de conflictos en muchas hermandades, y esta cofradía los había padecido, como se ha puesto antes de manifiesto. Al acto de la primera "levantá" de 2002, no acudieron nada más que cuatro costaleros. Un sector de ellos no participaban en los actos de la hermandad, otros se negaban a una asistencia estricta a todos los ensayos, alegaban que su veteranía no lo hacía innecesario. Parece ser, que en el fondo del asunto estaba el rechazo de muchos de no aceptar al nuevo capataz, Antonio Hernández Muñoz, aunque no lo manifestaban claramente, siendo el deseo de muchos de ellos que el capataz fuese Javier García Marina.

La posibilidad de formar una cuadrilla de hermanas costaleras para el paso de la Virgen comunicada en la radio por el hermano mayor, Sr. Martínez, como posible solución para evitar el problema, parece que hizo que se calmasen los ánimos, de momento, con vista a la Semana Santa próxima de 2002. Después, la idea de la junta de gobierno de conseguir un cuerpo de costaleros integrados totalmente en la hermandad se va haciendo realidad a lo largo del año, a fin de que en la Semana Santa de 2003 se consiguieran unas cuadrillas suficientes, sin desechar del todo la idea de formar una de mujeres. 

La nueva junta de gobierno dictó una serie de normas de comportamiento en la estación de penitencia para asegurar el orden, la severidad y disciplina en dicha estación, que parece que tuvieron el éxito esperado. Pero ese Jueves Santo el tiempo se presentó inestable, aunque la hermandad decidió ponerse en la calle aprovechando una tregua en la meteorología, pertrechándose de los correspondientes plásticos, y aceleró la marcha de la cofradía para llegar al centro de la ciudad en sólo dos horas. Afortunadamente, los presagios de lluvia no se cumplieron, aunque las cofradías de la Aurora y de la Estrella, decidieron no salir.




Ese Jueves Santo el paso de la Redención se presentó totalmente tallado, a excepción del basamento donde se apoya el canasto. Manuel Guzmán Fernández, hijo del tallista del paso, Guzmán Bejarano, asistió a la estación de penitencia para apreciar en la calle la obra realizada por el taller. El canasto se adornó con un calvario de claveles rojos rematado por un centro de iris morado, colocado a los pies de la cruz. Al no haberse realizado los candelabros del paso, la imagen estuvo alumbrada por los cuatro cirios de cera color "tiniebla" en las esquinas. También, ese año estrenó la Virgen de la Salud una nueva saya bordada en oro, obra del taller de bordado sevillano de Francisco Franco Ortega, que se correspondió con un bello exorno floral de rosas blancas en las jarras, que le había labrado el orfebre Villareal, y un friso de iris de igual color.

Por otra parte, las relaciones entre la Hermandad y la Comunidad Salesiana se hallaban en un momento de gran colaboración, participando aquélla en los actos conmemorativos del 25 aniversario de la fundación del colegio en el barrio del Zaidín. Asimismo, en marzo de 2003 se organizó el XV Encuentro de Hermandades y Cofradías Salesianas al que se unió, también, la Asociación de Antiguos Alumnos, celebrándose diversos actos, ceremonias religiosas, visitas a monumentos de la ciudad, charlas culturales...etc. Para estas ceremonias  se trasladó la Virgen de la Salud al presbiterio de la iglesia.


También, el barrio colaboraba en la ayuda a la estación de penitencia, para sufragar parte de la flor y de la cera con las campañas "Enciende una vela a tu Virgen" y "Pon una flor a tu Virgen", con un resultado de colaboración aceptable.

Una Semana Santa lluviosa fue la de 2003, pero el tiempo fue misericorde el Jueves Santo, y las cinco cofradías de ese día realizaron con gran esplendor sus estaciones penitenciales. El Cristo de la Redención estrenaba los seis candelabros de guardabrisa tallados (cuatro en las esquinas y dos en los laterales). Aunque la idea de parte de la junta de gobierno era que se alumbrara el paso con sus cuatro cirios tradicionales en las esquinas; Guzmán Bejarano, que murió el 3 de enero de ese año, consiguió, antes, convencer de que la estética del paso requería unos candelabros de guardabrisa, y así se aceptó. No, por el contrario, se aceptó su consejo de elevar al Cristo, para que no resultase agobiado por tan altos candelabros. 



Además, ese año la Puerta del Perdón de la Catedral, por donde salen las cofradías, estaba en obras y tuvieron que entrar por la puerta principal del Templo Metropolitano y salir por una de las de las dos que la flanquean, más pequeñas que la principal, que presentaban dificultad para que pudieran salir los pasos de Crucificados por su mayor envergadura. Por ello, se decidió que estos pasos altos salieran de la Catedral, asimismo, por la puerta principal, aprovechando el intervalo entre una cofradía y la siguiente. Los pasos de Virgen salieron por la lateral izquierda ese año de 2003, aunque ésta cofradía de la Redención salieron con ambos pasos por la puerta principal.


Finalizó el curso cofrade de 2003 con la presentación de la dimisión por parte de vice-hermano mayor, Antonio Hernández Muñoz, explicando sus motivos que fueron aceptados, y sustituyéndolo en dicho cargo el que había sido últimamente mayordomo mayor, Francisco José Álvarez Calvo, también, anterior hermano mayor de la Hermandad. El balance económico del fin de curso muy positivo por la estabilidad económica de la hermandad, que estaba consiguiendo un considerable patrimonio, y un número de cofrades que llegaba a los 800. Pero, no tanto, lo fue el balance de espiritual y participativo por la escasa participación de los cofrades en los cultos, actos y otras actividades de la Hermandad.

Hacia la construcción de unas capillas de salida para la Hermandad

Tener unas capillas para la salida para montar y cobijar los pasos, desde donde se iniciara y finalizara la estación de penitencia era una vieja aspiración de la cofradía. El montaje de unas carpas de lona y plástico, que se habían estado realizando desde la primera salida de la Hermandad, era poco digna para dichas salidas de los Sagrados Titulares. Por ello, se acordó el 14 de noviembre de 2003 crear una comisión a cuyo frente estaba el vocal de relaciones públicas, Ramón Muñoz Pérez, para que trabajase en la materialización de esa aspiración.

Para este proyecto el Padre Soldevilla constituyó un eslabón importante entre la hermandad y la comunidad salesiana, que vio deseable dar una solución, que a la vez, resolviera la conservación durante todo el año de los ya costosos pasos con que contaba la hermandad; el del Cristo, provisionalmente, se guardaba en un local de Ramón Muñoz. 




Dos soluciones se barajaron en principio: construir las capillas en la explanada o compás superior que existente delante de la iglesia, para colocar una y otra a los lados de la puerta del templo, o realizarlas en el patio del colegio, que presentaba más inconvenientes, por la existencia de otros grupos salesianos. La solución adoptada fue la primera de las opciones.

Antes de terminar el año 2003 el arquitecto y hermano de la Real Cofradía, Jorge Luis Lara Sánchez estaba trabajando en el proyecto de las capillas, que fue presentado al cabildo, del que obtuvo su aprobación unánime, también en marzo de 2004 fue aprobado por la Comunidad Salesiana y en el verano de ese año dio su licencia de obras el Ayuntamiento de la ciudad. 

La dedicación de recursos al proyecto de las capillas motivó que la realización del respiradero del paso de Cristo se retrasara a la fecha prevista; además el tallista Guzmán Hernández, hijo de Bejarano, había aumentado el costo del presupuesto de dicho respiradero, 

Los cuatro días primeros de la Semana Santa de 2004 se presentaron primaverales y soleados, no así el Jueves Santo, día 9 de abril, que auguraba lluvias para la madrugada del Viernes Santo, en la que aún estaría en la calla la cofradía. El hermano mayor, Ángel Martínez, convocó una sesión de la junta de gobierno antes de la salida para votar secretamente la decisión sobre la salida, anticipando que se habían tomado medidas para la protección integral de los pasos por medio de grandes plásticos, Se realizó la votación, acordándose salir por una amplia mayoría. Así se hizo a las 4:45 de la tarde, encaminándose la hermandad hacia el centro de la ciudad.

Alumnos de la Academia de la Guardia Civil de Úbeda escoltaban ese año los pasos, saliendo el Cristo de la Redención a los acordes de la marcha "Cristo del Amor", interpretada por la Agrupación "Cristo del Consuelo", hermanada con la Cofradía, y la Virgen lo hizo a los acordes de la marcha María Stma. de la Salud" con la banda de música "Felipe Moreno" de Cúllar Vega. Apenas finalizada de interpretar dicha marcha, cuando unos gruesos goterones hicieron que la hermandad volviera a la protección de la iglesia y del tinglado de lonas. Gran desconsuelo cundió entre los cofrades, aunque las gentes del barrio pudieron contemplar durante algunas horas los pasos en sus tinglados, y se recibió el consuelo de la presencia del arzobispo, D. Javier Martínez y del alcalde de la ciudad, D. José Torres Hurtado, también acudió miembros de la Federación y la junta de gobierno de la Hermandad del Cristo de San Agustín, delante de cuya capilla pasaba la hermandad salesiana durante su estación de penitencia. 


2004. El Cristo de la Redención baja las escalinatas de  la iglesia entre la lluvia, que poco después lo haría regresar a los tinglados. Foto de Antonio Guzmán Úbeda. 

La lluvia, que no cesó en toda la noche y madrugada, hizo que se suspendieran todas las salidas de las hermandades del Jueves Santo y del Viernes Santo, sólo las tres cofradías del Domingo de Resurrección pudieron realizar sus procesiones con esplendor. 

En el otoño de ese año el hermano mayor, Ángel Martínez, dio a conocer una remodelación de sus junta de gobierno, siendo vice-hermano mayor, Francisco J. Álvarez Calvo. Los cambios más significativos fueron: el del mayordomo mayor, que dejó de serlo Fernando Alcalá Soria, para ocupar la priostía, sustituyéndolo, José Luis Jiménez Fernández; el vocal del cultos, José Morente Onieva, que había sido presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, y José Roldán Reyes que será el nuevo capataz del paso de palio por haber dejado el cargo por motivos personales, Juan Carlos Jiménez Rodríguez.

Ese año, se conmemoraba el Dogma de la Inmaculada Concepción y las cofradías, históricamente defensoras del mismo, lo celebraron con actos, funciones, besamanos a sus Dolorosas  y procesiones. La Federación de Hermandades y Cofradías procesionó a la Catedral la imagen de la Inmaculada (de Diego de Mora), hoy en la iglesia de San José, y antigua titular de la Hermandad de los Zapateros de San Crispín y San Crispianiano, que residía en la antigua iglesia de San Gil. En dicha procesión participó la hermandad salesiana con su simpecado.


Virgen de la Salud antigua en los cultos inmaculistas de 2004

La Real Cofradía de la Redención, que veneró esos días su imagen mariana en el presbiterio, realizó un besamanos, que continuará el día de la Inmaculada de todos los años, y se aprestó a celebrar con la Virgen de la Salud un vía lucis por el barrio, que tuvo que suspender, asimismo, por la lluvia.

Después de realizar los tradicionales actos de la Cuaresma que finalizaban con el vía crucis, triduo y función principal, los pasos se montaron ese año y por única vez en el patio del Colegio Salesiano; las obras de las capillas habían comenzado y no se tuvo más opción que montar los tinglados, también por última vez en dicho patio. Se había llegado a un acuerdo en Úbeda con la comunidad religiosa de autorización de las capillas a la Cofradía a perpetuidad, con la condición de que no se realizaran en ellas actos de culto, solo se utilizarían para montaje, cobijo de los pasos y salidas procesionales.

Un Jueves Santo de 2005, con un día espléndido y con las calles repletas de público.  A las 4:30 de la tarde la hermandad con la cruz de guia al frente iniciaba su caminar nazareno. El paso  de la Redención estrenaba tulipas talladas con motivos vegetales en los candelabros, las habían costeado los costaleros, recabando fondos y la primera "chicotá" que se dio fue dedicada por el capataz José Luis Iáñez a un costalero, Alberto Espinar Plaza, fallecido unos meses antes; muy ligado a la hermandad desde su niñez de la que había sido monaguillo en sus celebraciones. El Cristo, con todo el calvario de iris morados, salió del Colegio al son de la marcha "Requiem", interpretada en honor del fallecido por la Banda de la Virgen de la Amargura.

La Virgen de la Salud con rosas blancas y de color "champán", más iris de igual color la adornaban, marchando con la música de la localidad granadina de La Malahá. Largas filas de hermanas de mantilla la acompañaban que mejor compañía para la Virgen, que ese año no llevaba estreno significativo alguno; los recursos se estaban empleando en las obras de las capillas. No iban, representaciones militares, solo se escoltaron los pasos por la Guardia Civil.


2005. Salud en calle de San Antón, junto al Convento del Ángel. Foto de  Fernando Daniel Fernández
En nuestras cofradías siempre ha sido difícil integrar de forma permanente a las bandas de música que les han estado asociadas; el tiempo corría siempre en contra de tales uniones. Las bandas siempre han querido mantener una independencia de actuación, quizá lógica, puesto que son entidades con fines que no siempre concuerdan con los de las hermandades a las que se asocian, así como el temor de las hermandades al peso importante que pudieran tener los hermanos músicos en los cabildos, debido a su elevado número. 

No obstante, durante años, hermandades y bandas han logrado coordinar esas finalidades e intentado con buena voluntad, en muchos casos, llegar a concordias, que los tiempos y el cambio de las personas, han hecho dificultosa o imposible seguir con la concordia.    

En lo referente a esta hermandad, siempre había tenido entre sus fines contar con una banda propia, bien de cornetas y tambores o agrupación musical. Habiendo finalizado la actuación con la hermandad de la Banda del Cristo del Consuelo, la cofradía procedió a entablar contacto con la Agrupación Musical Cristo de la Salud, dirigida por Israel Navarro Linares, designando a Sergio Rosillo para mantener el seguimiento de dichos contactos. Y así, el 25 de febrero de 2006, tras meses de conversaciones, se celebró en el teatro del Colegio el acto de presentación de la referida asociación de la hermandad y de la agrupación musical. No sería esta concordia o asociación una excepción a lo que hemos dicho antes, pues, como veremos más adelante, estas relaciones también se deteriorarían con el tiempo.

Ese año 2005, se celebraron elecciones para hermano mayor con las candidaturas de Ángel Martínez, hermano mayor en ese momento, y la de Fernando Alcalá Soria, que había sido vice-hermano mayor, mayordomo mayor, albacea y prioste. El recuento de votos resultó favorable para Ángel Martínez, que fue reelegido hermano mayor, siguiendo el el cargo de vice-hermano mayor el Sr. Álvarez Calvo. Ángel Martínez nombró nueva junta sin realizar cambios importantes en los principales cargos de la junta de gobierno, siguiendo como camarera mayor, Josefa Jiménez. 




Redención por el Zaidín. Foto de A. Guzmán Úbeda

Respecto a la vocalía de costaleros que nombró Ángel Martínez, se produjo en poco tiempo la dimisión de dos vocales nombrados; otra vez volvía a existir poca sintonía entre las vocalías y los costaleros, por lo que el hermano mayor decidió prescindir de esas vocalías y encargar sus funciones a los capataces de los pasos (16)

Un triste acontecimiento consternó a los hermanos: el fallecimiento el día 5 de diciembre de 2005 del Padre Soldevilla, impulso y apoyo de la hermandad desde sus inicios; mediador entre la hermandad y la comunidad salesiana y consiliario espiritual de la misma. Con una asistencia masiva se celebró el funeral el día 20 de diciembre, declarándose luto oficial por el cabildo general de la hermandad.

La hermandad tenía la costumbre desde hacía años de realizar una descenso solemne del Cristo, desde su lugar del presbiterio, el sábado día último del triduo de Cuaresma. Ese año 2006 se utilizó un mecanismo para el descenso por medio de guia y polea, que se donó por Ramón Muñoz. El acto se realiza mientras se lee un texto sagrado y, tras la función principal del domingo inmediato, el Cristo se coloca en las angarillas para realizar el tradicional vía crucis por el barrio. 

Salida de las capillas

Las capillas se habían finalizado para su bendición el día 5 de abril de 2006 por el Inspector Provincial de la Orden, don Francisco Fernández Mármol, habiendo costado su realización la cantidad de 100.000 euros, habiéndole prestado la comunidad salesiana la cantidad de 60.000. Dos faroles de forja flanqueaban cada uno de los dos portones, realizados por Pedro Revelles. Sin embargo, no se pudieron colocar, como pretendía la hermandad, los escudos en bronce de la misma, por no aceptarlo la comunidad salesiana, que no consintió que se pusiera otro emblema que el de la Patrona, María Auxiliadora.

La capilla de la izquierda, o lado del Evangelio, se destinó para el paso del Cristo de la Redención, y la derecha o lado de la Epístola, para el paso de la Virgen de la Salud. De ellas salieron por vez primera el Jueves Santo, día 13 de abril de 2006 en medio de una gran expectación de vecinos y foráneos que acudieron a contemplar la novedad. El Cristo de la Redención se levantó en su capilla al golpe del martillo cedido por el capataz Iáñez al antiguo hermano mayor, Alfredo Mattei, saliendo a la calle en un silencio impresionante, que una vez traspasado el arco de la capilla, fue roto por un gran aplauso de la gente, mientras los costaleros, mientras sus costaleros recreaban con sus pies la marcha "Bulerías de San Román". 


 

Jamás paró el paso en su extenso recorrido mientras sonaba una marcha procesional de las que le ofrecía la Agrupación Musical "La Salud".



La Virgen salió de su capilla con el luto en sus varales en recuerdo del padre Soldevilla y de los dos costaleros fallecidos, mientras sus costaleros la mecían al son de la marcha con la que siempre sale a la calle, "Virgen de la Salud" del Maestro Higuero, interpretada por la banda de música "Villa de Otura". Mientras, de los balcones salían, como cañonazos silenciosos de color, una nevada de pétalos de flor sobre el paso de la Salud. Y al pasar por la Basílica de las Angustias, Patrona de Granada, allí rindieron los costaleros su luto y su dolor por los compañeros perdidos.




¿Restauración, retalla o imagen nueva de la Virgen de la Salud?

Lo cierto era que todas estas ideas habían estado barajándose entre los proyectos importantes de la hermandad desde hacía varios años. Como se ha adelantado, una imagen, sea cual sea su valor artístico, tiene para sus cofrades un inmenso valor devocional y sentimental; de ahí, lo difícil y comprometido que siempre ha resultado llevar a cabo actuaciones sobre las mismas, que no produzcan fisuras entre los hermanos, partidarios o contrarios a una intervención de calado. 

La junta de gobierno hacía algún tiempo que había solicitado informes a expertos, que dieron opiniones dispares sobre una de esas tres propuestas, siendo los más proclives a la sustitución de la imagen algunos profesores de arte. También, informaron en 2006, el escultor Israel Cornejo y el restaurador, Francisco Marín, con opiniones dispares, el primero proponía una intervención puntual para mejorar la talla o la retalla de la misma, mientras el segundo, aludiendo a su valor sentimental, proponía una restauración (17). Podemos pensar que ninguno de esos informes dispares resolvía el dilema de la junta de gobierno.

Siguieron pidiendo informes y presupuestos, a Espinosa Alfambra e Israel Cornejo (escultores) y a la restauradora María del Carmen González Victoria, ésta proponía también una restauración, e Israel Cornejo una intervención o pequeña remoldelación, "para darle una mirada más humana y más de Virgen" (17).

Con todo este material para decidir, en la sesión de la junta de 15 de junio de 2007 se votó por casi unanimidad el que se realizara el proyecto de restauración e intervención en la talla presentado por Israel Cornejo con 43 votos a favor, 2 en contra y 2 abstenciones. La Virgen fue trasladada al taller del Sr. Cornejo en Vélez Málaga el día 4 de agosto de 2007. 


Virgen de la Salud antes de sus intervención
El hermano mayor, Ángel Martínez, cada curso cofrade que se iniciaba realizaba una remodelación de su junta de gobierno, introduciendo en ella personas, especialmente jóvenes, que podían aportar nuevas ideas a la hermandad o significarse por su trabajo en ella. En dicha junta cada vez entraban más mujeres, lo que por otra parte, era la tónica que seguían casi todas las cofradías por la positiva participación que tenían en ellas el elemento femenino. También, en la sesión de 9 de marzo se acordó que en los cortejos litúrgicos de los pasos pudieran participar ellas, vistiendo dalmática. En este orden de conseguir la participación, se creó el "grupo joven", para responsabilizar a la juventud en las tareas de la cofradía y, con ello, crear un espíritu de integración en la misma.


Se presentaba para el año 2008-2009 el importante acontecimiento del XXV Aniversario de la fundación de la hermandad, creándose una comisión presidida por José Manuel Rodríguez Viedma para programar y desarrollar los actos que se desarrollasen en esa celebración. De ella formaban parte el hermano mayor, Sr. Martínez; el secretario y varios miembros de la junta, que acordaron por mayoría, como uno de los primeros acuerdos, que sería la Virgen de la Salud la que se procesionara en el Aniversario el día 17 de marzo de 2009.

En la Cuaresma de 2007 se cambió el día en el que la imagen del Cristo de la Redención se descendía del presbiterio de la iglesia al primer día del triduo, en lugar del último, que era la costumbre. Después, el último día, se llevaba en devoto vía crucis por el barrio del Zaidín, antes de subirlo al paso en su capilla. Ese año se realizó con el fondo musical de la composición "Saeta" y los versos de José Manuel Rodríguez Viedma.



Vía Crucis por el barrio del Zaidín. Foto de Fernando Daniel
La cofradía estaba en uno de sus mejores momentos, con una nivelación en sus presupuestos que eran cercanos a los 60.000 euros, y un número de hermanos superior la media de los de las hermandades granadinas. También los cuerpos de costaleros estaban nutridos, contando el de la Virgen 85 costaleros, que permitían los relevos en tan largo recorrido que hacía la cofradía el Jueves Santo.

Muy lluviosa se presentó la Semana Santa de 2007, en la que no hubo día en que no lloviera, hasta el Viernes Santo. Las cofradías del Jueves Santo todas se quedaron en sus iglesias, entre ellas, ésta de la Redención, que suspendió la procesión a las 17:30 horas, habiendo esperado una hora para tomar la decisión. Jamás se había producido una situación tan lluviosa como esa en lo que se recordaba de la Semana Santa desde los años veinte del pasado siglo. Los pasos se expusieron en sus capillas, que fueron visitadas por multitud de cofrades y vecinos del barrio.

El cortejo litúrgico del Cristo estrenaba nuevos ciriales, incensarios y navetas, realizados por un taller de orfebrería de Orobio de la Torre de la localidad manchega de Torralba de Calatrava (Ciudad Real), y nuevas dalmáticas y el ropón del pertiguero. El arzobispo fue a visitar a la hermandad y a sus pasos en las capillas para darle consuelo. No obstante, una comisión de la cofradía asistió el Domingo de Resurrección a la procesión de la hermandad del templo zaidinero de San Miguel Arcángel, prestando, además, un grupo de costaleros de apoyo.

Para el futuro año 2009 en el que se tenían que celebrar elecciones, el hermano mayor, propuso en abril de 2007 que se señalaran de antemano cuatro personas de la junta directiva idóneas para que se presentaran a candidatos cuando llegase el momento. Se pretendía una experiencia en el gobierno de la hermandad y que el que fuese elegido hermano mayor tuviese una sintonía con los proyectos aprobados, para que estos pudieran seguir adelante en el nuevo mandato. Dichas personas fueron: José L. Jiménez Fernández, Miguel A. Fernández Rubio, mayordomo mayor, Mario González Beret, vocal de costaleros, y Francisco J. Álvarez Calvo, el en ese momento vice-hermano mayor.


Redención 2006. Calle Mesones


También, se debatía en estos años la solución que se le iba a dar al respiradero, aún por hacer, del paso del Cristo de la Redención. Ya había comunicado el tallista Manuel Guzmán Fernández, hijo del fallecido Guzmán Bejarano, que no podía mantener el precio del respiradero dado en su día por los años transcurridos. Finalmente, se llegó a la solución, tras diversas conversaciones de realizarlo en madera de cedro, y no en caoba, como es el canastillo, siendo el cedro más moldeable, más resistente al agrietado y menos atacado por los insectos xilófagos, así como, de menor peso que la caoba, lo que facilitaba, también, su transporte en tan largo itinerario de la estación de penitencia.

La restauración-intervención de la Virgen de la Salud

En el verano de 2007 la Virgen se traslada al taller del escultor veleño, Israel Cornejo, para realizar una intervención de la talla de la imagen. Había sido una decisión muy meditada durante algunos años por la hermandad, dado el sentimiento devocional que se profesaba a la imagen que realizó Antonio Díaz en 1986
, después de más de 20 años de venerarla. 

Poco más de tres meses duró el proceso de restauración con significativa retalla del rostro de Ntra. Sra. de la Salud por parte del escultor Israel Cornejo, que, asimismo, se le realizó un nuevo candelero. El sábado día 10 de noviembre de 2007 la Virgen se trajo de Vélez Málaga a Granada con gran regocijo de los hermanos. 

Aquella misma tarde se presentó la imagen a los hermanos, vecinos, medios de comunicación y cofrades granadinos que quisieron asistir a dicha presentación. Para la generalidad de los asistentes, la imagen había quedado notablemente mejorada con respecto a la talla que realizara Antonio Díaz Fernández. Se había suprimido la frontalidad excesiva, dándole Cornejo una inclinación y cierto desvío de la cabeza hacia la derecha, perdiendo con ello el hieratismo primitivo; las facciones fueron suavizadas y los ojos algo más entornados, para darle una expresión más meditativa. Las manos y los brazos también se realizaron en esa intervención, mejorando su policromía.

La imagen, no obstante, había quedado con un rostro más juvenil que el que hoy presenta, lo que se aprecia de forma evidente en las fotografías de 2013 en adelante, en las que se observa cierta corrección en la policromía, para hacerla algo más pálida, siguiendo el patrón de las Dolorosas granadinas, y una modificación o retoque de los labios, que le da una expresión más madura y de antigua Dolorosa. Esta nueva "intervención", se realizaría en el verano-otoño de 2012, pues se anunciaba el 8 de agosto de ese año en "Ser Cofrade", que la Virgen había sido trasladada al taller de Israel Cornejo a Vélez Málaga, aunque se informaba de que sólo se hacía para realizarle un "saneamiento" y "un mantenimiento en su totalidad, sin cambios algunos". Evidentemente, no solo esos fueron los cambios. 


Virgen de la Salud en 2008, después de la intervención de Israel Cornejo



A veces, se comprende la resistencia de las hermandades a dar publicidad a algunas intervenciones artísticas en sus imágenes, pero la realidad se manifiesta al contemplarlas detenidamente, para apreciar cambios que en ellas se experimentan. En este último caso, a mi juicio, también de forma acertada, porque en el primer cambió se mejoró sensiblemente la calidad de la imagen, y en el segundo, ha mejorado aún más la calidad del primero. Tenemos hoy a una Dolorosa que nos transmite profundidad de sentimiento íntimo, más cercana a la histórica escuela granadina, y algo más alejada de las Dolorosas juveniles, aunque de buena factura, de principios del XIX de la Andalucía Occidental, que propagó Juan de Astorga y sus seguidores hasta nuestros días.





Virgen de la Salud  a partir de 2012-2013 

Pero volvamos a nuestros anales para relatar que la imagen fue presentada aquel 10 de noviembre de 2007, vestida por Israel Cornejo, y bajo un baldaquino realizado con los varales y una bambalina del palio. Después se procedió a un devoto besamanos y a una conferencia impartida por el autor de la intervención, Israel Cornejo. Al día siguiente se celebró una solemne Eucaristía.


Aquel año 2008, en que se conmemoraba el XXV Aniversario de la fundación, la Federación de Hermandades y Cofradías eligió a la imagen del Cristo de la Redención para que presidiera el Vía Crucis general de las hermandades en la Catedral,  que normalmente es presidido por el arzobispo, portándose la imagen inclinada sobre unas altas angarillas y a hombros de sus hermanos costaleros vestidos de traje de calle; delante de la imagen iba la capilla de música sacra de Otura. En la comitiva se llevó la cruz parroquial, el guion y ciriales, más hermanos con cirios y un gran gentío de devotos y vecinos. Era el primer viernes de la Cuaresma día 15 de febrero.



Otra vez más, llegada la Semana Santa de 2008, el tiempo fue adverso con una lluvia intermitente y, a veces, torrencial, que aunque cesó a las cinco y media de la tarde, los pronósticos se presentaban inciertos para el resto de la noche, decidiendo la junta de gobierno suspender la estación de penitencia, con el consiguiente desaliento de hermanos y vecinos.

Era un año muy especial para la Cofradía. La celebración del Aniversario y la presentación en la calle de la Virgen de la Salud, después de su intervención artística; eran dos acontecimientos muy importantes que se veían frustrados por la lluvia. También, el Cristo de la Redención iba a estrenar sus nuevos respiraderos en talla barroca, aún sin barnizar. Todo se había malogrado con gran desaliento y tristeza de todos los hermanos. Sin embargo, las horas siguientes estuvieron exentas de lluvia y permitió la salida de las otras cuatro hermandades del Jueves Santo, cuyos horarios eran más tardíos. A veces, en Semana Santa ocurren estas cosas. 


Redención 2008 con respiradero, que no pudo estrenar por la lluvia


Salud 2008 en su capilla, ante una estación suspendida y originalmente ataviada por Israel Cornejo 

Pero, asimismo, la cofradía antes de la Semana Santa oficializó el carácter salesiano de la misma por aprobación del título de "Hermandad Salesiana" por parte de la autoridad de esa congregación religiosa y docente. Desde entonces, el título oficial será "Real Cofradía de Penitencia y Hermandad Salesiana del Santísimo Cristo de la Redención y Nuestra Señora de la Salud", con lo que se modificarían los artículos correspondientes de los Estatutos. 


Como colofón de aquella celebración del XXV Aniversario, la Real Cofradía me había encargado la realización del libro Anales de la Real y Salesiana Hermandad del Stmo. Cristo de la Redención y Nuestra Señora de la Salud, para el relato de su historia en dichos veinticinco años, que fue publicado en 2009. También, tuve el honor de presentar el Cartel de la Hermandad de la Semana Santa de 2008, una excelente fotografía de la Virgen de la Salud de Fernando Sánchez Ortiz, que fue presentada en el teatro del colegio con el excelente exorno de su escenario, realizado por el prioste Sergio Rosillo y colaboradores.


Cartel  de la Hermandad 2008. Antonio Padial
Con una primavera llena de actos, como la tradicional comida, que se celebró en el patio del colegio, y en la que participaron más de 300 personas; la ofrenda floral a la Virgen de la Salud del mes de mayo, así como, la participación que se hacía todos los años por la hermandad en la procesión de María Auxiliadora en ese mismo mes, actos todos que fueron muy participativos por parte de los cofrades. 

También, se adoptó el acuerdo de realizar nuevas túnicas para la estación de penitencia, diseñadas para tela de sarga por Bere Casillas, y de mayor calidad que las vestidas hasta ese momento. En lo sucesivo se complementaría el hábito a todos los hermanos con una capa, atuendo característico de las hermandades de barrios populares, y con un escudo de la cofradía en ellas. También, se aprobó la redacción de un reglamento de régimen interno, con la supervisión del nuevo consiliario, Padre José Manuel Pozas Murcia, que elaboró un programa de información religiosa para los hermanos y de enseñanza de los conceptos de hermandad y cofrades.



Finalizaba el año 2008 con la presentación por parte de Fernando Argüelles del Cartel del Aniversario, que fue una pintura de José Muros López, representaba una composición idealizada con la imagen del Cristo sobre lirios y como fondo Sierra Nevada; frente a la cruz la Virgen de la Salud mirando a su Hijo, y un nazareno con un niño en brazos. Aquel año, en la pared del presbiterio de la iglesia se había cubierto de tela color púrpura, formando un baldaquino en el centro, bajo el que se situó al Cristo de la Redención. 

Comenzaba 2009 con una interesante exposición en el colegio salesiano sobre la Sábana Santa de Turín y una conferencia sobre el tema. También, con todas las actividades culturales y religiosas propias de la Cuaresma, así como, la preparación de la próxima Semana Santa, que sería la de la celebración del Centenario del inicio de la procesión en 1909, que llamamos del Santo Entierro Antológico, que marcó el comienzo de la Semana Santa de Granada actual, después de un siglo o más, prácticamente, sin cofradías,  por haberse perdido la gran mayoría de las antiguas hermandades de Granada por los acontecimientos bélicos y desamortizadores de la primera mitad del siglo XIX. 

Con motivo de dicha conmemoración el Sábado Santo de 2009, por la tarde, se celebró una magna procesión desde la Catedral con los pasos de las cofradías granadinas, que representaban las distintas escenas de la Pasión de Jesucristo. No participó el Cristo de la Redención, pues la escena de la Muerte en la Cruz de Jesús la representaría la imagen de José de Mora del Cristo de la Misericordia, que para evitar el deterioro de la original se había realizado una copia por puntos y la talla original no se contemplaba en las calles granadinas desde que se realizó dicha copia, Después la imagen no pudo traspasar la puerta de la Catedral, porque una lluvia inoportuna comenzó a caer en el momento de su salida de dicho templo.

El Jueves Santo de ese año, sí había podido la hermandad salesiana realizar con esplendor su estación de penitencia, después de dos años consecutivos de impedirlo la lluvia. El Cristo de la Redención pudo verse en la calle con su respiradero, que no pudo estrenar el año anterior de 2008 por impedirlo la lluvia. También, la Virgen de la Salud, con la nueva fisonomía que le imprimió Israel Cornejo y rodeada de rosas blancas a medio abrir, pudieron contemplarla los granadinos al son de las marchas dolorosas, interpretadas por la Banda de Música de la Villa de Otura, que fue llevada impecablemente por sus costaleros, mandados por el capataz José Luis Pareja. 


Salud 2009 con pecherín de elementos dorados en forma de corazón 

Aquel año 2009, se finalizó el Aniversario fundacional con la procesión extraordinaria de Nuestra Señora de la Salud el domingo 17 de mayo, que acudió con su hermandad a la Catedral granadina para presidir la Eucaristía que celebró el arzobispo de Granada, don Javier Martínez.

Salio de su sede a las 9 de la mañana, acompañada de su hermandad con sus insignias, vistiendo los hermanos traje oscuro, portando cirios y acompañada por numerosos vecinos del Zaidín y cofrades granadinos. Tras cruzar el puente de San Antón, hizo estación ante el convento de clarisas del Santo Ángel Custodio, donde esperaba para recibirla, en esta su sede, la Hermandad del Cristo de San Agustín, Sagrado Protector de Granada. Ambas hermandades siempre han mantenido una relación especial, pues desde los inicios de la hermandad salesiana había sido estación dicho convento a su paso por él en la noche del Jueves Santo. 

La Virgen estrenaba nueva saya color cereza, bordada en oro y sedas por el granadino José M. Martínez Hurtado, y marchó con los sones de la Banda de Otura, escoltada por la Agrupación musical "La Salud".

Después de celebrada la misa en la Catedral por al arzobispo, consiliario, deán y otros canónigos, la Virgen inició su regresó a las ocho de la tarde en procesión de alabanza, acompañada de numerosas hermandades con sus guiones y del calor de los granadinos que acudieron a presenciar la procesión, hasta llevarla a su templo salesiano, donde la esperaban los vecinos y devotos. Llegó al filo de la madrugada, para encerrarse en su capilla con traca de fuegos artificiales, sones de marchas y aplausos de los zaidineros. 

Este regreso se hizo por la Carrera de la Virgen, parando ante el templo de la Patrona de Granada, la Stma. Virgen de las Angustias, y con el acompañamiento musical de la Banda de Música "Ciudad de Sevilla", que estrenó la marcha "Tu Salud es mi Salvación".


Ante el Convento del Santo Ángel Custodio en calle de San Antón

Ese año 2009 terminó el mandato del hermano mayor, Ángel Martínez, celebrándose elecciones en las que resultó elegido Miguel Ángel Fernández Rubio, cofrade desde los inicios de la hermandad y mayordomo mayor en la junta saliente. Era uno de los cuatro designados dos años antes para dar continuidad a los proyectos en marcha de la cofradía, y sobre todo, propiciar la concordia y el espíritu de hermandad de la corporación.  

Un Jueves Santo de primavera el de 2010 con las calles abarrotadas; Granada entraba de lleno en su Semana Santa, la anhelaba con sus cortejos procesionales, que habían alcanzado un notable nivel después de sólo tres décadas, desde que finalizó aquella crisis que estuvo al borde de la desaparición. Y esta hermandad, entonces, con poco más de veinticinco años de historia, pese a sus escasos recursos y, en principio, una muy elemental idea de la estética cofrade, había conseguido en tan escasos años, no sólo una presentación artística encomiable de sus diferentes pasos y enseres, sino también, un avance notable en la participación de los hermanos y en su correcta actitud en la estación de penitencia. 


Redención 2010 

Esa Semana Santa el paso de Cristo estaba finalizado en su labor de talla y barnizado, a falta de elementos adicionales, como las imágenes de esquina del canasto, que provisionalmente se cubrieron con ramos de iris morado, y de algunos dorados en la talla, que en años sucesivos se le pondrían. Los nuevos hábitos se estrenarán también en la Semana Santa de 2010, y quería colocarse una rampa de madera para salvar las extensas escaleras que hay desde las capillas y que tanto dificultan la salida de la hermandad, aunque los costaleros no eran muy partidarios de ello.

La hermandad había nombrado un cuerpo de capataces, a cuyo frente estaba Rafael Fandila, como capataz general, y Francisco José Ruiz con Pedro Fernández, como capataces del Cristo de la Redención. En cuanto al paso de la Virgen, se nombraron capataces a Javier Herrera y Javier García. Un veterano directivo y capataz, como Juan Luis Yáñez Vallet, que lo había sido de la Virgen y, después, del Cristo, había "dejado el martillo". También, se había decidido, como tantas hermandades granadinas lo estaban haciendo por esos años, dejar la forma tradicional de portar los pasos a hombros por el costal, para lo que se modificaron las "trabajaderas" para realizar este cambio en la Semana Santa de 2011.


Salud 2010

Dos años, 2009 y 2010, habían pasado de bonanza en los que no se presentó el fenómeno meteorológico de la lluvia, pero el cielo no pudo esperar a un tercero. El Jueves Santo de 2011, las primeras cofradías empezaron a salir de sus templos, pero, tanto la Aurora como la Estrella tuvieron que regresar ante la persistente lluvia que comenzó a caer a las seis y media de la tarde; la hermandad de la Concepción ni se atrevió a ponerse en la calle. 

La primera de la tarde, nuestra hermandad de la Redención, a su hora de salida (16:30) sin que apareciera la temida lluvia, inició su caminar y se dirigió al centro de la ciudad. Su Zaidín la pudo disfrutar en este inicio de su estación de penitencia, pero nada más salir de barrio, cuando la comitiva llegaba al Palacio de Congresos, un fuerte aguacero obligó a la hermandad a refugiarse con sus pasos debajo del del gran cobertizo que tiene dicho Palacio de Congresos. Allí, esperó dos horas hasta que pasó la intensa nube, decidiendo no arriesgarse y regresar a su templo. La Hermandad de Jesús Despojado le ofreció su capilla cercana al lugar, pero la imposibilidad de que entrara por su puerta el paso de Cristo hizo desistir de la oferta.




Ese año 2011, se había producido un importante cambio en la carrera oficial y tribuna. La Federación había decidido montar la tribuna oficial en la calle de Ángel Ganivet, desechando la calle de Navas y la Plaza del Carmen, donde tantísimas décadas había estado instalada la tribuna. La estrechez de Navas y sus incontables bares no la hacían la más adecuada para el discurrir de las hermandades, igual había pasado años atrás con la Plaza de Bibrambla. Ahora, las hermandades entraban en la tribuna de Ganivet por la plaza de Mariana Pineda y seguían por Puerta Real y Mesones para acceder a la Catedral, pero aquel Jueves Santo lluvioso de 2011 ninguna hermandad de ese día pudo estrenar tal modificación, a excepción del Silencio, que ya de madrugada, puso salir por haberse despejado el cielo. 


La hermandad, desde sus primeros años, había tenido el problema de encontrar unos locales, donde guardar sus distintos enseres, y había recurrido a distintos alojamientos provisionales, algunos años prestados por hermanos, pero que tuvo que desalojar, ante la demanda de los mismos por sus propietarios. Finalmente, logró de los religiosos salesianos, unas dependencias en la parte baja del colegio, donde tuvo la casa de hermandad durante algunos años, pero que no satisfacían las necesidades de espacio de una cofradía en continuo crecimiento. Las capillas fueron un alivio a la necesidad de espacio para guardar los pasos, pero no resolvía el problema de la guarda de muchos otros enseres y elementos, que trató la junta de gobierno de resolver con el alquiler de un local enfrente de la iglesia salesiana, pero que con el tiempo, también, le vendría escaso.    

Y llegó la Semana Santa de 2012 con la esperanza de un Jueves Santo soleado que no defraudara el sentir de los cofrades, como ocurrió en 2011. Pero tampoco pudo ser, la lluvia hizo suspender las estaciones de penitencia de ese día, incluida la del Cristo de la Misericordia del Silencio. En esta ocasión a la Hermandad de la Redención no le cogió en la calle y los pasos pudieron admirarse en sus capillas, cuando éstas se abrieron al público. La Virgen de la Salud con la saya color guinda que le bordó Martínez Hurtado y el ya clásico exorno floral de rosas blancas achampanadas y ramos de cera en la delantera de los candeleros y en las "Marías". 




Por estos años la Guardia Civil asistía a la procesión enviado números de ella la estación de penitencia del Jueves Santo; antes, como se ha comentado, escoltaban los pasos miembros de la Sanidad Militar, que habían dejado de hacerlo bastantes años antes. Ahora la hermandad mantendrá una nueva relación con una asociación relacionada con el ejército y la guardia civil, concretamente, es decir, con la Asociación de Militares y Guardias Civiles con discapacidad, que había nombrado patrona de la misma a la Virgen de la Salud, la hermandad, a su vez, nombró a dicha asociación Hermano Mayor Honorario.

Para tratar de completar el paso del Cristo de la Redención con elementos alegóricos en escultura, se había contratado con el escultor granadino, Alberto Fernández Barrilao, la hechura de cuatro esculturas para las esquinas del canasto, representativas de los caballos con los Jinetes del Apocalipsis, que han azotado a la Humanidad desde su nacimiento: la Conquista del Anticristo con el caballo blanco, la Guerra con el caballo bermejo, el Hambre con el caballo negro y la Muerte con el caballo bayo; debajo de ellos, la figura de Lucifer, aplastado por sus pezuñas. A todos ellos derribará de sus caballos el Cordero Divino del que brotará un manantial de del agua de la gracia.


A mediados de marzo de 2013, las cuatro esculturas, junto con una corona de capilla y una daga de plata para la Virgen de la Salud, fueron bendecidas en una Eucaristía celebrada por el salesiano Francisco Fuentes.


Foto de José Velasco


 En esa Semana Santa de 2013, que se presentó en sus primeros cuatro días con lluvia, pero el Jueves Santo el tiempo inestable dio tregua para que pudieran salir las cinco hermandades del día; aunque todas con la preocupación de verse obligadas a regresar a sus templos, cosa que afortunadamente no ocurrió. Ese año la Nuestra Señora de la Salud salió con el nuevo y definitivo semblante que le imprimió el escultor Israel Cornejo, que también la vestía, y de lo que hemos tratado ya en este trabajo.

Pero otro acontecimiento extraordinario se celebró en le mes de mayo: la procesión Magna Mariana con motivo del Centenario de la coronación canónica de la Patrona de Granada, la Santísima Virgen de las Angustias, que fue coronada en el año 1913. Por dicho motivo, el sábado, día 18 de mayo, todas las imágenes marianas de la cofradías granadinas, a excepción de la Virgen de la Caridad, titular de la Hermandad de la Lanzada, peregrinaron en sus pasos a la Basílica de la Patrona para su homenaje. También se unieron a la magna procesión las patronas de algunas localidades de la provincia y la copatrona de la ciudad, la Santísima Virgen del Rosario, la de la leyenda de la Batalla de Lepanto. 

Las imágenes marianas fueron trasladadas por la mañana en sus pasos a la Catedral, donde estuvieron en exposición para ser visitadas por granadinos y la gran cantidad de forasteros que se dieron cita en Granada para dicho acontecimiento. Luego, por la tarde, salieron en procesión con sus hermandades por orden de antigüedad de las mismas, correspondiendo el puesto cuarto a la Virgen de la Salud, que llevaba la saya bordada color "guinda" y un adorno floral que se salió discretamente del canon tradicional: se mezclaban en sus jarras y friso las rosas blancas con otras en color rosado tonalidad "pastel". 



Finalizaba ese año el curso cofrade con la terminación del mandato de Miguel Ángel Fernández Rubio, convocándose elecciones  al cargo de hermano mayor, para el que fue elegido Manuel Molinero Ruano, que propiciaría esa relación con la Asociación de Militares y Civiles Discapacitados (ACIME), cuya patrona es la Virgen de la Salud. Como derivado de esta relación se creará el premio anual "Virgen de la Salud", que en 2014 se concedió al periodista cofrade, Jorge Martínez Garzón.

Ese año (2014) hubo nueva modificación parcial de la carrera oficial de las hermandades. Fue la supresión de la calle de Mesones, por donde surcaban las cofradías en su ida hacia la Catedral. Se cambió por la calle de la Alhóndiga de más amplitud y sin el estorbo de los letreros de los comercios que inunda la calle de Mesones. Fue un acierto reconocido por la inmensa mayoría de ciudadanos y cofrades, que veían más lucidos los pasos y cortejos, y permitía la instalación de numerosos palcos, muy necesitados por la gran demanda que había de ellos.

Con la carrera oficial hubo, también, modificación del orden del paso por tribuna de la cofradías; la Hermandad de la Concepción pasó a ser la primera, a fin de no coincidir en Plaza Nueva con la Cofradía del Silencio, que provocaba grandes "bullas" en los aledaños de la Calle de Elvira y Plaza Nueva, perjudicando el silencio exigido. Con ello, la Hermandad de la Redención pasó la segunda, en lugar de ser la primera. Ese año comenzó su estación de penitencia a las cinco de la tarde,

Esa Semana Santa la hermandad no presentaba estrenos significativos, como fueron algunos elementos de orfebrería en el paso del Señor, unos banderines en pergaminos en los Jinetes del Apocalipsis y se siguieron confeccionando hábitos para los nazarenos y saya para la Virgen.

Después de varios años lluviosos se presentó la Semana Santa de 2014 con un tiempo casi veraniego, salvo algún pequeño chaparrón el Domingo de Resurrección, para despedir una Semana Santa brillante en todos sus aspectos. Granada se echó a la calle en esos días, muy favorables para que salieran ancianos y niños a ver las procesiones, que suelen retenerse en sus casas cuando el tiempo es frío o lluvioso o ambas cosas, como suele ocurrir en Granada.


Salud en Semana Santa 2014. Fot. Fernando López Rodríguez

La hermandad, desde los años de su fundación, celebraba en el mes de noviembre una ceremonia de difuntos por los hermanos fallecidos, cosa muy común en las hermandades, pero en esta se extiende con el tiempo a otros miembros afines a la misma, como toda la familia salesiana y a los fallecidos de las corporaciones, tales como a los de la Brigada de Sanidad Militar Española, que desde antiguo era hermano mayor honorario y a los de la Asociación de Militares y Civiles discapacitados (ACIME), que tienen como patrona a la Virgen de la Salud. 


Para la misa de difuntos y durante el mes noviembre se simboliza este recuerdo a los fallecidos, vistiendo a la Virgen de luto. Esta costumbre de vestimenta fúnebre a las titulares marianas de las cofradías de penitencia se fue imponiendo en Granada desde los años setenta del pasado siglo. Al igual que al llegar la Navidad y durante la Cuaresma, hasta la función principal la vestimenta será de hebrea.


Foto de la Real Hermandad

Comenzado el año 2015 todo era un incesante movimiento para la preparación de la Semana Santa de ese año: ensayos costaleros, presentación de cartel, la segunda edición del premio "Virgen de la Salud", que ese año recayó en Ramón Burgos, en gala celebrada en el Teatro Isabel la Católica, los actos de la Cuaresma con el triduo y Función...etc. También, se celebró una procesión infantil con dos reducidos pasos en la que participaron más de 300 niños y que se repetirá en años sucesivos. Estas procesiones infantiles de las cofradías se incrementarán en estos años, siendo una esperanzadora cantera de cofrades para el futuro. A ello, se une la iniciativa de la visita de grupos escolares del barrio a las capillas, durante los días de preparación de los pasos.  

También, se decidió confiar el exorno floral a la dirección del artista Álvaro Abril, que eligió para el paso de María Santísima el mismo tipo de flor, es decir rosas, pero de las llamadas color "champán". Álvaro entrará a colaborar artísticamente con la hermandad, diseñando en los años sucesivos diversas sayas para la Virgen y el nuevo palio. La hermandad para llevar a efecto estos proyectos de bordado impulsará en su seno un taller de bordados en hilo de oro sobre tisú de plata.

Un segundo año de esplendor, el del 2015, para resarcirse nuestras cofradías de los sinsabores que la meteorología había causado en años anteriores, en los que muchas hermandades tuvieron que suspender sus estaciones penitenciales. Aunque, con algunas excepciones, en estos años se celebró la Semana Santa sin demasiados incidentes meteorológicos. Con esplendor salió, también, la cofradía salesiana en 2015, que estrenó, realizados por Alberto Fernández Barrilao, los querubines  y una cartela del frontal del canasto del paso del Crucificado, dando un discreto color a la severidad del paso. 




Dicho paso del Cristo de la Redención renovó la estética de su "calvario", elevándose el Crucificado en 2014 sobre un calvario, no ya de clavel rojo o de iris, como era tradicional, sino sobre una rocalla, para imprimir más realismo a las escena, y en la parte trasera del pie de la cruz se empezó a colocar y bello conjunto floral a base de rosas rojas y calas del mismo color, que, en 2015, varió en su originalidad para ofrecernos otra de igual asombro, tornando la rocalla por un campo de verdor con flores iniestas en espiga de color rosa, y combinando este singular "calvario" con un friso de calas rojas.


Redención 2015. Rev. Gólgota. Foto de Javier Quesada Sánchez

En octubre de 2014 se encarga al vocal de costaleros nombrado, Francisco Abuín, que busque capataces para los pasos, que tras diversos contactos con varios, consigue que acepte José Carvajal Linares, pero después en febrero de 2015, renuncia al cargo.  La situación de la cuadrilla en cuanto al número de sus componentes, desde luego, era escasa, y había que reponerla ante la inminencia de la Semana Santa, nombrándose a Francisco Abuín capataz del paso de Cristo, que acepta dada la premura, con su segundo, Alfonso Guerrero. Otro de los capataces que propuso Abuín y ratificó la junta de gobierno será José Luis Selfa para el paso de la Virgen. Los costaleros marcharían ese año al son de las marchas interpretadas por la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús de las Tres Caídas de la hermandad de igual título.

Antes de finalizar el curso cofrade de 2015 el cabildo general de junio aprobó otro proyecto importante para el paso de la Virgen, como será el de las nuevas bambalinas de su palio, cuyo diseño fue aprobado por mayoría al presentado por el artista granadino, de gran renombre fuera, incluso, de nuestra ciudad, Álvaro Abril Vela. Un proyecto de original y de elegante diseño con atractivo movimiento en la concepción de sus bordados, que se centran en la delantera con una imagen de "gloria" de la Virgen "Salus Infirmorum", que  se cubrirá, a modo de baldaquino, con la cúpula de la Catedral granadina y de otros famosos templos (Santa Sofía, María Auxiliadora de Turín o el del Vaticano), que irán las crestería de los otros lados del palio. Se le añaden sendos jarrones de azucenas a los lados, marcando una cornisa de líneas renacentistas, que, no obstante, forman en su conjunto un entramado barroco, y una zona inferior en calado de donde pende el fleco de "bellota". Los diseños no elegidos los presentaron Francisco J. García y Víctor González.



  
Con incertidumbre meteorológica se presentaron los primeros días de la Semana Santa de 2016, aunque mejoró el tiempo a media semana, no obstante, a excepción de la Entrada de Jesús en Jerusalén, todas las cofradías salieron a efectuar sus estaciones, aunque la Lanzada tuvo que quedarse en la Catedral por temor a que en su largo recorrido pudiera sorprenderle la lluvia. Mejoró el tiempo a partir del Miércoles Santo y Granada llenó sus calles, retomando la bonanza de los años anteriores.

La Redención caminó entre el bullicio de las gentes del barrio, que llenaban las aceras para contemplar una hermandad cada vez más severa y organizada en su presentación e innovadora en la flor. El paso de Jesús sobre el pequeño y simbólico calvario de rocalla, cuyos pies lo salpicaban flores en color rosáceo, con un friso de otras en color lila, en cuyo conjunto, resaltaba la cera blanca y el brillo cristalino en las tulipas de los candelabros que envuelven la Crucifixión Redentora, que iba caminando entre el alado lamento de las cornetas y el rítmico retumbar de los tambores de las Tres Caídas, que acompañaría por última vez al Señor de la Redención.




La Virgen, tras Él, entre un mar de gentes caminaba por la Gran Vía de Colón envuelta en la gloria de la cera encendida y el beso perfumado de sus rosas de color achampanado, que ese año innovó con dos grandes pináculos de ellas en las esquinas delanteras. Se acercaba la medianoche en el centro de la ciudad, que estaba a las puertas del Silencio, y empezaba su camino de regreso al Zaidín, que la esperó impaciente hasta  pasadas las dos de la Madrugada del Viernes Santo. La seguía la Banda de Música de los Ángeles, nombre muy apropiado a tanta gloria mariana. 


Salud 2016 por la Gran Vía de Colón




Francisco Abuín, que había logrado recomponer de sobra el número de costaleros del paso de la Redención siguió en el cargo hasta pasada la Semana Santa de 2016, que tras diversas incidencias o quejas, dimitió del cargo. Era demasiada renuncia de capataces en pocos años; el "mundo costalero" suele ser inquieto, como lo es, quizás en menor medida, el de las bandas de música asociadas a las hermandades. Ambos grupos suelen desear una autonomía, a veces reñida con la estructura jerárquica de las cofradías y su exigencia de disciplina y obediencia a los designios de sus juntas de gobierno. A veces, también, intervienen motivos personales y de relación entre las personas por visiones distintas de las cosas. Poco después, fue nombrado capataz del paso José Carlos Torres Milena y como segundos capataces a Luis Gallegos y Manuel Álvarez, junto con Francisco Rabaza y Javier Beltrán (18).

El otoño de 2016 fue generoso en nombramientos  de mayordomos honorarios por parte de esta hermandad: primeramente, al General Jefe de la Brigada de Sanidad Militar, Manuel Guiote Linares, natural granadino, y al coronel auditor y asesor jurídico del MADOC, Sr. Díaz Corvera, así como, al teniente coronel, Sr. Soria Jiménez. Eran todos pertenecientes a dichas instituciones militares, que manifestaron su apoyo a esta Real Cofradía. También a final de año el hermano mayor, Manuel Molinero Ruano, nombró de nuevo diputado mayor de gobierno a José Hernández Salinas, que sustituirá a José M. Rodríguez Viedma, que dejó el cargo porque su ocupación en sus labores literarias así lo exigía.  




Los actos ordinarios culturales, de caridad y de culto de cada año de la cofradía se desarrollaron en Adviento y Cuaresma con el esplendor acostumbrado, preparándose para la Semana Santa de 2017. Se había consolidado la hermandad como segunda cofradía del Jueves Santo en el itinerario oficial, detrás de la Hermandad de la Concepción, por los motivos que ya expresamos, de dejar de madrugada sola en el centro de la ciudad a la Cofradía del Cristo de la Misericordia (Silencio), evitando así, las aglomeraciones excesivas en la zona de Elvira y Plaza Nueva.  

La Real Cofradía a su regreso por la calle de San Matías se detenía todos los años ante la puerta de la sede del Madoc, frente al convento de las Carmelitas Descalzas, donde la recibían jefes y oficiales que contemplaban el paso de la hermandad, ese año siendo mayordomos de honor de ella su coronel auditor y el teniente coronel. 

La Virgen de la Salud llevaba ese año la saya blanca bordada en hilo de oro y sedas, e iba tocada por Israel Cornejo con un elegante rostrillo de tablas, al igual que el pecherín, y "puñetas" en las bocamangas; todo ello, hacía resaltar considerablemente la belleza de la imagen. También, aunque llevaba los centros de flor en las esquinas, como el anterior año, aquellos eran menos piramidales y formados por una combinación de rosas achampanadas con las de color rosado y ramitos de flor blanca pequeña. El resto de la flor en las jarras seguía esta bella combinación.







Aquel año de 2017 se convocaron elecciones para el mes de junio por haber finalizado el mandato de cuatro años del Sr. Molinero Ruano, que se presentó a la reelección para hermano mayor. El cabildo de elecciones se celebró el día 9 de junio, resultando reelegido el Sr. Molinero para un segundo mandato. Muy nutrida de cargos fue la junta directiva de la hermandad que el hermano mayor nombró en el mes de septiembre, en un total de 28 miembros, y en la que sería vice-hermano mayor Alberto Cuerva Navarro con el salesiano de consiliario, Manuel Fuentes Amézcua, y secretario general, Francisco de Asís Mendoza Muñoz, siendo albacea una mujer, María Ángeles Iglesias Ramos, que también será la camarera mayor, siendo mayordomo mayor, José Hernández Salinas; prioste, Antonio M. Vargas Moreno, secundado por Francisco J. Núñez Iglesias y Antonio Balderas; como tesorera, Cristel Molinero Delgado; Espiritualidad y Cultos lo desempeñará José Velasco Fernández, con muchos años participando en las diferentes juntas de gobierno.

En el verano de ese año 2017 los salesianos realizaron obras en la iglesia de María Auxiliadora, debiendo la cofradía trasladar las imágenes a una capilla provisional habilitada en el Centro Juvenil del Colegio. Dicho traslado se realizó el 28 de junio, junto con las otras imágenes del templo, regresando al mismo en septiembre, una vez finalizadas las obras. La corporación de penitencia se quejaba de no haber sido consultada por la comunidad salesiana acerca de la reestructuración del presbiterio, donde se venera la imagen del Cristo de la Redención, quizá por tener una idea distinta a la realizada en cuanto a la mejor presentación de su titular en dicho presbiterio.

Ese otoño abriría la actividad del taller de la cofradía, dirigido por Elena Burgos, con el proyecto de una nueva saya para la Virgen de la Salud, que había diseñado Álvaro Abril, y cuyo proyecto fue presentado en la feria "Capricho Cofrade" con asistencia de numeroso público y la Banda de los Ángeles, que en los últimos años actuaba para la cofradía. También, entre los proyectos estaba el bordado de un nuevo manto de capilla o de "vistas" en color azul-verde, que será bordado en oro por el taller de la hermandad con diseño de Álvaro Abril.



La Semana Santa de 2018 mostró una vez más el significativo crecimiento de los cortejos de las hermandades granadinas, que lentamente se aprecia cada año con una mayor participación de los hermanos en ellos, así como, del público en las calles, siendo en muchos lugares difícil el tránsito, a pesar de los numerosos pasos habilitados para cruzar el itinerario oficial. Paralelamente a este incremento general de participación se produjeron ese año algunos sucesos debidos a personas intolerantes que expresan su rencor con actos reprobables.

Así, la Cofradía de la Redención tuvo que sufrir el Jueves Santo el lanzamiento de un objeto (parece que fue un termo) por un individuo que lo hizo impactar sobre el paso del Crucificado, sufriendo algún daño uno de los jinetes del Apocalipsis que figuran en las esquinas del paso. En el suceso tuvo que intervenir la policía, que identificó al agresor, y facilitó que la cofradía continuase su estación de penitencia con la mayor normalidad posible. Algún incidente de ese tipo sufrió también ese día la Cofradía de la Pasión a su regreso de madrugada al Albaicín.

Salvando estos percances la hermandad marchó con el esplendor acostumbrado en los últimos años, posándose el calvario del  Cristo sobre bellas flores escarlatas, y marchando los costaleros con una nueva composición musical interpretada por la banda de cornetas y tambores de la "Elevación" del Campo de Criptana, dedicada al Señor:"In Excelsis Deo". La Virgen de la Salud, iba ataviada con un rostrillo de encaje de Bruselas del siglo XIX, estrenando la saya olor "guinda" de Álvaro Abril, bordada por el taller de la cofradía, bajo la dirección de Elena Burgos. Delicadeza dolorosa de una Virgen, que va dosificando año a año su aquilatada belleza, aún no agotada.


Salud 2018 en Gran Vía. Foto de Fernando Daniel

Un año duró ese segundo mandato del hermano mayor, Manuel Molinero Ruano, pues presentó su dimisión en el mes de junio de 2018, y de acuerdo con el consiliario, se traspasaron sus funciones al vice-hermano mayor, Miguel Alberto Cuerva Navarro. El Sr. Molinero alegó motivos personales, en cuyo fondo latían ciertas diferencias de criterio en algunos asuntos con la dirección del colegio, ya puestos en evidencia cuando se realizaron el año anterior las obras del presbiterio
(19), donde se venera el Crucificado. Parece, que para las obras de dicho presbiterio no fue consultada la junta de gobierno y su parece de cómo se situaría el Crucificado en el mismo. Pocos días después, la autoridad eclesiástica ratificó dicho nombramiento.

Con un principio de abril de 2019 de meteorología bastante revuelta, la hermandad celebró sus actos principales de culto con brillantez, así como, la procesión infantil, pero se tuvo que suspender el anual vía crucis con la imagen del Redentor por una persistente lluvia. Ese año, en esa labor de acercar a la hermandad al elemento infantil y adolescente se celebró un concurso de minipasos y dibujos, cuyos premios se entregaron en el teatro del colegio, amenizando el acto un grupo de música del colegio que interpretó marchas procesionales.

Tras unos años, algunos de bonanza meteorológica, en este aspecto la Semana Santa de 2019 dio, según el popular dicho, "una de cal y otra de arena", pues el tiempo se tornó adverso a mediados de la Semana Santa, en cuyo Miércoles Santo, hizo retornar a sus templos a algunas cofradías y otras que continuaron por algún intervalo de escasa lluvia, pero con un cierto deslucimiento. El panorama empeoró el Jueves Santo, haciendo que se suspendieran las procesiones de la Redención, Concepción, Estrella y Aurora. Los granadinos y forasteros resistieron en las calles, lo que fue recompensado poblándose el cielo de la Luna y de estrellas cercana la madrugada, lo que nos premió con la presencia del Cristo de la Misericordia "Silencio". El Sábado Santo volvía a llover.



2018. REDENCIÓN POR LA  GRAN VÍA. Foto de Fernando Daniel Fernández

Por lo tanto, la lluvia en el mismo momento de la salida de la Real Cofradía se mostraba amenazadora y abundante, quedando en sus capillas los pasos de la Redención y Salud; que, no obstante, no dejaron de recibir el homenaje y admiración manifestada por las innumerables personas que visitaron los pasos en sus capillas. Con el ya clásico exorno de ceras y rosas, la Virgen de la Salud vestía la saya blanca bordada en oro y sedas, y el Cristo Redentor, las bellas calas rojas en la cornisa del canasto.

Tras la Semana Santa José Carlos Torres Milena, capataz del paso de la Redención, expresa su decisión de no seguir desempeñando esta función por cuestiones laborales, nombrándose para sustituirlo a Raúl López Herrera, cofrade y costalero veterano del Cristo, con experiencia en el oficio como capataz de otras hermandades granadinas, como la del Santo Sepulcro y del paso de la Virgen de la Luz. La cuestión de la dirección de los pasos no se llegaba a estabilizar.


También, se toma en junio la decisión de restaurar la imagen del Cristo de la Redención, encargándose de esa delicada labor al veleño Israel Cornejo, que tan acertada intervención tuvo en la talla de la Virgen de la Salud. Trasladado el Cristo a su taller, el trabajo lo tuvo finalizado para la celebración anual de octubre de la festividad de Cristo Redentor en la que se celebra  un tradicional besapies por parte de los hermanos y devotos. La intervención consistió en la fijación de los brazos de la imagen, la colocación de una nueva corona de espinas, realizada por Antonio Hernández, y de las pestañas, que carecía de ellas, así como, el repolicromado total de la talla con la sangre de las llagas más aparente.


Después de a restauración. Foto web de la Hermandad


Terminaba el año con la festividad de la Inmaculada, en cuya función y besamanos la Virgen de la Salud estrenó tres piezas de joyería, consistentes en unas estrellas de oro, parece que con unas turquesas, que lucía engarzadas en las tablas del pecherín a las altura del hombro derecho. Recordemos aquellas esmeraldas que ya Virgen llevaba  en el pecherín en las estaciones de penitencia de los primeros años, siendo estas estrellas algo más original y de más elegante factura y diseño.   



El día 10 de febrero de 2020 el hermano mayor M. Alberto Cuerva firma el contrato de una nueva casa de hermandad en la Calle Mirador de la Sierra número 8, que disponía de espacios suficientes para sala de cabildos, secretaría y para guardar las parihuelas de los pasos. El local está situado cerca del Colegio Salesiano, sede de la hermandad, que era una de las exigencias deseadas por la corporación nazarena.

Ese año sobreviene la pandemia de covid.19, suspendiéndose las estaciones de penitencia, al igual que en 2021, realizándose cultos internos y limitados, hasta que vacunada la mayor parte de la población se permiten las salidas procesionales de la cofradías en 2022.

No obstante, se celebra en junio de 2021 con las prescripciones sanitarias oportunas el cabildo  de elecciones con el único candidato, al cargo de hermano mayor, don Miguel A. Cuerva Navarro, que es reelegido para el mismo por 36 de los 38 hermanos concurrentes a las elecciones.


Las estrellas del pecherín. Foto de Nino Ruiz Espinosa

En febrero de 2024 se ve finalizada la bambalina delantera del paso de palio de Ntra. Sra. de la Salud, según el diseño de Álvaro Abril, habiendo ejecutado el bello bordado el granadino Javier Núñez. Se trata de una obra realizada en realce con hilos de oro y sedas y escultura en orfebrería de plata.




Finalizamos esta historia de la Real Cofradía de la Redención, una agrupación de hermanos, que decidió en 1983 acogerse al amparo del colegio salesiano, del que muchos habían sido alumnos, para ofrecer al populoso Barrio del Zaidín, al otro lado del río Genil, entrar en la Semana Santa de Granada (por el mismo tiempo, también la Hermandad de la Lanzada lo hacía). Otras hermandades del barrio también los harían en los siguientes años, naciendo un modo propio de concebir la Semana Santa, en un barrio formado por el aluvión de gentes de distinta procedencia, que no tenían esta tradición.


Ya la Salud aparece,
se mueven sus bambalinas,
y las velas de su palio,
entre sus manos divinas
lleva cuentas del rosario.

Cinco misterios de luto
engarzan sus dedos santos,
cinco lágrimas de llanto,
cinco fuentes de Salud,
cinco Misterios andando,
entre los cirios de cera
y entre las flores del nardo.

(Antonio Padial. De mi Pregón de Semana Santa 2012)



HERMANOS MAYORES

1983-1984                José Manuel Molina Chacón
1984-1986                Alfredo Mattei Boni
1986-1992                José Luis Sáez Hidalgo
1992-1994               Juan Manuel Romero Román
1994                         Gestora
1994-1997               José Luis Sáez Hidalgo
1997-2001               Fco. José Álvarez Calvo
2001-2009               Ángel Martínez López
2009-2013               Miguel A. Fernández Rubio
2013-2018               Manuel Molinero Ruano
2018-2021               Miguel A. Cuerva Navarro
2021 reelegido            "        "        "           "



Marchas procesionales

María Stma. de la Salud       Francisco Higuero Rosado 1995
A mi Cristo de Marfil              Rafael Ortega Pérez, 1997
 Redentora del Zaidín              Juan A. Barros Jódar 2007
Al Padre Redentor                   Francisco D. Álvarez Barroso, 2008
Salus Infirmorum                     Erik Luque Vega, 2009
Tu Salud es mi Salvación         Pablo Ojeda, 2009
Salve Madre del Cielo             Gonzalo Noguera,  2011
Redentora y Salesiana             J. Carmelo Jiménez Fernández, 2012
Salud, mi guía                          Francisco de la Rosa, 2016.

                   -------------
1. Miguel Ángel Pareja Rivas, Caminando hacia e 75 Aniversario".

2. Antonio Padial Bailón, comment on "Ilustre Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz", Hermandades de Penitencia de Granada Actuales, apaibailon.blogspot.com/2015/11/Ilustre-Cofradía-la Entrada-de-la-Entrada-de-Jesús-en-Jerusalén.html (comentario enviado el 19 de noviembre de 2015.

3. Antonio Padial Bailón, 75 años de Favores, p.p. 96-97. Granada 2003, Editorial Clave S.L.

4. Antonio Padial Bailón, "El Cristo de las Ánimas de San Matías y su retablo neoclásico", revista "Gólgota", nº 70, pp. 48-49, diciembre 2018.


5. Acta de la junta de gobierno de la hermandad de 9 de abril de 1984.

6. Acta de la junta de gobierno de 31 de mayo de 1985.

7. Periódico "Ideal" de 27 de marzo de 1986.

8. Ibídem de 31 de marzo de 1988.

9. Acta de la Cofradía de 7 de abril de 1990.

10. Antonio Padial Bailón, Anales de la Real y Salesiana Hermandad del Santísimo Cristo de la Redención y Nuestra Señora de la Salud, p.88-89. Editorial Clave Granada S.L. 2009.

11. Periódico "Ideal" de 17 de abril de 1992.

12. Jorge Martínez Garzón, "Nuestra Semana Santa", pp., 122. 1996.

13. Memoria del curso 1993-1994.

14. Periódico "Ideal" de 30 de marzo de 1996.

15. Acta de la Cofradía de 19 de febrero de 1999.

15. Acta de la Cofradía de 11 de enero de 2002.

16. Acta de la Cofradía de 1 de enero de 2006.

17. Antonio Padial Bailón,: Anales de la Real Hermandad Salesiana del Stmo. Cristo de la Redención y Nuestra Señora de la Salud de Granada, pp.210-212. Clave Granada S.L. 2009. 

18. "Granada Cofrade" de 6 y 13 de abril de 2016.

19. Ibídem, de 8 de junio de 2018. 

Nota: Historia en gran parte basada en mi libro Anales de la Real Hermandad Salesiana del Santísimo Cristo de la Redención y Nuestra Señora de la Salud de Granada. 2009.